sábado, 30 de noviembre de 2013

EL CODIGO CIVIL REDUCIDO A UN ARTICULO



El Código Civil reducido a un artículo.

Jose M.García Rozado
El añoso Código Civil, con un siglo y medio de vida era una antigüedad, además de ser un anacronismo. Actualizarlo, revisarlo y compendiarlo (o sea anular y quitar todos aquellos artículos derogados por leyes o modificados a través de los años) era una realidad acuciante. Pero luego de dormir el sueño de los justos durante casi 20 meses, de golpe y como una reacción al fallo de la Corte Suprema sobre la Ley de Medios Audiovisuales, se puso en el candelero y de apuro –como todo lo que hace el cristinismo- e inconsultamente se sancionó en la noche de ayer por el Senado. ¿Arbitrariedad…y soledad son las consignas? Para la prensa, en cambio, solo existió un artículo a ser tratado y revisado; el artículo 19… ¿por qué será?

Como siempre es costumbre, casi en soledad absoluta y pese a las críticas que despertó el apuro, así como la infinidad de pedidos para que se tuviere tiempo de estudiarlo por parte de los bloques opositores, el cristikirchnerismo aprobaba esta madrugada pasada en el Senado de la Nación el proyecto de reforma y actualización del Código Civil, un código realizado por Dalmacio Vélez Sarsfield en la mitad del siglo XIX, o sea hace más de 150 años –una verdadera pieza de museo que debía ser actualizado- y que desde el gobierno de Menem venía siendo estudiado para llegar a una actualización y modernización (puesta al día) de un Código que arrastraba una serie de incongruencias y contradicciones propias de todo compendio legal que con los años es modificado parcialmente, o derogado en sus articulados o capítulos y que no es actualizado, corregido y sistematizado para que aquellos que deben aplicarlo, tanto como quienes deban cumplirlo sepan a que atenerse, sin necesidad de ser legos absolutos o estudiosos del derecho.
La sesión, cuyo inicio se demoró más de dos horas por la visita del Jefe de Gabinete Jorge “Coqui” Capitanich, arrancó pasadas las 16 horas de ayer 27 de noviembre y como es de costumbre del oficialismo pretendió tratar un tema de crucial importancia para todo el pueblo, como si se tratare de “Designar el día de la milanesa –plato nacional-“; es de tal soberbia la actitud de un oficialismo que obliga a que su propio jefe de bancada llegue a confesar al final del tratamiento que expresó su desacuerdo con la reforma del Código Civil y Comercial pero aclaró que había votado a favor por "disciplina política", siendo tan incongruentes hasta con la misma postura del visitante, quien había expresado horas antes que la reforma a dicho código iba a pasarse a marzo para dar tiempo a recoger planteos y críticas y así realizar las correcciones necesarias. Con la ayuda de sus históricos aliados y el necesario apoyo del sector del peronismo opositor que responde al senador Adolfo Rodríguez Saá –no él, que además de no dar quorum, votó en contra-, así como las senadora Sonia Escudero quien justificaba su presencia en que apoyaba el cambio efectuado en el artículo 19. Estas “ayudas ¿inesperadas?”, también se vieron a la par en el tratamiento en la Cámara de Diputados de la ley que contempla los límites a la responsabilidad del Estado y sus funcionarios; ley complementaria de la reforma del Código Civil y que en definitiva es una ley de “autoamnistía” para los funcionarios cristikirchneristas, donde también “ayudaron al quorum el bloque de Compromiso Federal del senador puntano”.
