Los kirchneristas
que olvidaron a Perón, que enterraron sus símbolos, aunque poniendo la
imagen del líder y Evita en las boletas electorales, durante muchos años
de los doce que gobernaron a nivel nacional. El fin, el engaño. Muchos
pobres en argentina votaron por esa imagen del recuerdo de aquellos
benefactores de generaciones anteriores. La realidad es que la verdadera
herencia del General aparece manchada por la sombra de la manipulación o
el robo.
Un libro de la
colección privada de Perón, con anotaciones de su puño y letra, apareció
en uno de los allanamientos a las propiedades de Lázaro Báez en Santa
Cruz. “Del Poder al exilio”, con una inscripción manuscrita que dice “Madrid, 25 de Junio de 1962”
y la firma del General. Este libro es una muestra de los que se le
secuestró a Báez, más libros correspondencia y otros bienes, esperan ser
inventariados por el Juzgado de Sebastián Casanello, para informar a
Mario Rotundo, el heredero de Perón.
¿Cómo llegó el libro a manos del
zar de la obra pública?.
Mario Rotundo es el
presidente de la Fundación por la Paz y Amistad de los Pueblos y único
heredero de los bienes muebles del ex presidente, bienes que se
encuentran al resguardo en un banco suizo bajo llave. Isabel dejó
expresa la voluntad de su marido a través de una notificación notariada
en 1990, en España, por escritura numero 616 firmada por el notario
Antonio Linage, donde se lee “en memoria de su fallecido esposo”.
La historia de
Mario Rotundo comenzó en el ´70, junto a Perón en España, pero la
historia de los bienes se remonta al ´55, cuando fueron decomisados por
los militares que lo derrocaron. Esos lotes quedaron en custodia en el
entonces Banco Municipal, que luego se convirtió en el Banco Ciudad,
pero Rotundo asegura que al comparar el inventario original, con la
existencia en custodia en el banco, faltan muchas piezas, como oro y
joyas que fueron de Eva Duarte.
Desde ese año 1990
en que fue declarado heredero, está buscando recuperar los bienes que se
encuentran dispersos en distintas partes del mundo. "Estamos recomponiendo la historia", sostuvo.
La herencia de Perón siempre fue un botín de guerra para el peronismo. Tal es el valor para el acervo nacional que desde el Partido Justicialista siempre se consideró la posibilidad de que el Congreso de la Nación dictara una ley para recuperar los bienes del ex presidente y así crear un museo en su recuerdo. Nunca nada de esto prosperó.
La herencia de Perón siempre fue un botín de guerra para el peronismo. Tal es el valor para el acervo nacional que desde el Partido Justicialista siempre se consideró la posibilidad de que el Congreso de la Nación dictara una ley para recuperar los bienes del ex presidente y así crear un museo en su recuerdo. Nunca nada de esto prosperó.
Mario se sorprende
al ser consultado por la aparición de una ex monja del Convento de
General Rodríguez, aquel donde José Francisco López, ex secretario de
Obras Públicas, cayera en desgracia la madrugada del 14 de Junio de
2016. Y es que Sonia Herber, ex cocinera del convento, sostiene ante las
cámaras de un programa de televisión, haber tenido la misión, encargada
por el entonces Obispo Emérito de Mercedes Lujan, Rubén Di Monte, de
cuidar un cofre misterioso. Ella lo colocó bajo su cama, y sin
aguantarse la curiosidad, prendió la lámpara de noche, a la que dice
haberle puesto una frazada para que no se filtre la luz por debajo de la
puerta. Abrió el cofre, y lo que había dentro era el sable del
mismísimo General Perón.
La consulta al
heredero de Perón, para preguntar por esta declaración, dejo más
sorpresas, historias insospechadas para el común de los argentinos. Y
para ese pueblo peronista, heredero universal del legado.
Todo comenzó con una llamada inesperada. "Soy el obispo Di Monte, usted seguramente sintió hablar de mí. ¿Cuándo podría verlo?. Cuanto antes, mejor".
"Hay gente en
el Gobierno que está muy interesada en los bienes. Sería bueno que
alguien hiciera algo con todo lo que usted tiene", le dijo Di Monte, siempre según la versión de Rotundo.
