Capítulo V
El mito de la Revolución
El mito de la Revolución
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El acople de la comunidad
internacional
Contrariamente a
lo propagado por la leyenda castrocomunista, Fidel, por entonces no sólo no se manifestaba comunista
sino que alegaba luchar para reinstalar "la democracia y la Constitución
de 1940". Esto no sólo les valió a los rebeldes el apoyo del
grueso de la población cubana y la comunidad internacional, sino fundamentalmente
del gobierno de los Estados Unidos.
Incluso, desde los más importantes
medios de prensa americanos, se llevó adelante una profusa campaña a
favor de los "demócratas de Sierra Maestra", que pretendían
derrocar a la gastada y arbitraria gestión de Batista, tanto es así, que los
rebeldes del Llano consiguieron que e! conocido periodista norteamericano Herbert
Matthews, del influyente New York Times se trasladara a la Sierra para
entrevistar a Fidel. Señala O'Donell que "La nota apareció a fines de marzo
de 1957 y fue un duro golpe para Batista. Con el título 'Fidel está vivo',
informaba al mundo que el presidente de Cuba mentía cuando hablaba del
exterminio rebelde. Pero no fue el único en mentir: cuando el periodista
preguntó sobre el número de las tropas rebeldes, Fidel señaló a los que los rodeaban
y dijo: 'Éste es mi Estado Mayor', sin aclarar que, además, ése era también
todo su ejército. No fue la tínica artimaña para simular un mayor numero de
combatientes: un soldado llegó, fingiendo agitación, para entregarle a
Fidel un supuesto mensaje urgente de una inexistente Segunda Columna".1
La
nota periodística apologética del castrismo fue un rotundo éxito de
resonancia mundial. El consenso internacional comenzaba a girar sin disimulos a
favor de los valientes "rebeldes de la libertad".
Países de la región
comenzaron a enviar armas, dinero y provisiones a toda marcha para respaldar a
las fuerzas guerrilleras. A tal punto las potencias anticomunistas
apoyaron a Castro y su presunto plan republicano y capitalista, que el pensador
marxista Pablo Giusiani, nos remarca que "la primera propuesta de enviar
armas a esos valientes jóvenes que se batían en la Sierra Maestra contra la
dictadura de Batista no provino de grupo alguno que pudiera calificarse de
revolucionario, izquierdista o siquiera popular, sino del almirante (argentino) Isaac
Rojas, un conservador considerado arquetípico del 'gorílismo1.2
En marzo de 1957, por tomar un ejemplo, el comandante rebelde Huber Matos
emprendió un viaje a Costa Rica, precisamente con el propósito de reunirse
con el presidente de ese país, el Dr. José Figueres Ferrer, quien ya le había
prometido armamentos a gran escala (nótese la envergadura del apoyo externo).
Matos recuerda la reunión y el diálogo con Figueres del siguiente modo "Matos
-me dice Figueres-, voy a entregarles las armas, pero recuérdele a sus hombres
que esas armas son parte del pequeño arsenal de Costa Rica y que yo se las
cedo a ustedes porque quiero al pueblo de Cuba. No puede haber infidencia
alguna sobre mi actitud porque me pondría a mí como un irresponsable ante los
costarricenses y podría costarme hasta la misma presidencia; además tiene
que llevarse las armas antes de que termine el mes de marzo, es decir, en
un plazo de dos semanas. El coronel Marcial Aguiluz coordinará con
ustedes la operación... las armas esperan por usted, las tenemos en un depósito
que está justamente debajo de nuestros pies. Cuanto antes se
las lleve, mejor será.
-Confíe en nosotros,
señor presidente" .* Prosigue Matos "En la noche del 29 al 30 de
marzo trasladamos armas y municiones, acompañados de un oficial de la
Guardia Civil costarricense, el coronel Vicente Elías. La presencia de Ellas nos
asegura que no habrá inspecciones a los vehículos en los puestos de registro
que el gobierno ha establecido recientemente para controlar la plaga de la
mosca del Mediterráneo" *
Los pilotos del avión que transportará las armas
desde Costa Rica hacia Cuba (donde los rebeldes improvisaron una pista de
aterrizaje en zonas rurales) vinieron desde México por orden de Castro. Pero
este apoyo para los rebeldes cubanos proveniente de Costa Rica no es el
único que recibirán de dicho país. El destacado dirigente sindical Luis
Alberto Monge (futuro presidente
de Costa Rica entre 1982 y 1986) financió la revista "Cuba Libre",
órgano de difusión del Movimiento 26 de
Julio en Centroamericana5. Por último, refiere Matos que "El costarricense Frank Marshall nos
facilita generosamente un
buen número de fusiles con sus municiones" En tanto, el 13 de marzo de 1957 los grupos del
Llano atacaron el palacio presidencial en
La Habana, donde vivía Batista con el fin de fusilarlo. La embestida fue llevada a cabo por un grupo de jóvenes del "Directorio
Revolucionario" en alianza con un grupo del "Partido
Auténtico". El país estaba
en expectativa. En tanto, Fidel y los suyos aguardaban en la sierra. Resulta interesante poner de manifiesto la acción
insurgente de los que peleaban en el
Llano (el ala urbana y más moderada de la reacción antíbatistiana), puesto que el historietismo vendido por el estado
castro-comunista. ha reducido toda
la historia de la revolución cubana a la ecuación rural y sus exóticos barbudos con prescindencia de todo otro
episodio.
Promediando mayo,
los guerrilleros recibieron dos noticias auspiciosas: "la difusión de la película filmada por
Bob Taber en Sierra Maestra, a través de los canales de televisión
norteamericanos, y el inminente arribo de un cargamento de armas... El envío
constaba de tres ametralladoras de trípode, tres de mano
(Madzen), nueve carabinas M-l, diez fusiles automáticos Johnson y seis mil tiros.
El Che
recibió un Madzen... la alegría se le dibujó en el rostro".7
En
tanto, el coronel Bayo enviaba mensajes a Castro desde Nueva York (nótese el lugar
de residencia y conspiración). Señala Gambini, que el acorralado Batista
observaba con gran preocupación que "sus aliados norteamericanos. ..
comenzaban a encariñarse con la figura del jefe barbudo... El número de Visión del 5
de julio traía en su tapa la fotografía del líder rebelde. Al mismo tiempo, The New York Times afirmaba
que el desenlace cubano se acercaba a su fin".*
En mayo de 1957 "los
rebeldes descendieron de las montañas y atacaron un pequeño y
aislado aserrío próximo a la cosía, consistente en dos edificios de madera y
tres pequeños puestos de guardia, cada uno con cabida de 3 o 4 soldados. En
total había cincuenta y tres hombres en el campamento, casi todos
trabajadores desarmados... Como de costumbre, Castro dio la señal de ataque
disparando su fusil de mirilla telescópica desde una loma distante. En la lucha que se
entabló, los pocos soldados combatieron encarnizadamente, matando a seis de
los rebeldes e hiriendo a nueve. Del grupo del campamento hubo catorce
muertos, diecinueve heridos, seis huyeron y catorce fueron hecho
prisioneros"'? Si bien la escaramuza fue de poca monta, la
propaganda casuista
vendió el tiroteo como una de las más grandes epopeyas rurales de la revolución.
Batista no podía seguir inactivo ante las
malas noticias. Lanzó una embestida en la que cayó muerto Frank País, líder
opositor del Llano, episodio que Castro vivió sin congoja alguna, puesto que si
bien tanto el Llano como el Movimiento 26 de julio luchaban contra Batista, más
adelante saltarían a la vista profundas diferencias ideológicas y políticas
entre ambas facciones revolucionarias. Empero, la muerte de Frank País "produjo
más excitación en el pueblo, que respondió con una huelga espontánea.
Todo el comercio de
Santiago cerró sus puertas voluntariamente. El funeral de País
arrastró a una impresionante
muchedumbre"'.'O
El apoyo de Estados Unidos a los rebeldes era
incondicional, al punto tal que -según confirma Kalfón- el flamante
embajador americano en La Habana,
Earl Smith (quien Uegó en julio de 1957): "Al día siguiente del asesinato de Frank País, se dirige personalmente a
Santiago y presenta una protesta contra el
uso excesivo de la fuerza por la policía... Más tarde, procurará que tres dirigentes del Movimiento 26 detenidos
en Santiago, entre ellos Armando
Hart, salven la vida. Tad Szulc asegura incluso que un agente de la CÍA, Roben Wiecha, que actuaba encubierto por el
cargo de vicecónsul de Estados Unidos
en Santiago, proporcionó en varios pagos, a partir de octubre de 1957 cincuenta mil dólares al Movimiento 26
de Julio".."
La soledad de Batista se tomaba inversamente proporcional al creciente
apoyo de una guerrilla que, desde un principio fue vendida por Castro
como una insurgencia anticomunista y republicana. Hasta el comandante rebelde Huber
Matos anotó el hecho no
menor de que estadounidenses procedentes de la Base Naval de Guantánamo, se
han unido al grupo 15
Cada uno de los elementos que vamos agregando pone
de manifiesto que el mito de "los escasos guerrilleros que le ganaron a un
ejército
profesional" es un exitoso wm# exportado por el estado cubano y que
fuera acatado graciosamente y a libro
cerrado por la desinformada progresía mundial. Hasta tal punto la acción de la guerrilla
en Sierra Maestra fue un episodio menor en la revolución cubana, que el propio Matos agrega
que el "5 de septiembre de 1957, una semana después del asesinato de
Frank, la radio informa de una sublevación contra Batista en la base naval de la marina, en
Cienfuegos, provincia central de Las Villas.
Segiín la información, los marinos de la base, actuando en coordinación con elementos civiles del 26 de Julio y de otro grupo
revolucionarios de origen auténtico, han tomado el control de la instalación militar y de algunas otras posiciones dentro
del perímetro de la ciudad".™ Vale decir: Batista ni siquiera controlaba a sus fuerzas armadas puesto que se revelaban y sublevaban contra él.
Habían
pasado varios meses desde el desembarco del Granma y la guerrilla antibatista
contaba con el respaldo de la prensa americana e internacional. Corresponsales
y cronistas de todo el mundo alababan al Che, a Castro y a su presunta
causa noble. Tanto el New York Tunes, Le Monde, tt Corriere Delta Sera, como los principales diarios de
América Latina los apoyaban. La CBS los propagandeaba a
través de un documental emitido en USA en horario central. Los dirigentes del Llano (la guerrilla urbana) por su parte,
contaba con aceitados contactos en la CÍA -que repetidas veces desembolsó
dólares para sostener la rebelión.
Salvo Fidel Castro, su hermano Raúl, el Che y algunos
poquísimos, el grueso de los
rebeldes (tanto los de Sierra Maestra como los del Llano) peleaban con
objetivos totalmente distintos a los que luego se impusieron a brazo de hierro a partir de 1959. El
engaño de Fidel, Raúl, y Guevara, consistía en mostrarse moderados para obtener respaldo internacional y, por sobre
todo, el apoyo del pueblo cubano. Este ardid les permitió además reclutar campesinos
en sus milicias (que naturalmente eran
anticomunistas) y ganarse la simpatía del
cubano medio. Una vez asaltado el poder, se mostraría el verdadero rostro de
sus intenciones.
