YPF-REPSOL: Una expropiación para tapar doce años de corrupción
En
el año 2006 la República Argentina tenía gas para encontrarse provista
por 17 años. En ese entonces le vendía gas a Chile a USD 1. Esta
operación se realizaba a través de una empresa, en connivencia con
Repsol, a los efectos de descapitalizar y obtener ganancias
extraordinarias. Ya en ese entonces, la empresa compradora proveía de
gas a los chilenos a USD 20.
DESABASTECIMIENTO DE RECURSOS – El vaciamiento de una empresa
Agotado
el gas en nuestro país, siendo desabastecido de un recurso que duraría
17 años y luego de haberse vendido a un precio irrisorio, la Argentina
tiene la necesidad de importar, adquiriéndolo de Bolivia a USD 5, de
Trinidad y Tobago a USD 10 y USD 15.
El combustible se había vendido por nuestro país a USD 12 y la misma empresa compradora lo revendía a USD40.
Asimismo,
se entregaron yacimientos enteros que eran de la empresa (prácticamente
regalados) haciéndose pasar por dividendos activos de la empresa. Se
pagaron dividendos vía España, Australia y paraísos fiscales, que no
eran tales. Si no que era una verdadera descapitalización de la empresa.
EL CAPÍTULO ESKENAZI
Los
Eskenazi en el año 2007 constituyeron una empresa con el objeto de
comprarle el 25% de YPF sin aportar un solo dólar, adquiriendo la
empresa con falsas utilidades de la misma.
En febrero de 2008 una
participación del 14,9% por 2.240 millones de la moneda estadounidense,
incluyendo una opción de compra de una participación adicional del 10%.
Durante todo este tiempo se llevaron 200 mil millones de dólares del
país, denunciaban un costo de extracción de 7 dólares por barril (medida
equivalente a 159 litros de petróleo crudo) y la vendían 42 dólares en
el mercado interno una vez destilado, o sea que comprábamos nuestro
propio petróleo más caro que al actual precio internacional y con un
700% de sobreprecio desde que sale del pozo hasta que sale de la
Destilería. Se llevan lo que quieren a simple declaración jurada y con
sólo un 30% de ese monto sujetos a retenciones, impuestos y controles,
mientras que el 70% restante de esas divisas ni siquiera se rendían en
el país y eran de libre disponibilidad.
A su vez, hay que agregar
el tema de las acciones de los trabajadores al momento de privatizarse
en la década del ‘90. El 14% de las acciones de los trabajadores fueron
vendidas a previo vil a REPSOL. Por este motivo, el Congreso Nacional
Argentino trató el tema de las PROPIEDADES PARTICIPADAS DE CORREO
ARGENTINO pero no trato las de YPF, ya que estas desaparecieron. Y
desaparecieron porque lo permitió el mal llamado GOBIERNO NACIONAL Y
POPULAR. Ya que les quitó a los trabajadores sus acciones por un precio
vil.
Además de todo el dinero que se llevaron nos dejaron un pasivo de casi 10.000 millones de dólares.
Junto
con una demanda millonaria de un fondo común de inversión ante los
TRIBUNALES DE ESTADS UNIDOS por el 25% de los Eskenazi. A la fecha se
han pedido medidas cautelares por el orden los 4.000 millones de
dólares. De tras de este fondo común se esconderían los Eskenazi quienes
pretenden una indemnización por sus acciones y están litigando en EEUU,
donde fijó competencia el mismo Néstor Kirchner en sus acuerdos.
Como
así también otro juicio por la venta de 1.500 millones de dólares en
acciones en el año 2010 y 2011, que luego se descubrió a través de los
balances y la documentación que estaba fraguada.
Por lo tanto,
cuando se descubre el vaciamiento de YPF, las acciones bajaron un 70%.
Lo que podría representarnos también otro perjuicio por 2.000 millones
de dólares de perdida.
Como expresamos al inicio, se perdió la
producción de gas en un 96% y en un 50% LOS combustibles lo que hoy nos
lleva a millones de dólares en importación.
