PAPA FRANCISCO: EL EXTREMO ANTIPASTORAL DEL CONCILIO VATICANO II
Video de Mirtha Legrand (protagonista de uno de los programas más populares de Argentina) de fecha 14 de diciembre de 2014: Minuto 52 en adelante (HAGA CLICK AQUÍ: http://youtu.be/Zx4pn-IAGJg?t=52m ),
en que la astróloga Ludovica Squirru dice que la Misa Criolla que fue
cantada en el marco de una Misa celebrada por el Papa Francisco fue un "encuentro de cosmovisiones", y la visión "teológica" del programa, porque según la astróloga el Papa "también
convoca y crea situaciones que pueden sanar al país y a América Latina,
porque lo que ví el otro día era tan profundo, realmente digo, Patricia Sosa era como el Espíritu de la Virgen de Guadalupe, había algo como una integración que decía está pasando algo, tenemos que tomar eso como una energía..."
y todo en medio de comentarios que son excesivos elogios políticamente
correctos, incluso que el Papa Francisco es más popular que el
presidente estadounidense Barack Obama según la revista Times, todo lo
cual sería despreciado por un verdadero humilde, sabiendo reconocer en
los mismos meras banalidades.
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Por Emilio
Nazar Kasbo
La
Pastoral incluye las acciones del Pastor respecto de su rebaño, no las
acciones por las cuales el rebaño es dañando con la anuencia o silencio
de los Pastores...
El pontificado del Papa Francisco, marca el extremo y
al máximo al cual pueden llevarse los “principios pastorales” del Concilio
Vaticano II en su versión más progresista y modernista teñida de ambigüedad e
inspirada en los artilugios de la Nouvelle Theologie (llevar la Fe a las “fronteras
espirituales”), o mejor dicho, en el extremo del anticatolicismo militante.
¿ALGUNA CONVERSIÓN?
Por ese motivo, el Papa Francisco no obtiene
conversión alguna, como no la obtuvo siendo Cardenal en Argentina. Sólo cosecha
aplausos de obsecuentes y de anticatólicos, aplausos personales, dirigidos a él
mismo como ser humano y como persona, honores y homenajes a un mortal que en
ningún caso es considerado como vicario de Cristo. Es más, explícitamente
proclama que no es su intención ser instrumento de Dios para que haya
conversión alguna. ¿Es esto concebible en un Papa? ¿Coincide esto con la
infalibilidad papal ordinaria en materia de moral? No es a mí como laico a
quien corresponde esclarecerlo, sino a la silenciosa Jerarquía de la Iglesia.
De modo que los postulados y las palabras del Papa
Francisco, en la ambigüedad en que son afirmadas, guardan en sí la doble
interpretación: la oculta y que no se manifiesta, y la cual por retorcidísimos artilugios
pueden considerarse de algún modo indirecto respetando la ortodoxia católica; y
la interpretación heterodoxa llevada a su máximo posible.
¿En qué consiste tal interpretación heterodoxa,
hereje, modernista, progresista e incluso inmanentista? En que el Papa actual,
Francisco, se hace eco y repite reprochando a la Iglesia Católica todo lo que
dice “el mundo” (particularmente los medios de comunicación y la anticultura
reinante), de modo que al coincidir en las palabras, cosecha aplausos. Aparecer
acusando a la Iglesia Católica y en particular a los feligreses y más a su
Jerarquía como si fuesen todos la última piltrafa de la humanidad, la última
basura, basureada por su misma Cabeza en el orden temporal, diciéndoles
fariseos, deseando daño a quien osase respetar los Diez Mandamientos, acusando
de creerse “puros” a los católicos (los cuales acuden al Sacramento de la
Confesión, por lo cual mal pueden considerarse “puro” quien se confiesa), y
cosas semejantes, dando por válida toda Leyenda Negra en continuidad con los
pedidos de perdón inicuos efectuados por Juan Pablo II, desconcierta a los
católicos, porque más que reconocer la Verdad, implica asentir a las falsas
acusaciones y dañar horadando la Barca de Pedro no desde fuera, sino desde
dentro.
¿BAUTIZARSE?
¿PARA QUÉ?
Recientemente, a un amigo judío ateo que adhiere a
todo lo que el Papa Francisco hace, le pregunté que si lo aprecia tanto, en qué
medida desea hacerse católico y formar parte de la Iglesia… concretamente si
quería bautizarse. Y a ello me respondió: “No hace falta, porque si el Papa
Francisco acepta a todos, a los separados, a los divorciados, a los gays, si
está reubicando y reformando la Curia para que no sea más como antes, si todo
es así, entonces no hay diferencia, no hace falta que me bautice”. La respuesta
es más que obvia y lógica. Si fuera de la Iglesia Católica todos se salvan, y
si el Papa sólo reprocha a los católicos como si fuesen los únicos que se
condenarán: ¿para qué bautizarse? ¿para ser condenado con todos los católicos y
el Papa a la cabeza?
