EL REGALO NAVIDEÑO DE OBAMA
Por Mauricio Ortín
No sé de qué se alegran tanto. El bloqueo está
vivito y coleando, digan lo que digan. ¿De dónde sacaron tal cosa? Con el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los EEUU el
bloqueo sigue igual o más firme que antes. Obviamente, me refiero a la situación de bloqueo, aislamiento,
incomunicación, encierro, violencia, asedio, maltrato y desprecio que sufren
los cubanos por parte del régimen criminal de Fidel Castro y su hermano Raúl.
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Los “gusanos” (calificativo que se le
da a la oposición en Cuba) establecidos en Miami o pudriéndose en las mazmorras
de la isla-cárcel seguirán siendo tanto o más “gusanos” de aquí en adelante. Es
curioso, pero ni Obama, ni el papa, ni Cristina, ni Rajoy ni nadie todavía se
ha quejado de que Fidel y sus esbirros, desde el Estado, estigmaticen con ese
sobrenombre a los que no piensan como él. Decirle “gusanos” a seres humanos, peor aún, el repetirlo sistemáticamente
como una política de Estado, es negarles su condición de personas y, lisa y
llanamente, condenarlos al exterminio. Es un calco de lo que hicieron los nazis
con los judíos cuando, en películas de cine y propaganda gráfica, los
asimilaban con las ratas. Las ratas, los gusanos y, podríamos agregar, las
cucarachas son los bichos emblemáticos a eliminar. Ahora bien, no sólo Fidel
usa el término. Son cientos los filofidelistas pertenecientes al Partido
Comunista, a organizaciones de derechos humanos o al Estado que, sin ponerse
colorados y sin que el INADI diga esta boca es mía, se regodean públicamente
hablando de la “gusanera” de Miami o del “gusano” fulano o mengano. Nazis de
izquierda, pero nazis al fin es lo que son.
Cuba nunca fue bloqueada por los EEUU. El embargo de
EEUU contra el régimen criminal de Fidel Castro consistió en no comprarle ni
venderle nada. Argentina, Canadá, España, la ex URRSS y otros países tuvieron
relaciones comerciales con Cuba durante el “bloqueo” (para la gilada). “Cuanto
más grande una mentira, más gente la cree”, decía el “maestro” Adolf y, “el
número de opas es infinito”, las Sagradas Escrituras de allí que sea entendible
la cantidad y la calidad de personas que ven en tirano barbado una víctima de
EEUU y no un victimario de su pueblo.
A la Argentina, por ejemplo, el gobierno cubano
nunca le pagó ni un dólar por los miles de autos que le vendió el gobierno
peronista en los años setenta. Poco y nada se vende al que no paga, como poco y
nada se compra al que no tiene qué vender. Lo único que el régimen castrista
envió gratis a nuestro país y a toda Latinoamérica fueron hordas de subversivos
entrenados por expertos en matar y ensangrentar. Fuera de terroristas, guerras
y habanos el régimen castrista no tiene otra cosa qué exportar.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas
debe entenderse como un resonante triunfo comunista. Obama y el papa Francisco
han dado otro respiro a los criminales que gobiernan Cuba a cambio de nada.
Todos aquellos que aborrecen a los tiranos y, fundamentalmente, los que se
pudren en las cárceles cubanas recibieron
la “buena nueva” de Obama, más que como regalo navideño, como la patada
que se sufre “justo ahí”.