domingo, 15 de enero de 2017

EL CANALLA- Por Nicolás Marquez- Capítulo XIII-(ULTIMO)-Cavilaciones contemporáneas La vida en la Cuba actual

Solo con el fin de que en esta nación y en el mundo, de una vez por todas se "TERMINE DE IDOLATRAR" a quien ninguna  condición mas que delinquir pudo reunir, y hartos de ver y soportar cuerpos con imágenes tatuadas y pintarrajeadas o exhibiendo remeritas en las que sobresale su impresentable figura, que de por sí, no son nada mas que ideales de "FACHEROS ESTUPIDOS", intentamos "tachar" y desmentir lo se agrava con la del "CHE GUEVARA". Fue  esa la causas que nos hizo subir al blog, el relato del libro "EL CANALLA" de NICOLAS MARQUEZ. Tratando de influir en algún compatriota, a que evite tan demencial actos, con lo que se demuestra lastimosamente "amor a un asesino" y se conozca al "CHE", quién fue, que pensaba, que hizo o al menos a cuantos mató. Capítulos del libro completo podrá así leer y analizar semanalmente. Nuestro objetivo a la vez se irá formalizado guardado íntegramente y recurrirse cuando el lector desee recordar quién fue y que hizo este deplorable asesino, del cual se ha fabricado un "IDEALISTA", imitado por una buena cantidad de Argentinos para iniciar la Guerra parecida en los 60/70 del siglo pasado. Por el joven abogado NICOLAS MARQUEZ fue escrita esta investigación y mejores explicaciones que las nuestran recibirán de él.
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Capítulo XIII

Cavilaciones contemporáneas
La vida en la Cuba actual


Tal como ya lo vimos en el capítulo tres, así como en la Cuba prerrevolucionaria las condiciones económica eran más que auspiciosas y con notable tendencia a seguir mejorando, en sentido contrario, después de 1959 la situación pegó un giro copernicano y tras 50 años de experimento castro-guevaris-ta continuamente aplicados, el salario promedio de los cubanos se desplomó a categorías asombrosamente miserable: el ingreso per cápita es de 20 dólares mensuales (unos 14 euros), según lo han reconocido los medios oficiales, lo cual suma un infortunado ingreso promedio de 240 dólares anuales.1
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En materia tecnológica, las condiciones no son mejores: mientras que en 1959 Cuba ocupaba el primer lugar de Latinoamérica en el porcentaje de familias con televisores (un televisor cada veinte habitantes)2, según los indicadores del año 2008 del Banco Mundial, el porcentual de familias cubanas con televisores se halla por debajo de... ¿Argentina?, ¿Chile?, ¿Uruguay?, no: de El Salvador y República Dominicana3. Pero los datos siempre pueden ser más desalentadores aún: mientras en 1959 el promedio de teléfonos de línea era de un equipo cada 28 habitantes 4 (sólo superado en el continete por los EE.UU.), medio siglo después sólo el 9% de los cubanos tiene acceso a un teléfono de línea fija y apenas el 1% de la población está suscripto a un servicio de telefonía móvil. Porcentaje muy inferior al de ¿Japón?, ¿Alemania?, ¿Chile? pues no, al de Honduras.5
Pero hay más "logros revolucionarios" para detallar: en plena era de las comunicaciones y el acceso masivo computarizado a costo mínimo gracias a la revolución (en el sano sentido del término) de la cibernética, el Banco Mundial informa que sólo el 2% de los cubanos tiene acceso a Internet.
Cifra tres veces inferior a la de... ¿Canadá?, no a la de Haití (que posee un 7%)6
El fracaso del experimento castromunista es algo tan evidente que hasta un reconocido periódico de inclinación marxista como Le Monde Diplomatique, al cumplirse el cincuentenario de la Revolución (enero del año 2009), dedicó un extenso suplemento al evento con el aporte de numerosos columnistas que, al no poder tapar el sol con las manos no quedó más remedio a sus escribas que reconocer que el aniversario no es más que el epílogo de "La experiencia de un país que naufragó en el intento de igualdad sin libertad. El regreso a casa de un régimen revolucionario que al cabo de cincuenta años debe aceptar su fracaso en el frente esencial, el desarrollo económico"7  tal como lo expone Carlos Gabela, cronista del citado periódico. La "revolución" pretendió eliminar la supuesta "explotación del hombre por el hombre" y no pudo siquiera explotar sus tierras: después de medio siglo de comandar una isla de dimensiones geográfricas modestísimas, Cuba hoy tiene "más del 50% de las tierras sin cultivar"8 tal como lo confirma Janette Habel, también cronista de Le Monde.
Ya casi ni los ideólogos de izquierda serios e intelectualmente honestos se animan a defender el sistema castro-guevarista. Pero en sentido contrario, subsisten numerosos demagogos y opinólogos de bolsillo, siempre prestos a disparar máximas indulgentes a modo de premio consuelo: "pero la revolución le garantizó a los cubanos educación". Pero como ya lo hemos visto en el capítulo tres este artilugio no resiste análisis. La educación ya era envidiable antes del experimento totalitario y según informe de las Naciones Unidas de 1957 Cuba estaba entre los cuatro países latinoamericanos con más alfabetizados.9  Notable escala no muy distinta a la actual, puesto que en el año 2008 la ONU informa que Cuba ostenta "un 99,8% de alfabetización entre los adultos"10, dato sin dudas auspicioso, pero que en el Siglo XXI tampoco constituye hazaña alguna. Sin costos en vidas ni terrorismo de estado alguno, el ultra-celebrado guarismo cubano es apenas un 1% superior a Trinidad y Tobago11. No fue la revolución artífice de este "logros", sino que su único mérito (en el caso de existir tal cosa) se reduce a no haber destrozado la excelente situación educacional heredada.