El marxismo silencioso
Si bien se sospechaba que Guevara y Raúl Castro tenían inclinaciones marxistas, en cuanto a Fidel,
su discurso era abiertamente anticomunista y la fecha de su "conversión" hacia el
marxismo no se torna tan clara y ha sido motivo de disputa entre biógrafos e
investigadores. Una novia de Fidel, que también fue amiga del Che y de su
esposa, sostiene que "Sin Ernesto Guevara, Fidel Castro tal vez jamás se hubiera
vuelto comunista. Sin Fidel Castro,
Ernesto Guevara quizás nunca hubiera sido más que un teórico marxista".14
Sin embargo, Mario Lazo, en su notable investigación, extrae unos antecedentes del joven Castro que
confirmarían un marxismo preexistente a la revolución de 1959. Pues si bien en la época
del asalto al Moneada Fidel pertenecía al Partido
Ortodoxo (ajeno al comunismo), poco tiempo atrás, cuando contaba con tan sólo 21 años de edad, Castro
perteneció a la organización terrorista
de corte trotzkista "Unión Insurreccional Revolucionaria", inclusive estuvo detenido un tiempo por su vinculación
con un asesinato perpetrado por el
grupo. Asimismo, Fidel fue agitador y partícipe de la matanza en el famoso "Bogotazo" en 1948.15
Sendos antecedentes no son menores. En plena
guerra fría, la CÍA no podía darse el lujo de soslayar
tamaños "detalles", pero el lujo se lo dio y se pagó carísimo las
consecuencias de tamaña desaprensión (sea esta culposa o dolosa). Recordemos
que en esos tiempos, tos Estados Unidos eran gobernados por las administraciones de Eisenhower
primero y Kennedy después, a cuyas
responsabilidades en el tema de marras nos referiremos más adelante.
En cuanto al Che Guevara es dable señalar que, aunque entusiasta
comunista, no era un pensador del marxismo,
sino un apresurado lector que manejaba conceptos ciertamente panfletarios, ios
cuales fue radicalizando al extremo y cuyos
cerrados dogmas le brindaban un rumbo y un sustento ideológico a la desatada violencia que éste practicaba. En carta a su madre reconocerá: "Antes, me dedicaba mal que bien a la medicina y el tiempo libre lo dedicaba al estudio en forma informal de San Carlos (Marx). La nueva etapa de mi vida exige también el cambio de ordenación; ahora San Carlos es primordial, es el eje".16 Y en cuanto a que dichas lecturas le fueron dando sentido a una vida que hasta entonces vagaba a la deriva, el Che le confiará a su madre en otra carta fechada en julio de 1959 17 soy siempre el mismo solitario que va buscando su camino sin ayuda personal, pero tengo ahora el sentido de mi deber histórico... me siento algo en la vida, no sólo una fuerza interior poderosa, que siempre la sentí, sino también una capacidad de inyección a los demás y un absoluto sentido fatalista de mi misión me quita todo miedo" V Guevara no sólo localizó así un puñado de consignas que le daban sentido a su existencia, sino que también encontró "su misión fatalista" que tanto lo preocupaba. Como fuera señalado, durante los años universitarios Guevara no participó en política ni dedicó tiempo alguno a lecturas de ese género. De adulto tuvo que leer sobre marxismo a toda velocidad intentando, deficientemente, ponerse al día.
El comandante Guevara
El 21 de julio de 1957 fue un día de júbilo para el médico Ernesto Guevara, puesto que fue nombrado por Fidel Castro con el cargo de comandante de la Segunda Columna -la cual tenía asignada como territorio de combate la parte oriental de la Sierra Maestra (unos 20 km)- dándole carta blanca. Pero el nuevo grado jerárquico del Che no hizo más que acentuar su personalidad despótica y cruel para con su tropa misma. Relata Kalfon que "algunos campesinos que se 'rajan', lo encuentran demasiado duro, desertan o piden marcharse, en estos casos pierde a veces su reserva y monta en cólera .¡Que salgan los pendejos, los raja os, los culos de vaca!', le ladra a un grupito que farfulla pretextos para abandonar"18 Incluso, en esos días se produjo la primera deserción entre la tropa de Guevara: "El Che envió a Baldo y a Ibrahim a perseguir al desertor con la orden de que lo mataran donde lo encontraran. Poco después regresó Baldo y relató que Ibrahim también había querido desertar, y por eso lo había matado de tres tiros. En su diario el Che cuenta su reacción: 'Reuní toda la tropa en la loma anterior al teatro del suceso macabro, explicándole a nuestra guerrilla lo que iba a ver y lo que significaba aquello, el porqué se castigaría con la muerte la deserción y el porqué de la condena contra todo aquel que traicionara a la revolución'19 Seguidamente, cuando el guerrillero chino Wong, osó desertar, Guevara lo mandó a secuestrar por dos subalternos; uno de ellos fue fusilado de inmediato al negarse atrapar a su amigo. Fue entonces cuando el Che hizo desfilar a su tropa en fila india ante el cadáver "un campesino humilde... naturalmente los tiempos eran duros y se dictaminó como ejemplar la sanción'20, escribió en su diario.
El grado extremo de crueldad del comportamiento del Che hacia sus subordinados era de insoportable magnitud. O'Donnell lo advierte, al señalar: "se hacía cada vez más temible para los combatientes sospechosos de cobardes o de posibles desertores. La dureza de sus sanciones provocó que no pocos de ellos pidieran ser trasladados a otras columnas. Uno de sus hombres recordará una anécdota cuando dos combatientes se trenzaron en una discusión acalorada en ¡a que uno de ellos, Antonio, hacía gala de su hombría. El comandante Guevara, disgustado, lo llama a su presencia y le pide el fusil y le dice dos o tres frases; le señala un cuchillito que traía Antonio y le ordena: 'Tú te vas con ese cuchillito y me traes un guardia, o el fusil o el guardia, porque si no, te fusilo'. Y Antonio hizo así y cogió el cuchillo, entregó el fusil a otro compañero y salió caminando. No se conoce el resultado en este caso, pero sí en otro que el mismo Che relata en su diario de campaña, cuando, después de la batalla de Santa Clara, recorre un hospital y un moribundo le toca el brazo y le pregunta si lo recuerda. Era un combatiente al que el argentino había desarmado algunos días antes, en castigo por habérsele disparado accidentalmente el arma, y lo había provocado a conseguirse otro fusil quitándoselo a un enemigo. El joven guerrillero se había animado a hacerlo, pero entonces fue herido de gravedad. 'Murió unos minutos después'" y agrega Guevara "creo que estaba contento por haber demostrado su coraje".21 Otra vez, en sus escritos, aparece "la alegría" por morir con coraje. Guevara no pensaba que su instinto suicida y su buscada "muerte feliz" fueran un retorcido trauma suyo, sino que formaban parte del sentir del resto de los seres humanos.
El Che sentía una macabra alegría con el uso de las armas y estaba embelesado con la idea de matar a sangre fría, tanto es así que el armero de la guerrilla de Castro en la Sierra Maestra recuerda que al Che "las armas... en verdad le fascinaban"22 Fascinación que el propio Guevara confiesa en sus escritos cuando en mayo de 1957, al llegar un ansiado cargamento con armamentos que reforzaban a las milicias rurales, exultante escribió "A la noche llegaron las armas, para nosotros aquello era el espectáculo más maravilloso del mundo; estaban como en exposición ante los ojos codiciosos de todos los combatientes, los instrumentos de muerte"'.23
Pero del uso indiscriminado "del espectáculo más maravilloso del mundo" no se salvaron ni los animalitos. Mientras en el siglo XXI muchos guevaristas que simpatizan con Greenpeace levantan su estandarte, en la Sierra Maestra de los años 60', el Che le ordenó a su subordinado Félix que matara a un perrito que merodeaba por la zona. Confiesa Guevara en su diario "Félix
me miró con ojos que no decían nada. Lentamente sacó una
soga, la enroscó en el cuello del
animal y empezó a ajustaría. Los movimientos simpáticos de la cola del perro
bruscamente se volvieron convulsivos antes de morir gradualmente, acompañados por un lamento sostenido que
salía de su garganta a pesar del
apretón firme... Tras un último espasmo nervioso, el cachorro dejó de agitarse. Ahí quedó tendido con la cabeza
sobre las ramas".24
Días después,
anota O'`Donell "los combatientes de la Cuarta Columna presenciaron otro ejemplo de justicia sumaría al estilo
Guevara. Será también Enrique Acevedo
quien dará testimonio de la escena: 'Al amanecer traen a un hombre grandote vestido de verde, la cabeza tapada
como los militares, con bigotes grandes:
es (Rene) Cuervo, que está causando problemas en la zona de San Pablo de Yao y Vega la Yua. Ha cometido abusos
contra los campesinos diciendo que
pertenece al Movimiento 26 de
Julio... El Che lo recibe en su hamaca...
Al final el Che lo aleja con un gesto
desdeñoso de la mano. Lo llevan a una
hondonada y lo ejecutan con un rifle 22,
por lo cual tienen que dañe tres
tiros. El lugar sería bautizado como el Hoyo del Cuervo'25
El sadismo de Guevara generaba tal grado de tensión en su columna, que en
los diferentes escalafones empezaban a adoptarse medidas de similar severidad, emulando o mimetizándose con las praxis de su
comandante. Todos comenzaron a vivir en
exacerbado estado de nerviosismo, ansiedad, miedo y violencia apenas contenida.
Al respecto, Kalfon anota un episodio desopilante:
"Cierto día, un accidente provoca un verdadero motín. Lalo Sardinas, capitán y 'combatiente de élite26,
amenaza con su revólver a un hombre indisciplinado
y le dispara... los amigos de la víctima se indignan, reclaman la inmediata ejecución del oficial, arrojan sus fusiles
al suelo. La revuelta es tal que Guevara no
consigue apaciguarlos. Fidel acude en su ayuda y propone que se ponga a
votación el castigo, insólita sugerencia en cualquier ejército, por muy
revolucionario que sea... los doscientos cuarenta y seis guerrilleros depositan sus hojas de papel en un casco. Empate de
votos a favor de la muerte y en
contra. A la luz de las antorchas de pino, el abogado Castro lanza entonces un alegato de una hora a favor de Sardinas,
y obtiene una segunda votación, muy
ajustada, que perdona la vida del oficiar & Ha
de haber sido la única vez en su vida que
Fidel Castro llamó a elecciones consultando la voluntad
popular.
