Recomendamos a todo Católico Apostólico y Romano lector del blog, un íntegro análisis del ártículo en cuál queda esclarecido el acciónar MORMONICO" "supuestamente" sobre cuestiones de fe. Los mormones, esos "grupúsculos" de mozos rubiecitos, que visten en su gran mayoria de azul y blanco, portando en sus cuellos "elegantes" corbatitas, no son mas que simple invasores de poblaciones, donde a Cristo Nuestro Señor es a quién menos promueven.
No obstante en su caminatas siempre algo logran, claro está entre ignorantes y desprevenidos. Del señor HORACIO BONFIGLIOLI obtendrán el fin y comprensión de su permanente "APOSTOLADO" y el tremendo daño que causan a nuestra Iglesia. Mas aún en tiempo que la "CONFUSIÓN" pareciera haberse instalado en la misma. El MORMON, es nada mas que un "sectario" discipulo, obrando muy lejos de la auténtica religión.
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LA IMAGEN NO CORRESPONDE A LA PUBLICACION ORIGINAL
EL MORMONISMO
EL MORMONISMO ES UNA SECTA
CALVINISTA Y JUDAICA, CARICATURA HERÉTICA DEL CRISTIANISMO.
La Iglesia mormónica es la
multinacional financiera y económica más poderosa del oeste norteamericano.
ES UNA INDUSTRIA DE LA RELIGIOSIDAD.
“Pero
si nosotros mismos, o un ángel del cielo, les anuncia un Evangelio distinto del
que les hemos anunciado, sea rechazado. Ya lo dijimos antes, y ahora les vuelvo
a repetir: el que predique un Evangelio distinto del que han recibido, sea
maldito”. San Pablo a los Gálatas.
Años atrás, casi sin darnos
cuenta, los mormones construyeron simultáneamente en muchas ciudades argentinas
decenas, quizá centenas de templos a todo lujo. ¿Con qué fin nos invadieron? ¿Con algún propósito
espiritual, religioso, o al menos cultural?... Tratándose de una iniciativa
yanqui ¡comencé a desconfiar! Porque si la caridad bien entendida comienza por
casa, deberían primeramente ayudara a los millones de indigentes que sobreviven
en su patria en la miseria, rodeados de un lujo insolente. ¿Nos vienen a ayudar
gratuitamente? ¡Seguí desconfiando! Porque los yanquis invierten sus
dólares -siempre en nombre de la
“libertad” y la “democracia”-, sólo cuando los negociados son excesivamente prolíficos. ¡Para el yanqui. primero y sobre
todo los dólares! ¡Lamentablemente mi desconfianza estaba fundamentada, según
me fui enterando e iré exponiendo!
Estas preguntas despertaron mi
curiosidad. Y como un artista manifiesta
su pensamiento en su obra, comencé ojeando folletos ilustrados de propaganda
mormona, que se distribuyen gratuita y profusamente; impresos con buen
gusto y eficiente técnica comercial
publicitaria; y escritos con una burda intención demagógica, con imágenes que
tientan con promesas de paz, conford, seguridad, higiene, abundancia, tibieza,
placer ¡todo lo que un burgués ansía en este mundo!; e insinuando que esa
sensación de maravillosa felicidad
almibarada sólo se disfruta plenamente en los EEUU, la Nueva Tierra de Promisión
prometida en el Antiguo Testamento.
Las imágenes históricas son
encantadoras: animalitos tipo Walt Disney, personajes ciclópeos rodeados de
atrayentes mujercitas con ligeras falditas, abrazadas a fornidos guerreros
barbados, hieráticos, que portan invencibles espadas, con músculos tan
desarrollados que podrían aprisionar el mundo entero, y hombros capaces de
soportar el imperio de las franjas y las estrellas. Una raza superior ¡Los
super hombres y super mujeres de Hollywood! ¡Los “santos” predestinados! ¡La
demagogia protestante en su más bajo nivel!
En una de las ilustraciones de
sus folletos, vemos, por ejemplo, a Jesús resplandeciente, sonriendo ¡todos
sonríen felices, siempre! Porque, por fin, llegó a los EEUU para recrear
nuevamente su Evangelio. Según la ridícula ”teología” mormona escrita en el
“Libro de Mormón”, Jesús cometió dos errores imperdonables que los yanquis
están enmendando. El primero aconteció cuando tuvo la mala idea de proclamar su
divina Palabra en Palestina, tierra primitiva y subdesarrollada, poblada por
despreciables árabes, sucios, pobres, asediados por moscas, y no en la idílica
disneylandia. ¡Cuanta razón tienen así los yanquis de expropiar Palestina para
entregarla a los civilizados judíos! Y el segundo error, más grave aún: afirman
que Jesús se “olvidó” de revelar toda Su
Verdad en Palestina, dejando el Nuevo Testamento inconcluso, debiendo modificarlo y completarlo volviendo al mundo
nuevamente, pero esta vez en los EEUU. Según los mormones, estos errores de
Nuestro Señor son comprensibles, pues dicen estos aventureros de la
teología, que el no es Dios, sino sólo un hombre, un gran santo, divinizado, pero
nada más que un hombre falible; es un dios como muchos otros, subordinado al
Padre.