"Después de dar
varias vueltas, me dijo que estarían dispuestos (por Julio De Vido y
Néstor Kirchner, entre otros) a poner 100 millones de dólares. Treinta
para la fundación y los otros 70 había que devolverlos inmediatamente". En realidad, aclara Mario, en nuestro dialogo “yo tenía que firmar como que recibía 100 millones, cuando en realidad recibiría solo 30”.
Ante la mirada atónita de su interlocutor, Di Monte se justificó: "La política es así, siempre hay que pensar en la política. Usted estará feliz de que el patrimonio de Perón quede en el país".
Hubo otros
emisarios que también fracasaron en el intento. El primero en dar ese
paso fue Juan Bontempo, en ese entonces subcoordinador de Asuntos
Técnicos de la Unidad Presidente de Presidencia de la Nación, según la
tarjeta personal que le entregó a Rotundo.
Pero todo cambió
luego de las elecciones legislativas de 2009, en las que Kirchner,
Daniel Scioli y Sergio Massa perdieron contra Francisco de Narváez.
"Néstor no va a hacer la operación. Está enojado con el peronismo, ahora hay que esperar", le dijo Bontempo en la última reunión, después de los comicios, en la Casa de Gobierno.
Tras ese fracaso,
llegó el tiempo para un nuevo intento. En esta oportunidad el que se
acercó a Rotundo fue Ricardo Barreiro, conocido como "el jardinero" de
la familia Kirchner. Aunque la negociación también naufragó por
decisión del ex presidente.
Mario sospecha, y
tiene motivos, después de haber seguido piezas de la herencia del
general por todo el mundo, que ese sable que menciono la ex monja Sonio
Herber, pueda haber estado en manos de la Iglesia de Lujan. Un
periodista que trabajó en el diario La Verdad de Junín, diario
que pertenece a la arquidiócesis de Mercedes Lujan, asegura que ese
sable estuvo en custodia del cura Jorge Bruno, a quién se sindica como
heredero de los contactos políticos de Di Monte, al menos hasta enero de
2015. Probablemente, del Convento de General Rodríguez, donde lo tuvo
la ex monja debajo de su cama, se haya depositado allí, en Luján.
Respecto de la
pieza, no hay registros de que sucedió con ese sable, si desapareció
después del ´55, en el gobierno de Isabel Perón o luego, durante la
dictadura. Lo cierto es que para Rotundo es un eslabón más de la
reconstrucción de la historia, y confía en que la justicia profundice
los dichos de Sonia Herber, para encontrarlo.
Consultado el
universo peronista que estuvo junto al general en el exilio, coinciden
en señalar que el tema de los varios sables que tuvo el general, es algo
que se les escapó en el tiempo.
En el avión de
Alitalia que repatrió a Perón en el ´73, venía, entre otras
personalidades, Jorge Conti. Viajaba como periodista enviado por Canal
11 de Buenos Aires. Fue funcionario en el gobierno de 1973-76. Se casó
con Norma López Rega, viuda de Lastiri e hija de José López Rega, de
quién fue estrecho colaborador. Dejó el periodismo y la política.
Trabaja como escribano. Ambos, Jorge y Norma, con mucha amabilidad,
respondieron, a este portal, no saber nada de los sables, y fue Conti
quién cayó en la cuenta de que con las declaraciones de la ex monja, se
abría un universo de interés que nunca habían tenido en cuenta, aquellos
peronistas que frecuentaban Puerta De Hierro. Norma fue más escueta,
ella había sido la primera detenida en la madrugada del 24 de Marzo de
1976 y no recordaba nada de los sables, sí de los uniformes.
Mario Rotundo nos
aporta un dato por demás revelador, y es lo que él sostiene que pensaban
hacer en el monasterio de General Rodríguez, nada más y nada menos que
una sede del IOR, Instituto Para las Obras de la Religión, que no es
otra cosa que el Banco Vaticano, una regional en Argentina, para lavar
dinero de la corrupción. Una sucursal, como le gusta decir a él,
Instituto per le Opere di Religione.
Teniendo en cuenta
los antecedentes del Banco Vaticano en el mundo, la idea no es
descabellada. Esta entidad ha sido sospechada y denunciada por lavado de
dinero. En 2012 se produjo la destitución del director del IOR, Ettore
Gotti Tedeschi, pretendiendo poner fin a una nueva serie de escándalos
en el Vaticano.
