domingo, 20 de noviembre de 2016

EL MORMONISMO ES UNA SECTA CALVINISTA Y JUDAICA, CARICATURA HERÉTICA DEL CRISTIANISMO.

Recomendamos a todo Católico Apostólico y Romano lector del blog, un íntegro análisis del ártículo en cuál queda esclarecido el acciónar MORMONICO" "supuestamente" sobre cuestiones de fe. Los mormones, esos "grupúsculos" de mozos rubiecitos, que visten en su gran mayoria de azul y blanco, portando en sus cuellos "elegantes" corbatitas, no son mas que simple invasores de poblaciones, donde a Cristo Nuestro Señor es a quién menos promueven.

No obstante en su caminatas siempre algo logran, claro está entre ignorantes y desprevenidos. Del señor  HORACIO BONFIGLIOLI obtendrán el fin y comprensión de su permanente "APOSTOLADO" y el tremendo daño que causan a nuestra Iglesia. Mas aún en tiempo que la "CONFUSIÓN" pareciera haberse instalado en la misma. El MORMON, es nada mas que un "sectario" discipulo, obrando muy lejos de la auténtica religión.

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EL  MORMONISMO

EL MORMONISMO ES UNA SECTA CALVINISTA Y JUDAICA, CARICATURA HERÉTICA DEL CRISTIANISMO.
La Iglesia mormónica es la multinacional financiera y económica más poderosa del oeste norteamericano.

ES UNA INDUSTRIA DE LA RELIGIOSIDAD.

“Pero si nosotros mismos, o un ángel del cielo, les anuncia un Evangelio distinto del que les hemos anunciado, sea rechazado. Ya lo dijimos antes, y ahora les vuelvo a repetir: el que predique un Evangelio distinto del que han recibido, sea maldito”. San Pablo a los Gálatas.
Años atrás, casi sin darnos cuenta, los mormones construyeron simultáneamente en muchas ciudades argentinas decenas, quizá centenas de templos a todo lujo. ¿Con qué fin  nos invadieron? ¿Con algún propósito espiritual, religioso, o al menos cultural?... Tratándose de una iniciativa yanqui ¡comencé a desconfiar! Porque si la caridad bien entendida comienza por casa, deberían primeramente ayudara a los millones de indigentes que sobreviven en su patria en la miseria, rodeados de un lujo insolente. ¿Nos vienen a ayudar gratuitamente? ¡Seguí desconfiando! Porque los yanquis invierten sus dólares  -siempre en nombre de la “libertad” y la “democracia”-, sólo cuando los negociados son excesivamente  prolíficos. ¡Para el yanqui. primero y sobre todo los dólares! ¡Lamentablemente mi desconfianza estaba fundamentada, según me fui enterando e iré exponiendo!

Estas preguntas despertaron mi curiosidad. Y como  un artista manifiesta su pensamiento en su obra, comencé ojeando folletos ilustrados de propaganda mormona, que se distribuyen gratuita y profusamente; impresos con buen gusto  y eficiente técnica comercial publicitaria; y escritos con una burda intención demagógica, con imágenes que tientan con promesas de paz, conford, seguridad, higiene, abundancia, tibieza, placer ¡todo lo que un burgués ansía en este mundo!; e insinuando que esa sensación de maravillosa  felicidad almibarada sólo se disfruta plenamente en los EEUU, la Nueva Tierra de Promisión prometida en el Antiguo Testamento.

Las imágenes históricas son encantadoras: animalitos tipo Walt Disney, personajes ciclópeos rodeados de atrayentes mujercitas con ligeras falditas, abrazadas a fornidos guerreros barbados, hieráticos, que portan invencibles espadas, con músculos tan desarrollados que podrían aprisionar el mundo entero, y hombros capaces de soportar el imperio de las franjas y las estrellas. Una raza superior ¡Los super hombres y super mujeres de Hollywood! ¡Los “santos” predestinados! ¡La demagogia protestante en su más bajo nivel!

En una de las ilustraciones de sus folletos, vemos, por ejemplo, a Jesús resplandeciente, sonriendo ¡todos sonríen felices, siempre! Porque, por fin, llegó a los EEUU para recrear nuevamente su Evangelio. Según la ridícula ”teología” mormona escrita en el “Libro de Mormón”, Jesús cometió dos errores imperdonables que los yanquis están enmendando. El primero aconteció cuando tuvo la mala idea de proclamar su divina Palabra en Palestina, tierra primitiva y subdesarrollada, poblada por despreciables árabes, sucios, pobres, asediados por moscas, y no en la idílica disneylandia. ¡Cuanta razón tienen así los yanquis de expropiar Palestina para entregarla a los civilizados judíos! Y el segundo error, más grave aún: afirman que Jesús se  “olvidó” de revelar toda Su Verdad en Palestina, dejando el Nuevo Testamento inconcluso, debiendo  modificarlo y completarlo volviendo al mundo nuevamente, pero esta vez en los EEUU. Según los mormones, estos errores de Nuestro Señor son comprensibles, pues dicen estos aventureros de la teología,  que el no es Dios, sino sólo un hombre, un gran santo, divinizado, pero nada más que un hombre falible; es un dios como muchos otros, subordinado al Padre.

Además, y esto es muy grave, pude leer entre líneas un mensaje político velado. Los jóvenes  propagandistas que nos invadieron,  con apariencia atildada, casi aséptica, tienen una sucia misión política, infamar la Religión católica, desalojarla de la religiosidad de los argentinos, alterando la identidad espiritual y cultural de nuestra Nación, para usufructuarla políticamente;  y haciendo preocupante la salvación de las almas de sus miembros.


“TEOLOGÍA”  MORMONA.


T

eológicamente el mormonismo es una secta calvinista, y como todas las inspiradas en ese origen, que son la mayoría de las existentes en los EEUU, son verdaderamente judaicas y  judaizantes, pues interpretan carnalmente el Antiguo Testamento; y al darle preferencia sobre el Nuevo y definitivo Evangelio de Jesús, se tornan religiosas y  políticamente peligrosísimas, Niegan: la divinidad de Jesús, la Santísima Trinidad, la virginidad de la Virgen santísima, los Sacramentos, la Gracia, la Tradición , el Magisterio. ¡No dejan de la religión verdadera nada en pié! ¡Es una parodia del cristianismo! Creada con  la mundanidad del  espíritu “americanista”  yanqui.  Es pleno liberalismo cristiano, que “es mero Naturalismo, es Racionalismo puro; es paganismo con lenguaje y formas”  cristianas. (Sardá y Salvany, “El liberalismo es pecado”). Es odio protestante a la Iglesia católica. Una teología que se degrada en un materialismo cínico y hedonista; “los hombres existen para que tengan gozo” se lee en el libro mormón “Una introducción al Evangelio”, de Lowell L. Bennion, (pg.154, etc.), publicado por la “Iglesia de los Santos de los Últimos días” en USA; (para uso de las ‘colonias’).

Leeremos en los libros mormones  todas la contradicciones ideológicas imaginables; como en cualquier tratado protestante. Además, manifiestan que las  ‘revelaciones’ que modifican las anteriores  son inacabables, se suceden cambiándose continuamente,  de manera que es imposible  conocer la auténtica teología mormona. Se podrá conocer la de hoy, pero no la de mañana. Cambia interminablemente, pues la revelación, “que consideramos el principio básico de la religión”; “el fundamento mismo de la religión verdadera”, (Bennion), que se otorga  a cualquier quidam que la pide, sin intermediación de Iglesia alguna, es permanente  Puro protestantismo, basado en el “libre examen”.

Las mayores atrocidades las inventaron interpretando el concepto de Dios según el ‘libre examen’ protestante en su plenitud. Enseñan que: “Lo que el hombre es ahora eso fue Dios: lo que Dios es ahora puede llegar a ser el hombre” (citado por el padre Ernesto Bravo, ‘Los mormones’, ed. Claretiana). Cualquiera, decía Lutero, puede interpretar la Biblia; sin destacar que algunas interpretaciones pueden ser diabólicas, si no respetan la palabra de los Apóstoles, la Tradición y el Magisterio. La letra sola mata, como en este caso  en que los mormones definieron a Dios con escandalosa soberbia. Este tema teológico lo expuso el padre Antonio Colom, S.J. en su folleto  “¿Teología? Mormona” (“Fe católica”, Madrid, 1975), que concluye diciendo:  “el Dios de los mormones no es Dios; los mormones no creen en Dios”

Para dar una idea de esta disparatada herejía copio algunos títulos de su folleto: El dios de los mormones es pura materia; el dios de los mormones es puro hombre; el dios de los mormones es visible; el dios de los mormones no es eterno; el dios de los mormones no creó; el dios de los mormones no está en todas partes;  el dios de los mormones no es omniperfecto; el hombre puede llegar a ser dios; etc.



Esta concepción extravagante del “dios” mormón con cuerpo físico y vivencias humanas, sostenida por el blasfemo Talmage, es doctrina permanente del mormonismo, que  desacraliza la religión, pues desprecia  la teología, la filosofía y hasta el sentido común. Dios es un hombre, y los hombres pueden llegar a ser dioses. El ‘Señor’ (dios) mormón es un hombre verdadero, con apetencias humanas; ¡con apetencias calvinistas! ¡Es un calvinista hecho y derecho, auténtico compinche de Joe Smith! Con motivo de la construcción  del Mesón de Nauvoo, leemos en “Doctrinas y Convenios” (DyC, sec. 124), que  el ‘Señor’ mormón se esmera puntillosamente, como eximio economista,  para que su empresa financiera funcione correctamente, organizando una ‘sociedad anónima’ en todos sus detalles: nombrando los ejecutivos y  quienes debían comprar las acciones y su valor;…para que todos  “compren acciones de esa casa para él y su posteridad después de él, de generación en generación”.  Por ejemplo, dice el ‘Señor’ mormón que Joe  debe invertir en acciones no más de 15 mil dólares ni menos de cincuenta. ¡Y guay del que use ese dinero para otros fines! Porque será maldecido, “porque  yo, el Señor, soy Dios, y no he de ser burlado en ninguna de estas cosas.”



La teología  mormona tiene ciertas semejanzas con las sectas socinianas, tan comunes en EEUU; las que a su vez lo son del  mahometanismo. Se trata de acabar con los misterios divinos a fuerza de puro racionalismo empìrista. La Enciclopedia de la Religión Católica (Dalman y Jover S.A.) dice del hereje Socino: “Siendo Dios la razón y la justicia supremas, nada de lo que Él ha dicho o revelado puede estar en oposición con la luz que Él ha iluminado razón y la conciencia de los hombres. Es preciso, pues, apartar de la religión todo aquello que en la interpretación de la Biblia, en las especulaciones de los teólogos y en las definiciones de los concilios es rechazado por la conciencia y por la razón; por ejemplo: la Trinidad, la predestinación; el pecado original, o sea la imputación a toda la especie humana del pecado de Adán; la redención concebida como una satisfacción vicaria, castigando al inocente para perdonar al culpable. Todos estos puntos no figuran en la Biblia…La Trinidad no es solamente contraria a la razón, sino que es también contraria a la escritura, que insiste siempre en la unidad absoluta de Dios;… Cristo es verdaderamente hombre, pero infinitamente más excelso…por las cualidades preeminentes de que está dotado… por su completa obediencia se elevó hasta la santidad perfecta y a la semejanza con Dios. El Espíritu Santo no es una persona divina, sino el medio por el cual Dios ilumina y sostiene a los hombres dispuestos a la obediencia”…

Monseñor Cristiani en “La Religión Protestante” escribió que el socianismo es un racionalismo negador de misterios, que prosperó en Polonia, pero luego “su campo de acción se reducirá a los EEUU, donde todas las variantes del protestantismo, inclusive las más racionalistas encontrarán refugio y se multiplicarán hasta nuestros días”. Negando los misterios, todo lo que entra y sale de la razón es puramente humano; y lo divino es inalcanzable. Fundada en el Libre examen, es una demagogia típicamente protestante, adoptada también por los actuales exégetas historicistas  modernistas, denunciados por San Pío X en la Pascendi. Estos herejes se consideran capacitados para hurgar en los misterios de Dios, y tanto escarban y manosean que terminan negando su divinidad. Estas herejías son muy semejantes a las que profesan los mormones, pues pareciera que ellas se juntan y se entrelazan, tomando cada una un poco o mucho de la otra, según el desvarío del heresiarca; y al fin todas concluyen en lo mismo: el agnosticismo ateo y en el libertinaje moral.