Entre el cúmulo
de episodios truculentos, cabe sumar el protagonizado por el joven guerrillero Echevarría, cuyo hermano zarpó
con el Che en el Granma. Al serle
adjudicado un presunto delito, Guevara ordena su ejecución y anota: "Echevarría pudo haber sido un héroe de la
revolución... pero le tocó lámala suerte de delinquir en esa época y debió
pagar en esa forma su delito... Sirvió de
ejemplo, trágico es verdad, pero valioso para que se comprendiera la necesidad de hacer de nuestra Revolución un hecho puro y no contaminarlo con los
bandidajes"27
Naturaleza ideológica de la guerrilla antibalistiana
La guerrilla antibatistiana, es decir el Ejército Rebelde, como fuera dicho, se dividía en dos: el Llano (que operaba en zonas
urbanas) y el Movimiento 26 de julio (al
mando de Castro, que peleaba en zonas rurales). De estos últimos, los
comunistas eran Raúl y Fidel Castro y el Che Guevara. Fidel, quien normalmente efectuaba las declaraciones a la prensa,
se cansaba de mentir aclarando que no tenía nada que ver con el comunismo a
efectos de seguir conservando el apoyo de la comunidad internacional y del
pueblo cubano. Según Castañeda, por entonces el discurso de Castro "apenas
alcanzaba el grado de radicalidad del populismo clásico latinoamericano de
Perón, Cárdenas o Vargas, o del propio
Batista en 194028
El resto de los
hombres de Castro, salvo las excepciones del Che y Raúl, o no tenían la
menor idea sobre comunismo o (si la tenían) no la compartían en absoluto. La estrategia castro-guevarista
consistía en engañar a todos, y una vez tomado el
poder, llevar adelante su proyecto marxista.
A pesar del secreto táctico
con que Raúl y el Che ocultaban su marxismo (señálese
que no eran muy hábiles para simularlo), los que peleaban en el Llano desconfiaban de las tendencias de Guevara. Esto le
valió una encendida polémica con Rene Latour, alto dirigente del Llano. En torno a
esta puja, el Che trataba con desdén
y vilipendio a los del Llano minimizando o desvalorizando su actuar y atribuyendo toda la bizarría a los que
estaban en Sierra Maestra. Ramos Latour, por su
parte le reprocha al Che el desprecio con el que se refería al material que se le enviaba, subrayando que "sí bien
la ciudad carece de las condiciones
de heroicidad que imperan en la sierra, quienes reúnen el dinero, compran las armas y víveres y los transportan a la montaña
no son menos revolucionarios o
valientes que los combatientes encumbrados"& Y con dureza le espeta "los que tienen tu
preparación ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del nocivo dominio
yanqui por medio del no menos nocivo
dominio soviético"..3° Kalfon por
su parte, explica la coordinación entre los
rebeldes de Sierra Maestra y los del Llano, sosteniendo que "El combate
de las ciudades fue, es cierto, menos espectacular, tal vez más cómodo, a pesar
de la represión policíaca, que el de los guerrilleros chapoteando en el barro de la sierra, pero fue su complemento
indispensable".31
Párrafo aparte merecen las guerrillas antibatistianas
que operaban en El Escambray, una
sierra más pequeña que Sierra Maestra, de 80 kilómetros de largo y unos mil metros
de altura, compuesta por anticomumstas que si bien no dependían de Castro, peleaban junto a él.
de altura, compuesta por anticomumstas que si bien no dependían de Castro, peleaban junto a él.
Allí
se encontraba batallando el Directorio Revolucionario, comandado por de
Faure Chomón y de Cúbela. Sendos líderes "Sienten cierta desconfianza
hacia Fidel Castro... Hay una escisión por la derecha del mismo
Directorio, que ha adoptado el nombre de Segundo Frente del Escambray,
bajo ¡a dirección de un español anticomunista. .. Eloy Gutiérrez
Menoyo, hostil a Castro. Menoyo recibe subsidios del antiguo presidente
Prio Socarras, instalado en Miami.. "32
Los conflictos políticos e ideológicos entre Guevara, el Llano y todos los sectores revolucionarios no comunistas, se acentuaron a medida que la posibilidad de triunfo se avecinaba. Uno de los puntos en discordia antes del triunfo de la revolución fue el proyecto de lo que sería la reforma agraria. Guevara había pergeñado un borrador de inequívoca inspiración inarxista en el que planeaba la consiguiente estatización de empresas cubanas y extranjeras sin indemnización alguna a sus propietarios: "En las discusiones finales sobre la Ley de Reforma Agraria... Guevara sentará las bases de una alianza más sólida: con el PSP (Partido Comunista) y a favor de tesis más radicales, contra el Llano y hs liberales y las posturas más prudentes"33 Pero Fidel, siempre haciendo uso de sus dotes de malabarista, se encargaba de recortar y moderar el extremismo de Guevara. Es por ello que en primera instancia "Castro tomó partido por el ala moderada del 26 de Julio, encabezada en esta materia por Humberto Son Marín, un abogado medianamente conservador que un par de años después sería fusilado"^ cuando la revolución mostrara su verdadero rostro y masacrara cuanto disidente anduviese dando vueltas.
Guevara aceptaba a modo de medicina amarga estas decisiones de Castro, aunque advertía que las mismas se constituían en pasos tácticos para luego ir paulatinamente arrastrando el modelo hacia el comunismo. En definitiva, había que sumar a todos para ganar la revolución: "después ya habrá tiempo de exterminar a los que no piensen como yo" pensaba Guevara a sus adentros. Tal como luego ocurrió a mansalva y más adelante lo veremos.
Lo que sí queda absolutamente claro y probado, es que cerca del 100% de todos los que componían el ejército rebelde contra Batista eran abiertamente anticomunistas35 al igual que los inmensos sectores (tanto en Cuba como en el orden internacional) que los apoyaban con generosos recursos de toda índole.
Los conflictos políticos e ideológicos entre Guevara, el Llano y todos los sectores revolucionarios no comunistas, se acentuaron a medida que la posibilidad de triunfo se avecinaba. Uno de los puntos en discordia antes del triunfo de la revolución fue el proyecto de lo que sería la reforma agraria. Guevara había pergeñado un borrador de inequívoca inspiración inarxista en el que planeaba la consiguiente estatización de empresas cubanas y extranjeras sin indemnización alguna a sus propietarios: "En las discusiones finales sobre la Ley de Reforma Agraria... Guevara sentará las bases de una alianza más sólida: con el PSP (Partido Comunista) y a favor de tesis más radicales, contra el Llano y hs liberales y las posturas más prudentes"33 Pero Fidel, siempre haciendo uso de sus dotes de malabarista, se encargaba de recortar y moderar el extremismo de Guevara. Es por ello que en primera instancia "Castro tomó partido por el ala moderada del 26 de Julio, encabezada en esta materia por Humberto Son Marín, un abogado medianamente conservador que un par de años después sería fusilado"^ cuando la revolución mostrara su verdadero rostro y masacrara cuanto disidente anduviese dando vueltas.
Guevara aceptaba a modo de medicina amarga estas decisiones de Castro, aunque advertía que las mismas se constituían en pasos tácticos para luego ir paulatinamente arrastrando el modelo hacia el comunismo. En definitiva, había que sumar a todos para ganar la revolución: "después ya habrá tiempo de exterminar a los que no piensen como yo" pensaba Guevara a sus adentros. Tal como luego ocurrió a mansalva y más adelante lo veremos.
Lo que sí queda absolutamente claro y probado, es que cerca del 100% de todos los que componían el ejército rebelde contra Batista eran abiertamente anticomunistas35 al igual que los inmensos sectores (tanto en Cuba como en el orden internacional) que los apoyaban con generosos recursos de toda índole.
El discurso macartista
Señala
Lazo que "las declaraciones públicas formuladas por Castro entre 1956 y
1958 parecían cada vez más moderadas. Casi siempre citaba en su apoyo
la Constitución de 1940. En una ocasión pidió el reconocimiento de los
derechos de la libre empresa y el capital invertido" 36 A efectos de
seguir sumando respaldos, el 12 de julio de 1957 Castro emitió el
difundido "Manifiesto de la Sierra Maestra", el cual declaraba que "los
rebeldes luchaban por el establecimiento de un régimen que garantizara
la celebración de elecciones verdaderamente libres, democráticas e
imparciales, y que creara las condiciones propicias para conducir al
país por la vía de la legalidad democrática y constitucional. El gran
ideal de los rebeldes -afirmaba- era el de una Cuba libre, democrática y
justa"37
La prensa internacional seguía fascinada con los originales barbudos de Sierra Maestra que presumían de libertarios. Incluso el New York limes, ya en 1958 titula; "¿Podrá el Che cambiar el destino de América?". Señala O'Donnell que el embaucador Castro "aprovechaba cada reportaje para alejar la sospecha de comunismo que enturbiaba su lucha. En un artículo publicado en la revista Coronet con su firma, se declaró partidario de las inversiones extranjeras y opositor a las nacionalizaciones".38 Es más, en mayo de 1958, en reportaje concedido a Mes Dubois espetó el siguiente embuste: "Jamás estuve ni estoy por el comunismo... Jamás el Movimiento 26 de Julio ha hablado de socializar o nacionalizar las industrias. Este miedo a nuestra revolución es sencillamente estúpido... Personalmente no aspiro a ningún cargo y considero que existen suficientes pruebas de que lucho por el bienestar de mi pueblo, sin que ninguna ambición personal o egoísta empañe mi conducta".39
Por si faltara alguna ratificación del espíritu antimarxista que vendía Castro, en Venezuela, el 20 de julio de 1958, Fidel (representando al Movimiento 26 de julio) y el resto de las principales organizaciones opositoras a Batista fumaron "El Pacto de Caracas", el cual era un compromiso detallado para el regreso de la democracia a Cuba. Tanto es así que los comunistas fueron excluidos de participar del acuerdo, dadas las vinculaciones históricas de éstos con Batista.40
Sin embargo, los comunistas comenzaron "jugar a dos puntas". Recuerda Huber Matos que tras un combate, conversa con Fidel, quien le dice:
"-¿Cómo andan los heridos tuyos?
La prensa internacional seguía fascinada con los originales barbudos de Sierra Maestra que presumían de libertarios. Incluso el New York limes, ya en 1958 titula; "¿Podrá el Che cambiar el destino de América?". Señala O'Donnell que el embaucador Castro "aprovechaba cada reportaje para alejar la sospecha de comunismo que enturbiaba su lucha. En un artículo publicado en la revista Coronet con su firma, se declaró partidario de las inversiones extranjeras y opositor a las nacionalizaciones".38 Es más, en mayo de 1958, en reportaje concedido a Mes Dubois espetó el siguiente embuste: "Jamás estuve ni estoy por el comunismo... Jamás el Movimiento 26 de Julio ha hablado de socializar o nacionalizar las industrias. Este miedo a nuestra revolución es sencillamente estúpido... Personalmente no aspiro a ningún cargo y considero que existen suficientes pruebas de que lucho por el bienestar de mi pueblo, sin que ninguna ambición personal o egoísta empañe mi conducta".39
Por si faltara alguna ratificación del espíritu antimarxista que vendía Castro, en Venezuela, el 20 de julio de 1958, Fidel (representando al Movimiento 26 de julio) y el resto de las principales organizaciones opositoras a Batista fumaron "El Pacto de Caracas", el cual era un compromiso detallado para el regreso de la democracia a Cuba. Tanto es así que los comunistas fueron excluidos de participar del acuerdo, dadas las vinculaciones históricas de éstos con Batista.40
Sin embargo, los comunistas comenzaron "jugar a dos puntas". Recuerda Huber Matos que tras un combate, conversa con Fidel, quien le dice:
"-¿Cómo andan los heridos tuyos?