LA MECÁNICA DE CORRUPCIÓN
En
la causa Tarjeta SUBE, luego de desatado el escándalo, se rescindió el
contrato y se pasó el control al Banco Nación. Esto representó una
pérdida para el país no menor a 600 millones de pesos.
En la causa
“Sueños Compartidos” (Hebe de Bonafini y familia), se estatizó todo, lo
que representó para el país una pérdida no menor de 1.000 millones de
pesos.
En la causa Boudou-Ciccone, 400 millones de dólares.
LA FALTA DE DIVISIÓN DE PODERES
Cuando
nuestro pueblo se pregunta por qué no están presas las máximas
autoridades del gobierno anterior, la respuesta es que los jueces
federales, que tienen estas causas que yo mismo denuncié por acción u
omisión, son responsables directos.
Todo esto tiene un nombre:
latrocinio y traición a la patria. Todas estas expropiaciones sin
sentido evitaron construir viviendas, tener mejor salud, más seguridad y
más educación.
LA EXPROPIACIÓN
La
expropiación de REPSOL-YPF representó para la Argentina un grave
perjuicio económico. Hasta los españoles dicen que al momento de la
expropiación de Repsol la empresa tenía un saldo positivo de 8.813
dólares, es decir, se habían llevado ese dinero sin que fueran
utilidades; que es una empresa que evade impuestos, que no es una
empresa española sino que tiene sede en España, pero además 13 filiales
en paraísos fiscales, no respeta el medio ambiente y vulnera a las
comunidades mapuches, como sucedió con Cerro Bandera y Loma de la Lata.
Todo
esto está corroborado por el Observatorio de la Deuda en la
Globalización (O.D.G.), el observatorio de las Multinacionales en
América Latina (O.M.A.L.), Ecologistas en Acción (ALSUR-LAS SEGOVIAS y
Associacion Catalava D Engimyeriasense Fronteras (E.S.F.) y miles de
españoles que se han expresado en contra de la defensa que hacía Rajoy
de esta empresa.
Esto no tiene otro nombre: ES CORRUPCIÓN. La
expropiación de REPSOL-YPF fue realizada para tapar la corrupción, ya
que se distribuyeron durante los últimos años utilidades que no
existían. Se llevaron más de 12.000 millones de dólares con esta
mecánica y el grupo Eskenazi compró una parte de la empresa sin dinero.
Esto
está debidamente comprobado por peritos de la Corte Suprema de Justicia
y por una ONG que dirige un conocido perito forense. Pero además de
eso, el valor según balances es de dólares 2.300 millones.
El
valor que tenía al momento de la expropiación era de menos de dólares
4.000 millones y el pasivo que dejó Repsol al momento de la expropiación
era de 9.000 millones de dólares y, a las apuradas, el tribunal de
tasación dominado totalmente por los K, dijo que el precio era correcto.
La
mecánica de la corrupción en la Argentina es similar en todos los
casos: el dinero se fugó al exterior, ya que era imposible justificar
los montos, por los sobreprecios, los retornos y otros rubros. Pero
además las causas estuvieron todas planchadas.
La expropiación de
YPF fue para ocultar la compra sin fundamento y sin dinero que realizó
Néstor Kirchner con la familia Eskenazi. Y como si esto fuera poco, se
sumó la falta de control en las inversiones y permitir la distribución
de utilidades que la privatización no había previsto. Se expropio
justamente para todo esto: para evitar investigar todos estos actos
irregulares, que son delitos, cuando se hubiera podido rescindir el
contrato con Repsol por falta de cumplimiento, sin derecho a ninguna
indemnización.
INVESTIGACIÓN MUNDIAL
Todo esto tiene su fundamento en lo que dicen los distintos organismos internacionales sobre la corrupción en la Argentina.
En
España, en la causa Gurtel, donde interviene el Juzgado de Instrucción
N° 5 de la Audiencia Nacional, a cargo del Dr. Pablo Ruz, que investiga
el caso Barcenas, por corrupción y sobresueldos, también investiga a la
Argentina en especial a esta empresa y otras.