Además, y esto es muy grave,
pude leer entre líneas un mensaje político velado. Los jóvenes
propagandistas que nos invadieron, con apariencia atildada, casi
aséptica, tienen una sucia misión política, infamar la Religión católica,
desalojarla de la religiosidad de los argentinos, alterando la identidad
espiritual y cultural de nuestra Nación, para usufructuarla políticamente; y haciendo preocupante la salvación de las
almas de sus miembros.
“TEOLOGÍA” MORMONA.
T
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eológicamente el mormonismo es una secta calvinista, y como todas
las inspiradas en ese origen, que son la mayoría de las existentes en los EEUU,
son verdaderamente judaicas y judaizantes, pues interpretan carnalmente
el Antiguo Testamento; y al darle preferencia sobre el Nuevo y definitivo
Evangelio de Jesús, se tornan religiosas y políticamente peligrosísimas, Niegan: la
divinidad de Jesús, la
Santísima Trinidad, la virginidad de la Virgen santísima, los
Sacramentos, la Gracia,
la Tradición
, el Magisterio. ¡No dejan de la religión verdadera nada en pié! ¡Es una
parodia del cristianismo! Creada con la
mundanidad del espíritu “americanista” yanqui. Es pleno liberalismo cristiano, que “es mero
Naturalismo, es Racionalismo puro; es paganismo con lenguaje y formas” cristianas. (Sardá y Salvany, “El liberalismo
es pecado”). Es odio protestante a la Iglesia católica. Una teología que se degrada en
un materialismo cínico y hedonista; “los hombres existen para que tengan gozo”
se lee en el libro mormón “Una introducción al Evangelio”, de Lowell L.
Bennion, (pg.154, etc.), publicado por la “Iglesia de los Santos de los Últimos
días” en USA; (para uso de las ‘colonias’).
Leeremos en los libros
mormones todas la contradicciones
ideológicas imaginables; como en cualquier tratado protestante. Además,
manifiestan que las ‘revelaciones’ que
modifican las anteriores son
inacabables, se suceden cambiándose continuamente, de manera que es imposible conocer la auténtica teología mormona. Se
podrá conocer la de hoy, pero no la de mañana. Cambia interminablemente, pues
la revelación, “que consideramos el principio básico de la religión”; “el
fundamento mismo de la religión verdadera”, (Bennion), que se otorga a cualquier quidam que la pide, sin
intermediación de Iglesia alguna, es permanente Puro protestantismo, basado en el “libre
examen”.
Las mayores atrocidades las
inventaron interpretando el concepto de Dios según el ‘libre examen’
protestante en su plenitud. Enseñan que: “Lo que el hombre es ahora eso fue
Dios: lo que Dios es ahora puede llegar a ser el hombre” (citado por el padre
Ernesto Bravo, ‘Los mormones’, ed. Claretiana). Cualquiera, decía Lutero, puede
interpretar la Biblia;
sin destacar que algunas interpretaciones pueden ser diabólicas, si no respetan
la palabra de los Apóstoles, la
Tradición y el Magisterio. La letra sola mata, como en este
caso en que los mormones definieron a
Dios con escandalosa soberbia. Este tema teológico lo expuso el padre Antonio
Colom, S.J. en su folleto “¿Teología?
Mormona” (“Fe católica”, Madrid, 1975), que concluye diciendo: “el
Dios de los mormones no es Dios; los mormones no creen en Dios”
Para dar una idea de esta
disparatada herejía copio algunos títulos de su folleto: El dios de los
mormones es pura materia; el dios de los mormones es puro hombre; el dios de
los mormones es visible; el dios de los mormones no es eterno; el dios de los
mormones no creó; el dios de los mormones no está en todas partes; el dios de los mormones no es omniperfecto;
el hombre puede llegar a ser dios; etc.
Esta concepción extravagante
del “dios” mormón con cuerpo físico y vivencias humanas, sostenida por
el
blasfemo Talmage, es doctrina permanente del mormonismo, que
desacraliza la religión, pues desprecia la teología, la filosofía y
hasta el sentido
común. Dios es un hombre, y los hombres pueden llegar a ser dioses. El
‘Señor’ (dios)
mormón es un hombre verdadero, con apetencias humanas; ¡con apetencias
calvinistas! ¡Es un calvinista hecho y derecho, auténtico compinche de
Joe Smith!
Con motivo de la construcción del Mesón
de Nauvoo, leemos en “Doctrinas y Convenios” (DyC, sec. 124), que el
‘Señor’ mormón se esmera puntillosamente, como
eximio economista, para que su empresa
financiera funcione correctamente, organizando una ‘sociedad anónima’ en
todos
sus detalles: nombrando los ejecutivos y quienes debían comprar las
acciones y su valor;…para
que todos “compren acciones de esa casa
para él y su posteridad después de él, de generación en generación”.
Por ejemplo, dice el ‘Señor’ mormón que
Joe debe invertir en acciones no más de
15 mil dólares ni menos de cincuenta. ¡Y guay del que use ese dinero
para otros
fines! Porque será maldecido, “porque
yo, el Señor, soy Dios, y no he de ser burlado en ninguna de estas
cosas.”