-No
hay ninguno grave. Fui a despedirme y todos se mantienen con buen
ánimo.
para
apoyar a los rebeldes. El jefe del Distrito Militar de Santiago de Cuba es el coronel José Regó Rtibido. Este sin vacilar
se pliega a favor de los rebeldes.
Recuerda Matos: "Le pido al coronel Regó poner en libertad inmediatamente a todos los presos políticos.— Hoy
mismo van para la calle todos los de
mi jurisdicción ~me dice".93
1997,
pág. 145.
No
me deja continuar. Reflexivo primero y luego con un poco de mal humor, señala:
—Sí, así es... mientras los
nuestros mueren combatiendo, ése anda por la retaguardia,
en labor de proselitismo... Los comunistas me preocupan mucho. Debes tener cuidado a ¡a hora de elegir
tos oficiales que te secunden en la columna. Cuídate mucho
de esto"41
En cuanto a Guevara, menos político que su
jefe, no mentía con tanta alevosía, sino que por lo general tanteaba la ideología
de sus cantaradas con espíritu especulador. Si bien Huber Matos peleaba en un
frente distinto del de Guevara y por ende se frecuentaban poco, Matos cuenta
que en uno de sus primeros
encuentros con el Che en Sierra Maestra: "Guevara trata de sacarme lo que puede
sobre mi posición ideológica, la que explico sin entrar en detalles. El por
suporte, me expone la suya, a veces con disimulo, a veces con mayor claridad.
En sus palabras hay un alto grado de contenido social dentro de una
tendencia marxista que no comparto...
—¿Te consideras marxista? —le digo.
-Bueno... he leído bastante a
Marx. Es posible que de algún modo lo sea, pero no soy lo que puede
llamarse un marxista propiamente dicho...
~Y ese
pensamiento tuyo, ¿encaja en la Revolución que estamos haciendo?
—Sí—aclara—,
porque esta es una Revolución que restablecerá la constitución que ustedes
los cubanos han tenido y respetado; una constitución liberal, democrática, en
la que obviamente habrá que hacer reformas.
Continúa diciéndome que cuando
triunfemos ¡a vida va a seguir en Cuba como antes de la dictadura,
pero con mejoras económicas y sociales. Que nada de lo que se establezca se
parecerá al sistema implantado en países totalitarios; menos aún al
soviético, donde no hay libertad alguna. Comenta sobre el sistema soviético
diciendo que el mismo está en contra de su sentido de la vida porque
él nada más puede vivir en un medio democrático, en el que haya pasión por
solucionar los problemas más acuciantes del pueblo, pues detesta la situación
del hombre en un sociedad totalitaria" .42
En tanto, la
prensa americana seguía propagandeando a los rebeldes. Ese año, un
corresponsal del New York Times, Homer Bigart, fue enviado a la Sierra Maestra "lo
acompañó un periodista uruguayo, Carlos María Gutiérrez, que
después se volverá amigo y candidato a biógrafo del comandante".43
La
maquinaria multímediática de la que proseguía gozando el castro-guevarismo era
tal, que Kalfon la describe en los siguientes términos: "Los artículos del New York Times incitan
a un equipo de televisión del Columbio Broadcasting System a filmar in
situ a la guerrilla de aquellos Robín de los Bosques cubanos... la gente de la televisión
compartirá durante casi dos meses la vida de
los guerrilleros... A partir de ese momento, la epopeya romántica de los buenos justicieros, combatiendo
en una espesa jungla contra los
soldados del malvado dictador, se convertía en frecuente tema de reportajes.
Sobre todo porque la aventura de Fidel Castro y sus boys no ha recibido todavía
la infamante etiqueta de comunista".44
Asimismo, Castro,
en renovado reportaje concedido al mencionado periodista Herbert Mathew del New York
Tunes declaró:
"Puede tener la certidumbre de que no abrigamos la
menor animosidad contra los Estados Unidos o contra el pueblo
norteamericano" y Matthew se dio el gusto de caracterizar a su amado
Fidel como "un idealista, animado de firmes convicciones acerca de la
libertad, la democracia, la injusticia social y la necesidad de restablecer la
Constitución y celebrar elecciones". En otra columna suya del mismo diario,
Matthews no vaciló en celebrar que el programa castrista traería una reforma "democrática
y por lo tanto anticomunista".45
La conjura continúa
Al finalizar el
verano de 1958, la acciones contra Batista se multiplican por todo el país: "La
Habana conoce el 15 de marzo una noche de las cien bombas pero el
golpe más espectacular, de resonancia internacional, es el secuestro del
campeón mundial de automovilismo, el argentino Juan Manuel Fangio. Raptado
el 23 de febrero de 1958 en el hotel Lincoln, en el centro de la capital...
que no lo liberan hasta el día siguiente de la competición"46
Para fortificar
el apoyo de los antibatistianos que operaban en Estados Unidos, Haydée Santamaría (veterana del
Moneada) es enviada al país del norte (que después de 1959 pasaría a llamarse
"el imperialismo") en donde es recibida con todos los honores para
coordinar y organizar una colecta a fin de obtener fondos de la colonia
cubana y diversas organizaciones americanas que, montando retaguardia en Estados Unidos,
conspiraba contra Batista desde distintas
ciudades del vecino país aliado. Y tan aliado era, que Washington determinó darle el golpe de gracia a
Batista en marzo de 1958, decretando
un embargo de armas a Cuba con el fin de desabastecerlo por completo y dejarlo sin municiones a corto plazo.
La
posición del gobierno de los
Estados Unidos y la comunidad internacional contra el cada vez más cercado régimen de Batista.
Es más, contrariando la propaganda guevarista siempre insistente en exaltar el
carácter quijotesco de la "epopeya" revolucionaria, hasta un autor
como Kalfon, totalmente indulgente con
Guevara (lo cual no le quita seriedad ni mérito alguno a su extenso y
documentado trabajo), reconoce que las tropas "represivas" del general Cantilo (hombre clave en las
milicias de Batista) poseían el siguiente estado: "La moral de sus
tropas es desastrosa. La mayoría, antes de combatir, se mandan
una volada con marihuana, tan fácil de encontrar en la sierra. Algunos
desertan, uniéndose a la causa fidelista. Otros, hechos prisioneros, sólo se
marchan con la Cruz Roja tras haber obtenido... un autógrafo de Fidel Castro,
cuyo carisma hace estragos. Por lo demás, un
antiguo oficial de Batista de nombre muy francés, Coroneaux, tras haberse unido a la rebelión en tiempos de
Frank País, realiza una jugarreta
utilizando la frecuencia de radio de un tanque enemigo, inmovilizado por
los guerrilleros, para que la aviación bombardee a los soldados de Batista".48
A finales de junio, en medio de un
bombardeo aéreo de las fuerzas
de Batista por sobre las tropas rebeldes que estaban a) mando de Raúl Castro (en el Segundo Frente de la Sierra de Cristal),
Raúl ejecutó un ingenioso ardid
deteniendo amablemente a cuarenta y nueve ciudadanos norteamericanos.
¿Con qué objetivo? Que Estados Unidos presionara a Batista por el cese de los
bombardeos a cambio de liberar a los americanos secuestrados. Conclusión: "Estados Unidos pide
inmediatamente al señor Batista -que obedece— que cesen los bombardeos hasta la
total liberación de los rehenes".*"1
Nótese la ironía: Raúl lleva
adelante una acción supuestamente injuriante
hacia ciudadanos estadounidenses, y EE.UU. en lugar de tomar represalias contra los agresores, toma medidas contra
Batista. Esta y no otra fue
Mientras corrían turbulentos
meses tanto en la Cuba urbana y como en la Sierra Maestra, a diferencia
de los relatos de los combatientes en esta y cualquier otra contienda bélica,
Guevara jamás recordaba ni se interesaba por su mujer ni su bebé. Como marido,
además del ya mencionado destrato hacia su esposa, era un padre
absolutamente ausente: "Desde su llegada a la Sierra, el Che había
recibido varias cartas de su esposa que rara vez respondía. El 15 de febrero de 1958,
el mismo día que su hija Hildita cumplía dos años, su mujer volvió a
escribirle pidiéndole autorización para trasladarse a Cuba, y acompañarlo en la
lucha. Tardó cuatro meses en contestarle y la respuesta fue un no rotundo"49 Complementando esto, bien vale el
testimonio de Agustín Alies Soberón, periodista
de la revista Bohemia, que pasó dos meses en la Sierra Maestra como corresponsal y cuenta que al reportear a
Guevara en su campamento, en marzo
del 58 "entre las cosas que observé es que tenía una personalidad
despótica, dura, cruel. Por ejemplo le pregunto por su primera esposa Gadea y me dice 'bueno, no sé de ella
ni me interesa'50
El 5 de mayo de
ese año,
el presidente cubano anunció un plan de ataque para erradicar definitivamente
la guerrilla. Anota Gambini que esta acción era para Batista "Una
victoria segura, según se calculó, porque se descontaba que trescientos
guerrilleros jamás podían ofrecer resistencia a un ejército".51 Parece que el
solitario Batista todavía no se había enterado de que su ejército no lo apoyaba, se
fe sublevaba anexándose a los rebeldes o en el mejor de los casos se rendía
ante la posibilidad de cualquier tiroteo: además, su guerra no era contra 300
guerrilleros sino contra toda la comunidad internacional.
