EL DEMAGOGO INCITA A LA REVOLUCIÓN SOCIAL
(y no es la primera vez)
No
ha sido tarea fácil ni agradable seleccionar los párrafos del discurso
-una arenga, mejor dicho- con el cual Bergoglio clausuró el III
Encuentro Mundial de Movimientos Populares organizado en el Vaticano. El mamotreto oratorio es propio de un demagogo medio inconsciente, que no sabe del todo bien lo que está diciendo.
Fundamentalmente, se trata de una diatriba plagada con los lugares comunes populistas y socialistas contra el sistema capitalista ,que
olvida o desconoce el dato elemental de que el liberalismo burgués es
el padre del marxismo. Esto enseñaron los grandes maestros católicos,
desde Donoso Cortés hasta Chesterton, Belloc, Meinvielle y Salleron, y
Pío XI con su gran Encíclica Quadragesimo Anno, bien llamada “la carta
magna del orden social cristiano”, que Bergoglio cita de paso.
Y va no más la penosa antología de la insensata perorata:
“En nuestro último encuentro, en Bolivia, con mayoría de Latinoamericanos, hablamos de la
necesidad de un cambio para que la vida sea digna, un cambio de
estructuras; también sé cómo ustedes, los movimientos populares, son
sembradores de ese cambio, promotores de un proceso en el que confluyen
millones de acciones grandes y pequeñas encadenadas creativamente, como
en una poesía; por eso quise llamarlos “poetas sociales”
El colonialismo ideológico globalizante procura imponer recetas supraculturales que no respetan la identidad de los Pueblos. Ustedes van por otro camino que es, al mismo tiempo, local y universal.).
Hay
fuerzas poderosas que pueden neutralizar este proceso de maduración de
un cambio que sea capaz de desplazar la primacía del dinero y coloque
nuevamente en el centro al ser humano.
Hay
-lo dije hace poco-, hay un terrorismo de base que emana del control
global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera. De
ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el
narcoterrorismo, el terrorismo de estado y lo que erróneamente algunos
llaman terrorismo étnico o religioso. Ningún pueblo, ninguna religión es
terrorista. Toda
la doctrina social de la Iglesia y el magisterio de mis antecesores se
rebelan contra el ídolo-dinero que reina en lugar de servir, tiraniza y
aterroriza a la humanidad.
…frente al hambre, Jesús priorizó la dignidad de los hijos de Dios sobre una interpretación formalista, acomodaticia e interesada de la norma.
La
brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se
agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos
económicos y mediáticosque parecieran dominarlas.
Los movimientos populares,…expresan una forma distinta, dinámica y vital de participación social en la vida pública.
Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de otros sectores de la sociedad, están llamados a revitalizar, a refundar las democracias que pasan por una verdadera crisis.
El
futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes
dirigentes, las grandes potencias y las élites. Está fundamentalmente
en manos
de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos
que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio”
Todo este palabrerío habrá sido música agradable para los oídos de los principales organizadores del aquelarre, los marxistas Juan Pedro Grabois y Joao Stédile, bien
conocidos por el lector de esta página, a quien mantendremos al tanto
sobre el uso malévolo que se hará con todos estos dislates bergoglianos.
Notas catapúlticas
1) Para Grabois “La
lucha por las 3-T (Tierra,Techo y Trabajo) sigue siendo el corazón de
nuestros encuentros; derechos que están siendo conculcados por un sistema injusto que deja a millones de campesinos sin tierra, familias sin techo y trabajadores sin derecho“.
Acerca
de la filiación marxista del actual consultor del Pontificio Consejo
Justicia y Paz, véase lo que escribió en 2012, no muy distante de lo que
dice Bergoglio hoy:
“Con
el grado actual de desarrollo de las fuerzas productivas, la “gran
industria” descarta crecientes contingentes humanos y los arroja a la
exclusión, es decir, a una vida empobrecida, sin inserción en el proceso productivo en las condiciones jurídicas vigentes.
Esta
es la ley general de la acumulación capitalista, descrita hace dos
siglos, y la verdadera base material del desarrollo de la nueva
burguesía.
“… el capitalismo neoliberal aún hegemónico en el mundo, el capitalismo del consumismo y la degradación ambiental, único capitalismo posible con este nivel de desarrollo tecnológico, es un capitalismo de exclusión y exterminio. Y la exclusión, en virtud del principio de unidad de los contrarios, es la verdadera base dialéctica de la sobrexplotación. Esclavitud y exclusión son dos caras de la misma moneda.
2) Por su parte, interrogado sobre los objetivos del III Encuentro, Stédile contesto, también en sintonía con Bergoglio:
“Ahora avanzaremos para debatir temas candentes de la humanidad que afectan a todos, comola
democracia burguesa hipócrita que ya no respeta la voluntad de la
población; la apropiación privada de los bienes comunes de la
naturaleza, y los temas que llevan a los refugiados en todo el mundo.
La encíclica Laudato si´ es nuestro principal instrumento de concientización y debate en todo el mundo. Francisco logro una síntesis sobre el problema ambiental, que ningún pensador de izquierda había hecho antes.
Tendremos un largo camino por delante, pero seguro que tenemos que pensar otro tipo de estado, otras formas de democracia participativa, popular”.
De Catapulta