La teología mormona tiene ciertas semejanzas con las
sectas socinianas, tan comunes en EEUU; las que a su vez lo son del mahometanismo. Se trata de acabar con los misterios divinos a fuerza de puro
racionalismo empìrista. La
Enciclopedia de la Religión Católica
(Dalman y Jover S.A.) dice del hereje Socino: “Siendo Dios la razón y la justicia
supremas, nada de lo que Él ha dicho o revelado puede estar en oposición con la
luz que Él ha iluminado razón y la conciencia de los hombres. Es preciso, pues,
apartar de la religión todo aquello que en la interpretación de la Biblia, en las
especulaciones de los teólogos y en las definiciones de los concilios es
rechazado por la conciencia y por la razón; por ejemplo: la Trinidad, la
predestinación; el pecado original, o sea la imputación a toda la especie
humana del pecado de Adán; la redención concebida como una satisfacción
vicaria, castigando al inocente para perdonar al culpable. Todos estos puntos
no figuran en la Biblia…La Trinidad no es solamente
contraria a la razón, sino que es también contraria a la escritura, que insiste
siempre en la unidad absoluta de Dios;… Cristo es verdaderamente hombre, pero
infinitamente más excelso…por las cualidades preeminentes de que está dotado…
por su completa obediencia se elevó hasta la santidad perfecta y a la semejanza
con Dios. El Espíritu Santo no es una persona divina, sino el medio por el cual
Dios ilumina y sostiene a los hombres dispuestos a la obediencia”…
Monseñor Cristiani en “La Religión Protestante”
escribió que el socianismo es un racionalismo negador de misterios, que prosperó
en Polonia, pero luego “su campo de acción se reducirá a los EEUU, donde todas
las variantes del protestantismo, inclusive las más racionalistas encontrarán
refugio y se multiplicarán hasta nuestros días”. Negando los misterios, todo lo
que entra y sale de la razón es puramente humano; y lo divino es inalcanzable. Fundada
en el Libre examen, es una demagogia típicamente protestante, adoptada también
por los actuales exégetas historicistas modernistas, denunciados por San Pío X en la Pascendi. Estos
herejes se consideran capacitados para hurgar en los misterios de Dios, y tanto
escarban y manosean que terminan negando su divinidad. Estas herejías son muy
semejantes a las que profesan los mormones, pues pareciera que ellas se juntan
y se entrelazan, tomando cada una un poco o mucho de la otra, según el desvarío
del heresiarca; y al fin todas concluyen en lo mismo: el agnosticismo ateo y en
el libertinaje moral.
El padre Leonardo Castellani
escribió en su magnifico libro ¿Cristo vuelve o no vuelve? (Paucis Pango,
1951): “En 1823, el profundo e inspirado escritor eclesiástico conde Josef de
Maistre predijo en forma vaga las catástrofes actuales apoyándose en este hecho
teológico, que él dilucida con singular sutileza: el protestantismo –dice-
vuelto sociniano (desechada la divinidad de Cristo) se ha tornado ni más ni
menos que mahometanismo, tanto en su dogma (cosa manifiesta en aquel tiempo)
como en su moral (patente en el nuestro; ver
Conferencia de Lambeth de 1928). Lo cual significa para Occidente y su
civilización el retiro súbdolo del cimiento religioso sobre el cual asentaba;
o, mejor dicho, su adulteración sustancial… la mentalidad común en
Yanquilandia, en lo que concierne a la moral y a la religión… no es amoral ni inmoral, como la tachan los
resentidos de South America, pero que
esa moral y esa religión corresponden rasgo a rasgo y punto por punto al
mensaje de Mahoma y no al de Cristo… La profecía de De Maistre se ha cumplido
tanto en la Moral
como en la Dogmática. A
saber: creencia en un solo Dos
inaccesible; supresión o falsificación de la mística; negación de la Encarnación y, en
general, del misterio; naturalismo, antisacramentalismo, apelo a la emoción y
la acción, socialización de lo religioso… Todo esto en lo dogmático; más en lo
moral: poligamia, esclavitud, guerra santa, culto a la riqueza, energía bárbara
de struggletorlifer… La mentalidad
actual del protestantismo degenerado es mahometanismo cultural y religioso. Su
cosmovisión o mensaje actual no difieran esencialmente del Islam” El
mormonismo llevó a los extremos más degradantes esta profecía de De Maistre.
JAMES E. TALMAGE Y LA AUTÉNTICA TEOLOGÍA MORMONA.
J
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ames E. Talmage, es un
personaje eminente dentro del mormonismo;
es la voz oficial mormónica;
siendo uno de los Doce Apóstoles de la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días”. Escribió en su libro “Jesús el Cristo” (ed. “La iglesia de
los santos de los últimos días”, Salt Lake City, Utah, 1964, “publicado bajo la
dirección del Comité Misional de la
Iglesia”), insultos inauditos, de una insolencia blasfema,
que los “misioneros” mormones cuidan estricta y solapadamente de ocultar para
no levantar reacciones católicas en nuestro país. Tanto es así que no encontré ninguno
de estos agravios en los folletos que ellos editan para el gran público.