Pero al cumplirse 50 años de la revolución, parece que Cuba ya no puede siquiera conservar la excelencia educativa de otrora, tal como lo ponen de manifiesto las páginas del citado suplemento antiderechista de Le Monde Diplomatique: "Algunos profesores dejaron su empleo por actividades privadas mejor remuneradas. A veces se los reemplaza por maestros emergentes, docentes poco experimentados que han recibido una formación corta. La enseñanza es un desastre, exclama uno de los asistentes durante un debate público organizado por la revista Temas... ¿De dónde viene el desinterés de muchos jóvenes por la política? Es que me pone enfermo, responde uno de ellos, exasperado por las cotidianas exhortaciones y las orientaciones políticas de los dirigentes. El sentimiento de que no tienen un porvenir profesional correspondiente a la calificación adquirida está muy expandido y muchos tratan de irse de la isla. En febrero de 2008, durante un debate muy mediatizado, un estudiante presentó sus quejas al presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón. ¿Por qué hace falta una autorización para viajar?, ¿Por qué está restringido el acceso a Internet?... Algunos jóvenes estudiantes e investigadores ponen el acento en la necesidad de socializar el poder... signo de estos tiempos, ninguno de ellos se define como fidelista".12
Pero ni lerdos ni perezozos, los devotos de la "revolución" de inmediato apelarán al otro infaltable ardid, consistente en cantar loas al sistema de salubridad alegando: "el promedio de médicos por habitante es de los más altos del mundo". Si bien esta temática también ya fuera tratatada en el capítulo tres, vale reiterar que no se produjo tal resultado por la venerada revolución. Antes de la llegada de Castro y su pandilla al poder, conforme lo indica el Anuario Estadístico de las Naciones Unidas, la cantidad de médicos en Cuba en relación con la población en 1960 era de un médico por cada 1.020 y en el año 1976 la cifra había descendido a 1.121 por habitante.13  Vale decir, 17años después de acaecida la embelesada revolución los datos se hallaban en baja (tengamos en cuenta que son guarismos arrojados en el mejor momento cubano pues corresponden a la época de pleno financiamiento soviético). En otro rubro de vital importancia en materia de salud, es dable poner de manifiesto que la mortalidad infantil en 1959 era de 32 por cada mil nacidos vivos14 y en 1969 la tasa de mortalidad infantil ascendía al 46 por cada 1.000 (un aumento de más del 20%).15  Podrían argumentar los defensores de la tiranía comunista que estos magros guarismos no fueron consecuencia del sistema socialista en sí sino de una mera baja "coyuntural y regional. Pues parece que no: en ese mismo lapso la mortalidad infantil se redujo un 40% en Panamá, un 46% en Puerto Rico, un 47% en Barbados y un 55% en Costa Rica.16.
Pero como palabritas engañosas a los castro-guevaristas nunca les faltan, resuelven disparar genéricamente: "pero Cuba está mejor que Haití". Falacia insensata a la que tres encumbrados analistas políticos de la región (todos primigeniamente marxistas) responden: "Por supuesto que Cuba está mejor que Haití o que Bangladesh, pero a Cuba hay que compararla con los países con los que tenía el mismo nivel de desarrollo y progreso en la década de los cincuenta; por ejemplo, Argentina, Uruguay, Chile, Puerto Rica, Costa Rica o España. Treinta y siete años después de iniciada la revolución, Cuba está infinitamente peor que cualquiera de esos países, y lo razonable es juzgar a la isla por el pelotón en el que se desplazaba antes de comenzar la revolución, y no por el país más atrasado del continente" .17
En suma: ¿cómo es la vida en Cuba tras medio siglo de revolución? Ademas del consabido totalitarismo cruel, cabe suscribir a la conclusión arribada por el analista internacional Andrés Oppenheimer: "La isla es hoy como un enorme jardín de infancia, donde todos tienen garantizado un ingreso de subsistencia mínima, pero el Estado lo decide todo. Es un buen lugar para subsistir si uno es un holgazán, pero puede ser exasperante para el que tenga ambiciones u opiniones propias".18
Las tres válvulas de escape
Pero nada de esto les pasó desapercibido a los desdichados cubanos. A poco de mostrar la revolución sus garras, el terror popular comenzó a desparramarse en Cuba y el grueso de su clase media y alta empezó a huir por millares hacia el vecino estado de Florida, en los Estados Unidos. La fuga masiva de cubanos aterrados fue y es tan alarmante, que Castro se vio obligado a decretrar la prohibición de salir de la isla y virtualmeníe mantener secuestrados a todos los habitantes.
Pero la medida prohibitiva no amilanó a los más osados y decenas de miles de cubanos en busca de libertad desafiaron a las fuerzas de espionaje y la policía militar, enfrentando además los riesgos graves de morir ahogados al huir en paupérrimas balsas de utilería, mayormente construidas a base de neumáticos atadados con madera. A la aventura desesperada y angustiosa por escapar del socialismo, cabe agregar el dolor de huir a sabiendas de que mientras perdure el castrismo en el poder, los exiliados nunca más podrán ver a sus afectos, hijos, esposas etc., y bajo el riesgo e incertidumbre permanente de que el régimen, a modo de mecanismo extorsivo tome represalias contra estos últimos.
A pesar de los graves inconvenientes citados el éxodo no cesó jamás y sigue intacto al día de hoy. A principio del año 2007 se dio a conocer la cifra nacional de población de los Estados Unidos constituyendo un total de 300 millones de habitantes, dentro del cual la población cubana allí residente asciende a 1.241,685 habitantes repartidos en sus 50 estados, equivalente al ¡10% de la población que actualmente vive en Cuba!, no existiendo en toda América tamaño porcentual de éxodo. Incluso, en Miami, en el año 2007 el censo arrojó que el 54 por ciento de todos los hispanos allí residentes son cubanos.19
Si bien los Estados Unidos intenta actualmente controlar el éxodo emitiendo 20 mil visas para cubanos por año y asistiendo sólo a los que llegan en balsas a tierra firme (concediéndoles la residencia), los cubanos son la comunidad hispanohablante que lleva la delantera en el país de) norte superando por lejos a países de habla hispana mucho más numerosos en habitantes y sin impedimento legal para irse de sus respectivos países. ¿Porqué razón sucede esto?, simplemente porque el comunismo es siniestro y ningún ciudadano común quiere vivir en él una vez que lo conoce y lo padece. Luego, al ser Cuba un país comunista, es natural que todos quieran (a pesar de las dificultades y riesgos antedichos) escapar cuanto antes y subir desesperadamente en cualquier objeto que pueda flotar y lanzarse al mar a su suerte. Y la suerte es tan negativa, que la cantidad de balseros muertos en intento de fuga (sea por los habituales accidentes en balsa o por las balas asesinas de la gendarmería castrista) según los estudios más actuales nos hablan de 77,879 víctimas.20