El padre Leonardo Castellani escribió en su magnifico libro ¿Cristo vuelve o no vuelve? (Paucis Pango, 1951): “En 1823, el profundo e inspirado escritor eclesiástico conde Josef de Maistre predijo en forma vaga las catástrofes actuales apoyándose en este hecho teológico, que él dilucida con singular sutileza: el protestantismo –dice- vuelto sociniano (desechada la divinidad de Cristo) se ha tornado ni más ni menos que mahometanismo, tanto en su dogma (cosa manifiesta en aquel tiempo) como en su moral (patente en el nuestro; ver  Conferencia de Lambeth de 1928). Lo cual significa para Occidente y su civilización el retiro súbdolo del cimiento religioso sobre el cual asentaba; o, mejor dicho, su adulteración sustancial… la mentalidad común en Yanquilandia, en lo que concierne a la moral y a la religión…  no es amoral ni inmoral, como la tachan los resentidos de South America, pero que esa moral y esa religión corresponden rasgo a rasgo y punto por punto al mensaje de Mahoma y no al de Cristo… La profecía de De Maistre se ha cumplido tanto en la Moral como en la Dogmática. A saber:  creencia en un solo Dos inaccesible; supresión o falsificación de la mística; negación de la Encarnación y, en general, del misterio; naturalismo, antisacramentalismo, apelo a la emoción y la acción, socialización de lo religioso… Todo esto en lo dogmático; más en lo moral: poligamia, esclavitud, guerra santa, culto a la riqueza, energía bárbara de struggletorlifer… La mentalidad actual del protestantismo degenerado es mahometanismo cultural y religioso. Su cosmovisión o mensaje actual no difieran esencialmente del Islam” El mormonismo llevó a los extremos más degradantes esta profecía de De Maistre.

JAMES E. TALMAGE Y LA AUTÉNTICA TEOLOGÍA MORMONA.

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ames E. Talmage, es un personaje eminente dentro del mormonismo;   es la voz oficial mormónica; siendo uno de los Doce Apóstoles de la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”. Escribió en su libro “Jesús el Cristo” (ed. “La iglesia de los santos de los últimos días”, Salt Lake City, Utah, 1964, “publicado bajo la dirección del Comité Misional de la Iglesia”), insultos inauditos, de una insolencia blasfema, que los “misioneros” mormones cuidan estricta y solapadamente de ocultar para no levantar reacciones católicas en nuestro país. Tanto es así que no encontré ninguno de estos agravios  en los folletos  que ellos editan para el gran público.

Dice en el capítulo 40 que luego de Constantino, la Iglesia católica “despertó con actividad inusitada,  de acuerdo a la propia hechura de Satanás… esta iglesia autócrata, viciada por la fetidez de la ambición mundanal y la codicia de dominio… vendía permisos para cometer pecados… su papa se sentaba con gran pompa como si fuese Dios, y con esta blasfemia cumplió la profecía de Pablo, que antecederán a la segunda venida de Cristo, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el papa… Siglos de tinieblas invadieron la tierra, el poder de Satanás parecía casi supremo”. (4 Nefi, 27 sgs.).

Luego de execrar los sacramentos, Talmage clamó contra  “la extravagancia de la Transustanciación”, de acuerdo al odio de todas las sectas protestantes, pues negándola se echaría por tierra a uno de los  pilares que sostienen a la Iglesia católica. Recordemos que en Inglaterra, desde los comienzos de la pseudo Reforma, por iniciativa del obispo apóstata Cranmer, alentado por la prostituida reina Isabel, el católico que no repudiaba la Transustanciación era sometido por la Inquisición protestante a diabólicos tormentos. Este odio pretendía desacralizar el Sagrada Hostia. Luego, continuó Talmage  escribiendo que la Iglesia “impulsó la idolatría de la manera más seductiva y perniciosa: condenó el estudio de las sagradas escrituras por el vulgo en general…Adulteró a tal grado los sencillos preceptos del evangelio de Cristo, que engendró una religión henchida de supersticiones y herejías; promulgó doctrinas perversas concernientes al cuerpo humano…; proclamó como acto de virtud, que aseguraba una rica recompensa, el mentir y engañar…”· Mientras escribía su indignación contra las  “perversas” doctrinas católicas sobre el cuerpo humano, o sea la castidad, el pudor y la monogamia, este incontinente sexual de Talmage convivía con decenas de concubinas, ¡mantenidas como huríes esclavizadas en su propio harén!

Bajo la “represión tiránica consiguiente al dominio usurpado e injusto de la iglesia romana –continúa Talmage- la civilización se retrasó por varios siglos y virtualmente quedó estancada”… desde la muerte de los Apóstoles hasta el fin de la Edad Media. Pero durante el siglo XVI surgen “como corolario natural e inevitable las protestas e insurrecciones contra la tiranía religiosa de la época, conocida como la Reforma…, contra la cual “la iglesia romana no vaciló en emplear crueldades extremas…, con el infamante nombre de “el Santo Oficio”, se embriagó con bárbaras crueldades en el siglo de la Reforma e infringió tormentos indescriptibles…”.

“Durante el período de la apostasía –dice Talmage-  fueron cerradas las ventanas de los cielos que daban hacia el mundo, y con ello quedó interrumpida toda revelación directa de Dios… por lo que se dejó de creer en la existencia del Dios verdadero y viviente; y en su lugar los sectarios [católicos] intentaron concebir un ser incomprensible, desprovisto de “cuerpo, partes o pasiones”, en una palabra una nada inmaterial… Sin embargo, después de muchos siglos de tenebrosa ignorancia, el mundo nuevamente habría de ser iluminado por la luz de la verdad”

Y haciendo propaganda política, afirmó que luego de la independencia de las colonias yanquis y de decretar la Constitución “por hombres escogidos e inspirados”, se cumplió el tiempo para la aparición del “Profeta” esperado, Joseph “Joe” Smith, fundador del mormonismo, para la restauración del  evangelio en los EEUU, la nueva Tierra de Promisión.

Consecuencia de esta perversa teoría, característica de un obseso sexual,  leemos en 1- Nefi 11/15 y sgs. otra blasfemia que uno se resiste creer y ante la cual cuesta mantener la calma.  Dice; “una virgen, más hermosa y pura que toda  otra virgen fue llevada en el Espíritu; y después que hubo sido llevada en el Espíritu por cierto tiempo, vi de nuevo a la virgen llevando a un niño en sus brazos”. El odio protestante a la Santísima Virgen María es proverbial, pero llegar al extremo de proferir  la cretinada que tuvo relaciones carnales con el “dios” mormón; que Jesucristo fue polígamo y vio a sus hijitos corretear delante de él cuando fue crucificado, desacredita la racionalidad de los mormones y hasta lo que queda del prestigio intelectual de la nación USA; permitiendo además que estas barbaridades  fraudulentas e irrespetuosas, sin el menor respaldo, se  exporten al mundo.

Como corolario a estos despropósitos agrego que el 21/11/2005, el diario El Tribuno, informó de una reunión “ecuménica”, al estilo Vaticano II, donde el ex Obispo de Jujuy,  Palentini, aparece tomadito de las manos con pastores, adventista, maranhata y mormón. Cada uno rezando a su “dios”, que es el mismo de todos, demostrando que todas las religiones son iguales. Seguramente el Obispo no leyó a Talmage, pues con un mínimo de hombría hubiese desistido de asistir a la reunión donde  los integrantes  infamaban a nuestros seres queridos. Pero que lo haya leído o no, poco importaba; lo único era cumplir con el neo-“dogma” ecuménico. Como buen progresista nunca rezó con los católicos de siempre, más bien nos persiguió e infamó. En esa oportunidad declaró  cínicamente al periodista: “todos debemos estar unidos… superando diversidades y situaciones, que pueden ser muchas veces difíciles, como en cualquier lugar de trabajo”. ¡Para este lamentable Obispo, engendro del  Vaticano II, las “diferencias” con los sectarios, expuestas por Talmage, por ejemplo, son insignificantes y se pueden superar!

EL ODIO RACISTA Y RELIGIOSO DE JOE SMITH.

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uego del odio desatado por Talmage parecería que poco quedaría por decir; y sin embargo Joe fue el primero en aportar también el suyo (hacia 1830). Una de la más disparatadas teorías que leemos en el “Libro de Mormón”, que mantiene plena vigencia, disimulada pero efectiva, es el trato respecto a los latinoamericanos. Allí se afirma la superioridad racial anglo-yanqui, semejante a la expuesta por el KKK, esa famosa agrupación  tan característica del espíritu yanqui, dedicada al terror y al linchamiento de negros, católicos, latinos, etc.. Afirman los mormones  que los hombres blancos y anglosajones, (WAPS) o sea ellos mismos, son los “santos”, los “puros”, los “elegidos”, descendientes de “bellos” judíos rubios. En cambio, los de piel tostada son impuros y repugnantes, siendo los malditos  del “dios” mormón ¡Valoran la santidad por el color de la piel! (Jacobo, 3, 8/9) . ¡Son morochos por sus pecados! Y algo muy alentador para los latinos que pretendan hacer carrera en la secta: los morochos que se afilien al mormonismo quedarán tan blancos y rubios como lo son los anglosajones desde la cuna. ¡Y los que se resistan se volverán cada vez más negros! (2 Nefi,30-5).

Advierto, como es fácilmente comprobable, que la secta arrumbó momentáneamente esta teoría “sagrada”, de raigambre calvinista,  considerando que el racismo ya  no está bien visto  por los televidentes; pero cuando las condiciones sean propicias nuevamente pondrán sobre el tapete  el “dogma” de la discriminación racial, viva en el alma yanqui; las circunstancias mandan, inclusive,  si les conviniera, pondrían sin embozo a un latino en la presidencia mormona; relegando al olvido al “dogma”. Este maquiavelismo no sería insólito pensando que abandonaron el “dogma”  fundamental de la poligamia por mandato del gobierno yanqui. En definitiva, nadie puede vaticinar los manipuleos  de los “teólogos” de Utah.