Lo cierto es que,
sobre el Banco Vaticano, que según Rotundo, Di Monte pensaba organizar
en Argentina, y era con absoluto conocimiento de la cabeza de la Iglesia
en Roma, pesan denuncias de toda índole. Y aquellos Vatileaks o
documentos secretos del Papa Benedicto XVI robado y filtrado en 2012,
tiene informes al respecto, hecho que habría gravitado en la renuncia
del anterior Pontifice.
Los planes de Di
Monte se vieron truncados por estas denuncias, y luego por su propia
muerte. El heredero del general diciente con la ex monja Sonia, respecto
de la construcción de lo que ella llama tumbas, el derecho canónico
prohíbe el enterramiento en lugares públicos como Iglesias, de sus
miembros, esas bóvedas fueron construidas con el fin de almacenar bienes
y dinero.
Rotundo guarda una estampita, de la Virgen de Fátima, en cuyo reverso reza una oración a la Virgen y dice al final “Madre Alba M.N.S.F: con autorización eclesiástica”, y se pregunta por qué es necesaria esa aclaración.
Hablamos con el abogado de la Fundación que preside Rotundo, el Doctor Ignacio Copplet, aclara que es una tarea difícil demostrar lo que dice la monja, es como buscar una aguja en un pajar, un sable de un Perón al que la revolución Libertadora del ´55 le canibalizo la herencia, lo hace casi imposible.
La Quinta Museo 17
de Octubre, en San Vicente, es el lugar dónde luego de los gravísimos
incidentes producidos entre dos facciones del peronismo y la CGT, fueron
trasladados los restos de Perón desde la Chacharita, en 2006. Debió
permanecer dos años cerrada por los destrozos y los robos, cuando se
reabre en 2008, muchos objetos de los que se exhiben, asumen las mismas
autoridades del museo, son réplicas, incluso dos sables que allí se
encuentran. Uno de ellos, según la dirección de patrimonio de la Quinta,
llego allí en 1992 y se desconoce su origen, no habiendo podido
determinar si es original.
Lo que aleja más
aun la posibilidad de saber cómo llego ese elemento a las manos de Rubén
Di Monte y por qué, en caso de que la ex monja Herber diga la verdad.
En el libro “La Segunda Muerte”
de los autores David Cox y Damián Nabot, sostienen que en junio del
´87, cuando se profanó la tumba de Perón en la Chacarita, junto a las
manos, se robaron una capa, una espada y una carta que Isabel Martínez
había dejado sobre el ataúd. No podemos establecer vínculos entre ese
sable y el que sostuvo la monja tendría Di Monte, pero es el único dato
real de un elemento de ese tipo, que perteneció a Perón, que pudimos
ubicar.
Cabe señalar que en
el Ejército los Generales utilizan como sable de ordenanza desde el año
1946, una réplica del sable corvo del brigadier general San Martín,
cuya primera entrega se formalizó el 2 de junio de ese año con una
formación militar, recibiéndolos el Presidente de la Nación General de
División Edelmiro J. Farrell, el presidente electo, General de Brigada
Juan Domingo Perón y los restantes Generales en actividad. En aquella
época y hasta finales de los años ´80 se eligió un modelo conocido como
7/8, más estilizado, menos curvo y más liviano que el del prócer.
Actualmente se entrega el Facsímil que conserva sus líneas prácticamente
en una proporción de escala 1:1 con el original.
Existen ejemplares
documentados que fueron realizados en Arsenales del Ejército en los años
´40, incluso antes de su entrada en vigor oficial. El Arsenal Naval de
Zárate continúa fabricando el modelo 7/8 y la empresa privada Jorfra de
la Ciudad de Buenos Aires.
Hemos seguido
infinitas pistas, la última, nos vuelve a General Rodríguez, donde se
levanta la Fundación Africanista de Intercambio Cultural, donde se
practica el rito Umbanda, fundado en 2012, a donde era asiduo
concurrente el ex intendente de General Rodriguez, Juan
Pablo Anghileri, a quién también se lo veía junto a De Vido y López en
el convento de Di Monte. El día que se entregó el famoso Fatimóvil, era
uno de los que estaba en la foto.
La llave para
develar el misterio la puede tener una mujer: Isabel Perón. Es el deseo
de Mario Rotundo que la justicia cite a la nueva monja, para poder saber
si dice la verdad respecto del sable.
A la última pista
que arribamos, es la del PAI, Julio de Oba, tiene enterrado en Buzios,
Brasil, un sable de quién fue 3 veces presidente de Argentina, como una
ofrenda.
Esta historia continuará…
Alicia Panero