miércoles, 2 de septiembre de 2015

Una buena noticia ("filolefebvrista")


Una buena noticia ("filolefebvrista")

La cuestión del status canónico de la FSSPX ha dado lugar a varias entradas de nuestra bitácora. El defender determinadas opiniones en el plano doctrinal, y disciplinar, fue causa de que algunos medios nos pusieran el sambenito de “filolefebvristas”.
Los neoconservadores eclesiales han hecho uso y abuso del siguiente texto de Benedicto XVI:
 
 “Hasta que la Fraternidad [San Pío X] no tenga una posición canónica en la Iglesia, tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia.”
Algunos interpretamos este pasaje de Benedicto XVI en armonía con las disposiciones del Derecho Canónico vigente desde 1983: como la ley suprema de la Iglesia es la salvación de las almas, y los fieles tienen derecho a recibir los sacramentos para tal fin, se podía* recibir sacramentos en la FSSPX en base al c. 1335, 2.
Ahora nos encontramos con una novedad que -en cierto modo- confirma nuestras opiniones precedentes. En efecto, el Romano Pontífice ha dispuesto lo siguiente:
“Una última consideración se dirige a los fieles que por diversos motivos frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X. Este Año jubilar de la Misericordia no excluye a nadie. Desde diversos lugares, algunos hermanos obispos me han hablado de su buena fe y práctica sacramental, unida, sin embargo, a la dificultad de vivir una condición pastoralmente difícil. Confío que en el futuro próximo se puedan encontrar soluciones para recuperar la plena comunión con los sacerdotes y los superiores de la Fraternidad. Al mismo tiempo, movido por la exigencia de corresponder al bien de estos fieles, por una disposición mía establezco que quienes durante el Año Santo de la Misericordia se acerquen a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X para celebrar el Sacramento de la Reconciliación, recibirán válida y lícitamente la absolución de sus pecados.”
Por tanto, al menos durante el año jubilar, ningún medio neoconservador podrá aterrorizar conciencias sembrando dudas sobre la validez y licitud de las confesiones de la FSSPX. Esperamos que dichos medios no dejen de difundir la buena noticia.
* P.S.: se podía, y se puede, porque el canon 1335, 2 no ha sido modificado por el Romano Pontífice. La nueva disposición puede aliviar algunas conciencias que se han guiado por los criterios de eclesiásticos neoconservadores.