Es decir… si el Papa logra alguna conversión, habría
que preguntarse ¿conversión a qué? ¿a la ortodoxia? No, porque está condenada ¿a
la heterodoxia? Sí, pero a la heterodoxia anticatólica, es como pretender que
alguien se convierta al Catolicismo sin abandonar la vida previa y sus errores,
y sin arrepentimiento.
¿El Papa acaso llama a alguien a la conversión? De
ninguna manera. Llama a la apostasía, y otorga la palabra y autoridad a los
apóstatas y anticatólicos, y en nombre del “no hablen mal de nadie”, él mismo
habla mal de todos y de cada uno de los propios católicos. Y no se trata de
herir el orgullo de los católicos para ver hasta dónde llega tal orgullo, para
luego sentir una mayor humildad que la anterior, tal como afirmaba el Santo
Cura de Ars. Se trata de denigrar al Catolicismo. Las más acérrimas críticas de
los anticatólicos se pueden encontrar en boca del Papa Francisco, lo cual lejos
de convertir a muchos, desconcierta y deja atónitos y perplejos a los
católicos.
FRUTOS…
¿PARA QUIÉN?
Por sus frutos los conoceréis, ha dicho Jesucristo.
Después de esta magna obra destructiva y abolicionista del Papa Francisco, no
hay nada. Efectivamente, después de la aceptación del inmanentismo más crudo,
del sincretismo y de la asepsia moral al estilo de Poncio Pilatos, ya no queda
más Fe Católica, porque la Piedra que han desechado los arquitectos humanos,
está siendo desechada por los inmanentistas intraeclesiales.
La Iglesia Católica, como en tiempos de Jesucristo, es
la Barca en medio de la tempestad. Y esta fuertísima tempestad debe ser
superada, porque nuestra confianza está en Jesucristo, y no en debilidades
humanas, en humanos de mantequita vendidos a los placeres y comodidades
mundanos por el valor de las 30 monedas por las cuales Judas vendió al Mesías.
¿Que el Papa Francisco habló del Diablo al principio
de su pontificado? Si hasta pareciera que fuese más espiritual ser masón que
ser católico! Porque todo el mundo sabe, y así lo dicen las Encíclicas, la
masonería tiene principios que son satánicos en su contenido, por lo cual al
final del recorrido el masón debe adorar a Lucifer, a Jahbulón. Efectivamente,
el Gran Maestro de la Gran Logia de Italia Gian Franco Pilloni, según el blog
de dicha organización masónica de fecha 4 de noviembre de 2013, “ha escrito una carta a un Papa con el fin de conseguir unas
relaciones más fluidas entre las dos
organizaciones, la católica y la masónica”.
Sin
embargo, a propósito de los malos frutos, Dios es el único que puede
sacar un bien desde un mal, pero no toca al hombre tentar a Dios para
que lo haga, porque esa fue una tentación del Diablo a Jesucristo en el
desierto. Y a pesar de todo, la Esperanza Sobrenatural no debe decaer.
¿UNA
IGLESIA CATÓLICA MASÓNICA?
La autoridad masónica italiana pide en su carta: “poner
fin a las divisiones se
interponen en las relaciones entre la Iglesia Católica y la masonería, con la
esperanza de que, finalmente, reine la debida tranquilidad entre las dos organizaciones, y se supriman las diferencias que todavía
levantan un muro en la mutua relación”.
En contra de lo que sostienen las Encíclicas que
condenan la Masonería, así como la profusa bibliografía masónica en que
reconocen el antagonismo y las ansias de destrucción de la Iglesia Católica
tenida como la más acérrima enemiga en virtud de su Tradición mantenida viva
desde Jesucristo, Pilloni sostiene que “no
somos una organización adversa a la Iglesia Católica, dignamente representada por usted (en referencia al Papa Francisco),
sino todo lo contrario. Nuestros caminos son paralelos: De hecho pensamos como Ud. acerca de todos los problemas que aquejan a
la sociedad contemporánea; como Ud. trabajamos por un mundo de paz que respete
a cada ser humano, sin distinción de ningún tipo y con absoluto respeto a todas
las religiones.” Es decir, según la masonería, hay una identidad de
visión con el Papa Francisco, que no resulta extensiva a otros Papas, lo cual
se denota al utilizar la expresión “como Usted”. Además, expresan que el Papa,
al igual que la masonería, trabaja “por un mundo de paz que respete a cada ser
humano, sin distinción de ningún tipo y con absoluto respeto a todas las
religiones”. Es decir, el sincretismo y relativismo religioso que siempre ha
sido condenado por los Papas, incluso por Juan Pablo II, sosteniendo que fuera
de la Iglesia Católica no hay salvación, quedaría “derogado”, imperando el
pacifismo y la religión materialista que se busca imponer desde las Naciones
Unidas de la mano del apóstata hereje Leonardo Boff junto a Mijail Gorbachov y
cia. Todo lo cual queda lejos de ser desmentido por el Papa.