Los negros son descendientes de Caín (Moisés 7,22), todos los seres de piel oscura fueron penosamente  malditos a causa de su iniquidad; el Señor hizo que cubra una piel oscura a ese “pueblo ocioso y lleno de maldad”… Los que degeneraron en la incredulidad “se convirtieron en gente oscura, repugnante y sucia, llena de ocio y de todas clases de abominaciones” (1 Nefi 12/23). Los mormones niegan el Pecado Original, pero afirman que estamos castigados por los cometidos en la pre-existencia. J. F. Smith (“Answers to gospel Questions”, t, II, 178)  escribió que en esa pre-existencia, los mormones tenían una finquita, con negros esclavizados, que al portarse mal y ser desobedientes fueron atrapados por Satanás. ¡Estos abusos ya ocurrían en la pre-existencia! También la piel de los lamanitas, asi llaman a los pieles rojas, “generación malvada y perversa” de judíos degenerados llegados de Medio Oriente, se oscureció porque osaron enfrentar al héroe Nefi. Justifican así los yanquis el exterminio ‘teológico’ de los pieles rojas, enemigos ancestrales de los nefitas.

Respecto a los esclavos, que abundaban en EEUU en la época de Joe Smith, donde era la mano de obra gratuita, sean negros o blancos, dicen los mormones en “Doctrinas y Convenios” (134,12): “Pero no creemos que es propio meterse con los esclavos para que se salven de la corrupción del mundo, o predicarles el evangelio o bautizarlos contra la voluntad y el deseo de sus amos, ni meterse con ellos para que queden descontentos con su situación en esta vida”. En pocas palabras ¡tenerlos sumisamente ignorantes de su destino para evitar rebeliones! ¿Hay en esta doctrina algo de cristianismo? Nada. Es una exacta definición de racismo biológico y religioso, también de origen calvinista. Como al pasar comento que el botarate de Sarmiento, cuando visitó EEUU hacia 1843, no oyó nada de este despiadado trato, llenándose la boca con elogios desmedidos a la cultura y libertad yanqui.

Como era previsible, también infamaron a los árabes, antiguos dueños de la Tierra de Promisión, de donde fueron arrojados: “si, para esparcirlos hasta su destrucción porque eran seres injustos… Y el Señor maldijo la tierra para ellos y la bendijo para nuestros padres [¡los judíos], al grado que se enseñorearon de ella” (1 Nefi 17,32) ¡Gran argumento  “teológico” a favor de los sionistas y de Obama!

Pero los judíos no se iban a salvar de las diatribas mormonas: los consideran un escarnio, “aquellos que son la gente más perversa el mundo; y ellos lo crucificarán… Más a causa de supercherías sacerdotales e iniquidades, los de Jerusalén endurecerán su cerviz contra Él [Jesús] para que sea crucificado… no hay ninguna otra nación sobre la tierra  que crucificaría a su Dios” (2Nefi10/3).  Resulta sorprendente que los rabinos de la logia B´naiB´rith, por ejemplo, no se arranquen lo pelos de sus hirsutas barbas desgañitándose contra estas duras ideas anti judías. ¡El escándalo que hubieran armado si las hubiese dicho un católico! Pero no debe sorprendernos que no se alboroten, ellos que no olvidan ni perdonan agravios, considerando la entrañable afinidad entre talmudismo y calvinismo  mormónico; no son más que menudos entredichos familiares. Seguramente de este contubernio surgió el ensañamiento brutal contra la Iglesia católica y los latinos en los EEUU; uniéndose el odio talmúdico con el “fraterno” ecumenismo de Lutero y Calvino.

Aunque Nefi “vivió”, según los mormones,  20 siglos antes que los heresiarcas protestantes, ¿Cómo es posible que Nefi emplee los mismos  agravios  de Lutero y Calvino? También es imposible que estos hayan repetido  a Nefi, porque el Libro de Mormón apareció en el siglo XIX ¿Quién puede aclarar estos saltos cronológicos de ciencia ficción? Sencillamente porque el Libro de Mormón, donde aparecen las blasfemias de Nefi, fue escrito por la banda de Joe, en el siglo XIX, y no 20 siglos antes de nuestra era. Los  mormones que lo escribieron, como fieles protestantes, no hicieron más que repetir el secular odio protestante contra la Iglesia; del que ellos estaban impregnados. Y el ángel le dijo a Nefi, (1 Nefi 14/10- 13/5) ; “Mira y ve esa grande y abominable iglesia, que es la madre de las abominaciones, cuyo fundamento es el diablo… es la madre de las rameras (1Nefi 14/17)… una iglesia grande y abominable que es la más abominable de todas las iglesias… que mata a los santos de Dios, y los atormenta y los oprime, y los unce con un yugo de hierro, y los reduce al cautiverio” (1Nefi 13/26).

Los mormones niegan ser una secta protestante, pero con estas breves citas se comprueba la identidad entre los heresiarcas protestantes y los jerarcas mormones. Y  también con los talmúdicos, porque aunque en el Libro de Mormón los agravian, los une el  esencial y entrañable  filo talmudismo doctrinal de los calvinistas. En definitiva, Talmudismo, protestantismo, mormonismo  coinciden en sus blasfemias contra la Iglesia de Jesús.



LOS  MORMONES  Y  LA  MASONERÍA.

A

unque resulta muy difícil demostrar la relación entre una persona o una comunidad con la masonería, pues se miente y se oculta a troche y moche, puedo asegurar, de acuerdo a  la Carta de los Obispos argentinos (que publiqué en este blog) que entre las sectas protestantes y la masonería existe  una alianza tácita basada en el odio a la Iglesia católica, que se manifiesta difamándola. Inclusive ritos litúrgicos semejantes y un esencial filo judaísmo. El protestantismo es media masonería. Necesariamente, entonces, el mormonismo tiene relaciones con la masonería. Decía E. Suè: “El mejor medio de descristianizar Europa es protestantizarla”. Y E. Quinet: si quieren acabar con el catolicismo “podéis armaros de todo lo que se opone  al Catolicismo, especialmente las sectas cristianas que le hacen guerra, agregando la fuerza de impulsión de la Revolución Francesa, pondréis al Catolicismo en el mayor peligro jamás corrido…Las sectas protestantes son las mil puertas abiertas para salir del cristianismo. He ahí una razón suficientemente poderosa para que la masonería no sólo no moleste, sino que ayude al protestantismo; y también por lo que, no sólo los simples fieles, sino también los Ministros y Obispos protestantes están en las logias como en su propia casa. Nadie va a combatir a sus auxiliares mientras necesite de ellos” (bibliaytradicion.wordpress.com). Lamentablemente es el programa que adoptó el Vaticano II.

En “apologista.blogdiario.com/1200084060/, Mormonismo y masonería, sus vínculos” leemos: “Joseph Smith no tuvo ninguna dificultad para que la masonería aceptara iniciarlo en sus secretos… Dentro de la historia de la masonería constituye un capítulo especialmente importante el relacionado con la historia de la muerte de William Morgan, un hombre asesinado por escribir un libro en el que, supuestamente, revelaba secretos relacionados con lo masonería.

“El episodio provocó una gran reacción contra la masonería en EEUU, pero no es este el aspecto en el que vamos a detenernos aquí. Al ser asesinado Morgan por los mormones, dejó una viuda llamada Lucindia. Inicialmente Lucindia no dudó en elevar votos de mantenerse fiel a la memoria de su marido y, por supuesto, recibió donativos de no pocos anti-masones que la contemplaban con afecto y simpatía. Sin embargo, cuando Lucindia volvió a casarse el 23 de noviembre de 1830, lo hizo con un masón llamado George W. Harris. Acto seguido se convirtió al mormonismo y se trasladó a Nauvoo, Illinois. Ni de lejos iba a ser la única vinculación entre  la masonería y el mormonismo. De hecho, el 6 de abril de 1840, fue fundada la Gran Logia de Illinois por el general, juez y patriarca mormón James Adams. La nueva Gran Logia  de manera inmediata se entregó a establecer estrechos vínculos  con la secta fundada por Smith. Al cabo de poco tiempo, Nauvoo contaba con tres logias y Iowa con dos, las cinco eran denominadas las “logias mormonas” y contaban con unos 1550 hermanos. El mismo Joseph Smith Jr., profeta de Dios, según su testimonio, fue iniciado como aprendiz masón el martes 15 de marzo de 1842. El episodio aparece documentado  en las minutas de la logia de Nauvoo correspondientes a la fecha donde se habla de cómo Smith Jr. y Sydney Rigdon “fueron debidamente iniciados como aprendices masones durante el día”.

“Esto fue sólo el principio. Los cinco primeros presidentes de la secta –Joseph Smith, BrighamYoung, John Taylor, Wilford Woodruff y Lorenzo Snow- fueron todos iniciados en la masonería en la misma logia de Nauvoo. De hecho, prácticamente todos los miembros de la jerarquía o eran ya masones o fueron iniciados en la masonería una vez que Joseph Smith fue ascendido al grado de maestro masón…”.  En 1826 Joseph Joe Smith descubrió una piedra ‘vidente’ cincelada con el ojo masónico ‘que todo lo ve’, poseyendo desde entonces uno de los atributos de la divinidad, pues él veía a través del tiempo, del espacio, eliminando obstáculos… Luego, a través de los años hubo altercados  entre masones y mormones, pero en estas últimas décadas volvieron a confraternizar, principalmente adhiriendo conjuntamente al liberalismo religioso, político y cultural, que asola nuestras patrias católicas.



FALSEDADES  EN  LAS  HISTORIAS  NARRADAS  POR  LOS  MORMONES.

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demás de las escandalosas falsedades y  blasfemias que mencioné, los disparates históricos narrados en los libros “sagrados” mormones son tan numerosos y originales que ocuparían páginas enteras. Son cuentos sorprendentes con argumentos  ingenuos  y fantásticos imposible de aceptarlos; que evidentemente fueron creados y pensados por  y para gente religiosamente ignorante…; y siendo  así  los católicos en nuestros países americanos, desordenada su fe por el neo modernismo vaticanista, se explica la amplia difusión del mormonismo.  ¡El ignorante se hace protestante! León Lemonière en su ”Historie des Mormons” (citado por el padre L. Rumble en su estudio sobre los mormones (Oruro, 1970) describe al niño Joseph  [Joe Smith]: “Dulce y amable, no cesaba de hablar cuando estaba con sus amigos y su elocuencia cálida se expandía en historias interminables que él inventaba a propósito; no podía contar el más pequeño incidente de su vida sin transformarlo en una aventura maravillosa”… convirtiéndose en un  “conocido embustero”. Así fueron sus interminables embustes históricos; los viajes de los judíos a través del Atlántico;  la plancha de oro y el “urim y turim”; la  transformación de los judíos en pieles rojas; la brújula;  existencia de animales cientos de años antes que los españoles los traigan a América; la llegada de Jesús a Norteamérica; etc., etc.

“ ¿ Y de donde le vino a Smith la propensión de poner su atención en el campo religioso? –continúa el padre Rumble-  Durante la primera mitad del siglo XIX –este recuerdo nos aclara las cosas- una ola de reviviscencia religiosa protestante se propaga de costa a costa en el territorio de los EEUU: Metodistas, Presbiterianos, Campbelitas, Congregacionistas, Mileritas, Trémulos, etc. se sucedían unos a otros en reuniones llenas de fervor y entusiasmo, inyectando en distritos enteros un fermento religioso que despertaba grandes controversias. El delirio y la histeria estaban casi a la orden del día. Religiones nuevas, cultos extraños con doctrinas dispares brotaban en aquella atmósfera de conmoción. Y el excitable Joseph Smith no se escapó indemne del ambiente  reinante en credulidad y cierta superstición”. Se vivía el principio protestante del “libre examen” en todo su desarrollo lógico.  Estas sectas, que narran escenas que  a veces parecen cuentos de borrachos, cómicos o ridículos, se tornan indignantes cuando sus imaginarias “visiones”  llevan a sus secuaces a tratar serios temas teológicos con ligereza ofensiva.