Con notable espíritu visionario, Cataneo, cantante del Trío Taicuba, a poco de entrar Fidel Castro en La Habana espetó "Sólo se salvarán los que sepan nadar". Desde entonces se le conoce como "El Profeta".21
Pero una vez implosionado el totalitarismo soviético y la consiguiente financiación, los dueños de la isla tuvieron que buscar recursos desesperadamente por otros lados. De ahí que el incremento de la prostitución fuera tolerada y hasta recibida con beneplácito (cuando no alentada) por Castro y su comparsa. Y no es para menos: las divisas que ingresan por el turismosexual son tan importantes que los honorarios percibidos por una hora de servicio efectuado por una "jinetera" (apodo con el que se denomina a las prostitutas cubanas) triplica el monto de un sueldo mensual obtenido por una muchacha al trabajar convencionahnente nueve horas diarias durante treinta días para el estado castrista. Si bien uno de los argumentos más difundidos por los adulones del castro-guevarismo es que antes de 1959 "Cuba era un burdel, lo cierto es que por entonces en La Habana había un puñado de casas de tolerancia que operaban discretamente en los hoteles turísticos y en los casinos de La Habana y uno de los "grandes logros" de que se ufanó la revolución fue haber erradicado la prostitución. Argumento tragicómico, puesto que actualmente la prostitución en Cuba no solo funciona a la orden del día, sino que se ha masificado de tal modo que en la actualidad las prostitutas ascienden a cien mil (diez veces más que antes de la revolución)22, inocultable obviedad ante la cual, la mismísima hija de Fidel Castro, Alina, confesó que tras la revolución "La Habana se convirtió en una feliz escala sexual, y Varadero el paraíso de las venéreas"23 Pero los marxistas siempre encuentran justificativo para todo, tal la absurda defensa de Fidel Castro esgrimiendo en 1993 que "Gracias al socialismo, las chicas cubanas deben ser las prostitutas más limpias y mejor educadas del mundo ".24 Argumento cínico al que el politólogo cubano Carlos Montaner responde "es cierto: las hay maestras y médicas, abogadas y dentistas, técnicas industriales y estudiantes de biología. Las hay alumnos de bachillerato, que apenas tienen 14 o 15 años, y las hay funcionarías de algún ministerio que ya pasan de los treinta... en ninguna parte del mundo las prostitutas están tan educadas como en Cuba. Sólo que esa observación no mitiga el problema, sino lo agrava, no exculpa a la revolución, sino la incrimina de una manera terrible, porque si algo se sabe con toda precisión es que a la prostitución no se llega como consecuencia de una decisión tomada libremente, sino como resultado de una situación en la que no hay mejores opciones... Lo hacen para llevarles alimentos o ciertas comodidades a sus familiares. Lo hacen para tener ellas mismas una existencia materialmente digna, aunque terminen emocionalmente destrozadas. Castro tiene razón: lo que diferencia a las jineteras de las prostitutas del resto del planeta es, precisamente, que las cubanas, en efecto, están educadas. Uno no ve en Madrid, París o Buenos Aires a médicas o abogadas que ejerzan la prostitución. .. Por eso, cuando las jineteras consiguen radicarse fuera de Cuba no continúan ejerciendo la prostitución, sino retoman sus estudios o comienzan a trabajar normalmente en empresas convencionales. ..o en donde obtengan un salario razonable que les permita llevar una vida digna, lejos del infiernillo moral y material que dejaron en la lsla"25
La revolución socialista per se, lo único que produjo fue miseria, crímenes en masa, fugas a borbotones, avasallamiento a las libertades individuales, promiscuidad e infelicidad. El hombre nuevo y el luminoso porvenir que prometía el socialismo castro-guevarista ya no puede siquiera ser tomado en broma, porque en Cuba hay pocos motivos para bromear: es el país con más alto índice de suicidios del continente americano y ocupa el segundo lugar en el mundo en tan horrenda escala. La edad promedio de tos suicidas oscila entre 15 y 45 años y en el último medio siglo se habrían suicidado aproximadamente cien mil cubanos, tal como lo comunica el diario argentino La Nación en cuyo informe agrega: "A principios de los años 80, el Ministerio de Salud Pública de la isla dio a conocer que la tasa de suicidios en Cuba había rebasado los 20 por cada 100.000 habitantes. Aquellas cifras revelaban que, en menos de una década, el índice de muertes por esa causa se había duplicado -en 1969 sólo morían así 8 entre 100.000-... a mediados de la década pasada (1995) el índice de suicidios debió estar cercano a los 30 por cada 100,000" .26
Cincuenta años después de acaecida la revolución, la fuga en balsa para escapar del totalitarismo, la prostitución para escapar de la indigencia, o el suicidio sistemático para escapar de una vida atormentada, son las tres principales y desesperantes válvulas de escape utilizadas por el cubano medio, a fin de paliar una situación insoportable signada por el temor, la miseria, la promiscuidad, el estado de servidumbre y la falta de perspectivas.
 Este y no otro es el verdadero legado del Che Guevara a las nuevas generaciones cubanas: una sociedad compuesta por hombres y mujeres en permanente exposición al riesgo extremo (la fuga en balsas, el contagio de venéreas o el encarcelamiento) en el mejor de los casos, o de la muerte autogenerada (tal como lo comprueban los índices de suicidio) en el peor de ellos.
El Che, sin advertirlo ni quererlo, fabricó una sociedad a la medida de sus traumas: ¿qué fue acaso Guevara sino un atormentado espécimen que vivió escapando de todo lo que lo rodeaba a la vez que desafiaba la vida con emprendimientos riesgosos y en constante búsqueda de la muerte prematura?
Bodas de oro en las tinieblas
Pero Cuba desde hace medio siglo fue y sigue siendo noticia. Al momento de escribir estas líneas (verano del 2009) se produjo un fenómeno mundialmente televisado: el cincuentenario de la revolución cubana, y mientras consultados intelectuales de izquierda aunque con tibieza y lucidez tardía comienzan a reconocer el fracaso del indefendible sistema. Opinólogos multimiediáticos, galanes de cine, politiqueros progresistas, autoenominados "referentes de la cultura" y mandatarios populistas, ratificando su precariedad enciclopédica y su falta de escrúpulos, festejaron los cincuenta años de tiranía fusi¡adora en el marco de un colorido carnaval. Tal el caso de la mujer de Néstor Kirchner, Cristina Fernández (al momento de escribir estas líneas oficia de presidente-títere de la Argentina en calidad de mandataria-consorte), quien viajó a La Habana en el citado aniversario para abrazarse con los hermanos Castro y participar eufóricamente de la festividad totalitaria.