Así también, con esas “ayudas” –ya demasiado conocidas por todos, se logró que la votación de una y otra cámara fueran afines a la “necesidad” del cristinismo, que impusieron su número hasta generándose reacciones adversas de los propios sectores oficialistas de la vida civil. Más allá de que los principales reclamos de la oposición, radicales, Fap y peronismo opositor que giraban sobre puntos altamente controversiales, como el de la responsabilidad del estado y los funcionarios, que el oficialismo quitare del nuevo Código Civil y Comercial y se derivara su regulación a una Ley complementaria, que oh sorpresa era tratada ayer también en forma paralela en la Cámara baja, con la misma metodología que la aplicada en la Cámara alta y que ya han marcado “escuela” por su exigencia de tratamiento casi a “libro cerrado” y con un método de tratamiento “exprés” pues se lo trata en Comisión, donde se aplica la mayoría automática sin permitir cambios ni disensos y se lo eleva siete días después al plenario de la mencionada Cámara, donde con esa misma metodología –“libro cerrado”, y tratamiento “exprés”- se da curso de aprobación a la ley tratada. Los cuestionamientos por esta metodología, ya muy vieja y redundante en ésta década,  puede resumirse en las palabras del senador Sanz que expresaba: “se presenta un proyecto que tiende a plasmar en una Ley una política de Estado y el final es el mismo de siempre: el oficialismo saca un dictamen, en la oposición se dividen las aguas –traiciones, cooptaciones, transfugadas, “Banelco”, etc.- y afuera la sociedad (el Pueblo) no sabe lo que pasa”.
Entonces, y como ya es costumbre, la votación reflejó la absoluta soledad de un oficialismo que transforma un echo trascendental y de implicancia imperiosa para el pueblo, en una bravata de ver quien es el que “la tiene mas larga”, un otra muestra de patoterismo infantil al que desde hace muchos años nos tiene acostumbrados este régimen estalinizado hasta los huesos. Es burda, falaz y caprichosa la explicación del senador Fuentes (FpV) quien expresare en el recinto y como miembro informante: “el Código Civil aquí tratado consolida los avances en materia igualitaria y de reconocimiento de derechos”, oponiéndose a lo que al unísono criticaban las propias organizaciones sociales del cristinismo cuando expresaban. “Somos discriminados, no tenemos ni una sola línea dentro de la reforma del Código Civil. Merecemos respeto” Ricardo (miembro de la comunidad indígena santiagueña en la conferencia de prensa en reclamo por la problemática del acceso al suelo, al territorio y la vivienda adecuada para los sectores populares urbanos y rurales). Un proyecto que como característica fundamental –al igual que su Ley complementaria de “responsabilidad del Estado y los funcionarios”- lleva ya un proceso de elaboración –nunca discusión de cara al pueblo (su receptor absoluto y primario)- que comenzó en 2011, éste y varios otros desde hace casi 20 años, y que en su origen estuvo a cargo de una comisión redactora encabezada por Ricardo Lorenzetti –presidente del Supremo tribunal- y que junto a las Dras. Elena Highton de Nolasco y Aída Kemelmajer de Carlucci quienes luego de redactarlo lo hicieron circular entre universidades y facultades de derecho, como también ante los Colegios de la matrícula de quienes recibieron criticas y apoyos o pedidos de modificaciones y aportes.
Pero, como bien acotara la oposición, en el proyecto que elevara al Senado el oficialismo, lo mismo cabe para la Ley complementaria de Diputados, los mismos –CCyC y Ley de responsabilidad del Estado y los funcionarios- estuvieron “frenados” por el propio oficialismo que tanto apuro mostrare desde abril del corriente en el Congreso de la Nación y que fuere “violentamente” apurado y reactivado por el cristinismo tras el fallo inconstitucional por donde se lo mire –cooptación de 4 integrantes del Supremo-, de la Ley de Medios Audiovisuales. Norma Morandini, senadora por Córdoba integrante del FAP alzó su voz para criticar al cristinismo por las “concesiones en torno al inicio de la vida y otros puntos exigidos por la Iglesia Católica; como la protección de los embriones mediante una Ley especial y la eliminación de la fecundación post mortem”. Este es el punto verdaderamente álgido de la cuestión puesta a votación entre gallos y medianoche, tanto como la Ley complementaria de “autoamnistía de funcionarios cristikirchneristas”, para garantizarse a partir del 1º de Enero de 2016 (fecha en que entrarían en vigor ambos proyectos ayer votados). Y, aquí la primer reflexión: porque es sobre este punto “Artículo 19º”, donde la prensa y una enorme porción de la oposición hacen hincapié para denostar el proyecto de modificación del Código Civil y Comercial, no así en la Ley complementaria que trató y dio media sanción la Cámara de Diputados de la Nación. Este Artículo incorporado al “nuevo” Código Civil quedó redactado diciendo “La vida comienza y empieza con la concepción”, no figurando ni lo que había escrito la comisión redactora –que como en la totalidad de los cambios realizados por el Poder Ejecutivo previo a mandarlos al Congreso, ellos se despegaron y dicen no avalarlos-, ni lo que se había modificado previo a la intervención del oficialismo, donde existían referencias puntuales a la “fertilización”.