COMIENZOS HISTÓRICOS  DE LA  SOCIEDAD  ANÓNIMA  MORMONA.

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a “Iglesia de los Santos de los Últimos Días”, no es tanto una nueva y sorprendente religión fundada sobre el Antiguo Testamento, originada hace poco más de un siglo y medio, sino prioritariamente una sociedad anónima con fines de lucro. Una multinacional de la religiosidad. Principalmente  es una empresa comercial y financiera que utiliza la religiosidad como cebo para exprimir a los incautos que reclutan, con el pago de diezmos que acrecientan el capitalismo mormón. Así como cualquier multinacional vende sus productos, los mormones venden falsa religiosidad, contando, como es de suponer, con el auspicio del gobierno yanqui. El mormonismo es una multinacional de la religiosidad.

Según los mormones “cuando llegamos a lo que se refiere a dólares y céntimos, todo se convierte en espiritual” (Bousquet)… y todo lo espiritual se convierte en dólares. Volvemos a encontrar el espíritu calvinista en plenitud: el dinero manifiesta santidad; y a mayor dinero mayor es la santidad. La santidad se logra trabajando detrás del mostrador (Tawney, “La Religión en el origen del capitalismo”). Es de notar que  desde sus comienzos la historia de los EEUU estuvo signada por la violencia y los dólares.

Escribió don Vicente Sierra: “la fuerza que guía a los navegantes de la Mayflower, que condujera a los puritanos al norte de América, después de hacer una sociedad anónima entre ellos… buscando una costa que se pudiera explotar productivamente… la historia no muestra como muy espiritual” (del discurso leído por el autor el 29/oct./1942). Esta sociedad, convenida mientras navegaban en alta mar, testimonia que desde sus comienzos la historia de los EEUU estuvo signada por los dólares.  La colonización protestante en EEUU fue entonces una explotación comercial y racista llevada adelante a sangre y fuego, absolutamente opuesta a la española, que aunque exportó oro a Europa para combatir a los protestantes en Flandes, y salvar a Europa, muchas veces sus buques fueron rapiñados en alta mar por piratas ingleses. España  evangelizó y entregó su alma y su sangre formando nuevas familias criollas, Esta es la verdad que no quieren oír los ideólogos del resentimiento indigenista ¿Porqué no reclaman derechos indigenistas en EEUU? ¡Por qué están  auspiciados por los países capitalistas protestantes!

Luego de transcurridos dos siglos de estos acontecimientos, ya en las primeras décadas del siglo XIX,  nos trasladamos imaginariamente a un recóndito pueblito minero perdido en el abrupto noreste del estado de Nueva York y como otro  “diablo cojuelo” me asomé viendo una escena donde se agitan los personajes que popularizó e idealizó  el cine, los inevitables cowboys a caballo, el sheriff justiciero, las ‘chicas’ en la cantina, un pastor embriagado, mineros miserables buscando “eldorado”, indios asesinados, negros esclavizados… ¡tiros y más tiros!... hasta que de pronto aparece ante nuestra curiosidad un pequeño campesino analfabeto y buscavida, correteando entre todos ellos, golpeándose para aprender a sobrevivir y golpeado por los aprovechadores.  Años después, el niño, ya joven, que no es otro que Joe Smith, entra al pueblo montado en un carromato vociferando sus brebajes a los mineros ignorantes:  ¡aprovechen el filtro mágico! ¡la tisana para curar lamparones! ¡el bálsamo del amor!. Algunos se burlaban, pero muchos caían. Y pensando en estos, Joe comprendió que el negocio daba para mucho más. Se empeñó, entonces, de saciar la fibra religiosa de los mineros, y rodeándose de varios compinches ‘viboreros’ como él, organiza el timo de la ‘religiosidad’; humilde y descarado comienzo de la multinacional mormona. - ¡Hermanos! ¡Pecadores! ¡Soy el santo enviado por Jehová! ¡Soy el ungido! ¡Entregad al Señor vuestros dólares mal habidos, ladrones! ¡Yo santificaré a vuestras mujeres y vuestras hijas, esas serpientes lujuriosas! Y así comenzó el “profeta” Joe Smith a disfrutar de sus vicios “celestiales”.

Esta historia tal cual la acabo de imaginar, no figura, como es de suponer, en los libros mormones, pero leyéndolos, es fácil deducir que no pudieron haber ocurrido de otra manera ¡A menos que creamos en el cuento del ángel Moroni! Porque la angurria de Joe por los dólares y las mujeres ajenas no tenía medida ni decoro. En 1830 funda la secta que nos ocupa, en el estado de Nueva York, comenzando su accidentada historia, moralmente reprobable y violenta. Luego de ser expulsados dondequiera se establecían, y la ejecución sumaria de Joe por los mineros escandalizados e indignados por sus tropelías, los mormones fueron  huyeron hacía el Farwest, recalando,  al fin, en el año 1842 en el hoy llamado estado de Utha, donde se propusieron construir el Reino de Sión, un Estado calvinista teocrático, socialmente polígamo, autoabastecido en pleno desierto. Durante su instalación provisoria en Nauvoo, camino a Utah, el gobernador de Illinois, con ambición de obtener los votos de los mormones para las próximas elecciones, promulgó  un edicto en 1840, haciendo de Nauvoo, que ya contaba con cerca de 20.000 habitantes –más que Chicago-, un territorio autónomo mormón, con ejército y justicia propia, etc. ¡Un verdadero desatino del gobernador! ¡Pero así se maneja la política sufragista!



COMIENZA A  ERIGIRSE  LA  MULTINACIONAL DE  LA  RELIGIOSIDAD.

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on el propósito de organizar una industria lucrativa, pues lo fue y lo sigue siendo,  importaron de Inglaterra mano de obra barata, aprovechando la miseria espantosa del proletariado inglés, quienes,  bajo  el yugo de nobles y obispos anglicanos, aceptaban cualquier oportunidad, aunque utópica, con tal huir del “paraíso” inglés. El país de la libertad, según nos enseñan ellos.  Dostoievsky describe en “Notas de invierno sobre impresiones de verano”, escritas en la época que tratamos,  la inmoralidad calamitosa  de los habitantes londinenses, sumidos en la degradación del alcohol y la prostitución. Pues bien, gente de esa calaña moral fueron los infelices que poblaron Utah con corrupción, violencia y vicios. De esa estirpe nacieron los que luego se auto titularían  pomposamente “santos de los últimos días”, aunque en realidad deberían nombrarse “la resaca de los primeros días”.

Los capitales los obtuvieron, en sus comienzos,  de los diezmos que le extraían a los cien mil inmigrantes británicos que llegaron a Utah; para trabajar para la secta, pudiendo apenas cubrir las necesidades más apremiantes. Ellos fueron los “blancos-negros” pues al menos durante cinco años debían trabajar ¡como negros! para pagar a la secta los gastos del pasaje atravesando el Atlántico y la manutención. Se trataba de leoninos contratos de trabajo donde nada tenían que ver las ideas religiosas. Se los “bautizaba” en las heladas aguas del Támesis  ¡y a viajar a Utah!

Ahora bien. ¿Qué es el diezmo mormón? ¿Tiene importancia económica? Los diezmos tienen importancia capital en el mormonismo, es como la sangre que vivifica a la multinacional. “La ley del diezmo ocupa un lugar de mucha importancia, y se han prometido bendiciones particulares si se observa fielmente”, decía  Talmage en Artículos de Fe, 480. En 1831 se establecieron los diezmos , pero 7 años antes el ‘Señor’  había hablado sobre el tema de la consagración  o dedicación de toda la propiedad que uno posee, junto con su tiempo y sus talentos, al servicio de Dios, para emplearse según las circunstancias lo exigen” .(id. 481; D.yC. 42/71; P.de G. P.; Moisés, 7, 16/18; Hechos 4 32/35; etc.).

Todos los miembros están obligado a donar a la secta el 10%, al menos, de todos sus bienes y de sus ganancias anuales, inclusive el ahorro de sus ayunos mensuales; en el caso de no tener dinero suficiente  pagarán trabajando gratis para la secta. Los mormones dicen que el pago del  diezmo es voluntario,  pero esto es una falsedad, pues leemos en los libros “sagrados”: “Los que no paguen los diezmos no serán dignos de permanecer entre vosotros” (D.yC. secc. 119). “Los  que no paguen los diezmos será quemado a la venida del Hijo de Dios” (D.yC. 64/23); En 3 Nefi 24/8 leemos: “¿Robará el hombre a Dios? Más vosotros me habéis robado. Pero decís ¿en qué os hemos robado? En los diezmos y en la ofrendas… Malditos sois con maldición, porque vosotros, toda esta nación me habéis robado”… ¡el que paga se salva, el que no, está condenado!.

No es libre, entonces, el pago de los diezmos, más bien es indispensable para obtener la bendición del Jehová judeo-calvinista-mormón. En realidad la secta obliga imperiosamente el pago del diezmo pues son el fundamente económico y financiero del Reino mormón de Sión. Tanto en Salt Lake City como en cada Colonia que fundaban los mormones una de las prioridades era establecer  la Oficina del Diezmo, luego estas Oficinas se transformaban en Bancos y en Bolsas de Compensación; siendo además los más importantes establecimientos de venta de artículos minorista y mayorista, regulando los precios, etc.  Así es como  la secta se fue transformando en una teocracia calvinista, semejante a la de Ginebra, controlando enteramente la vida social y económica de los mormones.

Los diezmos eran y son la mayor fuente de capitales que manejan los mormones, representando en la década de 1960 las  ¾ partes de todos los ingresos de la secta. (datos del libro: “Los Mormones Ayer y Hoy”, del escritor mormón Robert Mullen, ed. Sopena). El magnífico negocio comenzó con la llegada de los miles de inmigrantes ingleses, los hombres para pagar el diezmo, las mujeres para surtir los lujosos harenes de los potentados.

Durante el primer siglo de su fundación,  el pago de los diezmos estaba circunscripto a los EEUU, y no nos afectaba a los argentinos, pero a principios del siglo XX, careciendo ya de tierras para vender se detuvo la inmigración  y cambió drásticamente el plan mormón para recaudar más y más diezmos ¡Se lanzaron a conquistar diezmos por el mundo entero! Además se decretó la necesidad imperiosa de tener familias numerosas, para que con el tiempo más familias   paguen el diezmo, justificando así  la poligamia, que satisface la lujuria y la economía mormona. Hacia 1900 el 90 % de los mormones vivían en Utah, pero llegando a la década de 1960 los que vivían en Utah eran menos de la mitad de la población total, debido al gran trabajo misional realizado en el exterior. Desde todos los rincones del mundo, entonces, comenzaron a llover dólares de los diezmos, para consolidar y engrandecer el capitalismo mormón. Fortaleciendo  económicamente  la Corporación mormona de la religiosidad.