Es por estos
motivos y no otros, por los cuales finalmente fue derrocado. Acertadamente, expone Sebreli que "Los éxitos militares
de la guerrilla no fueron resultado de la escasa fuerza -casi inexistente— de
los guerrilleros, sino de la débil voluntad de defensa del corrompido
ejército de Batista. No se trataba todavía de una revolución de izquierda, sino
de la lucha contra una dictadura desacreditada, contaba con el
apoyo de un amplio sector de la burguesía y de las clases medias
cubanas, además de tener bases logísticas en México y Venezuela. Los otros
gobiernos latinoamericanos la veían con simpatía, incluso Estados Unidos abandonaba
al desprestigiado Batista".52 El citado pensador marxista Pablo Giussiani,
efectuando un inteligente y singular análisis sobre la revolución cubana., por su
parte atribuye el triunfo de la misma a un sinfín de causas ajenas a la
guerrilla, reduciendo el aporte de ésta a un miserable 15% en la hipótesis de mínima y a un
25% como guarismo exagerado." Porcentuales que demuestran que la guerrilla
en Cuba sirvió modestamente para ayudar a empujar a Batista al precipicio, pero
que en modo alguno fue factor principal, ni determinante, ni protagonista. Agrega
Sebreli que "Los combates de la guerrilla cubana, más que batallas, fueron
escaramuzas, y más que escaramuzas, campañas de relaciones públicas
internacionales de prensa. Las entrevistas de The New York Times, Time,
Life, París Match, Le Monde, Corriere della Sera y un documental de la CBS habían hecho
famosos a los guerrilleros en el mundo entero como los Robin Hood de Sierra
Maestra."55. Esta afirmación de Sebreli es tan cierta, que sumando las bajas
entre los rebeldes y los soldados de Batista (cuya cantidad de efectivos se acercaba a
40000)), entre ambos
bandos los muertos apenas sobrepasan los 800 caídos en toda la
"guerra". Efectivamente: "Cuando Castro tomó el poder, el semanario
Bohemia, órgano marcadamente antibatistiano, publicó una lista de los supuestos
muertos por ambos bandos durante el último gobierno de Batista: en total sumaban 869" .55 En concordancia
con esto, un agente de la CÍA, experto en Cuba y la región le
confió a Mario Lazo que "la cifra total de muertos no excedía el
millar".56 Quien por entonces fuera el escriba de Castro,
Carlos Franqui,
director de la revista Bohemia, concluye que "la dictadura (de
Batista) cae
no tanto por una derrota militar como por una derrota política, pues el ejército, miles y
miles de soldados, se rinden sin pelear"57'
Volviendo al
desamparado Batista, a modo de esfuerzo desesperado, trató de persuadir a
los Estados Unidos de que los guerrilleros eran comunistas y solicitaba apoyo
del Pentágono. Los americanos no creían en Batista y seguían ayudando a los
"libertarios de Sierra Maestra". Anota Gambini que "Fulgencio
Batista era el menos indicado para estimular esas acusaciones, pues durante su
anterior gobierno había contado con el apoyo de los comunistas... nadie le
creía... Estados Unidos se disponía a ajustar su política exterior... y abandonar a los
dictadores a su suerte... Le interesaba ahora apoyar a determinados líderes políticos,
con posibilidades de triunfo, y rescatar las formas
democráticas de gobierno, en lugar de seguir prestando ayuda a
personajes tan impopulares" 58
Las acusaciones de marxismo que
Batista endilgaba a Castro y a sus lugartenientes, contrastaban con las citadas
declaraciones abiertamente antimarxistas de Fidel. En cuanto al marxismo de Guevara (quien no lograba
disimularlo), la CÍA de todos
modos no lo tomaba en serio y en un informe de 1958 expresó que el Che más
que un agente marasta "es un aventurero, no un político profesional...
Ha estado buscando siempre algo con que darle sentido y significación a
su vida y por el momento la ha encontrado en Castro, no Castro el político sino
Castro el perseguido, un Castro luchando contra la tiranía"
.& Las
solitarias denuncias de Batista caían en abstracto y su prédica era una voz en el
desierto desoída incluso por los militares cubanos quienes hacían caso omiso de
sus órdenes.
Dos meses antes de la revolución, e) olor a
victoria deleitaba a Fidel Castro que no quería descuidar el más mínimo detalle.
Esto le valió una dura discusión con su impaciente hermano Raúl "cuando
éste secuestró a mineros de Moa y Nicaro, y a marines de franco. Fidel
intuía que era imprescindible mantener el embargo
norteamericano a la venta de armas a Batista. No había llegado el
momento del choque con el vecino del Norte, y no había que adelantar las
vísperas. Castro regañó a su hermano menor, quien liberó rápidamente a los
presos, y el embargo prosiguió" 60
Batista ya había decretado
elecciones presidenciales libres para el 3 de noviembre de 1958, en las que
él no participaría como candidato puesto que a tenor de lo dispuesto en la
Constitución de 1940 no se permitía la reelección. Sin embargo, la consigna de
las tropas rebeldes fue sabotear el proceso electoral acusado de
"farsa". Cuenta el mismo Guevara que "Los días anteriores al
3 de
noviembre fueron de extraordinaria actividad: nuestras columnas se movilizaron
en todas direcciones, impidiendo casi totalmente la afluencia a las urnas, de los votantes
en esas zonas"61 La embestida anti-electoral se forjó en un ambicioso plan
consistente en "atacar tres puntos: cada extremo de la isla y el centro. Castro
mismo, con su hermano Raúl y Almeida, se encarga de la provincia de
Oriente y de Santiago de Cuba. Camilo Cienfuegos debe llegar hasta la provincia de
Pinar del Río, en el extremo oeste. Y se encarga al Che que divida en dos la
isla, atacando la región central de Las Villas donde hay ya, en ¡a Sierra del
Escambray, diversos focos de resistencia y no sólo el del M 26... El Objetivo
final es hacer caer la dictadura, pero de momento se trata de impedir las
elecciones presidenciales de noviembre" 62
Cabe preguntarse,
¿cómo es eso de
un ejército rebelde que tiene por ambición tomar el poder para llamar a
elecciones cuando en Cuba se estaban celebrando elecciones y estos mismos las sabotean? La
realidad es que más
allá de
las ambiciones de Castro (que aunque públicamente dijera lo opuesto, sus objetivos nada
tenían que ver con reinstaurar un sistema electoral), el grueso de los cubanos
no confiaban en la pureza de los comicios, puesto que Batista se hallaba muy
desacreditado por sus mañas dictatoriales y por el golpe que él impartió en
1952. Los logros económicos que gozaba Cuba, no alcanzaban para calmar a
una sociedad que solicitaba una reforma institucional acorde con el perfil de
las grandes potencias republicanas de occidente.
Los comicios sin
embargo se llevaron a cabo aunque con escasa repercusión: "los dos
candidatos de la oposición eran el ex presidente Grau San Martín y el Dr.
Márquez Stirling... las elecciones generales se celebraron el 3 de noviembre de 1958, en
condiciones que distaban mucho de ser normales. Desde las montañas Castro
incitó al asesinato de los candidatos, tanto del gobierno como de la oposición.
Las personas que acudieran a las urnas el día de las elecciones, amenazó,
serían ametralladas... Había pocas personas en las calles y el tráfico era
escaso... El candidato apoyado por el gobierno era el Dr. Andrés Rivera Agüero.
Antes de la media noche el gobierno anunció que había obtenido una
aplastante victoria"63 Pero el plan saboteador de las elecciones
tuvo éxito.
Si bien las mismas se llevaron a cabo, sólo un 20% del padrón acudió a votar puesto que
los rebeldes lograron "paralizar la. Circulación, dinamitar los
puentes, dividir la isla en dos, impidiendo con ello el envío de refuerzos
militares hacia Oriente".64 Por lo pronto, Rivero Agüero
(el candidato ganador), en teoría debería sustituir a Batista en 1959.
El
intendente conservador
Tanto el
Movimiento 26 de julio como las citadas guerrillas no casuistas, iban avanzando
posiciones y empezaron a tomar los pueblos. En una de las ocupaciones, Guevara se autonombró intendente ad
hoc del poblado de Sane ti Spiritus. Fue entonces
cuando presurosamente intentó imponer códigos morales que reglaban, incluso, la
vida sexual de los habitantes. Añade Castañeda que el Che "Una vez
tomado el pueblo de Sancti Spiritus, por ejemplo, trata de impedir el
consumo de bebidas alcohólicas y cancela la lotería"65 Sin embargo, la
enérgica resistencia de los habitantes hizo recular al Che\ el argentino
cayó en la cuenta de que hasta que no tomara el poder de manera absoluta, debería
seguir fabricando (en la medida en que su cruel naturaleza se lo permitía)
una imagen simpática y tolerante para con los pobladores. En efecto "El
pueblo se rebela, y el Che desiste en un intento de poner en práctica sus propios modales... el
puritanismo sexual no va a despertar mayor eco... Pronto el Che recapacita y autoriza las relaciones que cada
quien considere conveniente "66, pero sacerdotalmente elaborará un sermón exhortando "evitar
toda clase de desmanes que puedan ir minando la moral,.. pero debe permitirse, con
el siempre requisito de la ley de la guerrilla, que las personas sin compromisos,
que se querían mutuamente, contraigan nupcias en la sierra y hagan vida
maritaF.tf Discurso
un tanto "reaccionario" para la progresía contemporánea siempre dispuesta
a levantar el estandarte del "amor libre" de manera conjunta con la
banderita del Che.
El '"imperialismo" derroca a Batista
Si bien se habían producido
algunos combates de cierta importancia, la realidad es que las tropas de
Batista solían rendirse antes de pelear. Recuerda Huber Matos que el día
2 de noviembre de 1958 "tenemos cercado el cuartel del central Algodonal...
y mediante conversaciones, logramos un acuerdo: los once entregaron el
cuartel y las armas, con derecho a marcharse a Santiago o incorporarse a nuestra
tropa el que así lo deseara. Su jefe -un sargento insistió en que no estaba
pactando una derrota porque ellos entendían que la Revolución podía ser
beneficiosa para Cuba, y nos pidió que militares y rebeldes cantáramos el Himno
Nacional. Así lo hicimos" & Esas semanas, con total
desparpajo y sin
el menor "cuidado de las formas", de los aeródromos y puertos
de los Estados Unidos,
más precisamente de la ciudad de Florida "saltan numerosos aviones y barcos cargados de
armas para los rebeldes de Castro, mientras los agentes federales se
hacían la vista gorda ante el tráfico clandestino".69
El pronóstico para Batista era por demás favorable, máxime
teniendo en cuenta
que proseguía inalterable la negativa de "sus soldados" a pelear. Señala Castañeda
que "Las victorias militares comienzan a precipitarse. El 21 de
diciembre cae la localidad de Cabaiguán -donde toma noventa presos y recupera
siete ametralladoras y 85 fusiles-. Un par de días después, capitula la ciudad
de Placetas, de nuevo con prisioneros y armas entregadas. Se acentúa la
renuencia de la tropa batístiana a seguir peleando. Los soldados se rinden aun
en condiciones de superioridad militar"'70
Finalizando el mes con algunas escaramuzas que
hirieron a varios hombres del Ejército Rebelde, relata Matos que "Cuando
visito a los heridos en nuestro hospital de campaña, recientemente instalado
en Dos Bocas, un oficial me informa: -Comandante, algo raro está pasando
en las posiciones fortificadas del cuartel de El Cristo. Hay un
movimiento extraño al anochecer.
No espero más y salgo en esa dirección...