Allí, la esposa de Kirchner pronunció los siguiente piropos a la bestial autocracia: "Creo que haber llegado al 50° aniversario de la revolución, es un reconocimiento de todas las generaciones que contribuyeron a que Cuba pueda, pese a las adversidades... llegar a un desarrollo científico, cultural, educativo realmente ejemplar... solamente los mediocres se niegan a reconocer las cosas que hizo Cuba. No se cuántas sociedades hubieran podido tener este desarrollo científico alcanzado y por ejemplo hoy exportan tecnología, así que tienen que sentirse muy orgullosos... Cuba ha alcanzado gran desarrollo tecnológico y sanitario".27  Desconcertado ante el notable cúmulo de pavadas vernalizadas por la cónyuge Cristina, el periodista y escritor peruano Jaime Bayly (en su programa televisivo internacional emitido por Mega TV), no reponiéndose aún del asombro lanzó la siguiente reflexión: "Hoy nos hemos enterado de que Fidel Castro no está muerto... no todavía, desafortunadamente. Fidel Castro está vivo, casi muerto, queriéndose morir. Quien ha oficiado de gerenta de la morgue (la habitación de Fidel Castro) y ha tocado el cadáver y ha dicho '¡nono! este cadáver está vivo' es la presidenta argentina que está cumpliendo este indecoroso y desvergonzado papel de enfermera en la hora undécima del moribundo dictador. Pues ella, en vez haber estado anoche celebrando la juramentación de Obama, presidente democrático en un país libre, pues no, ella eligió ir a celebrar los 50 años de la dictadura comunista cubana y hoy se reunió con su amado, glorificado dictador Fidel Castro, porque es como una peregrinación que hace, como una romería al santuario, al templo donde está esta especie de divinidad que toda esta progresía, la izquierda latinoamericana, adora reverente y van a rendirle tributo como si Fidel fuese un dios. Entonces Cristina nos ha dado esta mala noticia, que Fidel está vivo y se reunió esta tarde con ella y estaba encantada!, porque ella es una gran admiradora, devota, de 'San Fidelito '...¿le habrá cambiado los pañales al viejo?... que contenta, que orgullo de haberle estado rindiendo homenaje a un dictador que durante medio siglo ha secuestrado la libertad de su pueblo y ha violado sistemáticamente los Derechos Humanos. Que orgulloso está la señora Cristina Fernández de Kirchner de rendirle pleitesía, hincada de rodillas, a este dios al que ella elige adorar. Después que no nos diga que defiende los Derechos Humanos, o que nos diga que los defiende pero selectivamente, que ella discrimina... la verdad es que es una vergüenza para el pueblo de la Argentina. Creo que la señora Cristina ha cometido un error muy serio, muy grave... estando el mismo día que juramenta Obama, ella está en La Habana rindiéndole homenaje a una dictadura que lleva medio siglo en el poder. Esto es un error incalculable, un error moral y político incomprensible... ¿Qué notable que Cristina diga que Cuba ha logrado un desarrollo ejemplar! cuando Cuba es el ejemplo más patente y doloroso del subdesarrollo, que ha ido a contrapelo de la historia y es el país más subdesarrollado, pobre y miserable de la región!, ¿Cómo puede decir Cristina Fernández que Cuba es un caso de desarrollo ejemplar?... ¡los cubanos no tienen que comer!, además de que carecen de libertad lo cual ya es bastante grave... ella habla de desarrollo científico y tecnológico', pero yo le pregunto a Cristina, en los hogares cubanos ¿hay tal desarrollo científico y tecnológico? En una casa de un cubano normal ¿hay una buena nevera?, ¿hay un buen televisor?,¿hay un horno microondas?, ¿hay teléfono inalámbrico?, ¿hay teléfonos celulares?, ¿hay cable?, ¿hay computadoras?, ¿hay Internet?, ¿a eso no llamaría usted desarrollo científico y tecnológico al servicio de la gente?, ¿eso hay en La Habana? No señora Cristina, eso no hay en La Habana... ¿de qué desarrollo científico habla usted? Si hay 20 carros y son del año '50... me indigna porque lo que está diciendo Cristina es mediocridad intelectual y moral... hay sueños que son un poco idiotas y gente que es un poco inescrupulosa ...¿de que desarrollo sanitario habla Cristina? ¡si no hay papel sanitario en Cuba!, ¡el único que tiene papel sanitario en Cuba es Fidel y Raúl!!, no nos tome el pelo señora Cristina" ?28  Podrá gustar o no el estilo de Bayly, pero no ha dicho nada que no sea absolutamente cierto.
Pero la tiranía marxista no parece agotarse siquiera por cuestiones biológicas. El avejentado Fidel ya se encargó de "nombrar presidente" a su hermanito Raúl, a efectos de que la dinastía Castro Ruz quede intacta para cuando cuando el hermano mayor de la cofradía parta (suponemos que al fuego eterno) para hacerle compañía a Guevara, en donde no es de extrañar que en el reencuentro (más allá de algún reproche y ajuste de cuentas) se reamiguen y planifiquen hacer una revolución para derrocar a Belcebú y tomar ellos la delantera, empeorando así las condiciones de vida en el averno. Experiencia en la materia no les falta.
El Che como mito capitalista
Si bien Fidel Castro y su tiranía en Cuba es sancionada incluso por personalidades de pensamiento afín a la izquierda, en sentido contrario y sin advertir la contradicción, el Che Guevara, partícipe necesario, cómplice y arquitecto adjunto del ominoso sistema imperante en la isla, lejos de padecer merecidas críticas punzantes, con los años se ha tomado en una suerte de santo laico, el cual es venerado con idéntico fervor por la izquierda, la progresía, apolíticos desinformados, figurones de la farándula, del deporte y hasta incluso por defensores del capitalismo que "aunque no comparta sus ideas" justifican al héroe que "se inmoló por un mundo mejor".
Guevara no es un mito más. Tan es así que ni siquiera su apodo, "el Che", se salvó de las leyendas de rigor que se tejieron en torno al reverenciado personaje. Teorías de las más disímiles se escribieron al respecto, muchas veces alegando que el apodo "Che" es el modo popular con el que se le llama a los argentinos en el exterior (dado que "Che" es un modismo argentino para llamar a un tercero). Pero "Che" no es en modo alguno un apodo universal para los nacidos en la Argentina. Efectivamente, argentinos famosos o destacados y cuya obra traspasó las fronteras hubo en todas las artes y a ninguno se le llamó "el Che". Cualquier argentino que alguna vez haya salido de su país sabe que jamás ha sido llamado de ese modo. ¿Y porqué se apodó así a Ernesto Guevara y no a otro? Una aproximación sobre el origen de tan popularizado sobrenombre nos la brinda el periodista cubano Orlando de Cárdenas, quien fuera amigo de Fidel y uno de los principales colaboradores del Movimiento 26 de Julio en México: "A él al principio se le decía doctor Guevara o Ernesto Guevara, pero cuando vimos que él se hacia burla de nuestra manera de hablar, entonces en represalia ya no le dijimos nunca más Guevara ni Ernesto, le decíamos el 'Che', ahora todo el 'Che'y 'Che'... se lo decíamos muchas veces con un poco de sorna, para refregarle en la cara lo que él nos había hecho a nosotros. Nunca nos vio completamente como compañeros"29
Pero más allá del curioso sobrenombre que al parecer fuera puesto por sus cantaradas más como amonestación que como signo de afecto, su figura ha llegado a tan alto grado de adhesión o aceptación, que logró traspasar todas las clases sociales y culturales sin mayores distinciones ni ambientaciones. Su efigie puede ser colgada tanto sea para adornar una paupérrima choza periférica como la pared de un pub, discoteca o restaurante ubicado en el barrio más elegante de cualquier capital occidental. Su imagen es capaz de levantar fascinación tanto entre los intelectuales más afamados como en los personajes más alejados del mundo enciclopédico. A modo de ejemplo, así como Jean-Paul Sartre definió a Guevara como "el hombre más completo de su tiempo" (influyendo sobre intelectuales, universitarios o periodistas), Diego Maradona a su manera hizo lo propio exhibiendo un tatuaje guevarista en su brazo derecho (influyendo sobre el vulgo que lo endiosa).
¿Cómo ha llegado Guevara a constituirse en un mito de tamaña intensidad? Va de suyo que no existe una sino múltiples causas que, azarosamente o no, confluyeron apuntando en una misma dirección. El Che no escapó a ninguno de los componentes que poseen los mitos pop del siglo pasado: murió joven, en medio de la fama, fue rebelde, aventurero y además era "buen mozo", o al menos eso es lo que suele decir el público femenino (porque al qué suscribe los hombres con barba no le atraen). Es por ello que le asiste la razón al cronista del suplemento cultural del diario Clarín, Fernando García al sostener que existe "Una suerte de homenaje cínico al destino del socialismo en el mundo de nuestros días. Hay en la promesa del vodka puro y el comandante incorruptible un mensaje para que el consumidor corra los límites, transgreda. Aunque esto no signifique más que aflojarse el nudo de la corbata y subir el volumen del mp3.
