jueves, 24 de septiembre de 2015

Cuando la maldad se disfraza de obediencia Por Augusto TorchSon

 Cuando la maldad se disfraza de obediencia
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  Por Augusto TorchSon

   Práctica esencial del Nuevo Orden Mundial es entrenar a las masas democráticas para aceptar falsos dogmas, y para hacerlos pasar como tales, contratan a científicos y profesionales para que transmitan el pseudo-conocimiento que se quiere implantar. Y es a través de la ONU, herramienta política por excelencia de la masonería mundial, que se busca implantar este gobierno mundial tecnocrático con una sola legislación proveniente mayormente de los pactos o tratados internacionales.


  Una de las técnicas que esta gobernanza utiliza para que la gente acepte estas imposiciones es hacernos sentir cómodos, esto a través del consumismo y las conductas rutinarias. De esa forma, se nos acostumbró al confort proveniente de las “bondades” de la tecnología actual, que al hacer “más fácil y menos esforzada” nuestra vida, nos lleva a la inacción ante las terribles injusticias y crímenes que hoy se viven, para no perder la “porción de felicidad que nos toca”. De ahí que una de las premisas fundamentales del hombre moderno es “no ser comedido” es decir, mejor no entrometerse aún cuando se trate de defender los Derechos de Dios.
  De la misma manera en el plano religioso, el modernismo promueve el sentimentalismo. Así con la misma premisa tecnocrática “confié, somos especialistas”, se promueven falsos dogmas que llevan al catolicismo ignorante de su fe a aceptar premisas tales como: “al Papa lo elige el Espíritu Santo y por lo tanto no puede equivocarse” o “prefiero equivocarme con el Papa a estar en la Verdad en su contra”, por lo que se convierte en el más terrible pecado para esta gente, el corregir o hacer observaciones a quienes incurren en transgresiones a las enseñanzas inmutables de la Iglesia, cuando estas provengan de sus autoridades. También se suple la falta de conocimiento de los saberes que estamos obligados a conocer para salvarnos, con obediencia ciega y de ese modo, la masa cristiana apela a la comodidad de omitir cualquier formación para simplemente dejarse dirigir por las autoridades eclesiásticas en quienes sienten, más que el deber, la comodidad de obedecer sin reparos.
Así en el video que presentamos hace unos días (aquí), el Padre Santiago Martín denuncia la posibilidad cierta de un cisma, señalando que “está en juego, posiblemente como nunca en 2000 años, el futuro de la Iglesia” a causa principalmente del uso demagógico del concepto de misericordia.
  Para ilustrar un poco lo que se quiere prohibir cuestionar, mencionamos la visita de delegación de la ONU el pasado 09/05/14 al Vaticano (aquí) en donde según se señala, Francisco “se ha congratulado por los resultados de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, especialmente en términos de educación y disminución de la pobreza extrema”, agregando más tarde que: “Los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible, por tanto  deben ser formulados y ejecutados con magnanimidad y valentía, de modo que efectivamente lleguen a incidir sobre las causas estructurales de la pobreza y del hambre, consigan mejoras sustanciales en materia de preservación del ambiente, garanticen un trabajo decente y útil para todos y den una protección adecuada a la familia, elemento esencial de cualquier desarrollo económico y social sostenibles”, y más adelante dijo “oponiéndose a la “economía de la exclusión”, a la “cultura del descarte” y a la “cultura de la muerte”.
   Debemos ahora preguntarnos si el Obispo de Roma ignora que los Objetivos de Desarrollo del Milenio, son precisamente el plan globalista para reducción de la población a través de la promoción de la homosexualidad, la anticoncepción, aborto y educación sexual en la promiscuidad desde los 4 años entre otras aberraciones. Todo esto por supuesto utilizando eufemismos como “necesidad de prevención del VIH, Salud sexual y reproductiva y planificación de la familia, Igualdad de género y Cuidado del medioambiente controlando el crecimiento de la población. Entonces ¿no constituyen estas políticas la esencia de la “cultura de la muerte y del descarte”?
   Sí visitamos la página del Fondo para las Naciones Unidas e ingresamos en Objetivos de Desarrollo del Milenio (aquí). Podemos informarnos de todas estas políticas sobre todo ingresando en las solapas situadas a la izquierda de la página. Recomendamos en este sentido el excelente libro de Mons. Juan Claudio Sanhauja “El Desarrollo Sustentable” donde explica detalladamente el objetivo criminal de estas políticas de la ONU. Igualmente recomendable su página web Noticias Globales.
  Esta misma ONU es la que le exigió a la Iglesia en Febrero de 2014 cambios en la doctrina católica que consideran un “escandaloso ataque a la libertad religiosa”. Leemos en dicho comunicado: “El comité de la ONU ha pedido a la Santa Sede que enmiende el Código de Derecho Canónico, el conjunto de leyes de la Iglesia Católica, incluyendo el canon 1398 que prescribe la excomunión automática para los que deliberadamente se involucran en la comisión de un aborto. El informe también critica la doctrina de la Iglesia sobre el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad.” (Aquí) Y todo esto en nombre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que Bergoglio tanto elogió.
  Si la ONU pretende en contra la Iglesia promover la homosexualidad, poco favor le hace a esta Francisco con sus elocuentes gestos como el besar la mano del sacerdote promotor de la sodomía Don Michelle De Paolis con el que concelebró una misa en Santa Marta. Dicho sacerdote solicitó a Francisco una audiencia para su comunidad “Emaús” que promueve no solo la homosexualidad, sino también el fin del celibato sacerdotal y el sacerdocio femenino, al lo que Bergoglio respondió “Todo es posible” “Hable con el cardenal Maradiaga” (Aquí)