sábado, 8 de septiembre de 2018

Marcel Lefebvre - "Lo destronaron" (audiolibro)

Publicado el 27 mar. 2015
El lefebvrismo fue una de las principales corrientes del tradicionalismo católico que se opuso a las modificaciones que trajo consigo el Concilio Vaticano II. Una de las más notables de éstas transformaciones fue el cambio de actitud en relación a la libertad religiosa y la aceptación de la separación Iglesia-Estado. El arzobispo francés Marcel Lefebvre consideraba que la laicización de los poderes gubernamentales ocasionaría la ruina de los Estados confesionales y pondría en riesgo la salvación eterna de numerosas almas al dejarse la vía libre para la promoción de las falsas religiones y de otras ideas ajenas a la moral católica. Lefebvre también se opuso al liberalismo y a la democracia occidental pues consideraba que negaban el lugar que le correspondía a la soberanía de Cristo Rey y al papel de la única religión verdadera en la sociedad. El pensamiento de Marcel Lefebvre, quien murió en 1991, continúa vigente entre sus seguidores vinculados por lo general a la Fraternidad Sacerdotal San Pio X, entre quienes se encuentran Richard Williamson, Emilio Silva de Castro y Dominique Bourmaud. Entre 1962 y 1965, se celebró el Concilio Vaticano II el cual trajo como consecuencia la transformación de diversos aspectos de la práctica y la mentalidad de los católicos a través de elementos que iban desde cambios en la forma de celebrar la misa (que a partir de entonces se celebró en lengua vernácula y de cara al pueblo) hasta nuevas orientaciones en materia de doctrina social, así como un mayor espacio para el ecumenismo que trajo consigo una actitud innovadora y abierta hacia el dialogo con otras religiones o bien la aceptación de la libertad religiosa y el consecuente rechazo a la coerción en materia de fe para los individuos, aspecto implícito en los Estados confesionales. Con todo esto, se pretendía lograr que la Iglesia católica romana, se situara en una actitud de apertura al diálogo con el mundo moderno. No obstante, estas transformaciones fueron rechazadas por los sectores más conservadores e integristas del catolicismo, quienes consideraban que las orientaciones dadas por el Vaticano II representaban una ruptura con la tradición católica anterior y que en muchos casos podrían considerarse como algo herético. Ante esta situación hubo sectores que pugnaron por mantener las disciplinas preconciliares rebelándose contra la autoridad papal y autodenominándose como tradicionalistas, oponiéndose a lo que ellos consideraban desviaciones doctrinarias en la Iglesia derivadas de la infiltración izquierdista y liberal en las filas de las autoridades clericales y luchando por la conservación de las normas disciplinarias previas al Concilio Vaticano II. El tradicionalismo católico no es un fenómeno monolítico, a grandes rasgos sus manifestaciones pueden dividirse en dos vertientes principales: lefebvristas y sedevacantistas. La presente investigación aportará un análisis general del pensamiento y los matices del primero de los dos sectores mencionados, especialmente en lo relativo a las relaciones Iglesia-Estado, lo cual contribuirá a un mejor conocimiento de la relación entre lo religioso y lo político en los planteamientos de sectores ultraconservadores hasta el momento poco analizados en los medios académicos.