Dice en el capítulo 40 que
luego de Constantino, la
Iglesia católica “despertó con actividad inusitada, de
acuerdo a la propia hechura de Satanás… esta iglesia autócrata, viciada por la fetidez de la ambición mundanal
y la codicia de dominio… vendía permisos para cometer pecados… su papa se
sentaba con gran pompa como si fuese Dios, y con esta blasfemia cumplió la
profecía de Pablo, que antecederán a la segunda venida de Cristo, porque no
vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el
hijo de perdición, el papa… Siglos de tinieblas invadieron la tierra, el poder de Satanás parecía casi supremo”. (4
Nefi, 27 sgs.).
Luego de execrar los
sacramentos, Talmage clamó contra “la extravagancia de la Transustanciación”,
de acuerdo al odio de todas las sectas protestantes, pues negándola se echaría
por tierra a uno de los pilares que
sostienen a la Iglesia
católica. Recordemos que en Inglaterra, desde los comienzos de la pseudo
Reforma, por iniciativa del obispo apóstata Cranmer, alentado por la
prostituida reina Isabel, el católico que no repudiaba la Transustanciación
era sometido por la
Inquisición protestante a diabólicos tormentos. Este odio
pretendía desacralizar el Sagrada Hostia. Luego, continuó Talmage escribiendo que la Iglesia “impulsó la idolatría de la manera más
seductiva y perniciosa: condenó el estudio de las sagradas escrituras por el vulgo
en general…Adulteró a tal grado los sencillos preceptos del evangelio de
Cristo, que engendró una religión
henchida de supersticiones y herejías; promulgó doctrinas perversas
concernientes al cuerpo humano…; proclamó como acto de virtud, que aseguraba
una rica recompensa, el mentir y engañar…”· Mientras escribía su
indignación contra las “perversas”
doctrinas católicas sobre el cuerpo humano, o sea la castidad, el pudor y la
monogamia, este incontinente sexual de Talmage convivía con decenas de
concubinas, ¡mantenidas como huríes esclavizadas en su propio harén!
Bajo la “represión tiránica
consiguiente al dominio usurpado e injusto de la iglesia romana –continúa
Talmage- la civilización se retrasó por
varios siglos y virtualmente quedó estancada”… desde la muerte de los
Apóstoles hasta el fin de la
Edad Media. Pero durante el siglo XVI surgen “como corolario
natural e inevitable las protestas e insurrecciones contra la tiranía religiosa
de la época, conocida como la
Reforma…, contra la cual “la iglesia romana no vaciló en
emplear crueldades extremas…, con el infamante nombre de “el Santo Oficio”, se embriagó con bárbaras crueldades en
el siglo de la Reforma
e infringió tormentos indescriptibles…”.
“Durante el período de la
apostasía –dice Talmage- fueron cerradas
las ventanas de los cielos que daban hacia el mundo, y con ello quedó
interrumpida toda revelación directa de Dios… por lo que se dejó de creer en la existencia del Dios verdadero y viviente; y en su
lugar los sectarios [católicos] intentaron concebir un ser incomprensible,
desprovisto de “cuerpo, partes o pasiones”, en una palabra una nada inmaterial…
Sin embargo, después de muchos siglos de tenebrosa ignorancia, el mundo
nuevamente habría de ser iluminado por la luz de la verdad”
Y haciendo propaganda política,
afirmó que luego de la independencia de las colonias yanquis y de decretar la Constitución “por
hombres escogidos e inspirados”, se cumplió el tiempo para la aparición del
“Profeta” esperado, Joseph “Joe” Smith, fundador del mormonismo, para la
restauración del evangelio en los EEUU,
la nueva Tierra de Promisión.
Consecuencia de esta perversa
teoría, característica de un obseso sexual,
leemos en 1- Nefi 11/15 y sgs. otra blasfemia que uno se resiste creer y
ante la cual cuesta mantener la calma.
Dice; “una virgen, más hermosa y pura que toda otra virgen fue llevada en el Espíritu; y
después que hubo sido llevada en el Espíritu por cierto tiempo, vi de nuevo a
la virgen llevando a un niño en sus brazos”. El odio protestante a la Santísima Virgen
María es proverbial, pero llegar al extremo de proferir la cretinada que tuvo relaciones carnales con
el “dios” mormón; que Jesucristo fue polígamo y vio a sus hijitos corretear
delante de él cuando fue crucificado, desacredita la racionalidad de los
mormones y hasta lo que queda del prestigio intelectual de la nación USA;
permitiendo además que estas barbaridades
fraudulentas e irrespetuosas, sin el menor respaldo, se exporten al mundo.
Como corolario a estos
despropósitos agrego que el 21/11/2005, el diario El Tribuno, informó de una
reunión “ecuménica”, al estilo Vaticano II, donde el ex Obispo de Jujuy, Palentini, aparece tomadito de las manos con
pastores, adventista, maranhata y mormón. Cada uno rezando a su “dios”, que es
el mismo de todos, demostrando que todas las religiones son iguales.
