Publicado el 28 ago. 2018
Esta charla fue dictada en una residencia universitaria, en Buenos Aires.
1:05:10
Poema: Jorge Mar (ps. De Raúl Mendé)
Por él, Señor, por él te imploran
Las manos juntas de mis versos.
Llévamelo por tus caminos
dale, Señor, un ángel bueno.
Que lo conduzca de la mano
por caridad hasta tu cielo.
Que me lo cuide de los hombres,
pero le enseñe a amarte en ellos.
Que me lo guarde de las sombras
de las de afuera y las de adentro.
De las que borran tu palabra
del corazón y el pensamiento.
Que me lo lleve por las cumbres
de las nevadas y los vientos.
Y si le duelen las espinas
y los guijarros del sendero,
que me le muestre tu camino
tu corazón y tu madero.
Yo no te pido para mi hijo
las bienandanzas de la tierra.
Son bienandanzas que terminan
donde comienzan las eternas
Que sea pobre en el espíritu
que es la mayor de las riquezas.
Que sea manso con los hombres
para que a todos los posea.
Que tenga sed de la justicia
que es tener sed del agua eterna.
Que por la gran misericordia
de tu dolor, se compadezca,
de los dolores de los hombres,
de sus maldades y miserias.
Que tenga pura la mirada
para que puedas verte en ella.
Que se derrame por su vida
Tu paz fecunda y verdadera,
y que por eso, con tu nombre
lo reconozcan en la tierra.
Y que padezca por amarte
sin esperar tu recompensa.
Todas las cosas que te pido
son para el hijo que me has dado.
¡En realidad te lo devuelvo,
porque lo quiero,pero santo!