¿En qué utilizan el dinero los mormones? En la segunda década del siglo XX, luego de la Gran Guerra, a la par del engrandecimiento  del imperialismo yanqui, los mormones se “santificaban” consolidando, fortaleciendo y ampliando su economía y sus finanzas mediante la adquisición de bienes muebles, construcciones e inversiones en Wall Street. En el año 1960, según el Sr. Mullen los mormones eran propietarios de empresas de radio y de TV; hoteles y restaurantes; fábricas de ropa; fábricas para la elaboración de sustancias alimenticias; de azúcar, de sal, de productos lácteos y de la carne y subproductos; cereales, frutales y hortalizas. Adquirieron también 300 mil Has. de estancias con 100 mil cabezas de ganado fino; 868 edificios en construcción; 500 empresas diseminadas en el territorio de los EEUU; sin contar con la enorme cantidad de propiedades en el extranjero; etc. etc. Resulta imposible, entonces, calcular la riqueza de los bienes rentables que la empresa mormona posee en el mundo. Toda esta riqueza  se obtiene principalmente con los diezmos que pagan religiosamente los necios del mundo entero. Y aunque parezca imposible, las ganancias que obtiene este inmenso pulpo internacional con sus empresas, son menores al dinero que la secta obtiene gracias a los diezmos recaudados principalmente en el exterior de los EEUU. ¡Viven a costillas nuestras! Estos datos de la inmensa fortuna de la secta corresponden a la década del ’60;  hoy día para actualizarlos habría que multiplicarlos enormemente.

Menciono otro dato confirmando lo dicho: el ‘hermano’ Brigham Young, muerto en 1877,  ya en ese entonces manejaba un dineral que lo convertía en un  “personaje nacional”; pues como es notorio en EEUU el dinero encumbra socialmente. Dice el mormón R. Mullen: “sus rentas anuales se calculaban  en un millón de dólares aproximadamente, la mitad proveniente de los diezmos y el resto de otras donaciones y de las ganancias obtenidas en otras propiedades de la Iglesia, entre ellas los ferrocarriles”. Quizá  no todos esos dólares llenaban los bolsillos del ‘Profeta’, aunque es seguro que sus ingresos mensuales eran de 40.000 mil dólares, según se conoció en el juicio que una de sus decenas de ‘esposas celestiales’ le inició por “descuido, crueldad y abandono”, pidiendo la pobre mujer un subsidio de 1000 dólares mensuales, que el tacaño calvinista le negó.



LOS BANDIDOS MORMONES INSTALAN UNA ADUANA CLANDESTINA CAMINO A CALIFORNIA.

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a en las primeras décadas de su instalación en Utha, en  1842, la mala ralea moral de los inmigrantes ingleses, desatados en esa tierra salvaje sin ley ni orden, comienzan sus actividades delictivas. Sólo un año después tuvieron la fortuna de que se descubriese oro en California.  Como Utah quedaba de paso, bajo la presidencia de  Young, en medio  de las huellas donde transitaban los convoyes de los buscadores, los bandidos mormones instalaron una aduana clandestina, donde todos los que deseaban  continuar viaje  y no pagaban eran asaltados y desmantelados violentamente, inclusive asesinados.  Se los acusa, también, de haber acordado un pacto con las tribus indígenas que asolaban la misma región donde ellos vivían, para asaltar los convoyes sin interferirse unos con otros, repartiéndose los territorios al estilo ‘gangster’. Pues, de no existir esa alianza, ¿Cómo es posible que no hayan guerreado entre ellos?

El famoso Buffalo Bill, aniquilador de búfalos y de indios, alias del Coronel del Ejército yanqui William Cody, narra en su autobiografía (ed.Acme Agency) que apenas cumplidos sus doce añitos, con su característico espíritu aventurero, integró como boyerito un convoy que se dirigía a Salt Lake, llevando provisiones  al general Johnson, quien marchaba hacia el lago Salado a luchar contra los bandidos mormones, por los estragos que hacían contra los mineros que viajaban al Pacífico.  Antes de llegar al territorio mormón, cuenta Buffalo Bill, fueron atacados en dos oportunidades por los indios… Sin embargo, -continúa- nuestro mayor peligro lo constituían los bandidos mormones que detuvieron y amenazaron ¡al convoy del Ejército!..., obedecimos y vimos que las carretas eran rodeadas por varios cientos de hombres armados cuyo jefe era un tal Joe Smith (homónimo del fundador), jefe del grupo de los “danitas” (grupo de los que decían hijos del judío Daniel, y guardia personal del Smith fundador). No dudamos en que habíamos caído en manos  de los mormones, que habían perpetrado, ese mismo año, la espantosa matanza de Mountain Meadowa… donde un convoy de 120 pioneros que se dirigía hacia  California fue asaltada por bandas aliadas de indios y mormones matando a todos los viajeros, sólo salvándose los niños… Después nos enteramos de que ese mismo grupo había quemado otros dos convoyes de carretas”. ”Todos los mormones  cayeron en profunda ignominia como cómplices de los salvajes”, escribió Mullen.

Los mormones actuales dan  una explicación tan ingenua e inverosímil de esos ataques a mano armada de su cofrades que hace sonreir. Mullen escribió que los pioneros entregaban los convoyes repletos de mercaderías a los mormones, gratuitamente, sin compensación alguna, por su afán de llegar más rápidamente a California para encontrar oro. Los mormones se lo apropiaban, los desmantelaban y lo incendiaban, para aprovechar el hierro que necesitaban. ¿Es posible que nos quieran hacer creer semejante desatino? Una vez que entregaban las carretas, pensarían los pioneros que llegarían más rápido caminando con los bultos al hombro los cientos de kilómetros que aun los separaban de California? Esto es un disparate que el señor Mullen ni siquiera debería haber mencionado. Si abandonaban las carretas sólo lo hacían para salvar sus vidas, como en la ocasión  que tuvo que entregarlas el convoy de Búffalo Bill. Considerando los malos antecedentes de los  inmigrantes ingleses que poblaban Utah, cae de maduro que los mormones instalaron esa aduana clandestina para cobrar peaje y apropiarse de los bienes. Y asi ya esquilmados, los pioneros evitaban el asalto de los indios aliados a los mormones.



VIOLENCIA  BÍBLICA  IMPERIALISTA..

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a interpretación talmúdica-protestante del Antiguo Testamento los inspiró para escribir el Libro de Mormón, que no es más  que una parodia plagiada de la versión inglesa protestante del Rey Jacobo, siglo XVII; donde “se ha llegado a contar hasta 27.000 palabras o frases tomadas a la letra de la King James’ Version, que vio la luz tan sólo en el siglo XVII en Inglaterra” (citado por el padre Bravo); con sus inacabables luchas entre judíos y pueblos vecinos. Violencia guerrera que el autor trasplantó a los EEUU, como las guerras entre los  “benditos” nefitas (mormones) y los lamanitas, maldecidos pieles rojas y americanos de Méjico hasta el sur, de piel oscura (Alma, 3). Es fácil imaginar el peligro internacional que puede ocasionar un país convencido ‘religiosamente’ de ser dueños y señores, por mandato de “Jehova”, de las tierras de promisión que deseen. De manera que  no existe argumento valedero, por encima de la voluntad de “Jehová”, para impedir los ataque imperialistas  y expandir la nación yanqui por el universo entero, invocando la “sagrada” misión, en un tiempo religiosa, y hoy día sacralizada, de implantar la “democracia” y la “libertad”… ante la cual los países del mundo tiemblan, pues  tras sus incursiones los yanquis traen las  violencias de las guerras del imperialismo.

El señor Mullen menciona dos acontecimientos que dan idea de la importancia de la violencia bélica en la vida del mormonismo; estos asumen como pactado con ellos  la permisión de la violencia en el Antiguo Testamento. Fruto de la calvinista ·predestinación· de los santos. El gobernador del Estado de Missouri, L. Boggs, en 1838,  dirigió una misiva al general  Clark ordenándole atacar a los mormones, que deben ser tratados como enemigos pues “sus desmanes escapan a toda descripción… habiendo recibido una información aterradora  que cambia totalmente la faz de las cosas y coloca a los mormones en una posición de franco desafío a las leyes, habiendo guerreado abiertamente  contra el pueblo de este Estado” (Mullen, 346). En 1857, el ‘santo’ apóstol B. Young ordenó la constitución de la Legión Nauvoo, de 3000 hombres para atacar a las tropas federales, con la orden de “hostigarlos de inmediato por todos los medios posibles. Empleen cualquier medio para espantar a los animales e incendiar sus caravanas; quemen toda la comarca a su frente  y a sus flancos”… etc.

En el libro ‘santo’ Doctrinas y Convenios, (pag. 98), que es una antología de las ‘revelaciones’ del Señor a Joe; Jehová entrega los enemigos a los nefitas para que dispongan de ellos como les plazca. Las escenas de violencia y odio son interminables y constituyen  lo más importante de los relatos. En Mosiah, 14, se ordena  la destrucción  “por el hambre, por pestilencia y por la espada”  de los pueblos enteros enemigos;…  la venganza de Dios contra los que luchan contra su pueblo nefita ( luego mormón).  En  1 Nefi 22: “la plenitud de la ira de Dios será derramada sobre los hijos de los hombres; porque no consentirá que los inicuos destruyan a los justos (mormones)…; la  “profecía acerca de una nación poderosa de los gentiles en la tierra prometida”…; “rápidamente se acerca el tiempo en que los justos han de ser conducidos como becerros de la manada, y el Santo de Israel  ha de reinar con dominio y fuerza y con potestad y con gloria” (profetizando el milenio yanqui)…; “y todos los que combatan contra Sión serán talados”.

EEUU es la nueva tierra de promisión, la nación predestinada y consagrada por el “dios” mormón para conquistar y dominar el mundo… “Una tierra escogida sobre todas las demás, la cual Dios, el Señor había preservado para un pueblo justo… por lo tanto aquel que lo posea servirá a Dios o será exterminado… libre de la esclavitud… si  tan solo sirve al Dios de la tierra, que es Jesucristo” (Eter, 2). “Si, a los reyes de los gentiles los tendrán por ayos, y a sus reinas por nodrizas… Y esta tierra será una tierra de libertad para los gentiles; y no habrá reyes sobre la tierra que estén sobre los gentiles… y fortificaré esta tierra contra todas las otras naciones… pues yo, el Señor, el rey de los cielos seré su rey…”. “Y levanta a la nación justa. Y destruye a las naciones de los inicuos; y conduce a los justos a tierras preciosas, y destruye a los perversos, y maldice la tierra por causa de ellos…” etc. etc. (2 Nefi 10; 1 Nefi 13/30/37/38). 



LA  POLIGAMIA  DE  LOS  ‘SANTOS’.  LOS “POLICUERNOS”.

Entramos ahora en el salón donde se representa el ‘sainete’  mormónico, el más  ridículo,  grotesco y desvergonzado, cuya letra la aporta  la pérfida ‘teología’ mormona. La poligamia es una constante histórica que practican las sectas más descabelladas. San Agustín, por ejemplo, en el siglo Vº dJC, fustigaba a los maniqueos cuando proclamaban que, como el mal se encuentra en la materia,  sólo ellos, los ‘santos’ maniqueos santificaban su propio cuerpo y los cuerpos de las mujeres ajenas, comiendo, bebiendo y al fin fornicando con las que se  ponían delante (“De la naturaleza del bien” cap. XLIV). O sea que los mormones no inventaron nada nuevo respecto al sexualismo, pero lo actualizaron y envilecieron.

