Mientras miles de cristianos son masacrados cada año en países musulmanes, el Papa dice que el islam y el Corán “se oponen a toda violencia”
El
Papa Francisco ha destacado la importancia de la relación con los
creyentes del Islam y pide “humildemente” a los países de tradición
islámica que aseguren la libertad religiosa a los cristianos, teniendo
en cuenta la libertad que los creyentes del Islam gozan en los países
occidentales”.
En esta línea, invitó a “evitar odiosas generalizaciones, porque el
verdadero Islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda
violencia” así como también reitera “la importancia del diálogo y de la
alianza entre creyentes y no creyentes”.
Francisco I denunció asimismo los “ataques a la libertad religiosa” y
“las nuevas situaciones de persecución a los cristianos” y destacó la
importancia del ecumenismo con los hermanos ortodoxos para aprender de
su colegialidad episcopal.
El Papa Francisco abogó en su primera exhortación apostólica
‘Evangelii Gaudium’ (la alegría del Evangelio), que se ha hecho pública
este martes, por una “conversión del papado” y, concretamente, por “una
saludable descentralización” de la Iglesia, así como por aumentar la
responsabilidad de los laicos.
Con este cambio pretende que el papado sea “más fiel al sentido que
Jesucristo quiso darle y a las necesidades actuales de la
evangelización” por lo que destaca que las conferencias episcopales
podrían hacer una contribución a fin de que “el afecto colegial” tuviera
una aplicación “concreta” que aún no se ha realizado.
Además, reiteró la importancia de aumentar la responsabilidad de los
laicos, mantenidos “al margen de las decisiones” y señala que “todavía
es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más
incisiva en la Iglesia”, en particular “en los diversos lugares donde se
toman las decisiones importantes” así como también destaca que se
requiere un mayor protagonismo por parte de los jóvenes.
Además, el Papa denunció el sistema económico actual que califica de
“injusto en su raíz” porque en esa economía predomina “la ley del más
fuerte” en la que existe una “nueva tiranía invisible, a veces virtual”,
de un “mercado divinizado” donde imperan la “especulación financiera,
una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta”.
Aborto
Por otro lado, indicó que “no debe esperarse que la Iglesia cambie su
postura” sobre el aborto pues “no es progresista” resolver los
problemas “eliminando una vida humana”, aunque reconoce que la Iglesia
ha hecho “poco” por acompañar a las mujeres que se encuentran en esta
situación, sobre todo, en un contexto de violación o extrema pobreza.
“Este no es un asunto sujeto a supuestas reformas o modernizaciones.
No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida
humana. Pero también es verdad que hemos hecho poco para acompañar
adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras,
donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas
angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido
como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza.
¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?”, se
pregunta. Por ello, puntualiza que la Iglesia quiere cuidar con
predilección a “los niños por nacer, que son los más indefensos e
inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad
humana”.
Asimismo, el Papa Francisco invitó a “no cerrar” las puertas de los
sacramentos, sobre todo las del bautismo, “por una razón cualquiera”
pues “todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial” y
porque la Iglesia “no es una aduana” sino que hay lugar para todos.
También ha instado a abrir las puertas de la Eucaristía que “no es un
premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para
los débiles”. Estas convicciones, según concreta, tienen “consecuencias
pastorales que están llamados a considerar con prudencia y audacia”.
La Iglesia “no es una aduana”
“A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como
facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna
donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas”, señala en esta
exhortación que recoge los trabajos de la Asamblea General Ordinaria del
Sínodo de los Obispos dedicada a ‘La nueva evangelización para la
transmisión de la fe’ celebrada del 7 al 28 de octubre de 2012.
El Papa se dirige así en la que es su primera exhortación apostólica
postsinodal “a los fieles cristianos para invitarles a una nueva etapa
evangelizadora marcada por la alegría” en un documento de 142 páginas y
cinco capítulos en los que el Pontífice anima a “recuperar la frescura
original del Evangelio” y propone encontrar “nuevos caminos” y “métodos
creativos” para no encerrar a Jesús en “esquemas aburridos”.
En esta línea, destacó que es necesaria una “conversión pastoral y
misionera, que no puede dejar las cosas como están” y una “reforma de
estructuras” eclesiales para que “todas ellas se vuelvan más
misioneras”. Así, por ejemplo, exhorta a tener “templos con las puertas
abiertas en todas partes” para que los que quieren estar cerca no se
encuentren “con la frialdad de unas puertas cerradas”.
Además, en este documento el Papa invita a cuidar a los más débiles
como las personas sin casa, los drogodependientes, los refugiados, los
pueblos indígenas, los ancianos “cada vez más solos y abandonados”, los
migrantes por los que exhorta a los países “a una generosa apertura” y
las mujeres que sufren “situaciones de exclusión, maltrato y violencia”.