HALLOWEEN
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Una de las principales fiestas satánicas
Según el testimonio de algunas personas que practicaron el satanismo y luego se convirtieron al cristianismo, Halloween es la más importante fiesta para los cultos demoníacos, porque se inicia el nuevo año satánico y es como una especie de “cumpleaños del diablo”. Es en esta fecha que los grupos satánicos sacrifican a jóvenes y especialmente a niños porque son los preferidos de Dios.
Además, se esconde todo un comercio detrás de la escena de trasfondo… Un gran negocio…
Hollywood ha contribuido con la expansión
celebrativa del Halloween a través de sus numerosas películas en las que
la violencia gráfica y asesinatos crean en el espectador un estado
morboso de ansiedad y angustia, provocando muchas veces una idea errónea
de la realidad.
También observamos que los días previos a
la “fiesta”, hasta en los canales de dibujos animados para niños y
adolescentes, se puede encontrar los capítulos referidos a esta
temática. Asimismo, las máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás
artículos son motivo para que algunos empresarios fomenten el “consumo
del terror” y saquen su provecho económico de esta “moda” americana.
En las cadenas de supermercados,
papelerías, casa de fiestas infantiles, negocios de indumentaria, todo
se encuentra plagado de esta satánica celebración, cada vez más aceptada
en las diferentes culturas.
Origen verdadero de la Fiesta de Halloween
Aproximadamente
trescientos años antes del nacimiento de Cristo, los celtas vivieron en
las Islas Británicas, Escandinavia y Europa Occidental. Eran una
sociedad cuyos usos y costumbres fueron controlados por sacerdotes
paganos llamados druidas. Ellos adoraban y servían a Samhain, dios de la
muerte.
Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor de su dios Samhain.
Las raíces paganas de la celebración se
atribuyen a la celebración celta de «Samhain» del culto a los muertos.
Se trata de una tradición anterior a la invasión de los romanos (46
a.c.) en las Islas Británicas, enmarcada en la religión de los druidas
en Inglaterra, Francia, Alemania y en los países célticos.
Si bien se sabe poco de estas
celebraciones, parece que las festividades del Samhain se celebraban muy
posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio
de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que
duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los muertos», que
daban inicio al año nuevo celta.
En esta fiesta, los druidas, a manera de
médiums, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en
esta vida hacia la inmortalidad. Los druidas creían que en esa noche en
particular los espíritus de los muertos regresaban a sus antiguos
hogares para visitar a los vivos. Y si los vivos no proveían comida a
estos espíritus malignos, toda clase de cosas terribles podrían
ocurrirles. Si los espíritus malignos no recibían un festín (treat),
entonces ellos harían travesuras malas a los vivos (trick).
Trick-or-treat, treta o trato (origen del “dulce o travesura”)
Los
sacerdotes druidas iban de casa en casa exigiendo alimentos y en algunos
casos niños y vírgenes para ofrendar en sacrificio a su dios Samhain en
el festival de la muerte.
Si se los daban, se hacía un trato (treat) y
se iban en paz. Si la gente de la aldea no daba a los druidas el
alimento o persona que exigían, se lanzaba una maldición sobre la casa
entera y, según ella, alguien de esa familia moriría ese año. Esa era la
trampa o treta (trick).
Jack-O-Lantern (la calabaza que simboliza halloween)
Los druidas
llevaban con ellos un nabo grande, el cual habían ahuecado en el
interior, con una cara tallada en el frente, para representar el
espíritu demoníaco del que recibían su poder y conocimiento, el mismo
que se encargaría de ejecutar toda maldición e iluminar su camino. Este
espíritu se llama “espíritu familiar”. El nabo, iluminado por una vela
dentro, era una linterna para los druidas por la noche. Ellos llamaron
“Jock” al espíritu de la linterna.
Cuando estas prácticas llegaron a
Norteamérica en los siglos XVIII y XIX, los colonizadores hallaron que
los nabos no eran tan grandes, así que los substituyeron por calabazas.
Desde entonces, a esta figura tan representativa del Halloween se le
llamó “Jock, el que vive en la linterna” y después vino a ser
“Jack-O-Lantern” o Linterna de Jack.
¿Cómo entraron estas fiestas en el cristianismo?
Una vez
convertido Constantino, el Imperio adoptó más tarde al cristianismo, y
alrededor del año 609 se transformó el Panteón de templo pagano,
dedicado a todos los dioses, en iglesia cristiana, dedicada a la Virgen y
a los mártires.
La tradición celta entró con mayor fuerza
en el siglo VIII, cuando la Iglesia Romana estableció el 1º de noviembre
como el Día de Todos los Santos, en inglés “All Hallows Day”.
La fiesta de Todos los Santos, como fiesta
mayor tuvo su Vigilia solemne (el 31 de octubre). Esta vigilia fue
llamada por los ingleses “All Hallows Even”. Aquí encuentra su origen el
término Halloween.
Por otro lado, desde el año 998, San
Odilón, Abad del monasterio de Cluny (en el sur de Francia) había
añadido la celebración del 2 de noviembre, como un día para orar por las
Almas de los Fieles Difuntos.
La celebración de Halloween fue introducida
en Estados Unidos por los primeros inmigrantes irlandeses (pueblo de
origen celta). En ese país se popularizó, y se extendió rápidamente al
resto del mundo, convertido además en un lucrativo negocio.
Significado oculto
La fiesta de
Halloween, es decir “el festival de Samhain”, todavía es hoy celebrada
oficialmente por los satanistas, ocultistas, y adoradores del diablo
como la víspera del año nuevo de la brujería.
Según la página web oficial de la iglesia
de satán, cada satanista debe de vestir ropas de halloween el día de su
cumpleaños y para ciertas ceremonias.
Cada vez que se visten ropas de halloween se está participando en prácticas ocultas dedicadas a Satanás.
Así es que hemos de tener cuidado de no
caer en las redes del demonio que, como siempre, astuto, se esconde
detrás de una apariencia inocente, en esta nefasta celebración, para
irse adentrando cada vez más en nuestros hogares y en las almas de los
más inocentes. Recordemos que en la oscuridad, en la fealdad, está
escondido el pecado, y por tanto el tentador que, como lobo feroz, está
agazapado para atacar…
Preparémonos con fervor para celebrar la
verdadera fiesta del católico, la Fiesta de Todos los Santos, que con su
virtud, humildad, valentía, fe y amor hacia Nuestro Señor, su Santa
Madre, a la Verdadera Iglesia, se han ganado el premio tan anhelado del
Cielo.
Que ellos intercedan por estas almas que todavía seguimos luchando, para llegar algún día a unirnos con ellos eternamente.