Pera justificar la poligamia los mormones debieron tergiversar y ensuciar la Biblia entera, pero principalmente el Evangelio de Jesús. La poligamia, dicen maliciosamente estos blasfemos, fue practicada, antes y aún hoy día por Dios Padre, pues tiene cuerpo y apetencias humanas, y por Jesucristo, que esposó a varias mujeres en las Bodas de Caná. La práctica de la poligamia es condición indispensable para salvarse y llegar a ser “dioses”, que es el fin que se proponen los mormones. La poligamia es la norma de Dios para el matrimonio, a menos que él declare lo contrario” (www.mormonthink.com/joseph-smith-polygamy.htm).  Peor aun, B. Young escribió que “las leyes monogámicas son la fuente de prostitución en el Viejo y Nuevo Mundo”.  Recuerdo que un musulmán  contestó a mi  querella contra los harenes que, con ellos,  se trataba de legalizar los adulterios tan frecuentes en occidente. De extenderse este argumento en la hora actual, en nuestro país, sería necesario legalizar la estafa y la corrupción tan generalizada luego del gobierno KK. Legalizar la delincuencia, en definitiva; idea no muy descabellada considerando la degradación sobornable de ciertos jueces en Argentina. El ánimo con que fueron escritos estos desatinos mormónicos con  tanta desvergüenza,   me recuerda, también,  a esos ‘gallitos’ de barrio, atrevidos y prepotentes porque lo protege el matón de la barra. El insolente ‘gallito’ Young  pretende demoler el matrimonio cristiano porque, de alguna manera,  siente que  el poderío yanqui lo respalda. Hoy día,  EEUU y las NU asumieron  el mismo propósito, esparciendo  por el mundo el fin del matrimonio cristiano, dando razón  a la semejanza entre el protestantismo yanqui y el mahometanismo, según enseñaba el P. Castellani.



El profesor Jordán Bruno Genta en su definitoria conferencia “Libre examen y comunismo” afirmó que las sectas protestantes, como lo historia lo demuestra, terminan cayendo,   tácita o explícitamente, en la comunidad de riquezas y de mujeres; disfrutada principalmente, como es notorio, por la clase dirigente. Considerando la ambición y la lujuria de Joe y sus sucesores,  el mormonismo no pudo haber caído en otro pozo. Durante 1848, Joe dijo que recibió una revelación de enormes consecuencias. Leemos en : http//apologista.blogdiario.com/12000840607/: “Al parecer antes de la canónica revelación del 12 de julio de 1843, Smith había tenido  otras varias relativas a este tema, la diferencia estaba en que, hasta entonces, fueron privadas y generalmente iban dirigidas a convencer a la mujer ansiada (que podía ser tanto soltera como casada) de que Dios deseaba que se entregase al profeta Smith. Si la mujer se convencía, -cosa, al parecer, no muy difícil de lograr dado el poder de atracción de Smith- se celebraba un matrimonio secreto y, a partir de entonces tenían lugar los encuentros sexuales de manera oculta… Pronto el número de amantes –esposas según Smith- llegó a más de ochenta… A su esposa Emma tanto le preocupaba  el adulterio constante  de su marido,  que este trató de apaciguar su cólera organizando casamientos fingidos, entre sus “mujeres” y otros hombres, para cubrir una realidad más evidente: esas mujeres eran las amantes adulterinas de Smith… el sistema no deja de parecer una actitud curiosa si aceptamos la tesis que Smith sólo hacía lo que Dios le ordenaba”.



Cuentan el caso de lo ocurrido al ‘apóstol’ Heber Kimball, quien casado con una mujer muy hermosa, fue conminado por Joe  a que se la entregue, para  satisfacer sus  deseos sexuales. El marido, un celoso poco ‘civilizado’ no se la quiso entregar , entonces platicaron ‘dignamente’ hasta llegar a un acuerdo: para satisfacer la lujuria de Joe, evitando las graves represalias por su negativa, no tuvo más remedio de entregarle su hijita a cambio de su esposa. Pero como solía acontecer frecuentemente, el ‘apóstol’ engañado por el ‘profeta’, desconocía que su esposa, a quien consideraba un ejemplo de virtudes, ya había pasado secretamente a formar parte del harén de Joe; quien así disfrutó de la hija y de la madre. ¡Atrocidades que ocurren en las sectas  del libre examen!

Ahora bien, mientras los jerarcas adinerados disfrutaban del dinero y las mujeres ajenas, inclusive las casadas ante los ojos complacientes de sus maridos, pues iban a ser ‘santificadas’ por los ‘santos’, como toda la plebe mormona quería participar del aquelarre, la aplacaron con el cuento de la comunidad generalizada de bienes y de mujeres que se concretaría más adelante, en la edad utópica, diciéndoles Talmage: “Los ‘santos’ confiadamente esperan el día en que consagrarán … todo lo que tienen y todo lo que son al servicio de Dios , un día en que ningún hombre hablará de lo mío y de lo tuyo, sino que todas las cosas serán del Señor y de ellos”. Si cambiamos las palabras ‘Señor’ por Estado, y ‘santos’  profetas por jerarcas bolcheviques, estamos ante una nueva versión  comunista, inventada por el yanqui Talmage. Utopia que nunca se concretó en la URSS ni se concretará en Disneylandia, por más demagogia que vociferen los mormones. La practicaron, con resultados desastrosos, algunas sectas, como los anabaptistas,  y en los ‘kibuts’ sionistas; pero siempre degenera, primeramente porque es anti-natural y luego porque forma una nueva clase privilegiada por el dinero o el poder político, que es la que la usufructúa.

Ahora bien, sólo el ocioso sufrirá en un sistema como el que se ha  bosquejado; según los libros mormones; “No serás ocioso, porque el ocioso  no comerá el pan, ni vestirá el vestido del trabajador… No habrá lugar en la iglesia para el ocioso” (DyC, 60/13; 75/3; 75/29; 68/30, etc.), llevando a extremos desfigurantes a San Pablo. Porque ¿Quiénes son ociosos para los mormones? No sólo los vagos, sino los contemplativos, los poetas, los filósofos, los artistas, o sea todo aquel que no produzca cosas, que no genere dólares; los que no se entreguen  al activismo y al consumismo; Marta sobre María, desconociendo las palabras de N. S. Jesucristo. Estamos en pleno americanismo” condenado por S.S. León XIII.

Desde el comienzo de la historia mormona, los muchachos que seguían a Joe no estaban dispuestos a esperar la utópica edad de la comunidad de mujeres, querían santificarse ya, ‘santificando’ a las pocas vírgenes que quedaban, y cuando de estas no quedaba ni  una  para el recuerdo, arremetieron contra las casadas, provocando la ira de ciertos hombres indignos de llamarse mormones, pues no admitían que la muchachada ‘santifique’ a sus mujeres. Esto ocurría  pues Joe, en otra de sus insólitas’ revelaciones’ había decretado que aquellos que entregasen sus dólares (diezmos) y sus mujeres quedarían ellos y ellas, todos  ‘santificados’. Y con esta ‘revelación’ del ‘Señor’ ya tenemos consagrada la ansiada comunidad de mujeres. Pero como en los pueblos donde se asentaban los habitantes no aceptaban de buen grado ese modo de ‘santificarse’ provocaron altercados contra los mormones  quienes debieron huir, ocurriendo en uno de ellos la vil muerte de Joe, baleado mientras trataba de  escabullirse por una ventana de la ira popular; dejando una fortuna mal habida y unas decenas de ‘viudas’ mal tenidas.

Aprovechando la ignorancia y la rudeza de los pobres mineros y el anhelo de trascenderse hacia el Dios que los creó, común a todos los humanos;  insatisfechos con los pastores ambulantes de la Nueva Inglaterra que vivían de la religión; y enceguecidos con sermones veterotestamentarios  que los transformaban en ‘santos’,  abiertos a cualquier tentación demagógica, Joe, proclamándose el “Ungido del Señor”,  decretó la obligación, para todos sus seguidores, de ejercer la  “prostitución sagrada”, transformando  cada grupo familiar en un burdel. ¡Nadie entrará en el cielo con una sola esposa, enseñaban los ‘elders’! ¡Cuantas más esposas mantengas, más santo serás! Joe fue el primero en cumplir piadosamente el mandato de ‘Jehová’, amancebándose con unas cuantas docenas de mujeres y llenándose de hijos, a la mayoría de los cuales ni siquiera conocía. Su sucesor, Brigham Young, pretendió  superarlo en santidad, pero no logró mantener –oficialmente- más de 5 decenas. Luego que Calvino había proclamado que el más adinerado era el más santo, Joe Smith dispuso que el más santo era también el que tenía más mujeres. Se completó así la comunidad  comunista de bienes y de mujeres… Dando razón a lo expuesto por el profesor Genta en su conferencia “Libre Examen y Comunismo”.

Al repudiar los dogmas católicos, el calvinismo abría las puertas a todas las perversidades morales; hasta caer en la laxitud poligámica.  Cuando esto sucedía Joe ya estaba casado con Emma. Los celos de esta pobre mujer deben haber sido  atroces, teniendo que soportar que decenas de mujeres retocen con su marido en el tálamo matrimonial, -que a ella sola pertenecía-, pues allí mismo se consumaban. ¿Habrá aceptado sumisamente este atropello a su dignidad? Quizá poco podía protestar, pues la desfachatez, el cinismo y el absolutismo  de Joe no tenían freno. En “Doctrinas y Convenios” (25), Joe llega al colmo de la perversidad en su afán de amansar los celos de su esposa, proponiéndole, más bien ordenándole: “¡Escucha la voz de Dios mientras te hablo!. Ocúpate de ser mi escribiente, en recopilar himnos, continúa en el espíritu y cuídate del orgullo. Deléitese tu alma en tu marido, y en la gloria que recibirá, y principalmente no murmures a causa de las cosas que has visto”. ¡En su propio lecho! Más adelante, en el mismo libro, perfecciona su teoría asegurando que puede tomar todas las vírgenes  libres de compromiso que desee, sin cometer adulterio, pues sólo a él pertenecen.

Antes tales procacidades morales, en 1890, el gobierno de los EEUU los intimó a renunciar oficialmente al dogma de la poligamia. Entonces se encontraron frente a una encrucijada, o bajaban la cabeza y renunciaban a la poligamia, pese a que era desde los tiempos de Joe un mandato ordenado directamente por  el ‘Señor’, o desobedecían al gobierno. La decisión fue fácil, pues ocho años antes el Congreso de los EEUU había autorizado incautarse de los bienes de los mormones por “cohabitación ilícita”, y esto hubiera sido inadmisible, intolerable, ¡imposible sacarles un dólar a los mormones!, así que con la mayor desvergüenza decidieron rechazar  el mandato ‘divino’ del ‘Señor’ antes que entregar sus dólares al gobierno. Y para justificar esta actitud, el astuto presidente mormón Woodruff, según se aseveró,  ideó la estratagema de anunciar que recibió un mandato  inverso del mismo ‘dios’ mormón ordenándoles que debían derogar, momentáneamente, la poligamia, ¡pues los dólares son más importantes que las almas que debían encarnarse!

Ahora bien, si los mormones abandonaron la práctica de la poligamia por estar convencidos de que es anti-natural y aberrante, sería lógico que repudien a aquellos que la proclamaron como palabra de dios y la ejercieron fieramente, como Joseph Joe Smtih, B, Young, y muchísimos más.  No se repudia una doctrina perniciosa exaltando a los que la concibieron, practicaron y divulgaron. Pero como siguen adorando a esos personajes, confirma mis sospechas que siguen creyendo en ella, y la abandonaron provisoriamente, esperando que la legalicen, o al menos no la penen.