Seguramente el Obispo no leyó a Talmage, pues con un mínimo de hombría hubiese
desistido de asistir a la reunión donde los integrantes infamaban a nuestros seres queridos. Pero que
lo haya leído o no, poco importaba; lo único era cumplir con el neo-“dogma”
ecuménico. Como buen progresista nunca rezó con los católicos de siempre, más
bien nos persiguió e infamó. En esa oportunidad declaró cínicamente al periodista: “todos debemos estar unidos… superando diversidades y situaciones,
que pueden ser muchas veces difíciles, como en cualquier lugar de trabajo”. ¡Para
este lamentable Obispo, engendro del Vaticano II, las “diferencias” con los
sectarios, expuestas por Talmage, por ejemplo, son insignificantes y se pueden
superar!
EL ODIO RACISTA Y RELIGIOSO DE JOE SMITH.
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uego del odio desatado por
Talmage parecería que poco quedaría por decir; y sin embargo Joe fue el primero
en aportar también el suyo (hacia 1830). Una de la más disparatadas teorías que
leemos en el “Libro de Mormón”, que mantiene plena vigencia, disimulada pero
efectiva, es el trato respecto a los latinoamericanos. Allí se afirma la
superioridad racial anglo-yanqui, semejante a la expuesta por el KKK, esa
famosa agrupación tan característica del
espíritu yanqui, dedicada al terror y al linchamiento de negros, católicos,
latinos, etc.. Afirman los mormones que
los hombres blancos y anglosajones, (WAPS) o sea ellos mismos, son los
“santos”, los “puros”, los “elegidos”, descendientes de “bellos” judíos rubios.
En cambio, los de piel tostada son impuros y repugnantes, siendo los
malditos del “dios” mormón ¡Valoran la
santidad por el color de la piel! (Jacobo, 3, 8/9) . ¡Son morochos por sus
pecados! Y algo muy alentador para los latinos que pretendan hacer carrera en
la secta: los morochos que se afilien al mormonismo quedarán tan blancos y
rubios como lo son los anglosajones desde la cuna. ¡Y los que se resistan se
volverán cada vez más negros! (2 Nefi,30-5).
Advierto, como es fácilmente comprobable,
que la secta arrumbó momentáneamente esta teoría “sagrada”, de raigambre
calvinista, considerando que el racismo
ya no está bien visto por los televidentes; pero cuando las
condiciones sean propicias nuevamente pondrán sobre el tapete el “dogma” de la discriminación racial, viva en
el alma yanqui; las circunstancias mandan, inclusive, si les conviniera, pondrían sin embozo a un
latino en la presidencia mormona; relegando al olvido al “dogma”. Este
maquiavelismo no sería insólito pensando que abandonaron el “dogma” fundamental de la poligamia por mandato del
gobierno yanqui. En definitiva, nadie puede vaticinar los manipuleos de los “teólogos” de Utah.
Los negros son descendientes de
Caín (Moisés 7,22), todos los seres de piel oscura fueron penosamente malditos a causa de su iniquidad; el Señor
hizo que cubra una piel oscura a ese “pueblo ocioso y lleno de maldad”… Los que
degeneraron en la incredulidad “se convirtieron en gente oscura, repugnante y
sucia, llena de ocio y de todas clases de abominaciones” (1 Nefi 12/23). Los
mormones niegan el Pecado Original, pero afirman que estamos castigados por los
cometidos en la pre-existencia. J. F. Smith (“Answers to gospel Questions”, t,
II, 178) escribió que en esa pre-existencia,
los mormones tenían una finquita, con negros esclavizados, que al portarse mal
y ser desobedientes fueron atrapados por Satanás. ¡Estos abusos ya ocurrían en
la pre-existencia! También la piel de los lamanitas, asi llaman a los pieles
rojas, “generación malvada y perversa” de judíos degenerados llegados de Medio
Oriente, se oscureció porque osaron enfrentar al héroe Nefi. Justifican así los
yanquis el exterminio ‘teológico’ de los pieles rojas, enemigos ancestrales de
los nefitas.
Respecto a los esclavos, que
abundaban en EEUU en la época de Joe Smith, donde era la mano de obra gratuita,
sean negros o blancos, dicen los mormones en “Doctrinas y Convenios” (134,12):
“Pero no creemos que es propio meterse con los esclavos para que se salven de
la corrupción del mundo, o predicarles el
evangelio o bautizarlos contra la voluntad y el deseo de sus amos, ni meterse
con ellos para que queden descontentos con su situación en esta vida”. En
pocas palabras ¡tenerlos sumisamente ignorantes de su destino para evitar
rebeliones! ¿Hay en esta doctrina algo de cristianismo? Nada. Es una exacta
definición de racismo biológico y religioso, también de origen calvinista. Como
al pasar comento que el botarate de Sarmiento, cuando visitó EEUU hacia 1843,
no oyó nada de este despiadado trato, llenándose la boca con elogios desmedidos
a la cultura y libertad yanqui.
Como era previsible, también
infamaron a los árabes, antiguos dueños de la Tierra de Promisión, de donde fueron arrojados:
“si, para esparcirlos hasta su destrucción porque eran seres injustos… Y el
Señor maldijo la tierra para ellos y la bendijo para nuestros padres [¡los
judíos], al grado que se enseñorearon de ella” (1 Nefi 17,32) ¡Gran
argumento “teológico” a favor de los
sionistas y de Obama!