Un cambio muy polémico, es cierto, toda vez que en el original decía: “La vida y la existencia humana se inicia con la concepción en el vientre materno o con la implantación en caso de fertilización”. Este artículo 19º fue modificado dos veces y quedó redactado y con media sanción del Senado, tras la votación de hoy de madrugada como ya fue expuesto. También debemos decir que en el proyecto original del “nuevo” código se “regulaba la gestación por sustitución o maternidad subrogada”, que no es otra cosa que el “alquiler de vientres”, materia demasiado controversial para agregar a una modificación y más si no va a ser ampliamente debatida y de cara al pueblo; debemos aclarar que éste controversial punto fue eliminado en el “predictamen” que presentó el cristinismo hace dos semanas, cuando se reanudó el tratamiento y junto con lo eliminado en el tema de la concepción o implantación por fertilización eran temas muy cuestionados desde las cúpulas de las Iglesias, no sólo de la Católica. Además, hasta la modificación de la presentación en el Senado del mencionado artículo 19º, se contemplaba también “la filiación post mortem en las técnicas de fecundación asistida”, prohibiéndose asimismo la “posibilidad de manipular embriones, ni siquiera por temas de salud”, otro punto verdaderamente controversial, ya que además de las consideraciones éticas y morales, existen consideraciones médicas, como también lobbies por parte de laboratorios que lucran –en muchos casos descaradamente- con ésta “manipulación” y con las técnicas de “preservación de embriones, gametos y espermatozoides”.
Pero para contradecir a aquellos que gritaban a los cuatro vientos que los cambios realizados eran “para quedar bien con el Papa Francisco y la Iglesia Católica argentina”, el “nuevo Código revisado y compendiado”  asienta un muy duro golpe a ésta y su postura respecto de las “causales subjetivas de divorcio (adulterio)”, además de que se elimina el plazo mínimo y se habilita la “petición por un solo conyugue”, incorporándose las modificaciones del “matrimonio igualitario” o matrimonio del mismo sexo. En la enorme mayoría de los artículos periodísticos, así como en las trasmisiones televisivas y de radio el periodismo nacional solo hacía hincapié en estas modificaciones, no entrando a juzgar otras mucho, pero mucho más importantes –por lo que inciden en la vida cotidiana de los argentinos- correcciones, tachaduras o eliminaciones, así como las incorporaciones de temas en diversos articulados. Entre ellas podemos nombrar a las de la “propiedad con función social”, “el Estado y su responsabilidad”, “los Funcionarios y su responsabilidad”, “la Seguridad jurídica de las relaciones comerciales”, “valorización de la contabilidad y los balances”, “la verdad en aquellos como requisito”, etc., etc. No sólo es importante el Artículo 19º del Código Civil y Comercial, más allá del cacareo de lobbies, políticos, comunicadores sociales, organizaciones del pueblo todas ellas atravesadas por el mismo y reconocido discurso anticlerical por autonomasia.