¿Quién es el Papa para esta autoridad masónica? Un “hombre de cualidades humanas extraordinarias”,
al cual solicita que ponga “fin a esta
injusticia” por la cual se “castiga a
los hermanos masónicos de Credo católico, obligándoles a profesar su fe, al
margen de la Iglesia”, como si fuesen víctimas y no victimarios. Claro que
el Diablo cree en Dios, y conociéndolo mejor que los seres humanos por su
naturaleza angelical, lo repudia. Es necesario primero ser católico para luego
ser apóstata y adorar a Jahbulón. No hay otro modo. Por eso, sostiene el Gran
Maestre de Italia: “yo creo en el bien de
la “creación” a través del camino, la verdad y la vida enseñado por Jesús en el
Evangelio”, dejando bien en claro que la Creación se encuentra entrecomillado
en el original de la carta, puesto que todo masón es evolucionista, y de allí
surge la necesidad de que el Catolicismo acepte el evolucionismo o al menos la
herética posibilidad de su validez, como signo de acercamiento. Es que los
masones creen en el Gran Arquitecto que fue el diablo que “ordenó” como
demiurgo el Universo. Además hace referencia a masones que sostienen “características cristianas análogas y
verdaderos valores de subsidiariedad dirigidos al bien social del mundo, la paz
mundial, la caridad”, pero claro que todo ello es sin Jesucristo, y es más,
contra la espiritualidad y la Tradición de la Iglesia Católica.
ALLÍ
DONDE ESTÁ TU CORAZÓN…
El tesoro, para este Gran Maestre, no es Jesucristo,
sino que afirma haber “encontrado este
tesoro separado del mundo y deliberadamente bien oculto, llamado masonería”.
Además pide “Transformar nuestros “templos” (los masónicos y los
católicos) en templos de la Paz,
lugares de encuentro, lugares de
testimonio de los sentimientos más elevados
de solidaridad y hermandad de los hombres, y un admirable ejemplo de
abnegación excepcional con su presencia”. Tal carta se encuentra fechada el
9 de septiembre de 2013.
El 28 de abril de 1738, el papa Clemente XII, condenó
la Masonería con la Carta Apostólica "In eminenti": "Nos hemos enterado, y el rumor público no
nos ha permitido ponerlo en duda, que se han formado, y que se afirmaban de día
en día, centros, reuniones, agrupaciones, agregaciones o conventículos, que
bajo el nombre de Liberi Muratori o Franc-masones
o bajo otra denominación equivalente, según la diversidad de lengua, en las
cuales eran admitidas indiferentemente personas de todas las religiones, y de
todas las sectas, que con la apariencia exterior de una natural probidad, que
allí se exige y se cumple, han
establecido ciertas leyes, ciertos estatutos que las ligan entre sí, y que, en
particular, les obligan bajo las penas más graves, en virtud del juramento
prestado sobre las santas Escrituras, a guardar un secreto inviolable sobre
todo cuanto sucede en sus asambleas… Si
no hiciesen nada malo no sentirían ese odio por la luz… hemos resuelto condenar y prohibir, como de hecho condenamos y prohibimos, los
susodichos centros, reuniones, agrupaciones, agregaciones o conventículos de
Liberi Muratori o Franc-Massons o cualquiera que fuese el nombre con que se
designen, por esta nuestra presente Constitución, valedera a perpetuidad. Por
todo ello, prohibimos muy expresamente y en virtud de la santa obediencia, a todos los fieles, sean laicos o clérigos,
seculares o regulares, comprendidos aquellos que deben ser muy
especialmente nombrados, de cualquier estado grado, condición, dignidad o
preeminencia que disfruten, cualesquiera que fuesen, que entren por cualquier
causa y bajo ningún pretexto en tales centros, reuniones, agrupaciones,
agregaciones o conventículos antes mencionados, ni favorecer su progreso, recibirlos
u ocultarlos en sus casas, ni tampoco asociarse a los mismos, ni asistir, ni
facilitar sus asambleas, ni proporcionarles nada, ni ayudarles con consejos, ni
prestarles ayuda o favores en público o en secreto, ni obrar directa o
indirectamente por. sí mismo o por otra persona, ni exhortar, solicitar,