Pero ¿quien mejor que Julio Camba, el gran humorista gallego para  ridiculizar la poligamia, ya que en serio no se puede considerar? En su genial “Londres”, ed. Vergara, pg. 309, de los mejor que se ha escrito para entender las incongruencias inglesas, escribió:  “el mormonismo es una religión de zarzuela sicalíptica, y yo no me explico como es que el señor Lleó no la ha puesto ya en música: ¡Los ,mormones son unos pirandones!, ¡Ay que mormones!, ¡Ay que mormones!... Sin embargo, los ingleses no toman el mormonismo tan en broma. En Inglaterra hay ochenta templos mormónicos. Los agentes de propaganda vienen aquí y se llevan las girls inglesas a orillas del lago Salado. El Parlamento se ha ocupado ya de la cuestión, y la prensa lo trata muy a menudo.

“Los mormones son polígamos, como se sabe,  –continúa Camba- según ellos cada mujer está rodeada de espíritus que quieren nacer a la vida humana. Por eso cada hombre debe tener varias mujeres, a fin de poder lanzar todos los años unos cuantos espíritus al mundo. Un mormonista es tanto más santo cuanto más hijos tiene, y, a fuerza de tener hijos puede llegar a ser dios de los mormones. Frank Russel, autor de un estudio muy interesante sobre el asunto, dice: “Esta idea teológica es idéntica al sistema político de los americanos. En los Estados Unidos cada ciudadano es un posible presidente. Y cada mormón un posible ‘dios’”. El mismo autor insulta al dios de los mormones llamándole lustful, que quiere decir impúdico. Indudablemente no es un prodigio de castidad, pero eso no importa. Es un ‘dios’ alegre y prolífico, que les da trabajo a los redactores del Bailly-Baillière del lago Salado. Si se condecora al padre de seis hijos, no se está lejos de reconocer ‘dios’ al padre de cincuenta y siete…

“Yo no se si hace falta –dice Camba.  Un poder divino para tener cincuenta y siete hijos o si bastará simplemente el uso del cinturón eléctrico; pero si no se es ‘dios’ por el hecho de enviar tantas criaturas al mundo, se puede serlo, indudablemente, por el de mantenerlas. Hace falta una fe que no desmerece en nada la de los primeros cristianos. Thomas Malbank cuenta la historia de un mormón  que había llegado a tener cuarenta y tres hijos.. Su importancia era grandísima entre los mormones.  Estaba ya a dos dedos de la divinidad. Un día se demostró que ni uno sólo de los cuarenta y tres hijos le pertenecía, y que todas las mujeres le eran infieles. La fe mormónica sufrió un gran quebranto”.

Hay además otras cuestiones que la delicadeza de Camba omitió, pero que la búsqueda de la verdad me obliga a exponer. Considerando el poderío sexual mítico que manifiestan poseer los exuberantes anglosajones,  presento la siguiente reflexión matemática.  Si alguien se amanceba con unas diez damas, por no poner muchas ¿Cómo hace para tenerlas contentas a todas? Yo no soy muy entendido en estos asuntos, pero a primera vista me parece asombroso que lo logre.  Si se acuesta cada día con una distinta tardaría diez días en terminar el ciclo, para volver a empezar. Todos los días, interminablemente, hasta que la muerte los separe. Pero ¿y si abusa de alguna preferida, abandonando a las otras? ¿Y si las jóvenes  huríes necesitan, lo que sería muy natural,  mayor frecuencia amatoria? Dejo a cada uno resolver estos enigmas, que me sobrepasan. Eso sí,  sin la ayuda de  ‘Jehová’ no podría encarar esta hazaña sin agotarse, perdiendo lucidez su inteligencia. ¿Sería adecuado llamar a esta poligamia “policuernos”?

Otra  cuestión intrigante, irresoluble, por mas que medite en ella, es la siguiente: si cada ‘apóstol’ mormón posee en su harén  esa manada de diez hembras, cada una de ellas  viene naturalmente con su respectiva ‘mami’, o sea que el ‘santo’ mormón disfruta con las mencionadas ’esposas celestiales’,  y simultáneamente debe mantener a diez suegritas no tan ‘celestiales’, lo que hace un total de veinte mujeres cotorreando en su familia –que no es familia- , sin tener  en cuenta  la purretada corriendo entre las faldas de las ’mamis’.  Estos harenes ¿son un purgatorio o un infierno anticipado?

Si pensamos lo difícil que resulta, a veces, soportar a una sola suegra ¿Cómo se arreglará el mormón con diez de ellas, promoviendo al unísonos la primacía de sus respectivas hijas? ¡Los mismos entreveros que suceden habitualmente  en los harenes  musulmanes, provocados por celos y envidias entre ellas! Creo que ni el mismísimo ‘Jehová’ , aún extremando hasta el límite sus fuerzas mormónicas, podría ayudar al desventurado  “marido”. Y si las aguanta merece ser un santazo mormón. Además, si el mormón es mujeriego, aparte de su rodeo, puede satisfacerse a sí mismo y al lujurioso ‘Jehová’ ayuntándose con todas las vecinas que le permita su potencia sexual.



Y por último, luego de estas sesudas reflexiones, pregunto: ¿Cómo es posible que el mormón que cuenta con unas decenas de mujeres tenga aproximadamente la misma cantidad de hijos que de mujeres? ¿Es que gestó solamente un hijo con cada mujer?  Esto es muy mezquino y  de ninguna manera puede satisfacer el mandato ‘divino’ de encarnar almas de la pre-existencia, como es obligación de cada polígamo. Tendrían que traer al mundo lo menos unas 4 o 5 almitas por cada una de las ‘chicas’ o sea  debería ser padre de unos 200 o 300 hijos.



Hay otras extravagancias en la poligamia que cada uno puede divertirse imaginándolas. Queda por decir como  lo más importante que la poligamia es la destrucción de la familia cristiana y la degradación de la mujer. Y actualmente, como he escrito anteriormente, esta tarea la realiza el mormonismo conjuntamente con las UN; cada una por su lado. Así no se cultiva  el amor familiar cristiano, entre un hombre y una mujer,  reina del hogar en este mundo, sin esperar el más allá para ser desagraviada; por más que el ‘dios’ mormón sea quien haya decretado la lascivia moral de la poligamia. La poligamia, además,  es el golpe más destructor contra el ‘feminismo’, contra la mujer en su más alta dignidad, bien entendido, sin que las arpías feministas del resentimiento lesbiánico,  que pululan en nuestro país,  se animen a reclamar a los mormones yanquis.  Nadie se anima a desafiar a los dólares.



 LA  POLIGAMIA  HOY  DÍA.



L

as discusiones son interminables. ¿Hoy día la practican o no la practican? Unos están por el sí y otros por el no;  y ninguna de las dos partes tienen plena razón. La realidad es que hay sectas mormónicas que la practican para no desobedecer el mandato ‘divino’ de Joe;  y otras sectas mormónicas, como la de Utah, que no la practican para no desobedecer el mandato, mucho más contundente y real, del gobierno de EEUU…, todos ellos esperando pacientemente las condiciones propicias para implantarla nuevamente; y mientras tanto viven  de acuerdo a los pseudos matrimonios hollywoodenses.  Porque para ambas posturas la poligamia es un dogma que se viene arrastrando por el mundo desde siempre, pues ya la practicaban –dicen ellos para justificarla- dioses y diosas; el mismo Dios Padre; Jesucristo; Abraham, etc.¡Todos los que hacían la voluntad de Dios, en el Antiguo Testamento, eran polígamos! Si el mormonismo decretase caduca definitivamente la poligamia, que es una institución fundamental de la secta, se vendría abajo, con ella,   su supuesto  origen ‘divino’.



La mujer mormona no puede ella misma salvar su alma, sin que el varón la someta sexualmente, embarazándola; por tanto es obligación del hombre, por ‘caridad’,   convertir como esposas  ¡a todas las que pueda! En el nuevo mundo del más allá, -dicen-, los mormones prometen que los esposos serán reyes que lo gobernarán, y ellas, mentalizadas desde niñas para ser esposas polígamas, si aceptan ese estado, serán reinas en esa vida futura, pero mientras tanto…; por el contrario, si no admiten formar parte del harén, serán siervas. Método chantajista muy eficiente y convincente. Feas o lindas, niñas o maduras, todas deben ser fornicadas. Ninguna se salva y todas  aparentemente  contentas. Una de las consecuencias morales que derivan de esta usanza, es que  la virginidad y la castidad asumidas son, para los mormones aberraciones morales,  y los que las practican son ridiculizados, inclusive desde Hollywood.



Pese a la prohibición gubernamental, muchos mormones continuaron clandestinamente con sus harenes, pues es casi imposible desarraigar una costumbre tan entrañable. Y si algunas sectas mormónicas continuaron y otras la erradicaron, todas ellas   consideran a la poligamia un mandato ‘divino’ irrevocable.   Pues  la estrafalaria ‘teología’ mormona asegura que en el ‘Olimpo’ los dioses fornican con las diosas generando ‘espíritus’, que a su vez esperan que los humanos forniquen para encarnarse. De ahí  el mandato ‘divino’ de embarazar mujeres para que den vida a esos ‘espíritus.’; la monogamia, entonces, es desobedecer el mandato del ‘dios’.



Trascribo un informe que da cierta idea de los que fue la locura poligámica en épocas de Joe en esa tierra sin ley ni moral, que  persiste en la nuestra. Esta noticia fue transmitida por el mundo entero, mientras que en Argentina, donde gozamos de ilimitada ’libertad’ de prensa, casi no se conoció... para no indisponerse con los ‘amos’ del norte.



La policía de Texas (USA) rescató de un rancho poligamo mormón, a 416 niños, abusados sexualmente, de los cuales 139 eran niñas madres. El  rancho es un espectacular templo con alojamientos anexos, valuado en unos 10 millones de dólares, que pertenece a la “Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días”, la que mantiene en todo su rigor las enseñanzas que recibió de Joe Smith sobre la ‘santidad’ de la poligamia, como condición indispensable para salvarse.; por lo cual se escindieron de los de Utah cuando estos traicionaron al fundador del mormonismo al  abolir la poligamia.



Al arribar la policía al lugar se estaban celebrando “matrimonios espirituales” dentro del mismo templo entre hombres maduros  y virgencitas de 15 y 16 años. Una vea finalizada la ceremonia, las jovencitas eran llevadas a habitaciones anexas  especialmente preparadas para consumar sexualmente el “matrimonio”. Estas jovencitas , desde pequeñas, vivían realmente encarceladas, violadas y golpeadas, obligadas a vestir y vivir como en la época de Joe, con vestidos largos hasta los tobillos, cabello recogido, zapatones roscos para dificultar la huída.  La hostilidad de los ‘elders’, proclamándoles machaconamente la corrupción del mundo exterior al rancho, y la cruza con la raza negra, les crea a las niñas  un estado mental de inseguridad, traumas aterrorizantes, y así, paradojalmente se refugian buscando la protección del mismo ‘elder’ agresor, representante del poder y del control absoluto… se someten así, para recibir la aprobación y hasta el mismo ‘afecto’ del abusador.