¿Qué encuentro? Una verdadera desbandada... Los soldados están abandonando sus
posiciones, incluyendo el cuartel. Huyen escondiéndose en cañaverales y malezas" Ji Como si estos relatos fueran insuficientes, remata Matos comentando que muchos
de los prisioneros tomados al
ejército "están en actitud de cooperación y trabajan como auxiliares de nuestra tropa",72
Batista tenía que pelear
contra Estados Unidos (que no sólo le había bloqueado todo apoyo
armamentístico sino que financiaba a los rebeldes), contra las sublevaciones de
sus propios hombres, contra el entreguismo de sus soldados no
sublevados y contra el apoyo recibido por los rebeldes de países tales como México,
Costa Rica o Venezuela. Sus posibilidades de triunfo eran nulas. Sobre el apoyo
venezolano, agrega Matos: "E/ 9 de diciembre, después de varias horas en
jeep me encuentro a nuestro jefe... Fidel está eufórico... Me muestra, por otra
parte, las armas que acaba de recibir de Venezuela. Un buen cargamento traído
en avión por Díaz Lanz, el mismo piloto que nos trajo desde Costa Rica. Al
parecer, el presidente venezolano Wolfgang Larrazábal, con el respaldo del ex
mandatario Rómulo Betancourt, es el que ha proporcionado los pertrechos. Fidel
me hace un buen regalo de ese armamento: un fusil ametralladora
brasileño" 73 Pero el notable apoyo armamentístico proveniente del
extranjero, al parecer
estaba demás, ya que no había mucha necesidad de usar armas ante un enemigo que
se mostraba renuente a todo combate, tal como lo sigue relatando Matos: "En
la noche del 14 de diciembre el ejército, derrotado y en retirada,
acampó junto a un cuartel ubicado en Melgarejo, a la entrada de El Cobre, donde
se encuentra el santuario de la Virgen de la Caridad, patrono de Cuba. Oficiales
de la Columna 10, persuadieron a los soldados a entregar sus armas y
retirarse a Santiago. Así lo hicieron... el enemigo está atrincherado, sin el menor
indicio de planes ofensivos" 74
Los pocos
soldados de Batista que presumiblemente presentaban batalla, ni siquiera
revisaban el desvencijado armamento, que contaba con bombas que no explotaban.
Otros soldados batistianos, además aprovechaban la ocasión para vender
su armamento al ejército rebelde a cambio de unas monedas (nótese la crudeza de
"los represores"). Así lo confiesa Matos: "Utilizamos
el material
explosivo de las bombas que lanzan los aviones y no estallan para fabricar nuestras
minas. Es increíble que muchas bombas no hagan explosión y que esto se
repita sin que la fuerza aérea de Batista tome medidas... Se dan situaciones
curiosas: hay marinos que roban pertrechos, como las codiciadas balas de la
calibre 50, y los venden por poco dinero. Ese mercado negro también existe en
el ejército y lo aprovechamos negociando con algunos cabos y sargentos"'75
El 22 de diciembre, en el
territorio comandado por Huber Matos quedaba aún
por atacar el cuartel de La Microonda. Las tropas rebeldes se acercan al lugar y se produce una serie de
tiroteos. Tras varias escaramuzas, desde el
cuartel, recuerda Matos: "Gritan
reclamándonos
una tregua para volver a conversar... Cuando los nuestros dejan de
disparar, vemos que los soldados se tiran por la ladera,
abandonando las trincheras en racimos humanos. Es una fuga
espectacular. Buscan irse por el lado de Santiago de Cuba. Lo de la tregua era una
treta para iniciar la huida. Otra desbandada, como la de El Cristo, al caer
la noche"^
Una semana antes
de estas sistemáticas
fugas batistianas, el 14 de diciembre de 1958 "la Secretaría de Estado
intervino oficialmente para eliminar a Batista y colocar a Castro. Cursó
instrucciones al embajador Smith de que comunicara al presidente que ya no
contaba con el apoyo de los Estados Unidos y que debía abandonar
Cuba"77 Días
después, el embajador americano Smith mantiene una reunión con Batista en la
que deliberadamente le manifiesta su apoyo al castro-guevarismo y lo
"invita" a renunciar. Los alcances del encuentro fueron
relatados por el propio Smith: "Batista aún rezumaba un aire de
pujanza mientras permanecía sentado en un extremo de su despacho sin dar la
menor muestra de emoción... Preguntó si podía trasladarse con su familia a
su casa de Daytona Beach, y se le dijo que primero debía pasar algún
tiempo en España o cualquier otro país extranjero. Preguntó de cuánto tiempo
disponía y se le respondió que no debía retrasar su marcha innecesariamente"
,78
La determinación americana generó euforia
entre los rebeldes. Fidel ordenó
de inmediato una reunión con Matos, y en la misma mintió en los siguientes
términos "—Escúcheme bien... La dictadura está derrotada. Ninguno de
los comandantes que tenemos mando de tropas debe formar parte del futuro
gobierno. Nosotros seremos la reserva de la Revolución, un grupo con autoridad moral para
controlar las cosas... Ni tú, Huber, ni yo, ni
Raúl, ni el Che, ni Camilo; ni ninguno de los comandantes con
mando de tropa ocuparemos
cargos en el aparato administrativo. Urrutia, que ha venido de Venezuela a pedido mío, se hará cargo de la presidencia. Nombrará
sus ministros, los que ayudaremos a escoger. Las posiciones principales
quedarán en manos de gente de mucha confianza. Al Ejército Rebelde le corresponde la misión de vigilarlo todo
para que el programa de la Revolución
se cumpla cabalmente"^.
La entrega de Cuba al comunismo
promovida por las administraciones americanas
en manos de Dwight David Eisenhower (1953-1%1) primero y John F. Kenedy
(1961-63) después no es una mera teoría, sino una realidad
concreta y confesada de manera taxativa por quien fuera el Embajador en Cuba encargado de comunicar a
Batista su expulsión. Incluso, una vez pasada
la revolución, Earl E. T. Smith expuso ante el Subcomité del Senado sobre Segundad Interior revelando datos
extraordinarios que ratifican por completo el papel determinante de los Estados
Unidos para la llegada de Castro al poder. Entre lo expuesto,
Smith confirmó que: "El
régimen del presidente Eisenhower se empeñó
en que Castro Ruz llegara al poder... Es difícil de entender esta
política desde un punto de vista norteamericano... He demostrado que varias veces, cuando la ocasión era propicia y había oportunidades
de encontrar una solución sin Batista ni Castro, nuestro Departamento de Estado se negó a dar su apoyo...
Concediendo que Batista ya no fuera
útil, la alternativa, desde luego, no tenía que haber sido Castro,
nuestro enemigo. Y es necesario advertir que Castro no se habría encontrado en la situación de alcanzar el poder y
no hubiera podido crear el medio
para tomarlo sin la buena voluntad del Cuarto Piso (en donde funcionaban
las oficinas de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado
americano)... era imposible que el subsecretario de Estado Roy Rubottom, su
compañero William Wieland y el Cuarto Piso no estuvieran enterados de las aficiones comunistas de Fidel
Castro. No existe la posibilidad de que la CÍA no lo supiera..'' y
Smith agrega que "Desde Florida salían
soldados, municiones y armas y corriente incesante, y se entregaban a los revolucionarios que se hallaban en las
montañas de la Sierra Maestra.,
".80
Para más datos, el antecesor de Earl
Smith en la Embajada americana en Cuba, Robert C. Hill (quien culminó su mandato diplomático en julio de
1957), al
traspasar su cargo a Smith le vaticinó su pesar espetando "Earl lamento que vayas a Cuba... Te envían a
Cuba para presidir la caía de Batista. Se
ha tomado la decisión de que Batista tiene que desaparecer. Necesitas andar
con mucho cuidado" (declaración del embajador Robert C. Hill en el
Senado, 12 de junio de 1961)81
Si la CÍA tenía
conocimiento sobre la filiación comunista de Castro y no reparó ni se
alarmó por el "detalle" no lo podemos suscribir. Tampoco podemos saber si por
inoperancia o impericia investigativa, la CÍA fue efectivamente engañada por
Castro y sus insistentes declaraciones "macartistas" tal como
sostienen muchos otros. Empero, lo que sí es una verdad de a puño, es que el
derrocamiento a Batista lo hizo Estados Unidos y no un puñado de campesinos
analfabetos.
Va de suyo que no es esto lo que se enseña en los
colegios cubanos desde 1959 a la fecha. Caso contrario, deberían cambiar la
efigie de los idolatrados iconos de la revolución cubana (Cienfuegos, Guevara,
Castro y algunos otros barbudos más) por la de los presidentes norteamericanos
Eisenhower y Kenenedy respectivamente.
El paseo final
Mientras los americanos
expulsaban deliberadamente al mandatario cubano, una de
las "gestas" guerrilleras más espectaculares que la leyenda castrista vendió sobre la revolución, fue la toma
de Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país en importancia
estructural y la primera en importancia militar. Lejos de la cacareada
"batalla heroica", la toma de Santiago de Cuba no distó mucho de asemejarse a un alegre paseo turístico. La
policía y las Fuerzas Armadas batistianas no sólo no pelearon, sino que acordaron con los rebeldes en sublevarse contra Batista.
Así lo reconoce Matos, quien era el
encargado de tomar la ciudad: "El comandante Bonifacio Haza, jefe de la
policía de la ciudad, me ha enviado un mensaje... garantizado que sus fuerzas se pondrán a nuestras órdenes con
todos los carros patrulleros tan
pronto yo le indique... La base naval de la marina en Punta Blanca tiene
gran capacidad defensiva, pero no nos preocupa. Tenemos informes de que la marina se unirá a nosotros cuando las acciones
alcancen intensidad. .. En la bahía operan dos fragatas, la Antonio
Maceo y a Máximo Gómez- La mayoría de la
oficialidad de esta última simpatiza con nosotros. Entre ellos hay una conspiración bien extendida.
Uno de estos oficiales, el capitán Trujillo,
se ha incorporado a la Columna 9. También tenemos varios de sus marinos. Estoy impulsando la
sublevación, contando con la inteligente
intervención de dirigentes del 26 de julio en Santiago. Ellos están al tanto de las garantías que
Fidel les ha dado. Los oficiales de la Máximo
Gómez pueden comenzar a trabajar en la deserción de los oficiales de la Antonio Maceo.
Hemos estado acumulando grandes
cantidades de gasolina que nos entrega la refinería Texaco durante la noche" 82 Nótese que hasta
las petroleras multinacionales
apoyaron el proyecto capitalista y republicano que supuestamente ofrecía el
castro-guevarismo.
Ni siquiera e! paseo por Santiago de Cuba
podría
ser obstaculizado por la infantería de marina de Cuba (probablemente el
sector militar más profesional con el que contaba Batista), puesto que tal
como lo confiesa Matos "sus integrantes siempre han tratado de
demostrar que la hostilidad hacia las fuerzas revolucionarias
esforzadas por las circunstancias, y que existe una corriente de
coincidencia entre ellos y los barbudos"83
Toda la coyuntura
para la "toma" de la ciudad portadora del Distrito Militar más importante de Cuba, se presentaba de
manera más semejante a una distendida caminata que a una batalla decisiva.
El desfile sería encabezado por el comandante Huber Matos. Sin embargo, la
peregrinación se dilató unos días. Ocurrió que las cosas fueron más fáciles
aun. Cuenta el propio Matos que "El 28 de diciembre... habrá una reunión muy
seria y secreta entre Fidel y el general Eulogio Cantillo, jefe de
operaciones del ejército (de Batista)... Con la más absoluta reserva él y
Fidel han intercambiado recados, notas y cortesías... La reunión
se celebra en el Central Oriente. Los pocos que lo saben viven momentos de
tensión. El resultado es un pacto para poner fin a la guerra el primero de
enero, con un reconocimiento del triunfo de la Revolución y una
alianza entre los militares y los rebeldes.
Tres horas después de concertado
el acuerdo, llega Raúl Castro a la comandancia de la Columna 9.