En Uruguay, el juez Néstor Valetti, la fiscal Mónica Ferrero y el fiscal Juan Gómez investigan todas estas conexiones:
LOS DELITOS
– Los imputados son funcionarios públicos.
–
Las empresas imputadas son off shore, es decir, internacionales, porque
su constitución se realiza en el exterior y son registradas en la
Argentina.
– Se vislumbran sobreprecios en el servicio a prestar.
–
Forma y modo de contratación: puede ser directa o, en el caso de ser
por licitación publica, lo hacen de manera totalmente digitada.
–
La forma y modo de esconder las sumas por los sobreprecios y la
corrupción es a través del lavado de dinero, el giro al exterior de
estas sumas.
– Los fines para los cuales se constituyen estas empresas nunca terminan por cumplirse, salvo el de la corrupción.
– Ninguno de estos hechos fue investigado por los fiscales de oficio o por la Fiscalía de investigación financiera.
–
En todos estos contratos hubo ausencia de contralor. Es decir, no hubo
intervención de la UIF, AFIP, IGJ. En la causa Ciccone hubo ausencia por
parte de la Casa de la Moneda.
– El Gobierno Nacional reconoció
las irregularidades -delitos- y producto de ello es que han sido
rescindidos los contratos con las empresas intervinientes en el caso
Schoklender y en el caso SUBE.
– Mientras que en el caso
Boudou-Ciccone dictó un decreto para expropiar, como en el caso de
YPF-REPSOL. Pero en ninguno de estos cuatro casos ha hecho referencia al
perjuicio económico que se ha producido al estado por esos contratos.
LA RATIFICACIÓN DE UN EX SOCIO, RICARDO PAZ HERRERA
“Esto
no es la ruta del dinero K, es la autopista…”, afirma Ricardo Paz
Herrera, un pequeño accionista de YPF, en un video que envió a Infobae.
“El caso Petrobras es insignificante al lado de esto”, insiste.
Y
denuncia un megafraude en la petrolera durante la década ganada. En el
video, de manera casi didáctica, relata una serie de maniobras a través
de las cuales funcionarios delos gobiernos kirchneristas se habrían
“robado” 46 mil millones de dólares.
Pero, ¿quién es Paz Herrera?
Es un accionista minoritario de YPF que se animó a denunciar las
supuestas irregularidades que se habrían desencadenado durante las
administraciones de Néstor y Cristina Kirchner, con Axel Kicillof y
Miguel Galuccio como actores de reparto.
Según los datos
recogidos, Paz Herrera sospecha que se cometieron diversos delitos como
“robo de los activos de YPF”, defraudación, evasión, lavado de dinero,
fraude a los inversores extranjeros y fraude a los más de 30 mil
trabajadores.
Además, le imputó las consecuencias económicas que
sufrió el país, entre las cuales enumeró: “Pérdidas del
autoabastecimiento, importación de energía, pérdida de reservas del
BCRA, cepo cambiario, restricción de importaciones, recesión y
constantes aumentos de las tarifas de gas y combustibles”.
Paz
Herrera sostiene que la expropiación, decidida por Cristina Kirchner y
avalada por la mayoría kirchnerista del Congreso de la Nación, fue para
tapar estos desaguisados y no parte de la “gesta nacional y popular”
como quiso informar el relato kirchnerista.
Este fraude -según su denuncia- se habría concretado fundamentalmente a través de tres operatorias:
Exportaciones
a “precio vil”. El gas y el petróleo de YPF lo exportaban a bajísimo
precio a compañías vinculadas a Repsol en el exterior. Luego esas
empresas lo vendían al verdadero valor que tenían en el mercado,
obteniendo de esa manera ganancias millonarias fuera del país; pero a la
contabilidad de YPF sólo ingresaban los montos correspondientes a las
operaciones hechas al “precio vil”.