De esta paradoja descienden y (a la vez) se nutren todos los malentendidos sobre los que se edifica este Che "superstar" quien Inicia una carrera aparte en el mismo carril de los cadáveres hermosos: James Dean, Marityn Monroe, Brian Jones, River Phoenix, Kurt Cobain".30
Sin embargo, de los personajes mitificados recién nombrados, ninguno goza ni cercanamente del uso y ni la vigencia que sí ostenta el Che Guevara en los días que corren. ¿Por qué razón? Entre otras cosas porque al Che le asisten varios ingredientes adicionales respecto del resto de los nombrados que lo constituyen en un mito mucho más sólido y vigente. ¿Cuáles son esos elementos extras? Entre ellos cabe anotar uno de inequívoca índole política: el rol de la Cuba casuista en la fabricación de la leyenda. No cualquier mito cuenta con el sponsoreo oficial de un estado. Al morir el Che, de inmediato Fidel Castro se encargó de canonizarlo definiéndolo, como "hombre de conducta intachable... moralmente superior... de una exquisita sensibilidad humana... sin mancha".31  Acto seguido, Fidel impulsó el mito con una abrumadora propaganda tanto interna como externa elevándolo a categorías astronómicas tal como lo señala James: "Fidel soltó un panegírico, largo y extravagante, que colocó al Che en el limbo de los comunistas inmortales, junto a Marx y Lenin, y lo proclamó el hombre nuevo, al que los jóvenes debían tratar de emular en lo futuro. El viejo revolucionario había muerto; el nuevo santo había nacido"32
El patrocinio cubano sin dudas es uno de los elementos adicionales que revitalizan al mito pero no es el único. Anota Sebreli que el Che ya en vida estaba en permanente fabricación de su propia leyenda: "Fidel, como todo político, aspiraba a perdurar; el Che, como todo aventurero, elegía extinguirse en su momento más glorioso, consumarse en el acto absoluto de la lucha hasta la muerte... Esta intransigencia de los ideales ocultaba la búsqueda existencial del 'ser uno mismo', la construcción de su propia estatua"33
Pero si de elementos adicionales se trata, probablemente el que dio mayor vigor a su sacralización fue el hecho de que Guevara haya muerto en el fragor de su aventura guerrillera. De esta manera, se impuso a fuego la máxima sanalotodo a la que permanentemente recurren sus apologistas: "el Che murió por un ideaL. Esta frase, incluso es recogida con indolente aprecio hasta por aquellos que no comparten el ideal de Guevara, pero indulgentemente le reconocen "haber entregado su vida por ella". Argumento efectista y efectivo aunque notablemente idiota, puesto que lo trascendente en Guevara no es que "haya muerto por sus ideas" sino que haya fusilado a mansalva por imponerlas. Que haya muerto en el marco de su cruel milicia es un detalle adjetivo. En definitiva, él buscó afanosamente esa muerte y la encontró en su ley. ¿Cómo se puede ser indulgente con un asesino serial de tamaño calibre por el hecho de haber muerto en Bolivia mientras llevaba adelante una empresa criminal? Cabe agregar que Guevara no murió "en defensa de la paz" ni "luchando por los Derechos Humanos" sino que se hallaba en el Altiplano conspirando otra vez contra un gobierno democráti¬co en un país ajeno al suyo en cuya aventura golpista. Él y sus cubanos invasores asesinaron a 49 bolivianos. Fue en el marco de esa conjura en donde el Che fue detenido y posteriormente ejecutado. ¿Acaso el Führer queda disculpado de sus felonías por haberse pegado un tiro para no entregarse a sus enemigos? ¿Acaso a los asesinos políticos la muerte que en legítima defensa le propicia el bando agredido les genera indulgencias plenarias?
Importa un rábano como murió Guevara. Lo importante no es como expiró, sino cómo, cuándo y cuánto mató. Guevara no debe ser juzgado por como murió sino por cómo obró cuando vivió. Su muerte, en definitiva, se produjo delinquiendo en un país ajeno al suyo atentando contra el orden constitucional. Ocurre que a la izquierda y sus personeros se los juzga por sus objetivos (supuestamente nobles) y no por sus resultados (comprobadamente desastrosos) que en definitiva son lo único importante.
Que la ejecución de Guevara haya sido en el marco de procedimientos irregulares por parte del país agredido, no exculpa al Che de sus crímenes y perfidias. Máxime con este tipo de argumentos reglamentaristas, cuando el Che, quien fusiló y masacró todo cuanto pudo (fundamentalmente cuanto contó con el poder del estado), jamás le brindó a sus cientos de víctimas la menor garantía defensiva ni procesal.
Pero muerto el perro no se acabó la rabia porque los hermanos Castro siguieron y siguen torturando al pueblo cubano. Y de no haber existido "el ejemplo del Che Guevara como modelo de lucha" y una Cuba castrista (que el Che ayudó a edificar en calidad de protagonista) que cumplió el penoso rol de obrar de campo de entrenamiento y refugio del terrorismo trasnacional, muy probablemente en los años 70, Latinoamérica no se hubiese visto envuelta en sangre, o al menos, no en las proporciones padecidas. Hasta el escriba marxista José Pablo Feinmann anotó: "¿Quién puede no pensar —con dolor, casi contra uno mismo- que Ernesto Che Guevara es uno de los grandes responsables de las masacres de nuestro continente? Se acabó la celebración acritica de Guevara".34
Pero más allá del legado de Guevara en cuanto mito conducente a partir del cual, en los años 70 se formaron en la Argentina y el resto de América latina numerosas organizaciones guerrilleras y terroristas que obraron bajo su inspiración con resultados desastrosos, en el mundo contemporáneo Guevara ya ha dejado de ser un referente del socialismo revolucionario para convertirse en fetiche del snobismo progresista.
El Guevara real nada tiene que ver con su descafeinada versión actual. La elasticidad en cuanto al uso que hoy se le da a su figura, ha ido asemejándose cada vez más a un juguete del marketing que a una manifestación ideológica. Su impronta y significancia es cada vez más parecida a la de un atropellado cantante de rock que a la de un fusilador estalinista. La imagen despeinada del Che hoy cumple un papel rebeldía inmadura tan asimilable a la lengua de los Rolling Stones como a un afiche de la maquillada banda Kiss. En suma, hoy el Che no significa nada concreto más allá de un vagaroso símbolo de disconformidad abstracta sin saber bien contra qué ni contra quién.
