INFLACIÓN Y DINERO BANCARIO
Nuevo, sencillo e ilustrativo escrito del Cda. Sanchez Alonso
"La inequidad extrema, rasgo evidente del mundo contemporáneo,
particularmente de América Latina, está llegando a extremos
intolerables.
La concentración exacerbada de riquezas, fuente innegable de
desigualdad, se alimenta de un mecanismo perverso: la emisión privada
del dinero; hecho que contradice y desmantela la creencia generalizada
de que la emisión del dinero es ejercida por los gobiernos a través de
sus bancos centrales.
La emisión del dinero por parte de los gobiernos permitiría
la prosperidad y no causaría inflación, la deuda federal se podría
pagar, los impuestos a la renta podrían ser eliminados y los programas
sociales podrían ser incrementados y todo esto podría hacerse sin
imponer medidas de austeridad en las personas ni provocando una
inflación galopante.
Las monedas y los billetes representan menos de 3 % de la oferta monetaria.
El restante 97 % solo existe como registros contables, y todo este dinero es creado por los bancos en forma de crédito.
Los impuestos en general fueron creados para que los contribuyentes
paguen los intereses adeudados a los bancos sobre la deuda federal.
Si el dinero fuera creado por el Gobierno (en lugar de pedirlo prestado a
los bancos) la mayoría de los impuestos no serían necesarios
La inflación no es causada por la impresión irresponsable de pesos por parte del gobierno.
La inflación es ocasionada por los bancos que amplían la oferta
monetaria con los créditos, utilizando el mecanismo de reservas
fraccionarias al cual hay que sumar el requerimiento de intereses.
A finales de los años veinte del siglo pasado, Josiah Stamp, quien fuera
gobernador del Banco de Inglaterra y el segundo hombre más rico de Gran
Bretaña en aquellos años, revelaba de manera elocuente el fundamento
del poder económico:
El sistema bancario moderno fabrica dinero de la nada […] Los
banqueros son los dueños de la tierra. Quítensela, dejándoles el poder
de crear dinero y, con el movimiento de una pluma, crearán dinero
suficiente para comprarla de nuevo. […] Remuévanles este gran poder y
todas las grandes fortunas como la mía desaparecerían, y entonces este
sería un mundo mejor y más feliz para vivir. […] Pero, si quieren seguir
siendo los esclavos de los banqueros y pagar el coste de su propia
esclavitud, entonces que los banqueros sigan creando el dinero y
controlando el crédito.
Testimonios acerca de los últimos momentos de Woodrow Wilson, presidente
de los Estados Unidos de 1913 a 1921, señalan que dijo antes de morir:
“Sin saberlo, he arruinado a mi país”.
Él firmó la ley de la Reserva Federal de 1913 e hizo realidad el
proyecto de más de un siglo de los banqueros, que requirió la alianza de
las facciones enemigas de los Morgan y los Rockefeller, para monetizar
la deuda del gobierno, es decir, imprimir su propio dinero y cambiarlo
por títulos públicos o pagarés.
La emisión privada del dinero conduce a una espiral de deuda perpetua."
Marcelo Sanchez Alonso