martes, 26 de noviembre de 2013

LAS GUERRAS DE ROTHSCHILD: POR ARGENTINA Y MEXICO

Antes nos jodían y solo sabíamos que estábamos jodidos. Ahora nos joden y sabemos que nos estan jodiendo. Mañana estaremos jodidos debajo de un puente jodidamente jodidos. Lo que se comenta y publica en este blog está bajo protección del articulo 19 de la declaración de los derechos del hombre adoptados por la Asamblea General de la ONU en Paris el 10 de diciembre de 1948, que estipula que cada persona tiene EL derecho de la libertad de la opinion y de la expresion, que implica el derecho de no ser acosado por sus opiniones ni por buscar, recibir y publicar, sin límites de fronteras, información e ideas por cualesquiera medios de expresion.

LAS GUERRAS DE ROTHSCHILD (VI): A por ARGENTINA Y MÉXICO. El control del hambre.

Y ahora a por Argentina y México, ya claudicados y en manos de conglomerados fundamentalmente Rusos (Rothschild: Rosnef, Nornikel y aún Gazprom: Morgan, y por cierto el Banco de China)… y de paso Rockefeller.
Monsanto (antigua IG Farben, ¿nos suena?, 1920-30 y actor propulsor de exterminios inducidos y de guerras mundiales y locales), Syngenta, DuPont –Pioneer, Dow, Bayer y Basf, entre otros, y vigentes. Al menos en lo que afecta a este informe sobre Argentina y México.
El hambre, la explotación de la energía, su distribución, su transmisión mediante medios, minerales o papeles de colores, inducción mental hacia la población, creación y exterminio, según convenga, de ismos, istas, políticos, dictadores y ciencias empíricas al uso, doctrinas de shock y guerras para adocenarnos…
Y todo para hacernos olvidar que una vez vivimos como en Göbleki Tepe, libres y adaptados a nuestro mundo, hasta que surgieron ellos y nos impusieron el mundo Ario “ordenado”, y comimos de la manzana, la de los Dioses salvajes y sus templos, la de la agricultura ordenada, la de las armas, del enbellecimiento de la mujer.
Y todo para darles el poder de crear nuestra realidad a costa de nuestro don genuino que nunca debió de ser extirpado: El don de la hubicuidad, del ser humano, de la ensoñación que, ahora, buscamos a través de bebidas edulcoradas y sucedáneos. ¡Fuera de tí el ser humano! pues me es imposible el controlarlo. ¡Fuera de tí las religiones! (de religio) pues descubro que aún te hacen más humano. ¡Fuera de tí la no creencia! pues ésta aún te hace más fuerte. Sal de tí, vé lo que hay en mí una vez estés destruido y llegarás, por ello,  a adorarme suplicando que te saque del infierno.
Y es que Botero y yo nos llevamos bien hasta que decida meterme en sus calderas.
Un saludín.