En este “paraíso” mormónico de ‘Sión’, el máximo profeta, Warren Jeff, les repetía hasta el cansancio que fornicar y procrear es bueno, y  cuanto antes  comenzaran mejor… A los 12 o 15 años ya tenían que tener hijos, enlazando un embarazo con otro… para renacer en sus hijos. Los hombres debían tomar todas las mujercitas que pudieran… Jeff, como un nuevo Joe Smith, era la voz de dios.. Y el dios mormón sólo pide una cosa: obediencia ciega y absoluta a su ley poligámica.  En mayo del 2006 el FBI lo colocó entre los criminales más buscados, en lo más alto del elenco internacional de terroristas y narcotraficantes. Sentenciado a muchos años de prisión por abuso de menores, algunas quizá, sus propias hijas. Muchos niños aseguraban que no sabían quienes eran sus padres, ni siquiera sus apellidos… tal como acontece a los niños criados  en los orfelinatos del Estado soviético y en los ‘kibuts’ sionistas en Israel, donde crecen sin el amor de sus padres, y sin familias, verdaderos parias de algo de amor.



SI SE RECHAZAN  LOS  DOGMAS MORALES DE LA IGLESIA CATÓLICA SE CAE INEVITABLEMENTE  EN  LA  BARBARIE  DEL SEXO  SATANIZADO.



La poligamia arrea el satánico vicio de la pedofilia. Actualmente existen en EEUU y otros países del  ‘primer’ mundo , organizaciones que defienden los derechos de los pedófilos; de forma que cualquier  pervertido podría tener un harén de varoncitos. Es sabido que estos pobres niños, son reclutados por los corruptos  sexuales adinerados, entre los niños que viven en la indigencia; inclusive buscan sus víctimas  entre los niños de nuestro país. Sólo la pena de muerte sería justa para acabar con los degenerados que practican sexo satánico con los inocentes. Además, si un pedófilo cuarentón logra demostrar que  ‘ama’ a una niña  o varoncito, nada impedirá que se casen legalmente, entrando a formar parte del harén. Peligro inminente considerando la degradación, propensa al soborno,  de la ‘justicia’ en el mundo.



“Hoy día son peores que nunca” (http:/helpthechildrbtides.com). Los fundamentalistas mormones crían a las niñas para ‘ casarlas’  lo antes posible; para lo cual los ‘ancianos’ eligen hombres maduros para ellas, que ni siquiera saben que las van a ‘casar’. Las mentalizan que el mundo es de Satanás y que son normales los matrimonios forzosos con hombres mayores…   destruyendo la autoestima de las niñas. Inclusive en ‘exmormón.org’ leemos que practican incestos: “los patriarcas creen que es su deber dar a las niñas las primeras lecciones matrimoniales”.



Estas sectas mormónicas son endogámicas: partidarios de la supremacía  de la raza blanca practican la “cría selectiva de rasgos idealizados, como el pelo rubio, ojos azules y estatura alta… el día del superhombre podría venir, y con él vendrá también  la redención y el mejoramiento de la raza”; “ellos dicen ser el pueblo elegido, los pocos elegidos (Ben Bistline) y su pretensión es que se casen estrechamente para preservar la línea de sangre, por así decirlo”. De ¼

 a ½  porcentaje de niños nacidos de padre-hija o hermano-hermana tienen deficiencias mentales.  Pero generalmente no aceptan consejos médicos. En “http//human-nature-com/science-as-culture/walker.html”, leemos que esto trae  como consecuencia la “catástrofe genética”, pues en la descendencia de los polígamos aparecen enfermedades; “las pruebas genéticas confirman que existen una alta `prevalencia de defectos de nacimiento de poblaciones polígamas” que se incrementarán en las futuras generaciones; llamada “deficiencia fumarasa” produce retardo  mental, epilepsia, ceguera, Down, etc…



LA  ABOLICIÓN  DEL MATRIMONIO  CRISTIANO.



E

n www.catapulta.com.ar leemos: “hay una idea que enlaza el “matrimonio “ del mismo sexo, el retorno de la poligamia a los países occidentales y el vacío del sentido del matrimonio… Si el matrimonio es “cualquier cosa”, entonces el matrimonio, realmente, no es nada. Si el “matrimonio” es el nombre que se le da tanto a la unión disoluble como a la indisoluble, tanto a dos hombres como a un hombre y una mujer, o a un hombre con cuatro mujeres… ¿en qué queda?”.



“Hay 37.000 polígamos en Utah… ¿Perseguir a un polígamo por ser polígamo? Eso no va a suceder”, declaró la candidata a fiscal general de Utah… Por su parte el Fiscal general  M. Shurtleff, en declaraciones a  Associated Press dijo que las poligamia tiene posibilidades de ser legalizada de nuevo si los polígamos acuden a un tribunal que defienda el matrimonio homosexual…”.  De hecho, continúa el artículo, en varios países protestantes del 1º mundo comienzan a  reconocer la poligamia a través de las ayudas sociales o familiares a las diversas esposas de un mismo emigrante musulmán… “Un estudio del 2006 del gobierno canadiense  ya habla de legalizar la poligamia, puesto que, como decía su autora, Martha Bailey,  “no criminalizamos el adulterio”. “Puesto que es un hecho que tenemos una sociedad bastante permisiva ¿porqué condenaríamos esa particular forma de comportamiento a ser criminalizado? Recientemente una abogada  de Utah anunció  que se legalizará la poligamia en ese Estado…. Una ves abolido el matrimonio cristiano cualquier tipo de rejuntada podrá ser legal.



Desde que el gobierno de los EEUU prohibió la poligamia en  1890 mucho agua corrió bajo el puente. Ya no es posible prohibir nada por “cohabitación ilícita”, luego de haber abolido la única relación que debería reconocer la ley, actualmente repudiada, la dispuesta por Dios entre un hombre y una mujer por siempre jamás. Es interesante observar, al respecto, que cuando la detención de los mormones en el rancho de Texas se arguyó abuso de menores, sin mencionar la violación del matrimonio cristiano, pues ya no es el único legal.



La periodista Bárbara Kay, en un artículo en el National Post, del 2005, elaboraba la teoría matrimonial de “las ventanas rotas”.Después de aprobarse el matrimonio homosexual ¿Porqué los polígamos  no han pedido seriamente la legalización  del matrimonio… todavía? La razón, según Kay, es simple cuestión de tiempo; igual que la gente respeta un coche abandonado  una temporada… hasta que alguien es el primero en romper el cristal, y entonces ya cualquiera se atreve a sacarle la tapicería, el retrovisor, los tapacubos… Los activistas del matrimonio gay han roto los cristales, y enseguida los polígamos vendrán a robar las ruedas, hasta desmantelar la institución matrimonial. Si el sexo de los contrayentes es irrelevante para le matrimonio… ¿Porqué no el número? Y cita al director de asuntos legales de Utah de la muy laicista y progresista asociación ACLU; hablar de polígamos en Utah es como hablar de gay y lesbianas que realmente tienen el deseo de vivir sus vidas”.



Hoy día, lenta e irresistiblemente, se legalizarán relaciones aberrantes, sin limitaciones morales. Con el pretexto  de “educación sexual” liberalizada se pretende que la niñez y la juventud se formen rechazando esas “obsolescencias” cristianas llamadas castidad, pudor, pecado, responsabilidad, auténtica sexualidad, cultura de la vida, etc… preparando mental y sexualmente a la inmensa masa de niños en edad escolar para arrojarlos indefensos en el libertinaje; el gran negocio de ciertas corporaciones.



EPÍLOGO.



Finalizo estos comentarios mormónicos asqueado de leer tantos desatinos interminables. El mormonismo es una secta que profesa en grado extremo la brutal teología calvinista; otra no puede haber sido la mentalidad de quienes escribieron sus libros.



Algunas personas desprevenidas o ignorantes, se enredan en esa maraña de embustes contradictorios, que los mormones  expresan con la mayor cautela, pues ladinamente nunca exponen el principal motivo por el que vienen a América hispánica: el odio a la Iglesia verdadera; a nuestra moral cristiana, a nuestra gente ‘morocha por sus pecados’, a la patria argentina, en definitiva, según se evidencia en sus libros y en la voz de sus profetas; aquel a quien estas palabras le parezcan exageradas debería leer la Carta Pastoral del Episcopado Argentino sobre el protestantismo; que publiqué en este blog. Una vez logrados estos objetivos, que está a punto de lograr plenamente,  el dominio político acontece fácilmente.



Muchos incautos se confunden  al ver a esos elders recorriendo las calles como vendedores ambulantes, limpios y atildados, pues suponen  que eso es  una garantía de que van a recibir una doctrina igualmente moderna e inmaculada. ¡Pobres ignorantes, encandilados por el ‘americanismo’, condenado por León XIII!. No perciben que los mormones no venden nada real, sólo aire emponzoñado y envasado lujosamente, sólo una ficción de religiosidad al precio de los diezmos que buscan como lobos hambrientos. Además, la confiabilidad que le otorga esa gente sin fundamentos religiosos, o cristianos confundidos  por las ambigüedades neo-modernistas del Vaticano II, aspirantes a burgueses mundanos, aumenta porque, al intuir que los  jóvenes vienen respaldados por el país exitoso del 1º mundo,  los pobres ilusos tratan de parecérseles, de imitarles, de ostentar en sus testas coronas aureolas doradas y triunfales de seres del primer mundo.¡Cuanto más alejados están del ideal ‘americanista’ más lo desean! Han descubierto  una religioncita liviana, más bien una “Liga pro Comportamiento Humano”,  que sólo exige evitar el vino y las  infusiones calientes, y no mirar los tobillos de las chicas bajo las faldas largas; porque estos mormones, como es sabido, son muy continentes; tienen en verdad cierta propensión a la poligamia, pero ¡por favor! nadie es perfecto… Según hábito protestante, le dan  prioridad a la templanza sobre las otras virtudes,  ¡y de aquí deviene la catástrofe moral!  No comprenden que tras esa doctrina pseudo-religiosa, típicamente burguesa, cómodamente asimilable y permisiva, se esconde  una doctrina falsa y perversa.



Esta intención imperialista de transformarse en una quinta columna de la política exterior yanqui no es descabellada. La ‘predestinación’ de los santos calvinistas, de hacer  políticamente de EEUU, por el mandato del ‘Señor’ mormón, una nueva Ginebra, con jurisdicción mundial, se lee en sus libros ‘sagrados’. Y la podemos corroborar observando la política exterior yanqui desde su independencia hasta nuestros días, cada vez más descarada, prepotente y globalizadora. Escribió el padre Bravo: “el Libro de Mormón es el libro más norteamericano que hay… con afán de volcar sobre Norteamérica todas las excelencias… Los ideales que allí se pregonan son los ideales norteamericanos, porque será  “tierra de libertad” (2Nefi 1/7) . Y no menos los ideales  de democracia y de libertad de conciencia…No cabe duda que los ideales de la revolución francesa y de la democracia yanqui han pasado ya por esas páginas del Antiguo Testamento de José Smith” (pg. 37).



En DyC, 84, se lee que el  ‘Señor’ señaló con su dedo  la frontera occidental del estado de Misurí  para edificar allí la ciudad de la Nueva Jerusalén”; en DyC, 101 y 109, y en muchos sitios más,   se ensalza la constitución y la política  yanqui, una autocracia disfrazada de ‘democracia’



En definitiva, los mormones sustentan ‘teológicamente’ la política imperialista yanqui, con el agravante que pueden   realizar tareas de espionaje, como denunció el padre Gatcía Vieyra, teniendo presente que la CIA recluta sus miembros en el exterior preferentemente entre mormones importantes.+




HORACIO BONFIGLIOLI