inducir ni comprometerse con nadie para hacerse adoptar en estas sociedades,
asistir a ellas ni prestarles ninguna clase de ayuda o fomentarlas; les ordenamos por el contrario, abstenerse
completamente de estas asociaciones o asambleas, bajo la pena de excomunión, en
la que incurrirán por el solo hecho y sin otra declaración los contraventores
que hemos mencionado; de cuya excomunión no podrán ser absueltos más que
por Nos o por el Soberano Pontífice entonces reinante, como no sea en “artículo
mortis”. Queremos además y ordenamos que los obispos, prelados, superiores, y e1 clero ordinario, así como los
inquisidores, procedan contra los contraventores de cualquier grado,
condición, orden, dignidad o preeminencia; trabajen para redimirlos y
castigarlos con las penas que merezcan a título de personas vehementemente sospechosas de herejía... Por lo demás, nadie debe ser lo bastante temerario para
atreverse a atacar o contradecir la presente declaración, condenación, defensa
y prohibición. Si alguien llevase su osadía hasta este punto, ya sabe que
incurrirá en la cólera de Dios todopoderoso y de los bienaventurados apóstoles
Pedro y Pablo".
¿En virtud de qué principios fue emitida esta
Encíclica? En virtud de que la autoridad de la Iglesia Católica es el Papa,
encargado de velar por el bien de su Rebaño. Así dice el inicio de dicha Carta
Apostólica: “Habiéndonos colocado la
Divina Providencia, a pesar de nuestra indignidad, en la cátedra más elevada
del Apostolado, para vigilar sin cesar
por la seguridad del rebaño que Nos ha sido confiado, hemos dedicado todos
nuestros cuidados, en lo que la ayuda de lo alto nos ha permitido, y toda
nuestra aplicación ha sido para oponer
al vicio y al error una barrera que detenga su progreso, para conservar
especialmente la integridad de la religión ortodoxa, y para alejar del Universo
católico en estos tiempos tan difíciles, todo lo que pudiera ser para ellos
motivo de perturbación”. Válidamente podemos preguntarnos si desde el
Concilio Vaticano II y en particular durante el pontificado del actual Papa
Francisco, se cumplen tales principios. Porque pareciera que se buscan
explícitamente todos los males y vicios para “el rebaño”… porque hay algunos
pastores “con olor a lobo”, más identificables cuanto más se asciende en la
jerarquía eclesiástica. Y en el medio… nadie dice nada.
CURA
APÓSTATA
Entre los masones afirman que la “carrera” del ex
sacerdote Pascal Vesin recién comienza. Hacia septiembre de 2013, el Papa Francisco
retó al Colegio Cardenalicio yendo a la caza de un párroco Pascal Vesin,
sacerdote encargado de Sainte-Anne d’Arly-Montjoie, localidad alpina de
Francia. Por petición directa del Vaticano, la Iglesia Católica en Francia
expulsó al cura por pertenecer a la masonería y al ser intimado este para que
cese su participación en “la orden de los hijos de la Viuda”, este “hermano
masón” y sacerdote católico a la vez, se negó a abandonar la masonería.
Según explicó la Diócesis de Annecy en un comunicado
publicado el 26 de mayo de 2013, poco tiempo después de que asumiera el Papa
Francisco, “en razón de su activa membrecía a una logia masónica”, el
francmasón y sacerdote P. Vesin “fue apartado de su cargo por el Obispo Yves
Boivineau, Obispo de Annecy Francia, a pedido explícito del Vaticano”. La
diócesis explicó que “a pesar de la incompatibilidad de los principios, en
términos de fe y sus requerimientos morales, el sacerdote en cuestión, párroco
en la diócesis de Annecy, es un miembro de la Gran Logia del Oriente de Francia
desde 2001”. Existe un Lobby masónico en el Vaticano, y que seguramente tiene
sus “internas”, y tal vez dicha exigencia de apartarse de la masonería
efectuada al sacerdote se debiese a una de esas “internas” para dejar el cargo
a otro masón, por lo que más que un servicio a la Iglesia Católica pudo haber sido
un servicio a la masonería, o tal vez la promoción del mismo a un grado
masónico más elevado.