Pero los judíos no se iban a
salvar de las diatribas mormonas: los consideran un escarnio, “aquellos que son
la gente más perversa el mundo; y ellos lo crucificarán… Más a causa de
supercherías sacerdotales e iniquidades, los de Jerusalén endurecerán su cerviz
contra Él [Jesús] para que sea crucificado… no hay ninguna otra nación sobre la
tierra que crucificaría a su Dios”
(2Nefi10/3). Resulta sorprendente que
los rabinos de la logia B´naiB´rith, por ejemplo, no se arranquen lo pelos de
sus hirsutas barbas desgañitándose contra estas duras ideas anti judías. ¡El
escándalo que hubieran armado si las hubiese dicho un católico! Pero no debe
sorprendernos que no se alboroten, ellos que no olvidan ni perdonan agravios,
considerando la entrañable afinidad entre talmudismo y calvinismo mormónico; no son más que menudos entredichos
familiares. Seguramente de este contubernio surgió el ensañamiento brutal
contra la Iglesia
católica y los latinos en los EEUU; uniéndose el odio talmúdico con el
“fraterno” ecumenismo de Lutero y Calvino.
Aunque Nefi “vivió”, según los
mormones, 20 siglos antes que los
heresiarcas protestantes, ¿Cómo es posible que Nefi emplee los mismos agravios
de Lutero y Calvino? También es imposible que estos hayan repetido a Nefi, porque el Libro de Mormón apareció en
el siglo XIX ¿Quién puede aclarar estos saltos cronológicos de ciencia ficción?
Sencillamente porque el Libro de Mormón, donde aparecen las blasfemias de Nefi,
fue escrito por la banda de Joe, en el siglo XIX, y no 20 siglos antes de
nuestra era. Los mormones que lo
escribieron, como fieles protestantes, no hicieron más que repetir el secular
odio protestante contra la
Iglesia; del que ellos estaban impregnados. Y el ángel le
dijo a Nefi, (1 Nefi 14/10- 13/5) ; “Mira
y ve esa grande y abominable iglesia, que es la madre de las abominaciones,
cuyo fundamento es el diablo… es la madre de las rameras (1Nefi 14/17)… una
iglesia grande y abominable que es la más abominable de todas las iglesias… que mata a los santos de Dios, y los
atormenta y los oprime, y los unce con un yugo de hierro, y los reduce al
cautiverio” (1Nefi 13/26).
Los mormones niegan ser una
secta protestante, pero con estas breves citas se comprueba la identidad entre
los heresiarcas protestantes y los jerarcas mormones. Y también con los talmúdicos, porque aunque en
el Libro de Mormón los agravian, los une el esencial y entrañable filo talmudismo doctrinal de los calvinistas.
En definitiva, Talmudismo, protestantismo, mormonismo coinciden en sus blasfemias contra la Iglesia de Jesús.
LOS MORMONES Y LA MASONERÍA.
A
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unque resulta muy difícil
demostrar la relación entre una persona o una comunidad con la masonería, pues
se miente y se oculta a troche y moche, puedo asegurar, de acuerdo a la
Carta de los Obispos argentinos (que publiqué en este blog)
que entre las sectas protestantes y la masonería existe una alianza tácita basada en el odio a la Iglesia católica, que se
manifiesta difamándola. Inclusive ritos litúrgicos semejantes y un esencial
filo judaísmo. El protestantismo es media masonería. Necesariamente, entonces,
el mormonismo tiene relaciones con la masonería. Decía E. Suè: “El mejor medio
de descristianizar Europa es protestantizarla”. Y E. Quinet: si quieren acabar
con el catolicismo “podéis armaros de todo lo que se opone al Catolicismo, especialmente las sectas
cristianas que le hacen guerra, agregando la fuerza de impulsión de la Revolución Francesa,
pondréis al Catolicismo en el mayor peligro jamás corrido…Las sectas
protestantes son las mil puertas abiertas para salir del cristianismo. He ahí una
razón suficientemente poderosa para que la masonería no sólo no moleste, sino
que ayude al protestantismo; y también por lo que, no sólo los simples fieles,
sino también los Ministros y Obispos protestantes están en las logias como en
su propia casa. Nadie va a combatir a sus auxiliares mientras necesite de
ellos” (bibliaytradicion.wordpress.com). Lamentablemente es el programa que
adoptó el Vaticano II.
En
“apologista.blogdiario.com/1200084060/, Mormonismo y masonería, sus vínculos”
leemos: “Joseph Smith no tuvo ninguna dificultad para que la masonería aceptara
iniciarlo en sus secretos… Dentro de la historia de la masonería constituye un
capítulo especialmente importante el relacionado con la historia de la muerte
de William Morgan, un hombre asesinado por escribir un libro en el que,
supuestamente, revelaba secretos relacionados con lo masonería.
