EL JUDEOMARXISMO REINA EN BABILONIA
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     jul
       
En una carta de 1848, Karl Marx escribió al gran rabino Baruch Leví:
“…Los judíos en conjunto serán su propio mesías. Su reino sobre el universo se obtendrá por la unificación de las fronteras. Una república universal surgirá, en la cual los hijos de Israel se convertirán en el elemento rector. Sabemos cómo controlar a las masas. Los gobiernos de todas las naciones caerán gradualmente a través de la victoria del proletariado en las manos de Judá. Toda propiedad privada será posesión de los príncipes de Israel, ellos poseerán toda la riqueza de la tierra. Así se realizará la promesa del Talmud el cual dice, que cuando el tiempo del mesías se acerque, los judíos mantendrán bajo sus llaves la propiedad de toda la gente del mundo…”
Karl Marx, era hijo de Hirschel Marx, un
 hebreo de Tréveris, y cuyo nombre verdadero era Mardochai; sus 
antepasados, tanto paternos como maternos, desde varias generaciones 
anteriores, fueron todos rabinos.
Arnold Rugue, colaborador de Marx, le llamaba el “Gran Rabino del Comunismo”.
“Ya flamea en el horizonte la aurora de 
nuestro gran día”, dicen las ardientes palabras del escritor hebreo 
Alfredo Nossig. El destino histórico de Israel es la gran esperanza que 
ha servido de savia vivificadora del mosaísmo y de la unidad judía, no 
obstante la dispersión por toda la tierra.
Israel aspira a difundir por todo el 
mundo su modo de pensar y sentir para ver al goyim obrar, a efecto de 
realizar así la hegemonía sobre los espíritus.
Así parecía perderse el sortilegio 
ideológico de los hebreos y una aparente desilusión terrible de no haber
 podido realizar y convertir la tierra en el cielo.
Pero llegó el tan ansiado documento, 
la pseudo encíclica, o más bien documento diabólico “Laudato si”, que 
fue bien acogido por la judeomasonería con sus organizaciones filiales, 
como EL CLUB DE ROMA, GREEN PEACE etc.
Pero el organismo rector es la ONU.
LA ONU es un instrumento del judaísmo internacional.
La Organización de las Naciones Unidas es
 sencillamente un INSTRUMENTO DEL JUDAÍSMO INTERNACIONAL, como lo fue 
también la “famosa” Sociedad de las Naciones.
La ONU es una entidad destructora del 
mundo otrora Católico, dirigida por judíos y utilizada, no para mantener
 la paz, sino para impedir cualquier acción eficaz de las patrias libres
 contra el comunismo, bajo el mismo PRETEXTO DE LA PAZ, hasta que el 
bloque soviético encabezado por Putin esté suficientemente poderoso y 
preparado para lanzarse a la conquista del mundo entero.
La ONU es astutamente utilizada para la 
destrucción de las naciones con raíces cristianas y católicas, de las 
potencias anticomunistas, bajo el pretexto de “facilitar la 
independencia de los pueblos cristianizados”. Todo eso no se hace para 
la libertad de los pueblos, sino para debilitar a las potencias 
occidentales.
Esteban Pablo Sánchez Malagón 