El francmasón y sacerdote Pascal Vesin se había
mostrado públicamente a favor de que los sacerdotes se casen y no apoyó las
manifestaciones católicas en París contra el matrimonio homosexual. Justamente
coincidió el hecho con la denuncia por el Papa Francisco de la existencia de un
“lobby gay”, lo cual es innegable, tanto como que para ascender en la masonería
se deben cometer actos antinaturales de homosexualidad. Además, Vesin ha sido
el único sacerdote masón apartado por pertenecer a la masonería, mientras que
existen muchos otros que militan en dicha institución anticatólica y no han
sido intimados a abandonarla. Es más, se afirma que Paolo Gabriele, quien fue
preso en el Vaticano por robo de documentos durante el pontificado del Papa
Benedicto XVI, está vinculado con la masonería romana. Lo extraño, es que sólo
unos meses después de haber excomulgado a Vesin, el representante de la
masonería italiana exprese elogios al Papa Francisco y le solicite la unión y
colaboración de las dos “organizaciones”. Claro que lo de “organizaciones” es
un vocablo que no cabe a la Iglesia Católica.
EXTREMO POSTCONCILIAR
Actualmente,
bajo el pontificado del Papa Francisco, las iglesias no se llenan ni
con curiosos. Ni para Navidad se ve un incremento de afluencia de
feligreses. Es más, la feligresía está siendo invitada a no asistir... y
es sustituida por personas de otros cultos que profanan el Sitial
reservado para Jesucristo.
Si
esto es lo máximo que puede lograr la postura modernista -progresista-
inmanentista de los anticatólicos dentro de la Iglesia Católica, debe
ser hora de que la Barca de Pedro empiece a mirar hacia Jesucristo,
hacia La Verdad que es Él mismo, hacia la Tradición y la opción por el
Absoluto que ello implica. Porque nada se puede esperar de un árbol que
no da frutos, tal como lo es una herejía que ha ingresado a las "venas
mismas de la Iglesia", al decir del Papa San Pío X. El Papa Francisco no
logra conversiones, logra sólo aplausos a su persona, que durarán tan
efímeramente como lo que dure su vida.
Algún
día tal vez se irá, con el amargo sabor de haber destrozado a la
Iglesia Católica, inconscientemente, o lo que sería peor,
onscientemente, tras haber hecho de la misma un espacio para sus
venganzas por hechos del pasado, o para hacer gala de su orgullo,
conquistando espacios en revistas donde refleja cabalmente el
pensamiento de los anticatólicos, como correspondería a todo espíritu
dañado por el figuritismo masónico.
Dicen
que si se ve un animal que parece un pato, que actúa como un pato, que
hace sonidos como un pato y que tiene la biología de un pato, entonces
estamos ante un pato... si aplicamos esto al Pontificado del Papa
Francisco como culmen de la acción iniciada por San Juan XXIII con el
Concilio Vaticano II hasta llegar al Pre- San Papa Francisco del porteño
barrio de Flores, el cual según las revistas prácticamente debería
autoproclamarse Santo en vida en uso de la infalibilidad Papal, en
virtud de su humildad y paz que transmite bajo los efectos de la
posesión del Espíritu de Guadalupe del que también estuvieron posesos
durante la "Misa Criolla" celebrada el 12 de diciembre de 2014 por el
mismo Papa haciéndose el "místico" con suspiros, intercalando los
desentonados cantos antilitúrgicos de Patricia Sosa, la cual reza en un
altar de su hogar a Jesucristo y donde tiene también a Buda porque hace
"meditación trascendental", estando todos posesos de ese mismo
"Espíritu", al decir de la astróloga Ludovica Squirru en el programa de
Mirtha Legrand... cualquiera puede preguntarse: ¿Es esto la Iglesia
Católica? ¡Eso es lo que dicen las revistas y los medios de
comunicación! Y si no es desmentido, es lo que el Papa Francisco está
dejando a la gente...
Hay
mucho más para decir sobre este tema… pero la nota
no acabaría. Seguramente continuará en otra oportunidad. Pero en un
mundo abúlico, donde sólo 7 o 12 personas leen un artículo como el que
acabo de escribir, sin que tenga ni la menor trascendencia o
importancia... a veces uno se pregunta ¿para qué? Si este blog no lo va a
leer ni siquiera el Papa, ni se va a enterar de lo que dice, y si se
enterara no haría nada para cambiar lo errado... ¿No es mejor ir a rezar
por el bien de la Iglesia, por el Papa y por el bien de las almas y la
conversión de todos, antes de ir a dormir? Y la respuesta es: sí.