Córdoba: acampe contra Monsanto y represión
Viernes 29 de Noviembre de 2013 16:31
Manifestantes bloquean desde hace dos meses la entrada a una
planta de semillas de la multinacional en Malvinas Argentinas, Córdoba.
Fueron reprimidos y se contabilizan más de 20 heridos.
Por Nicolás Adet Larcher
La empresa que maneja el 27% del mercado mundial de semillas, lo cual
se resume en el 90% de lo que comemos, es la gran multinacional
Monsanto. Su facturación anual es de 7.297 millones de dólares, y su
incidencia en cada campo del país es igual de masivo. Estudios
científicos -desde Argentina, hasta Estados Unidos y Europa demostraron
que existe un vínculo directo entre la alimentación transgénica
propuesta por Monsanto, el glifosato con el que se rocían las cosechas
-también proporcionado por la empresa con el nombre de “Round Up”- y la
alta proporción de aumento de cáncer en la población, niños con veneno
en sangre, deformaciones congénitas.
El anuncio de la construcción de una planta de semillas de Monsanto
en la localidad de Malvinas Argentinas de la provincia de Córdoba,
generó el repudio inmediato de gran parte de la población. La planta en
cuestión se anunció como la más grande del mundo y tenía previsto
avanzar en semillas transgénicas y elaboración de biocombustibles. La
localidad elegida se encuentra a tan solo 10 km de Ituzaingó, lugar que
vio nacer a las Madres de Ituzaingó. Ellas encabezaron el primer juicio
penal que determinó que fumigar con agrotóxicos cerca de poblaciones
rurales constituye un delito.
El 18 de septiembre el acampe comenzó con Sofía Gatica de madres de
Ituzaingó a la cabeza, y se realizó un día antes del festival “primavera
sin Monsanto”. Durante los dos meses que transcurrieron recibieron
amenazas, presiones, represión y silenciamiento de parte de los medios
masivos de comunicación que reciben publicidad de Monsanto, como la gran
cantidad de medios del grupo Clarín. A la semana de haber comenzado el
bloqueo a la planta, una patota de la UOCRA se hizo presente en el lugar
para intentar desarmar el grupo de vecinos que se había congregado, no
hubo caso. El 22 de noviembre, el intendente Juan Jure de la localidad
de Río Cuarto emitió un decreto en el que se asegura que no permitirá la
instalación de la multinacional Monsanto y el mismo intendente tildó el
decreto de “inapelable”. Jure agregó que el motivo es que la
instalación de la planta "sería perjudicial, al menos, en lo que
respecta a la armonía, la paz social y la convivencia".
Durante la mañana del 28 de noviembre, “alrededor de las 8:15 de la
mañana” según relatan los propios vecinos, llegó al lugar de acampe un
colectivo del gobierno provincial de José Manuel de la Sota, del cual
descendieron alrededor de 70 personas que conformaban una patota con la
intención de agredir a quienes se encontraban bloqueando la planta. Los
individuos portaban palos, piedras, bombas molotov, e incluso armas
calibre 38, inmediatamente procedieron a golpear a militantes, mujeres,
niños y vecinos presentes. La Asamblea de Malvinas Argentinas detalló
que se trataba de una patota “de la UOCRA” y que la policía liberó la
zona, permitiendo que se quemara parte del campamento y se robaron
documentación, celulares, notebooks, comida, y demás elementos que
pertenecían a las personas ubicadas en el asentamiento.
La tensión se había mantenido hasta las diez de la mañana, cuando el
grupo violento volvió a atacar. El grupo de acampantes decidió entonces
armar un cordón con fuego y gomas quemadas, para evitar el paso de la
patota y de infantería que se había sumado a las agresiones, esta vez
reprimiendo con balas de goma a los vecinos. El delegado de la UOCRA en
Monsanto aseguró: "Somos trabajadores y queremos que nos garanticen la
fuente laboral", sin ahondar en más detalles sobre las agresiones. En
medio del conflicto, el canal de noticias TN se contactó con Adrián
Villaplana, gerente de asuntos corporativos de Monsanto, quien sentenció
que “los piqueteros destruyeron siete vehículos de los empleados de la
empresa”, victimizando a la empresa frente a la audiencia, con amplia
colaboración de los conductores del programa.
Días previos a la represión, Sofía Gatica, había recibido amenazas de
muerte además de agresiones en las que se le propinó un golpe y luego
la patearon en el piso dos chicos que venían en una moto. Además de la
agresión, la amenaza de muerte se produjo en el colectivo en el que se
movilizaba, a primera hora de la mañana, cuando un hombre se sentó a su
lado, saco un arma y le dijo: “Hay muchas formas de morir. Vamos a
desparramar tus sesos por Malvinas Argentinas”.
Fotos tomadas por los vecinos de la zona permiten apreciar el momento
de la represión, las caras de los agresores, el colectivo en el que se
movilizaban -con la patente que intentaron tapar- y el saldo de más de
20 heridos, que además provocó la descompensación de Sofía Gatica por lo
que tuvo que ser llevada de urgencia a un centro de salud para ser
atendida