Los británicos quemaron documentos con sus ‘trapos sucios’ de la época colonial
Los británicos quemaron o
arrojaron al mar numerosos documentos sobre su actividad en las antiguas
colonias cuando estas estaban a punto de independizarse en un esfuerzo
por ocultar sus ‘trapos sucios’, según revelan archivos recién
filtrados.
Según informó el periódico ‘The Independent‘,
el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones
del Reino Unido publicó documentos que revelan la operación a gran
escala que el país realizó a mediados del siglo pasado con el fin de
ocultar los secretos de su dominación en las colonias.
De acuerdo con los Archivos Nacionales
del Reino Unido, todos los documentos sellados como ‘Top Secret’ (Alto
Secreto) tenían que ser enviados a Londres, quemados o “colocados en una
caja pesada y sumergidos en el mar, en aguas profundas sin corriente, a
la mayor distancia posible de la orilla”. En algunas colonias estas
actividades recibieron el nombre Operation Legacy (Operación Legado).
Entre los documentos desclasificados
también se encuentra una nota procedente de Londres con instrucciones,
según la cual todos los papeles secretos en las colonias debían ser
revisados por el servicio especial Special Branch o un representante de
MI-5 para asegurarse de que todos los textos susceptibles de
“avergonzar” al Reino Unido o mostrar sus “prejuicios raciales o
religiosos” hubieran sido destruidos o “enviados a casa”.
Entre los años 1950 y 1960 el Ministerio
de las Colonias encubrió la información sobre sus actividades en al
menos 23 países y territorios coloniales, incluidos los datos sobre la
supresión violenta de la sublevación de Mau Mau en Kenia. Este mismo año
el Gobierno británico acordó pagar 14 millones de libras esterlinas (23
millones de dólares) de indemnización a más de 5.200 kenianos de edad
avanzada que fueron torturados y maltratados durante el levantamiento de
Mau Mau contra el dominio colonial en los años cincuenta.
David Anderson, profesor de historia de
África en la Universidad de Warwick, dijo que la publicación de estos
documentos demuestra la falsedad de las anteriores declaraciones
británicas de acuerdo con las cuales la destrucción de los archivos fue
una operación rutinaria para poner fin al régimen colonial. “Ya no
pueden pretender más que se trataba de un procedimiento judicial
ordinario, porque dieron instrucciones a su propio personal para negar
la existencia y ocultar” los mencionados textos secretos, indicó
Anderson citado por la AFP.
Un telegrama del Ministerio de las
Colonias del 3 de mayo de 1961 presentó, por ejemplo, una guía general
para evitar que los papeles importantes cayeran en manos de los
Gobiernos independientes recién elegidos. Según el documento, los datos
debían ser eliminados si pudieran “avergonzar a los miembros de la
Policía, las fuerzas militares, funcionarios públicos u otras personas,
como por ejemplo informantes de la Policía, o comprometer a las fuentes
de inteligencia”.