 La imagen mítica del Che actual es tan ajena a la real, que con notable síntesis comparativa Gustavo González (jefe de redacción de la revista Noticias) anotó: "El neo Guevara... pasó de marginal extremista a cono pop. De la selva a la remeríta. Del fusil al símbolo de paz. Con una curiosidad adicional: San Ernesto Guevara no perdió los devotos que lo seguían cuando era otro, simplemente sumó a los nuevos. El marketing hace este tipo de milagros. Y el Alzheimer social hace el resto... Es curioso que muchos de quienes lo admiran digan ser pacifistas y afirmen que él lo era. Y es más curioso que algunos que llevan tatuada su cara en el brazo, por lo único que estuvieron a punto de dar la vida fue por una línea de cocaína, un desvío burgués que el Che no hubiera dudado en castigar con la muerte".35  Díaz Araujo por su parte, agrega que el Guevara actual representa "El buen mozo argentino con 'su mirada en lontananza' que deambula por los más diversos paisajes y con los más diferentes medios de transporte o llanamente a pie, cargado de filantropía, de compasión, siempre pronto para auxiliar al prójimo necesitado. Un buen samaritano. En la Argentina... el nomadismo sentimental guevariano suena a gloria.
Mientras el Guevara revolucionario va quedando medio en el olvido (o, lo que es lo mismo, reducido al Che de las banderolas de las aleadas formaciones castristas, o las camisetas y los tatuajes 'grasas', tipo Maradona o Mike Tyson), éste más novel, del juvenil errante, adquiere renovado interés de día en día; especialmente, entre el público femenino de clase media... Guevara ha dejado de ser una persona de carne y hueso, para convertirse en una imagen, en un icono, no menos, en un poster.
En lugar de ser un exclusivo patrimonio político del revolucionario bolche, Guevara ha pasado a los dominios del esnobismo cultural progre, o del turismo aventura".36 Hoy el Che ni siquiera es un mal ejemplo para los jóvenes porque estos no saben quien es: ni tampoco saben quién fue.
¿Cómo hizo el Che para encarnar tamaña metamorfosis agigantando su vigencia? Pues aquí sumamos otro elemento más de carácter indispensable para fabricar mitos contemporáneos: la imbatible fuerza de la imagen. La escritora y licenciada Mónica Gómez Salazar, docente mexicana que ha desarrollado diversos estudios sobre los elementos constitutivos del mito moderno cuenta que "Es una tarea difícil definir al mito... Se convierte en una labor complicada considerando primero que, nuestra concepción del mundo y manera de conducirnos cotidianamente descansa en la percepción visual y no oral.37  Ahí está la clave. La percepción visual es mucho más poderosa que la oral y queda claro que el mito guevariano alcanzó tamaña envergadura en parte gracias a la repetición permanente de su imagen. Su fotogénico rostro, notablemente explotado a partir de la famosa foto tomada en La Habana por el fotógrafo cubano Alberto Korda38 en la cual se ve a un Guevara con campera de cuero, boina bien ajustada, pelos al viento, gesto ciertamente adusto y una mirada melancólica que sugiere estar apuntando a un horizonte, nos ofrece una seductora composición facial que le brindó al mito un notable condimento propagador. Condimento en el que Korda participa por accidente, ya que fuera de la famosa foto de marras, no hay registro alguno de trabajos talentosos ni trascendentes tomados por el autor. Pero el azar quiso que esa expresiva foto gustara y la misma viene siendo reproducida hasta el paroxismo a través de una avalancha de afiches, calcomanías, almanaques, remeras, posters, billetes, estampillas, grafittis, postales e infaltables banderas o carteles siempre presentes tanto en los estadios de fútbol como en cuanta manifestación política, ecológica, homosexual, gremial, estudiantil o marcha de cualquier rubro se haga presente. La imagen del Guevara actual se ha tornado en un instrumento multíuso aplicado a todo propósito y hasta fuera de propósito. En torno a lo cual Edgardo Cosarinsky señala que "el poster ha reaparecido entre las computadoras, los walkman y los fax, el e-mail y toda la panoplia de la comunicación en esta sociedad del consumo que el Che luchó para impedir. Ninguno de los jóvenes que fija con chinches ese poster en la pared de su cuarto sueña con una cultura dirigida, con una economía basada en el trueque, con una sociedad donde el pasaporte sea un privilegio otorgado discrecionalmente por el poder político y la libre circulación de las ideas implique riesgo de cárcel.. .".39
De lo expuesto se desprende con toda claridad que la imagen es mucho más poderosa que la ideología y prueba de ello es que la figurita del Che se encuentra presente en cientos de miles de jóvenes argentinos (y del mundo) que jamás votarían a un partido de tendencia guevarista. De hecho, los pocos partidos políticos guevaristas que existen, poseen un caudal de votos virtualmente nulo. Probablemente por eso el periodista de Clarín, Jorge Aulicino anotó que salvo excepciones, Guevara representa "un aluvión de imágenes de las que no es posible establecer el contenido ni el significado. Las llevan sobre sus remeras, sobre su piel o en las lunetas de sus automóviles miles de jóvenes que no habían nacido cuando el Che murió, que no son socialistas ni lo serán y que ignoran casi todo sobre el tipo de revolución que el Che quería".40
Si bien la gran masa de acólitos del Che Guevara rinde tributo visual a su ídolo sin la menor noción acerca del historial del sujeto venerado, a fuer de ser justos vale aclarar que aunque en proporciones muy minoritarias, sí existen grupúsculos y militantes de izquierda que le rinden un homenaje más cargado de contenido ideológico e histórico. Pero cabe preguntarse: ¿en qué consiste dicho tributo? Todo indica que no es más que una ofrenda al fracaso. El periodista y abogado Marcelo Gioffre elaboró una excelente síntesis de ello: "Hijo de una familia aristocrática argentina, Guevara
 renegó de su origen y de su tierra. Recibió el título de médico y también declinó el ejercicio de la profesión. De estudiante, intentó fabricar gamexane con talco, marca Vendaval, pero le fue mal en la empresa. En 1952, abandonó en un leprosario de Venezuela a su amigo Alberto Granado, con la promesa de que volvería, cosa que nunca hizo. En Guatemala, en el 54, intentó en vano la defensa de Jacobo Arbenz frente a un golpe de Estado. Como intendente provisional de Sancti Spiritus, prohibió la bebida y el juego, regla que debió revocar al día siguiente. Fracasó en su matrimonio con Hilda Gadea. Por vanidoso, cometió el error de publicar su libro Guerra de guerrillas, que fue muy útil para el Pentágono, al poner en evidencia los secretos de la subversión armada. Fracasó al subestimar el bloqueo. No tuvo ningún éxito en su misión diplomática en la Conferencia de Punta del Este de 1961, donde debía llegar a un acuerdo con los norteamericanos. Fracasó en su plan de industrialización acelerada y con ello provocó una debacle de la zafra azucarera. Perdió con los economistas rusos la controversia sobre los estímulos (que él pretendía morales —el "hombre nuevo "-y los técnicos soviéticos, materiales). Fracasó en su valoración de China y no pudo convencer a Mao Tse-tung, en 1965, de hacer otra guerra de guerrillas en América latina. Contribuyó en Cuba a crear un monstruo y debió renunciar e irse. Fracasó como hijo (al menos en la famosa dicotomía moral que Jean-Paul Sartre plantea en El existencialismo es un humanismo), ya que cuando la madre murió de cáncer no pudo estar a su lado, y en una carta final, que llegaría tarde, escribió: 'Los he querido mucho; sólo que no he sabido expresar mi cariño'. Cometió el error de confiar a Fidel Castro una carta para ser leída después de su muerte y Castro la leyó prematuramente, traicionándolo. Fue a luchar al Congo y, más allá del pintoresquismo de saborear sopa de mariposas, debió abandonar la misión. Le armaron una guerrilla inverosímil en Bolivia y también fracasó. No fue hábil para captar al comunista Monje ni a los campesinos para esa lucha guerrillera. Fue padre de cinco hijos y, objetivamente, los dejó librados a su suerte para emprender un viaje disparatado hacia utopías mal calculadas. El conjunto de su vida podría verse como una impecable estética del fracaso, que concluyó, postumamente, con toda una generación diezmada en su nombre.
¿Cuál es su mérito real, dejando de lado el hecho de ser un fetiche de la rebeldía setentista, estampado en infinitas remeras fabricadas según cánones capitalistas?".41 Daniel James por su parte concluye sosteniendo que esta reverencia es "un culto del fracaso en sí" y agrega: "El Che vive porque está muerto ...lo que lo hace destacar en nuestra época es que no pertenece a ella; en esencia es un anacronismo"42
Siendo el Che un sujeto cuestionable de medio a medio y no existiendo en su haber triunfo alguno, cabe preguntarse: ¿cómo ha logrado sobrevivir en el tiempo no sólo sin perder protagonismo sino agigantándolo? Aunque parezca un contrasentido, y de hecho lo es, el Che vive gracias a los oficios del capi-talismo mucho más que a los del comunismo. ¿Cómo es eso? Pues ya en los años 80 y en plena Guerra Fría, Díaz Araujo en un trabajo primigenio sobre el tema que nos ocupa se preguntaba con ironía " '¡El Che vive!' ¿ Vive ? ¿ Para quién? Cosa singular, la mitad del mundo quedó imperturbable por la vida y muerte del Che. Esa mitad es el mundo comunista, a cuya ideología sirvió tan fervientemente y lealmente hasta el final. Prácticamente lo desconoce. No hay pancartas con '¡El Che vive!' en las calles de Moscú, Varsovia, Sofía, Berlín Oriental... ni tampoco en las capitales del Asia Roja con las que el Che se identificó más: Pekín, Hanoi, Pyongyang... El Che 'vive' casi exclusivamente en el occidente. Su llamamiento, su atracción, se constriñe casi del todo a las odiadas naciones capitalistas".43 Efectivamente, el bloque soviético y los países de su órbita lo ignoraron por completo (entre otras cosas porque lo detestaban) y su figura se impuso como objeto de consumo en el mundo libre y capitalista: el mismo mundo y sistema que Guevara quería destruir con guerra nuclear si fuera necesario.
El Che ha quedado reducido a la categoría de bien de mercado en calidad de adorno doméstico, tentación consumista a lo que no escapó siquiera el destacado biógrafo varias veces consultado Fierre Kalfón quien confiesa: "Las remeras, los llaveros, las postales, todo eso es un negocio. Los cubanos mismos son los primeros en hacer el comercio. Si estuviese vivo, el Che gritaría de enojo e indignación. El gobierno cubano hasta reeditó para venderlo el billete de tres pesos firmado por el Che, de cuando fue presidente del Banco Nacional. Tengo en casa un póster que se hizo de este billete, que me compré en La Habana".44
Esta ironía, la de apreciar la imagen de un extinto revolucionario comunista devenido en rentable souvenir ofertado en los drugstores junto a latitas de Coca-Cola, es observada por el escritor Alvaro Vargas Llosa en los siguientes términos: "Su semblante adorna jarros de café, caperuzas, encendedores, llaveros, billeteras, gorras de béisbol, tocados, bandadas, musculosas, camisetas deportivas, carteras finas, jeans de denim, té de hierbas, y por supuesto esas omnipresentes remeras con la fotografía, tomada por Alberto Korda, del galán socialista luciendo su boina durante los primeros años de la revolución" y agrega "existe incluso un jabón en polvo con el eslogan 'El Che lava más blanco'".45 Pero haciendo uso del ridículo en grado extremo, muchos guevaristas llevan adelante su aggiornada y menos sacrificada "guerrilla rural" a través de diversos blogspot, grupos de Facebook y otros "focos" cibernéticos. Pero en el extremo del absurdo, el sitio en Internet más famoso del mundo sobre el Che Guevara, The Che Store (La Tienda del Che)46, nos ofrece todo tipo de accesorios de vestuario (remeras, gorros, botas, cinturones etc.), a la vez que prendedores, pins, fotos, postales, libros y objetos de lo más imaginativos, todos ellos destinados a satisfacer "todas tus necesidades revolucionarias", lema central central del portal, cuyo curioso slogan parece contar no con el patrocinio de San Carlos Marx sino de Visa, Mastercard y American Express. Tal las tarjetas de crédito que escoltan la portada del mencionado web site "foquista". En efecto, todo está perfectamente pensado para que el "Hombre Nuevo" satisfaga sus apetencias guevaristas no revolcado en el barro de Sierra Maestra sino comprando sus juguetillos sin moverse del sillón de su apartamento. Nada mejor para promover al Che Guevara que usufructuar las bondades del delivery, la tecnología capitalista y la gfobalización.
La gente no quiere cambiar el mundo sino el automóvil, aunque el rodado pueda verse decorado por una pintoresca calcomanía guevarista en alguna ventanilla, a modo de "insurgente" touch distintivo. Como vemos, las "condiciones objetivas" siempre están dadas para estampar su logotipo en cualquier lado.
Guevara hoy es un "chiche" de la trivialidad contemporánea. Una de las tantísimas formas de identificarse con algo al que poco (o nada) se conoce, pero quien lo exhibe cree experimentar por un rato un "compromiso social" y además le permite presentarse ante sus semejantes con una ligera posición disconformista. Aunque nadie (ni él mismo interesado) sepa contra que se siente disconforme. Al fin y al cabo tampoco importa "el porqué": ostentar algún objeto guevarista "queda bien", posee su encanto, es "top", tiene "glamour", es "chic" y como si estas "ventajas" para el ego fueran insuficientes, además tiene "onda".
Atrás quedó la máquina de matar para dar paso a la de facturar, oficiando el Che Guevara de exitoso amuleto comercial sometido no a los dogmas de los "estímulos morales" sino de la oferta y la demanda.
Patria o Muerte: venderemos.

Notas
1      Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internationa): "Medio siglo después. Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheimer.
2        Lazo, Mario. Daga en el corazón. Cuba traicionada. Minerva Books, 1972, pág. 100.
3       Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internacional: "Medio siglo después, Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheimer.
4       Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 100.
5    Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internacional: "Medio
siglo después, Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheímer.