Viene contento, con un mensaje verbal de Fidel: -Huber, vengo a
buscarte -me dice entusiasmado-. Se ha logrado hoy un acuerdo con
Cantillo por el cual el primero de enero de 1959 termina definitivamente la
guerra. En la ejecución del plan tienes una importante participación. Fidel
necesita conversar contigo, te espera cerca de Palma Soríano...
Fidel, Raúl y yo conversamos en privado.
-Huber, como tú ya sabes, hemos
llegado a un arreglo con Cantillo... El primero de enero, a las tres de la
tarde, tú estarás en el Cuartel Moneada representándome a mí y al Ejército
Rebelde. Irás con trescientos hombres escogidos de tu columna...
Allí se hará un pronunciamiento conjunto del Ejército Rebelde y del Ejército
Nacional, poniendo fin a la dictadura y a la guerra y proclamando el triunfo de
la Revolución, la unificación del ejército y la instauración de un gobierno
civil... Desde Santiago se le dirá a la nación que el Ejército Rebelde y el
Ejercito Nacional se han convertido en una sola fuerza. Además, daremos lectura a
los puntos principales sobre los que se basa el acuerdo"84 Finalmente Cantilo
dilató el evento cinco días más. ¿Por qué razón?, pues para dar tiempo
suficiente a que Batista preparase los detalles de la retirada prevista para el 1 de
enero que Estados Unidos le había ordenado.
En cuanto al citado comandante Bonifacio Haza
Grasso (jefe de la Policía de Santiago de Cuba que ofreció sus hombres al
servicio de los rebeldes), fue fusilado tras la revolución en 1959 cuando se
advirtió que no adhería a las ideas comunistas 85
Y a todo esto... ¿qué era de la vida del Che Guevara? Según la
leyenda castrista el Che encabezó
"el golpe final" que fue "la batalla" de Santa Clara entre el 29 y 31 de diciembre de 1958.
Pero la realidad
es que los guerrilleros del Segundo Frente Nacional del Escambray (sector
rebelde pero no castrista que venía dando batalla en las Sierras del Escambray)
ya habían conversado con los soldados de Batista y estos manifestaron (al igual
que en las mayorías de unidades y cuarteles militares) la total voluntad de no
pelear en Santa Clara.
Los soldados de
Batista avisaron previamente a los rebeldes que llegarían en tren y
entregarían sus armas en el acto. Los laureles se los llevaría el Segundo Frente Nacional del Escambray y no las tropas
de Guevara que tenían
la misma zona
de operaciones. Por añadidura, aquellos quedarían con mejor imagen y posicionamiento
político para gestionar o influir hacia una transición en consonancia con la
constitución de 1940. Pero esto opacaba de cabo a rabo los planes totalitarios
castro-guevaristas de alzarse con el poder e imponer el comunismo.
Ante esto, Guevara fue más allá y les
ofreció a los ya rendidos militares de Batista, dinero. Tras el pacto de
rendición y soborno, el Che, no pudiendo con su genio criminal y a
sabiendas de que los soldados no iban a tirar una sola bala ni estaban
siquiera en posición de combate, ordenó a los suyos tirarles a mansalva
aprovechando que estaban totalmente desprevenidos. Recuerda Lázaro Asencio
(quien fuera comandante del Ejército Rebelde) que "el tren blindado fue una
acción de traición del Che Guevara... el famoso tren blindado estaba
dispuesto a entregarse al Segundo Frente Nacional de Escambray, las
condiciones eran muy sencillas, los soldados del tren blindado iban a entrar
por la zona del acueducto de Santa Clara y allí nos iban a entregar las
armas, con el compromiso de que ellos se quedaban ahí sin pelear. .. pero
por filtraciones que sucedieron, el Che se entera de esa
posibilidad
y entonces ¿qué es lo que hacen ellos?, atacan al tren blindado, antes que se entregara a
nosotros"66
Aunque los
filmes comerciales pretendan hacer pasar la "Batalla de Santa Clara" como una epopeya del Che, fue un
episodio vergonzoso. Primeramente, el
Segundo Frente del Escambray había pactado con los batístianos la
rendición; no habría derramamiento de sangre ni tampoco dinero en juego.
Guevara efectúa el innecesario soborno y acto seguido, a traición, asesina a diestra y
siniestra a los rendidos soldados de Batista que conforme lo pactado, no
estaban siquiera en posición de combate, pues estaban preparados para la acordada
entrega de armas y la consiguiente rendición. Relata Castañeda que el Che
"comprende que el quid de la batalla radica en inmovilizar el tren
blindado... El secreto se anida en la negativa del ejército a pelear... El
episodio del tren blindado va a resultar decisivo, ya que con el armamento
recuperado del ferrocarril, la columna del Che va a entrar en La Habana días
después con un poder de fuego muy superior al de cualquier otro grupo
opositor... Gutiérrez Menoyo insiste en una interpretación alternativa de los
hechos... El tren se encontraba bajo el mando de un teniente Rossel. Menoyo
recuerda cómo la primera persona con quien los militares se entrevistaron
para explorar la posibilidad de rendirse fue justamente con él. Menoyo ofreció
garantías para la tropa y un ascenso para el teniente Rossel; los batistianos
resolvieron entregarlo el tren al dirigente del Segundo Frente del Escambray.
Después, según recuerda Menoyo, 'el hermano del Teniente Rossel habló con el Che Guevara,
yo no sé qué le ofreció Guevara que yo no
le ofrecí, pero el hecho es que el
tren se lo entregaron a ellos. Siempre lo conmemoran como el heroico asalto
al tren blindado, pero ése fue un tren entregado... en dos o tres
oportunidades lo comenté con Guevara y le dije; Guevara, ¿qué tú
le ofreciste que yo no le ofrecí?''. El se echaba a reír y nunca me lo
confesó.".87 Más adelante en el tiempo, Fulgencio Batista
confesó
que el tren efectivamente fue entregado por el coronel Rosell quien "'desertó,
después de haber recibido 350 mil dólares, o un millón de dólares del Che Guevara".
La captura del tren fue, según Batista, una venta... Ramón Barquín, el único
alto oficial de Batista encarcelado por conspirar contra el dictador, afirma
que en efecto se produjo un entendimiento previo entre el Che y los
militares para entregar ese tren"88
Como si esta
felonía
fuera insuficiente, Jaime Costa (asaltante del Cuartel Moneada,
expedicionario del yate Gratuita y comandante del Ejército Rebelde),
recuerda que "el primero que entra en Santa Clara ciudad, es el Che, y Félix
Torres, un comunista de las villas, le dice 'Che, tienen a los chivatos
de Batista y el Che, sin más ni menos los va matando sin interrogar, en eso el segundo
que entra en Santa Clara es Camilo y entonces él tiene una expresión: 'pero
cono, aquí se han bañado en vez de con agua con sangre, porque donde
quiera hay un muerto tirado en la esquina, han acabado con este pueblo!".89
El Che cometió una traición
doble: a sus camaradas del Ejército Rebelde (del Segundo Frente Nacional
del Escambray) y a los soldados batistianos que ya habían pactado la entrega.
Conclusión: en un pacto donde no habría derramamiento de sangre alguno,
la "gesta" de Guevara tuvo un saldo mínimo de seis bajas por
parte de sus guerrilleros y ¡más de 300 muertos! fusilados pertenecientes al
ejército de Batista ya entregado, sobornado, desprevenido y rendido90
y de cuya gigantesca masacre Guevara participa entusiastamente fusilando a 23 soldados.91 Resume
Sebreli el accionar del Comandante Guevara
anotando que "El único triunfo del Che fue la batalla de Santa Clara, que se redujo al asalto a un tren
blindado, donde ¡os soldados de Batista
se entregaron sin luchar" 92
Además de la
"hazaña" del tren de Santa Clara, en dicha ciudad había un cuartel
bastistiano con 1300 hombres. Tal como fue habitual a lo largo de todas las
escaramuzas en Cuba, el cuartel se entregó sin mayores problemas y sólo manifestó
una pálida resistencia fugaz la estación de policías de la ciudad, la cual se
rindió momentos después. Mientras Guevara fusilaba a traición a los soldados sobornados en Santa
Clara, sin el disparo de una sola bala Huber
Matos paseaba turísticamente con sus hombres por Santiago de Cuba.
Mientras se producía el avance a La Habana, los militares del ya
exiliado Batista formaron una Junta Militar
declarando que pondrán sus tropas
Los oficiales del ejército que
parodiaban pelear a favor del exiliado Batista, llenos de júbilo se
reúnen con Fidel y este los llama "a una franca unión de los militares,
con o sin mando, para integrar con los rebeldes un solo ejército al
servicio del país y no de intereses mezquinos... Todavía más eufórico,
alentado por las expresiones de asentimiento de sus interlocutores, exclama:
'.. Ustedes estarán a nuestro lado, codo con codo, industrializando el país y
terminando con el monocultivo'... Agrega algunas promesas sobre el futuro y
finaliza su alocución dando vivas a la Revolución, a la libertad de Cuba y ala
esperanza común de crear entre todos una patria libre, democrática y plena de
derechos... Un acuerdo informal surge de la reunión: Regó asume la nueva
jefatura del Estado Mayor de las fuerzas armadas, reconociendo a Fidel
como comandante en jefe".94
Así fue la "epopeya"
de la toma de Santiago de Cuba al igual que la "proeza" de Santa Clara.
Antesalas indispensables para ia entrada triunfal en La Habana.
Notas
1- Pacho O'Donnell. Che, la vida por un mundo
mejor, Sudamericana,-
2-ed., 2005, pág. 109. i~
Guissani, Pablo. Montoneros, La soberbia armada, Sudamericana, 2003,
pág. 113.
3 Matos, Huber. Cómo llegó la noche. (Fábula),
Tusquets Editores, 5* ed., 2004, pág. 77.
4- Matos, Huber. Ct'im» llegó la
noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5" ed., 2004, pág.
80.
5 Ver al respecto Matos, Huber. Coma
llegó la noche, (Fábula),
Tusquets Editores. 5* ed.,
2004, pág. 73.
2004, pág. 73.
6 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores,
5" ed., 2004, pág. 75.
7 Gambini, Hugo. El Che Guevara.
La biografía. Planeta, 19" ed.,
2007, pág. 121.
8- Gambini, Hugo. El Che Guevara, La biografió.
Planeta, 19a ed., 2007, pág. 121.
9 Daga en el corazón.
Cuba traicionada. Mario Lazo. 1972, Minerva Books. Ltd. Pág. 131.
10 Gambini, Hugo. El Che
Guevara, La biografía, Planeta,
19" ed., 2007, pág. 133.
11-Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo,
filan & Janes
Editores, 1997, pág. 229.
Editores, 1997, pág. 229.
12« Matos, Huber. Cómo llegó la noche, Fábula,
5" ed., 2004, pág. 58.
u Matos,
Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula),
Tusquets Editores, 5a ed., 2004, pá13. 72.
14 Lucila Velásquez,
El Nacional, Caracas, octubre 1967, citado en Castañeda, Jorge G. La vida
en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa,
1997, pág. 114.
15 Ver Lazo,
Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada. Minerva
Books Ltd., 1972, pá15s.
