En la justicia ya quedan pocos payasos
Ya quedan pocos payasos. Estamos viendo las últimas funciones.
En Santa Fe, tenemos a un juez Federal, Reynaldo Rodríguez, que es el único que se presta a los circos judiciales.
Lo que pasa es que tiene varias resoluciones judiciales muy sospechosas.
Él mismo, ya no tiene cara de sospechoso. Tiene cara de culpable.
En la región tenemos a un Fiscal que gusta de actuar en estas funciones de circos judiciales.
El
Dr. José Ignacio Candioti Puyol y la familia del Fiscal Candioti,
también aprovecha la coyuntura para de sacar su propio rédito.
Así
fue como por la simple travesura de una niña, (trazar unos garabatos
sobre una fotografía familiar) armaron un dramón que supera cualquier
telenovela mejicana. La travesura fue disfrazada de AMENAZAS.
El
juez federal de Reconquista, Eduardo Valiente, ordenó un sumario interno
en el Juzgado, y el fiscal Salum presentó una denuncia penal.
El
gobierno de Hermes Binner repudió el episodio que “intenta crear un
clima de intranquilidad y amedrentamiento ante el inicio de los juicios
de lesa humanidad”, dijo el ministro de Justicia y Derechos Humanos,
Héctor Superti, dijo la vicegobernadora Griselda Tessio.
“Es
inadmisible que al comenzar los juicios por los delitos del terrorismo
de Estado en la provincia resurjan actos intimidatorios y autoritarios
como el sufrido por la familia del doctor Candioti, que hacen revivir la
época más nefasta de nuestro país”.
Por su parte la Asociación
Norte Amplio por los Derechos Humanos (organización integrada por
militantes de derechos humanos del norte santafesino) emitió en un duro
comunicado, un enérgico repudio al hecho que calificó de “episodio
cobarde” y luego continuó diciendo: “Este hecho de golpear a la familia,
tratando de meter miedo e impedir que se investiguen los sucesos más
atroces de lesa humanidad que se cometieron en el pasado dictatorial, se
suma a las amenazas que se vinieron realizando a través de anónimos
mails al doctor Candioti y a otros ciudadanos.
La Cámara de
Diputados de la provincia votó una declaración de repudio a las amenazas
contra el doctor Candioti y su familia y expresó su solidaridad con el
fiscal. El proyecto fue presentado por la diputada del SI, Alicia
Gutiérrez, querellante en la causa de la Quinta de Funes, a quienes
acompañaron tres de sus colegas: el presidente del bloque del Frente
Progresista, Raúl Lamberto; Pablo Javkin, del ARI y Rubén Marín, del
Frente para la Victoria. “Los hechos muestran que el accionar de la
Justicia incomoda a los imputados en las causas de lesa humanidad y que
se propusieron como único fin intimidar a quienes trabajan con
compromiso y responsabilidad”, dijo Gutiérrez.
Raúl Borsatti,
(ñoqui del nodo de Salud de Reconquista) integrante de la ONG’s Norte
Amplio por los Derechos Humanos, expresó: “nosotros estamos indignados
porque ayer ultrajaron el lugar de trabajo de la Dr. Susana Almeida, que
es la esposa de Candioti, y le dejaron amenazas.”
Pero finalmente la niña de la travesura fue descubierta “por la eficaz acción de la justicia” y todos se llamaron a silencio.
Por
“suerte” la esposa del Fiscal, Susana Almeida, gracias a este
espectáculo circense, logró un inmediato traslado cercano al destino
laboral de su esposo.
En el circo tampoco faltan “malabaristas”
como Patricia Isasa, presunta víctima, querellante y otras yerbas, que
no duda en hacer falsas denuncias de amenazas.
En el año 2009, el
abogado Martín Gutiérrez designado con juez en la causa Brusa, dijo
sentirse víctima de la violencia moral y psíquica que le causan las
manifestaciones de Cristina Fernández de Kirchner, Eduardo Luis Duhalde y
la diputada Diana Conti y renunció al cargo.
Recientemente, dos
terroristas de la banda Ejército Revolucionario del Pueblo, María Alicia
Noli nombre de guerra Liliana y José María Pérez Villalobos, pretendía
no juzgar, pretendían condenar a personas imputadas de actuar contra el
terrorismo. Se negaban a excusarse y rechazaban las recusaciones. Hasta
que finalmente la Sala de Casación Penal Federal dispuso su
apartamiento. Ahora se buscan jueces.
Sin el amparo del kirchnerismo, nadie quiere correr el riesgo de ser acusado de prevaricato.
Los grotescos payasos de los circos judiciales se están convirtiendo en una especie en extinción.
Después
de contar el sucio dinero, al final del festín; como Damocles, levantan
la cabeza y al mirar hacia arriba, ven la afilada espada que cuelga
atada por un único pelo de crin de caballo directamente sobre sus
cabezas.