6              -Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internacional: "Medio siglo después, Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheímer.
7               LeMonde Diplomatigue, ano X, N° 115, enero 2009. Capital Intelectual SA. "La revolu¬ción, 50 años después", por Carlos Cabella, pág. 3.
8               Le Monde Diplomatique, ano X, N° 115, enero 2009. Capital Intelectual SA. "La revolu¬ción, 50 afios después", por Janette Habel, pág. 5.
9               Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internacional: "Medio siglo después, Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheímer.
10             Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internacional: "Medio siglo después, Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheímer.
11             Diario El País, España, edición impresa del 02/01/2009. sección Internacional: "Medio siglo después, Cuba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheímer.
12            Le Mande Diplomatique, año X, N° 115, enero 2009. Capital Intelectual SA. "La revo¬lución, 50 años después", por Janette Habel, pág. 4.
13            Luxemburg: 2 citado en Torres Mega, Alexander, prof. En las puertas del infierno cuba¬no. Ediciones Flashes Culturales, Uruguay, 1990, pág. 60.
14            Resumen Estadístico de América latina, 1977, pág. 107, citado en Torres Mega, Alexander, prof. En las puertas del infierno cubano. Ediciones Flashes Culturales, Uruguay, 1990, pág. 60.
15            Luxemburg 3, citado en en Torres Mega, Alexander, prof. En las puertas del infierno cubano. Ediciones Flashes Culturales, Uruguay, 1990, pág. 60.
16            Conforme el demógrafo Kenneth Hill. de la Academia Nacional de Ciencias, citado en en Torres Mega, Alexander, prof. £« las puertas del infierno cubano. Ediciones Flashes Culturales, Uruguay, 1990, pág. 61.
17 Apuleyo Mendoza, Plinio; Montaner, Carlos Alberto; Vargas Llosa, Alvaro. Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano... Atlántida, 1996, pág. 160.
18            Diario El fiáis, España, edición impresa del 02/01/2009, sección Internacional: "Medio siglo después, Cnba no tiene mucho que mostrar", de Andrés Oppenheímer,
19           "Crece en Miami la presencia cubana", Daniel Shoer Roth, El Nuevo fíeraid. Publicado el martes 23 de septiembre del 2008, BOB EIGHMIE / The Miami Herald.
20    Ver análisis econométrico en www.cubaarchive.org
21    Fragmento tomado de Apuleyo Mendoza, Plinio; Montaner, Carlos Alberto; Vargas
Llosa, Alvaro. Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano... Atlántida, 1996, pág. 147.
22    "A las Jineteras Cubanas", por Carlos Alberto Montaner, 09/03/2003, www.carlosalber-
tomontaner.com
23             Castro. Fidel. Atina. Memorias de la hija rebelde de, Plaza y Janes, Barcelona. 1997, pág. 164, citado en Díaz Araujo. Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventure¬ro y comunista, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, pág. 385.
24             Patulla, Polly. Last Resorts: The Cost of Tourism in the Caribbean. Cassell, New Cork, 1993. citado en "Los Viajes y el Turismo: Instrumentatizad de la Racionalidad Moderna", 06/05/07, por Marcelino Castillo Nechar.
25    "A las jineteras cubanas", por Carlos Alberto Montaner, 09/03/2003, www.carlosatber-
tomontaner.com
26    Diario La Nación, Buenos Aires, Argentina, Otra forma de escapa, "Cuba tiene una alar¬
mante tasa de suicidios", por Rafael Rojas; Noticias de Exterior; hiñes 26 de setiembre de 2005
I Publicado en edkión impresa.

27             Las insólitas declaraciones se transmitieron en numerosos noticieros de Argentina y el mundo, y las mismas pueden verse en Internet en http://www.youtube.com/watch7v3Axtspf7dQgEy http://www.youtube.coin/wateh7vsy3DvAVPzUBc.
28    http://www.youtube ,com/watch?v=Axtspf7dQgE;
http://www.youtube.com/watch7vsy3DvAVPzUBc
29    Orlando de Cárdenas, periodista. Fue amigo de Fidel Castro y uno de los principales
colaboradores del movimiento 26 de Julio en México. Caimán Productions. Instituto de la
memoria histórica cubana contra el totalitarismo. Guevara: Anatomía de un mito.
30    f), revista cultural, Añ IV. Clarín. "Las mil y una vidas de un poster perfecto, por
Fernando García. 29 de septiembre de 2007, págS. 12,13.
31    Discurso de Fidel Castro emitido el 18 de octubre de 1969, ver Guevara, Ernesto Che,
Reminiscences ofthe Cuban Revolutionary War Nueva Cork: Monthly Review Press, Inc., 1968, págs.
23,25, citado en Lazo, Mana. Daga en el corazón. Cuba traicionada. Minerva Books, 1972, pág. 255.
32            Díaz Araujo, Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventurero y comunis¬ta, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, págs. 354, 355.
33    Sebreli, Juan José. Comediantes y mártires, Debate, 2008, pág. 146.
34    Feinmann, José Pablo. La sangre derramada. Ensayo sobre la violencia política, 3º ed..
Ariel, Buenos Aires, 2006, pág. 57, citado en Díaz Araujo, Enrique, Ernesto Guevara de la
Serna, Aristócrata, aventurero y comunista, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael,
Mendoza, 2008. pág. 411.
35    González Gustavo. La historia completa, págs. 80, 83, 84, citado en Díaz Araujo,
Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventurero y comunista, Ediciones del
Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, págs. 244,245.
36           Díaz Araujo, Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventurero y comunis¬ta, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, págs. 240,242.
37           Reflexiones sobre el mito y su función, capítulo "El mito y sus elementos", por Momea Gómez Salazar, México, UNAM.
38           Su nombre real era Alberto Días Gutiérrez y se apodó de ese modo parodiando a la línea fotográfica Kodak.
39 Cosarinsky, Edgard, "Meditaciones sobre el poster del Che", en La Nación, Bs. As., 2 de junio de 1997, pág. 25, citado en Díaz Araujo, Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventurero y comunista, Ediciones del Verbo Encarnado. San Rafael. Mendoza, 2008,pág.243.
40           Revista cultural, AAo IV. "Por qué el Che es un mito", por Jorge Aulicino. Clarín, 29 de septiembre de 2007, pág. 8.
41         "Los fracasos del Che Guevara", por Marcelo Gioffré. Diario La Nación, Argentina, sábado 30 de julio de 2005.
42          Guevara. Una biografía, México, Diana, 1973, págs. 403, 406, 421 Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversüín cultural. Cruz y Fierro Editores, 1983, págs. 357, 360,364.
43    Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural,
Cruz y Fierro Editores, 1983, págs. 356, 357.
44    Ñ, revista cultural, año IV, pág. 11. "Cada día lucha mejor", reportaje a Pierre Kalfón
efectuado por Mathilde Gerard. Diario Clarín, 29 de septiembre de 2007.
45           Vargas Llosa, Alvaro. "La máquina de matar: El Che Guevara, de agitador comunista a marca capitalista".
46           Ver http://www.thechestore.com/