“El episodio provocó una gran
reacción contra la masonería en EEUU, pero no es este el aspecto en el que
vamos a detenernos aquí. Al ser asesinado Morgan por los mormones, dejó una
viuda llamada Lucindia. Inicialmente Lucindia no dudó en elevar votos de
mantenerse fiel a la memoria de su marido y, por supuesto, recibió donativos de
no pocos anti-masones que la contemplaban con afecto y simpatía. Sin embargo,
cuando Lucindia volvió a casarse el 23 de noviembre de 1830, lo hizo con un
masón llamado George W. Harris. Acto seguido se convirtió al mormonismo y se
trasladó a Nauvoo, Illinois. Ni de lejos iba a ser la única vinculación
entre la masonería y el mormonismo. De
hecho, el 6 de abril de 1840, fue fundada la
Gran Logia de Illinois por el general, juez
y patriarca mormón James Adams. La nueva Gran Logia de manera inmediata se entregó a establecer
estrechos vínculos con la secta fundada
por Smith. Al cabo de poco tiempo, Nauvoo contaba con tres logias y Iowa con
dos, las cinco eran denominadas las “logias mormonas” y contaban con unos 1550
hermanos. El mismo Joseph Smith Jr., profeta de Dios, según su testimonio, fue
iniciado como aprendiz masón el martes 15 de marzo de 1842. El episodio aparece
documentado en las minutas de la logia
de Nauvoo correspondientes a la fecha donde se habla de cómo Smith Jr. y Sydney
Rigdon “fueron debidamente iniciados como aprendices masones durante el día”.
“Esto fue sólo el principio.
Los cinco primeros presidentes de la secta –Joseph Smith, BrighamYoung, John
Taylor, Wilford Woodruff y Lorenzo Snow- fueron todos iniciados en la masonería
en la misma logia de Nauvoo. De hecho, prácticamente todos los miembros de la
jerarquía o eran ya masones o fueron iniciados en la masonería una vez que
Joseph Smith fue ascendido al grado de maestro masón…”. En 1826 Joseph Joe Smith descubrió una piedra
‘vidente’ cincelada con el ojo masónico ‘que todo lo ve’, poseyendo desde
entonces uno de los atributos de la divinidad, pues él veía a través del
tiempo, del espacio, eliminando obstáculos… Luego, a través de los años hubo
altercados entre masones y mormones,
pero en estas últimas décadas volvieron a confraternizar, principalmente
adhiriendo conjuntamente al liberalismo religioso, político y cultural, que
asola nuestras patrias católicas.
FALSEDADES EN LAS
HISTORIAS NARRADAS POR
LOS MORMONES.
A
|
demás de las escandalosas
falsedades y blasfemias que mencioné,
los disparates históricos narrados en los libros “sagrados” mormones son tan
numerosos y originales que ocuparían páginas enteras. Son cuentos sorprendentes
con argumentos ingenuos y fantásticos imposible de aceptarlos; que
evidentemente fueron creados y pensados por
y para gente religiosamente ignorante…; y siendo así los
católicos en nuestros países americanos, desordenada su fe por el neo
modernismo vaticanista, se explica la amplia difusión del mormonismo. ¡El ignorante se hace protestante! León
Lemonière en su ”Historie des Mormons” (citado por el padre L. Rumble en su
estudio sobre los mormones (Oruro, 1970) describe al niño Joseph [Joe Smith]: “Dulce y amable, no cesaba de
hablar cuando estaba con sus amigos y su elocuencia cálida se expandía en
historias interminables que él inventaba a propósito; no podía contar el más
pequeño incidente de su vida sin transformarlo en una aventura maravillosa”…
convirtiéndose en un “conocido
embustero”. Así fueron sus interminables embustes históricos; los viajes de los
judíos a través del Atlántico; la
plancha de oro y el “urim y turim”; la
transformación de los judíos en pieles rojas; la brújula; existencia de animales cientos de años antes
que los españoles los traigan a América; la llegada de Jesús a Norteamérica;
etc., etc.
“ ¿ Y de donde le vino a Smith
la propensión de poner su atención en el campo religioso? –continúa el padre
Rumble- Durante la primera mitad del
siglo XIX –este recuerdo nos aclara las cosas- una ola de reviviscencia religiosa
protestante se propaga de costa a costa en el territorio de los EEUU:
Metodistas, Presbiterianos, Campbelitas, Congregacionistas, Mileritas,
Trémulos, etc. se sucedían unos a otros en reuniones llenas de fervor y entusiasmo,
inyectando en distritos enteros un fermento religioso que despertaba grandes
controversias. El delirio y la histeria estaban casi a la orden del día.
Religiones nuevas, cultos extraños con doctrinas dispares brotaban en aquella
atmósfera de conmoción. Y el excitable Joseph Smith no se escapó indemne del
ambiente reinante en credulidad y cierta
superstición”. Se vivía el principio protestante del “libre examen” en todo su
desarrollo lógico. Estas sectas, que narran
escenas que a veces parecen cuentos de
borrachos, cómicos o ridículos, se tornan indignantes cuando sus imaginarias
“visiones” llevan a sus secuaces a
tratar serios temas teológicos con ligereza ofensiva.
COMIENZOS HISTÓRICOS DE LA
SOCIEDAD ANÓNIMA MORMONA.