Según un informe de la
Auditoría General de la Nación, YPF bajo el control de Repsol, exportaba
el barril de petróleo a la mitad o menos aún del valor de referencia
internacional. Esta modalidad fue denunciada por la AGN en por lo menos
tres contratos en los que YPF exportó por un total de USD 1.109.491.409 a
la mitad de su valor de mercado.
Transferencia de patrimonio.
Repsol transfirió a su patrimonio y al de empresas vinculadas los
yacimientos que YPF tenía en el exterior. YPF había comprado en los 90
yacimientos en Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Indonesia y Rusia.
Esas
adquisiciones se hicieron cuando el valor del barril de crudo era de
USD 20; y cuando Repsol los pasó a su patrimonio el precio del barril
era de USD 100, con lo cual se hizo de una millonaria utilidad.
Cobro
de exorbitantes y legalmente cuestionables dividendos, muchos de ellos
superiores a las ganancias reales de la compañía, pagos de honorarios
millonarios a sus directores, pago de facturas apócrifas a proveedores
inexistentes y el pago de sobreprecios a proveedores.
Los fondos
obtenidos a través de estas maniobras -según la denuncia de Paz Herrera-
se habrían girado a cuentas en España, Estados Unidos y Australia. El
dinero se giraba a una sociedad comercial radicada en Madrid que a su
vez era controlada por otra con domicilio en Australia. Las acciones de
esta última eran al portador y se sospecha que eran del matrimonio
Kirchner.
Todo este desmanejo provocó que bajaran las reservas de
gas de 17 a 7 años y la producción de gas y petróleo se redujeron un 50
por ciento. YPF pasó a tener una deuda de USD 9 mil millones y con
dinero en caja para afrontar sus costos durante sólo 22 días. Frente a
este panorama tan oscuro, comenzó a planificarse la retirada de Repsol
de YPF.
A fines de 2010 Repsol vendió el 17% de sus acciones a
inversores norteamericanos, operación en la que -según denuncia Paz
Herrera- ocultó información relevante. El gobierno de Cristina Kirchner
hacía anuncios sobre el hallazgo de nuevos yacimientos y millonarias
inversiones que en realidad no existían, provocando que subieran los
papeles de YPF.
Entonces Repsol vendía a buen precio, a USD 42
cada acción. Al poco tiempo, y al conocerse la verdadera situación de la
compañía, las acciones se desplomaron hasta los USD 11 por cada
cartular.
La maniobra habría seguido de la siguiente manera:
Cristina Kirchner culpó del vaciamiento de YPF a Repsol y por lo tanto
era necesario expropiar la empresa. A cambio, el Estado Argentino le
tuvo que pagar una “indemnización” de USD 5.000 millones a Repsol.
Ese
acuerdo se plasmó en un convenio que Miguel Galuccio y Axel Kicillof le
hicieron firmar a la empresa en 2014 en el que Repsol no hacía ninguna
concesión mientras que YPF renunciaba a cualquier tipo de reclamo contra
la empresa española.
Pero aún falta el último paso para completar
este multimillonario fraude del que -según Paz Herrera- habrían sido
partícipes los Kirchner. Era necesario encubrir toda la operatoria a fin
de lograr impunidad.
Para lograr ese plan, Cristina Elisabet
Kirchner habría contado con la complicidad de Miguel Galuccio, Axel
Kicillof y el resto de los directores -nombrados por la entonces
Presidente de la Nación- de estrechos vínculos con Máximo Kirchner y
miembros de La Cámpora.
De acuerdo con la denuncia, para encubrir
el saqueo a YPF este grupo de personas habría incurrido en violaciones
al estatuto de la empresa, a la ley de Sociedades Comerciales y a
regulaciones del mercado de valores de la Argentina y de los Estados
Unidos.
Pero eso no es todo. En abril de 2015, es decir pocos
meses antes de que el kirchnerismo dejara el gobierno, Galuccio,
Kicillof y los jóvenes de La Cámpora dispusieron que fuera la propia
YPF, y no una compañía de seguros -como se suele hacer-, la que les
permitiera mantenerse indemnes en caso de cualquier reclamo que les
pudieran hacer en forma personal.