¿Libertad para la isla-prisión u oxígeno para la consolidación de una cruel dictadura?
Comunicado del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira sobre la visita del Papa Francisco a Cuba y análisis de los resultados de la política vaticana con los gobiernos comunistas.La “Ostpolitik”: Tito, el snaguinario tirano comunista” es recibido por Pablo VI
El próximo viaje del Papa Francisco a Cuba será la tercera visita
papal a la isla‒prisión. De modo similar a las dos visitas anteriores,
la del Papa Juan Pablo II en 1998 y del Papa Benedicto XVI en 2012, se
multiplican las hipótesis sobre lo que podrá ocurrir durante y después
de la visita papal a una isla que sigue dominada por una cruel dictadura
comunista desde hace increíbles seis décadas.
Antes de los dos viajes anteriores, la expectativa de muchos amantes
de la libertad era que las respectivas visitas papales contribuyesen no
sólo para fortalecer los derechos de una Iglesia subyugada y a dar
fuerza a los católicos diezmados, estrangulados y asfixiados por el
Régimen, sino también para llevar vientos frescos de libertad a la
otrora Perla de las Antillas.
Lamentablemente, esas esperanzas fueron cruelmente desmentidas por la realidad.
En la visita de Juan Pablo II a Cuba, el mundo fue testigo de cómo se
aplicó el llamado histórico de ese pontífice para que el mundo se
abriera a Cuba y Cuba se abriera al mundo. De hecho, el mundo político,
económico y eclesiástico se abrió aún más al Régimen, que, fortalecido
publicitaria, política y económicamente, mantuvo cerrada la
isla-prisión. De modo sorprendente, el propio visitante llegó a elogiar,
en conversación con periodistas, los supuestos “logros” del Régimen en
los campos de la salud y de la educación, que, como han señalado los
expertos, son dos instrumentos de deformación ideológica y moral como de
control social de la población. Los profesores y los médicos son mitad
profesionales, mitad funcionarios, al servicio del Partido Comunista y
de los organismos de seguridad. En resumen, desde el punto de vista de
las perspectivas de libertad del pueblo cubano, fue un verdadero
desastre.
La
visita de Juan Pablo II a Cuba trajo como resultado un mayor apoyo
internacional al comunismo cubano, sin que se viera una modificación del
Régimen
Del mismo punto de vista, el viaje de Benedicto XVI no tuvo mejores
resultados. Incluso causó una profunda extrañeza en los cubanos de
dentro y de fuera de la Isla, y de los amantes de la libertad del mundo
entero, la entrevista concedida por Benedicto XVI al antiguo dictador
Fidel Castro, lo que contribuyó para prestigiar al régimen comunista y
hacer caer las barreras psicológicas de horror con relación a los
tiranos de la isla-prisión.
Desgraciadamente las perspectivas del viaje el actual Pontífice no
son mejores. El Papa Francisco ha demostrado ser el artífice fundamental
de la gigantesca y renovada apertura diplomática y financiera del mundo
al Régimen, incluyendo, especialmente, al propio gobierno
norteamericano. Los dividendos que está obteniendo el régimen cubano son
enormes, y llegaron a una cumbre publicitaria con la entrevista que el
Santo Padre conseguido al dictador Raúl Castro en Roma, en Mayo de 2015.
A este respecto, el legendario ex prisionero político Armando
Valladares, quien pasó 22 años en las cárceles castristas, escribió que
“el pontífice Francisco recibió al tirano Raúl Castro y, en medio de
sonrisas y amabilidades mutuas, estrechó detenidamente sus manos
ensangrentadas, llegando a pedir al líder comunista que rezara por él”;
un encuentro que constituyó “una escena escalofriante y estremecedora
que, ante Dios y la Historia, marcará de manera indeleble el actual
pontificado”.
En 1974, el entonces Secretario para los Asuntos Públicos de la
Iglesia, Monseñor Agostino Casaroli, visitó la isla-prisión y,
posteriormente, al hacer el balance de su estadía, declaró de modo
sorprendente que “los católicos de la isla viven felices”.
Sobre este asunto, en el contexto de la enigmática política de
distensión que el Vaticano estaba llevando adelante con los gobiernos
comunistas, el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira escribió un estudio
titulado: “La política de distensión del Vaticano con los gobiernos comunistas – para la TFP: ¿omitirse o resistir“,
en el cual, después de analizar diversos lances importantes y
estremecedoras de esa “ostpolitik”, reafirmaba el pleno derecho de los
católicos de discordar y de resistir a esa aproximación diplomática.
Hoy, 41 años después de ese histórico documento del Profesor Plinio
Corrêa de Oliveira, la reafirmación de ese derecho de los fieles
católicos de resistir a las orientaciones diplomáticas de la Santa Sede,
en la medida en que favorezcan al comunismo, tomar enorme actualidad y
vigencia.
Después del colapso del comunismo en Europa, la enigmática
“ostpolitik” en relación a Cuba continuó en una escalada vertiginosa, en
la que y Cardenales, secretarios de Estado y aún los propios pontífices
hicieron elogios increíbles a figuras del régimen y a sus supuestos
“logros”.
¿Qué resultará de la visita del Papa Francisco?
Una cronología de esos hechos se encuentra documentada estudios
publicados por desterrados cubanos, que estar disponible gratuitamente
en Internet.
Existe una enigmática continuidad de esa “ostpolitik” con relación a
Cuba, iniciada antes de la desafortunadas palabras del entonces
secretario de los Asuntos Públicos de la Iglesia sobre la supuesta
“felicidad” de los católicos cubanos, pasando por el pedido de oraciones
hecho por el Papa Francisco al sanguinario dictador Raúl Castro, hasta
el propio e inminente viaje y de el actual Pontífice a Cuba. Es en ese
contexto que, según el citado un preso político Armando Valladares, ” se
levantan las más graves preguntas, no solamente sobre Castro y sus
secuaces, sino sobre las intenciones de fundo de la “ostpolitik”
vaticana con relación al comunismo cubano, a sus objetivos y as medidas:
¿qué se pretende?; ¿hacia dónde va?; ¿hasta dónde se pretende llegar?;
¿Y cuáles son las consecuencias para la fe y la doctrina católica de
esas actitudes tan diversas de la enseñanza tradicional de la Iglesia
sobre el comunismo “satánico” e “intrínsecamente perverso”?
Estas son las reflexiones que el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira
desea compartir con el público brasileño en las vísperas de la llegada
del Papa Francisco a Cuba, pidiendo a la Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona, de Cuba, que en esta hora crucial conceda da al pueblo cubano
todas las gracias necesarias para alcanzar la tan esperada libertad.
Traducción nuestra. 16 de septiembre de 2015