138,140.
16 Ernesto Guevara de la
Serna a Celia de la Cerna de Guevara, octubre de 1956, citado
en Castañeda,
17- Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa,
1997, pág. 114.
18 Kalfon, Pierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág.
220.
19 Pacho O'Donnell. Che. la vida por un mundo mejor.
Sudamericana, 2a ed.. 2005, pág. 115.
20 Ernesto Che Guevara, Obras
1957-1967, pág. 340. citado en Kalfon, Pierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 220.
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 220.
21 Pacho O'Donnell. Che, ¡a
vida por un mundo mejor, Sudamericana. 2" ed., 2005,
pág.
120.
120.
22 Citado en Ernesto Guevara de la Sema, Aristócrata,
aventurero y comunista. Díaz
Araujo, Enrique, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, pág. 230.
Araujo, Enrique, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, pág. 230.
23 Ernesto Che Guevara, Obras
1957-1967, pág. 261, citado en Kalfon, Pieire. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Jane» Editores, 1997, pág. 212.
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Jane» Editores, 1997, pág. 212.
24 Pacho O'Donnell. Che, la vida por un mundo
mejor, Sudamericana, 2* ed., 2005, pág. 123.
25 Pacho O'Donnell. Che, la vida
por un mundo mejor. Sudamericana, 2* ed., 2005, pág.
120/121.
120/121.
26 Kalfon, Pierre. Che. Ernesto Guevara, una
leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 221.
Editores, 1997, pág. 221.
27 Ernesto Che Guevara, pasajes... citado en
Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una bio
grafía del Che Guevara, Espasa, 1997,139.
grafía del Che Guevara, Espasa, 1997,139.
28 Castañeda, Jorge G. La vida en
rojo, una biografió del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 129.
29&Castañeda,íotgeí}.La\
30 Carta
fechada el 18 de diciembre de 1957, citada por Carlos Franqui, fragmento reproducido en Castañeda,
Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 145.
31 Kalfon, Pierre. Che, Ernesto Guevara, una
leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 189.
Editores, 1997, pág. 189.
32 Kalfon, Pierre. Che, Ernesto
Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 246.
Editores, 1997, pág. 246.
33 Castañeda, Jorge
G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, págs.
152/153.
152/153.
34 Castañeda, Jorge G. La vida en
rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 160.
35 Así lo reconoció el comandante del Ejército Rebelde Huber Matos en el programa "Sin Fronteras", transmitido en el canal Política y Desarrollo PyE -Buenos Aires, Argentina- conducido por el pensador Armando Ribas acompañado por los periodistas José Benegas y Marina Calabró. La nota completa puede verse en Internet en http://www.youtabe.corn/ watch?v= dmFXYCGSCkM^urls*típ://wwWjfacebook.conVhome,php?ref=logo
35 Así lo reconoció el comandante del Ejército Rebelde Huber Matos en el programa "Sin Fronteras", transmitido en el canal Política y Desarrollo PyE -Buenos Aires, Argentina- conducido por el pensador Armando Ribas acompañado por los periodistas José Benegas y Marina Calabró. La nota completa puede verse en Internet en http://www.youtabe.corn/ watch?v= dmFXYCGSCkM^urls*típ://wwWjfacebook.conVhome,php?ref=logo
36 Lazo,
Mario. Daga en el corazón. Cuba traicionada, Minerva
Books, Ltd., 1972, pág. 239.
37 y
Lazo, Mario. Daga en el
corazón, Cuba traicionada, Minerva
Books, Ltd., 1972, pág. 239.
38
O'Donnell. Pacho. Che, la vida por un mundo mejor. Sudamericana, 2*ed.,
2005, pág. 131.
39 Duboís,
Jutes. Fidel Castro, Indianápolis, Bobbs-Cerril, 1959, págs. 261,265.
Citado en Díaz Araujo, Enrique, La Rebelión de la Nada, o
ideólogos de la subversión cultural, Cruz y Fierro Editores, 1983, págs.
336/337.
40 Citado en
Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula),
5a ed., 2004, pág. 128.
41 Matos,
Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula),
Tusquets Editores, 5" ed., 2004, pág. 195.
42 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores,
5" ed., 2004, pág. 134.
43 Castañeda, Jorge
G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, págs.
146/147.
146/147.
44 Kalfon, Pierre. Che, Ernesto
Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 211.
Editores, 1997, pág. 211.
45
The
New York Tunes, 24
de febrero de 1957, primero de los tres artículos de
Matthews,
citado en Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionad. Minerva Books, Ltd., 1972,
pág. 121.
citado en Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionad. Minerva Books, Ltd., 1972,
pág. 121.
46 Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una
leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 234.
Editores, 1997, pág. 234.
47 Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una
leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores,1997, pág. 240.
Editores,1997, pág. 240.
48 Kalfon, Fierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, págs. 240/241.
49 O'Donnell. Pacho, Che, la vida por un mundo
mejor, Sudamericana, 2" cd., 2005, pág. 132.
50 Caimán Productions, Instituto de la
memoria histórica cubana contra el totalitarismo.
Guevara: Anatomía de un mito.
Guevara: Anatomía de un mito.
51 Gambini, Hugo. El Che
Guevara, La biografía, Planeta,
19° ed., 2007, pág. 144.
52 Sebreli, Juan José. Comediantes
y mártires, Debate, 2008, pág. 151.
53
Ver Guissani, Pablo. Montoneros,
La soberbia armada, Sudamericana, 2003, pág. 116.
54 Sebreli. Joan José. Comediantes
y mártires. Debate, 2008, pág. 159.
55
Lazo,
Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada. Minerva
Books, 1972, pág. 133.
56 Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 133.
56 Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 133.
57
Carlos
Franqui. Vida, aventuras y desastres de un hombre llamado Castro, Barcelona,
Planeta, 1988. pág. 126, citado en Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nues
tro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 268.
Planeta, 1988. pág. 126, citado en Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nues
tro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 268.
58 Gambini, Hugo. El Che Guevara. La biografía,
Planeta, 19" ed., 2007, págs. 158/159.
59 Documento de la CÍA
del 13 de febrero de 1958, citado por García Lupo, Rogelio en
Últimas noticias de Fidel Castro y el Che, Vergara, Buenos Aires, 2007. Sebreli, Juan José.
Comediantes y mártires. Debate, 2008, pág. 128.
Últimas noticias de Fidel Castro y el Che, Vergara, Buenos Aires, 2007. Sebreli, Juan José.
Comediantes y mártires. Debate, 2008, pág. 128.
60 Castañeda,
Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997,
pág. 165.
61 Ernesto Che Guevara, Pasajes... pág. 260, citado en Castañeda, Jorge G. La vida en
61 Ernesto Che Guevara, Pasajes... pág. 260, citado en Castañeda, Jorge G. La vida en
rojo
¡una biografía del Che Guevara, Espasa,
1997, pág. 169.
62 Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una
leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 243.
Editores, 1997, pág. 243.
63 Lazo, Mario. Daga en el corazón,
Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, págs. 159,
160,161, 162.
160,161, 162.
64 Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una
leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 250.
Editores, 1997, pág. 250.
65 Castañeda, Jorge
G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Esposa, 1997, págs.
169/170.
169/170.
66 Castañeda, Jorge G. La vida en
rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág.
169/170.
169/170.
67 Guevara, Ernesto. Laguerra de guerrillas, 1960, Escritos y discursos. Tomo
l.pág. 133,
68 citado en Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997,
págs. 169/170.
68 citado en Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997,
págs. 169/170.
69
Matos, Huber. Cómo llegó ¡a noche (Fábula), Tasquéis Editores, 5a
ed., 2004, pág. 242. 6* Lazo, Mario. Daga en el
corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 165.
70 Castañeda, Jorge
G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág,
171.
71 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5a
ed., 2004, pág. 248.
72 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5*
ed., 2004, pág. 250.
73 Matos, Huber. Cerno llegó
la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5a ed.,
2004, pág. 255.
74Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5" ed., 2004, pág. 259.
75 Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5" ed., 2004, pág. 260.
74Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5" ed., 2004, pág. 259.
75 Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5" ed., 2004, pág. 260.
76 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores,
5" ed., 2004, pág. 265.
77 Smith, Barí
E.. The Fourth Floor Nueva Cork, Random House,, 1962 págs. 169-171,
citado en Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 169.
citado en Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 169.
78 Lazo, Mario. Daga en el
corazón, Cuba traicionada, Minerva
Books, 1972, pág. 170.
79 Matos, Huber. Cómo llegó la noche. Fábula, 5a ed., 2004, pág. 267.
79 Matos, Huber. Cómo llegó la noche. Fábula, 5a ed., 2004, pág. 267.
80 Smith, Eari E. T., Cómo Eisenhower entregó
Cuba a Castro Ruz. The Fourth Floor -el Cuarto Piso-,
Maracaibo, Venezuela. Bolívar Siete, 2002. págs. 7,224,229,225,68,91, citado
Díaz Araujo, Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventurero y
comunista, Ediciones del Verbo Encarnado. San Rafael, Mendoza,
2008, págs. 376,377,378.
81 Smith, Earl E. T., Cómo
Eisenhower entregó Cuba a Castro Raz. The Fourth Floor -el Cuarto Piso-.
Maracaibo, Venezuela. Bolívar Siete, 2002, pág. 123, citado en Díaz Araujo,
Enrique, Ernesto Guevara de la Serna, Aristócrata, aventurero y comunista, Ediciones
del Verbo Encarnado. San Rafael, Mendoza, 2008, pág. 378.
82 Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula),
Tusquets Editores, 5* ed., 2004, págs. 269,270.
83 Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula),
Tusquets Editores, 5' ed., 2004, pág. 273.
84 Matos, Huber. Cómo llegó la noche, (Fábula),
Tusquets Editores, 5' ed., págs. 271,272.
85 Ver al respecto Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, (Fábula), Tusquets Editores, 5*
ed., 2004, pág. 269.
86 Lázaro
Asencio, abogado y periodista. Comandante del Ejército Rebelde. Miembro del
Segundo Frente Nacional de Escambray. Caimán Productions, Instituto de la
memoria histórica cubana contra el totalitarismo. Guevara:
Anatomía de un mito.
87Castañeda, Jorge
G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, págs. 172/173.
88 Castañeda,
Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997,
pág. 173.
89 Jaime Costa, Asaltante del
Cuartel Mocada, expedicionario del yate Granma.
90 Comandante del Ejército
Rebelde. Enviado por Castro a reagrupar a los miembros del "26 de
julio" en Centroaménca. Caimán Productions, Instituto de la memoria
histórica cubana contra el totalitarismo. Guevara: Anatomía de un mito.
91 Ver cifras
en Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del
Che Guevara. Espasa. 1997, pág. 175.
92 Cifra
citada en Sebreli, Juan José. Comediantes y mártires, Debate,
2008, pág. 132.
92 Sebreli, Juan José. Comediantes
y mártires, Debate, 2008, pág. 151.
93 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche, Editorial Fábula, 5* ed., págs.
280.
94 Matos, Huber. Cómo
llegó la noche. Editorial Fábula, 5* ed., págs.
281.