La Iglesia, o mejor dicho “las Iglesias” nunca se escondieron detrás de ningún cortinado, ni tiraron la piedra para luego esconder la mano. Siempre actuaron de frente, podrá o no gustarnos su posición y sus críticas o propuestas respecto de los temas del divorcio, el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas del mismo sexo, la fertilización asistida o la post mortem, el alquiler de vientres, lo que en definitiva muestran ambas posiciones son dos posturas opuestas y realmente contradictorias, pues unos –las Iglesias (cristianas, católica, ortodoxas, judaica y musulmana)- realizan sus críticas desembozadamente y a través de sus canales orgánicos, sin mentir y sin falsear lo que pretenden y lo que no aceptan; mientras los otros, los que se escudan detrás de falsas posturas progresistas y modernas, o escudándose detrás de supuestas posiciones “libertarias y antidiscriminatorias”, cuando en la realidad en una muy importante proporción de ellos lo hacen por estar –material o ideológicamente- cooptados e influenciados por clarísimos interés económicos que responden a lobbies internacionales que precisan de la “libertad moral y ética” para avanzar en prácticas o técnicas, o elementos –remedios, drogas, sistemas de preservación, etc.- que los ayudan a seguir volviéndose infinitamente ricos a costa de los pueblos, también en estas críticas existen principios marxistas o seudo liberales por igual que apuntan fundamentalmente a destruir el pensamiento de sociedad, familia, y pueblo pues para ellos solo existe el “ser único y libre”. Este pensamiento “liberal por autonomasia” se emparenta abiertamente con el concepto marxista de “proletariado e individualidad”.
Comparto, aunque no apoyo su decisión de haber votado esta media sanción y de haber dado quorum, la postura de Liliana Negre de Alonso cuando expresa: “Antes había una injusta discriminación en el artículo 19º: no iba a ser el Código de la igualdad, porque no iban a ser iguales los concebidos dentro o fuera del seno materno”, y no apoyo su presencia porque el haberse prestado al quorum dio lugar a dudas muy concretas, porque así como su jefe, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, expresara: “se votará casi a libro cerrado, en tinieblas. No hemos tenido ni siquiera tiempo de leer completo el dictamen del FpV”. Muchos de los cambios citados incluidos los de última hora fue para lograr no votar en soledad absoluta el proyecto de marras, pero lo que nunca pensaron era que iba a generarles graves diferencias internas entre el núcleo más duro del cristinismo y los sectores más dialoguistas. Estas llegaron a la brutalidad de sincericidio del Senador Pichetto que expresó al final de la jornada "La verdad es que yo no lo comparto. Voy a funcionar por supuesto, como siempre he funcionado –y además represento a la mayoría–, con un concepto de disciplina política", reconoció el rionegrino minutos antes de las 4 de la madrugada. "Lo voy a votar, repito, porque además tengo obligaciones políticas, pero hay una estructura de pensamiento y una idea que liquida la relación del sujeto privado con el Estado y lo coloca dentro del marco del derecho privado, que lo saca del derecho público y coloca al Estado como si fuera un ciudadano; y para eso existe el Derecho Administrativo como una rama especializada del Derecho", aseguró Pichetto. El senador Alfredo Martínez (UCR-Santa Cruz) responsabilizó al jefe de la bancada del FPV de haber propiciado con su discurso que toda la oposición se retirara del recinto y dejara al kirchnerismo en soledad a la hora de la votación. "Al oficialismo le planteamos de entrada si realmente tenían la voluntad de aceptar modificaciones que íbamos a plantear en muchos artículos, se nos dijo que sí y luego se aceptó sólo una modificación", recordó. "Seguimos con el estilo de la imposición", criticó María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica-Capital). Y apuntó: "A Pichetto le preguntamos por qué no podíamos hacer modificaciones y dijo que él no tenía margen para abrir el debate, y en su discurso dijo que no estaba de acuerdo con muchas de las reformas del Código".
Aunque ambos proyectos con media sanción deberán ser tratados alternativamente por la cámara revisora en marzo de 2014, donde según aseguran los propios oficialistas “frenarlo fue una decisión. No se iba a ganar nada políticamente, era todo pérdida. Y convertirlo en ley de prepo era romper el diálogo” inentendiblemente, tanto como cuando expresaban: “Se aprueba ahora sí o si, pero solo para evitar que se caiga el dictamen por el recambio” agregando: “seguramente habrá más cambios. Y volverá al senado –o a diputados según sea el proyecto- en revisión” respecto al punto muy cuestionado de la responsabilidad del Estado dijeron: “hoy es lo único innegociable” dejando muy en claro donde estaba lo importante y donde lo accesorio mal que les pese a los medios, a los progres y a los estúpidos de toda laya que suelen engancharse con lo accesorio dejando pasar lo importante y central. ¡¿Se entendió?!
Buenos Aires, 28 de Noviembre de 2013.
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL –