AYUDANDO A LOS LADRONES
LA LISTA DE FRANCISCO
Hace algunas semanas, el Romano Pontífice recibió
por quinta vez en su hotel de Santa Marta a la presidente argentina Cristina
Kirchner. La entrevista se prolongó por casi dos horas y, luego de finalizada,
los portavoces de ambos mandatarios fueron claros y explícitos en decir que se
había hablado exclusivamente de “política latinoamericana”. Por supuesto,
nadie, excepto los neocones, lo creyó. A pocos meses de la elecciones presidenciales
el tema de rigor fue la política doméstica. Hace pocos días, una fuente
inobjetable me confirmó que, efectivamente, en ese encuentro no se habló de
otra cosa más que de política argentina.
Yo creo -y es sólo mi opinión- que
allí se armaron a grandes rasgos las listas con los candidatos más salientes
que competirán en agosto y octubre.
Y parece que no soy el único que piensa de ese
modo. El abogado y periodista Carlos Maslatón publicó lo siguiente en su blog
algunos días antes de la presentación definitiva de listas por el Frente para
la Victoria:
Esta es la Lista del Papa Francisco,
les guste o no les guste Sres.:
Presidente: Daniel Scioli, amigo de Francisco y es el que Francisco quiere de
entre los tres candidatos [y el único que se deja pastorear].
Gobernador de Buenos Aires: Julián Domínguez, amigo y persona que más quiere Francisco, incluso más
que Scioli. De hecho, todos los colaboradores de Francisco están con Julián.
Vice-gobernador: Espinosa, intendente de La Matanza, que asegura el triunfo.
Fórmula Ganadora en 1ª vuelta. Les guste o no. Nos guste o no.
Es notable la gracia con la que Cristina ha perdido
la batalla con Scioli y ha puesto a todos los candidatos de Francisco. Notable
también la inteligencia de no postularse a nada.
Ella ha hecho su parte. Bergoglio hará la suya a
partir de diciembre: ese es el trato. Sobre la base de la victoria de
Scioli, llamará desde el Vaticano a un gran "acuerdo nacional" con el
jefe de la oposición, Mauricio Macri -que puso de vice Gabriela Michetti, la candidata
de Bergoglio-, y a olvidar rencores y cualquier tipo de inquisición
judicial.
La Viuda se va tranquila a su casa de El Calafate o
de las Seychelles, sin temor a las rejas.