L
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a “Iglesia de los Santos de los
Últimos Días”, no es tanto una nueva y sorprendente religión fundada sobre el
Antiguo Testamento, originada hace poco más de un siglo y medio, sino
prioritariamente una sociedad anónima con fines de lucro. Una multinacional de
la religiosidad. Principalmente es una
empresa comercial y financiera que utiliza la religiosidad como cebo para
exprimir a los incautos que reclutan, con el pago de diezmos que acrecientan el
capitalismo mormón. Así como cualquier multinacional vende sus productos, los mormones venden falsa religiosidad,
contando, como es de suponer, con el auspicio del gobierno yanqui. El
mormonismo es una multinacional de la religiosidad.
Según los mormones “cuando
llegamos a lo que se refiere a dólares y céntimos, todo se convierte en
espiritual” (Bousquet)… y todo lo espiritual se convierte en dólares. Volvemos
a encontrar el espíritu calvinista en plenitud: el dinero manifiesta santidad; y a mayor dinero mayor es la
santidad. La santidad se logra trabajando detrás del mostrador (Tawney, “La Religión en el origen del
capitalismo”). Es de notar que desde sus
comienzos la historia de los EEUU estuvo signada por la violencia y los
dólares.
Escribió don Vicente Sierra:
“la fuerza que guía a los navegantes de la Mayflower, que condujera a los puritanos al norte
de América, después de hacer una sociedad anónima entre ellos… buscando una
costa que se pudiera explotar productivamente… la historia no muestra como muy
espiritual” (del discurso leído por el autor el 29/oct./1942). Esta sociedad,
convenida mientras navegaban en alta mar, testimonia que desde sus comienzos la
historia de los EEUU estuvo signada por los dólares. La colonización protestante en EEUU fue
entonces una explotación comercial y racista llevada adelante a sangre y fuego,
absolutamente opuesta a la española, que aunque exportó oro a Europa para combatir
a los protestantes en Flandes, y salvar a Europa, muchas veces sus buques
fueron rapiñados en alta mar por piratas ingleses. España evangelizó y entregó su alma y su sangre
formando nuevas familias criollas, Esta es la verdad que no quieren oír los
ideólogos del resentimiento indigenista ¿Porqué no reclaman derechos
indigenistas en EEUU? ¡Por qué están auspiciados por los países capitalistas
protestantes!
Luego de transcurridos dos
siglos de estos acontecimientos, ya en las primeras décadas del siglo XIX, nos trasladamos imaginariamente a un
recóndito pueblito minero perdido en el abrupto noreste del estado de Nueva
York y como otro “diablo cojuelo” me asomé
viendo una escena donde se agitan los personajes que popularizó e idealizó el cine, los inevitables cowboys a caballo,
el sheriff justiciero, las ‘chicas’ en la cantina, un pastor embriagado,
mineros miserables buscando “eldorado”, indios asesinados, negros esclavizados…
¡tiros y más tiros!... hasta que de pronto aparece ante nuestra curiosidad un
pequeño campesino analfabeto y buscavida, correteando entre todos ellos,
golpeándose para aprender a sobrevivir y golpeado por los aprovechadores. Años después, el niño, ya joven, que no es
otro que Joe Smith, entra al pueblo montado en un carromato vociferando sus
brebajes a los mineros ignorantes:
¡aprovechen el filtro mágico! ¡la tisana para curar lamparones! ¡el
bálsamo del amor!. Algunos se burlaban, pero muchos caían. Y pensando en estos,
Joe comprendió que el negocio daba para mucho más. Se empeñó, entonces, de
saciar la fibra religiosa de los mineros, y rodeándose de varios compinches
‘viboreros’ como él, organiza el timo de la ‘religiosidad’; humilde y descarado
comienzo de la multinacional mormona. - ¡Hermanos! ¡Pecadores! ¡Soy el santo
enviado por Jehová! ¡Soy el ungido! ¡Entregad al Señor vuestros dólares mal
habidos, ladrones! ¡Yo santificaré a vuestras mujeres y vuestras hijas, esas
serpientes lujuriosas! Y así comenzó el “profeta” Joe Smith a disfrutar de sus
vicios “celestiales”.
Esta historia tal cual la acabo
de imaginar, no figura, como es de suponer, en los libros mormones, pero
leyéndolos, es fácil deducir que no pudieron haber ocurrido de otra
manera ¡A
menos que creamos en el cuento del ángel Moroni! Porque la angurria de
Joe por
los dólares y las mujeres ajenas no tenía medida ni decoro. En 1830
funda la
secta que nos ocupa, en el estado de Nueva York, comenzando su
accidentada
historia, moralmente reprobable y violenta. Luego de ser expulsados
dondequiera
se establecían, y la ejecución sumaria de Joe por los mineros
escandalizados e
indignados por sus tropelías, los mormones fueron huyeron hacía el
Farwest, recalando, al fin, en el año 1842 en el hoy llamado
estado de Utha, donde se propusieron construir el Reino de Sión, un
Estado
calvinista teocrático, socialmente polígamo, autoabastecido en pleno
desierto.
Durante su instalación provisoria en Nauvoo, camino a Utah, el
gobernador de
Illinois, con ambición de obtener los votos de los mormones para las
próximas
elecciones, promulgó un edicto en 1840,
haciendo de Nauvoo, que ya contaba con cerca de 20.000 habitantes –más
que
Chicago-, un territorio autónomo mormón, con ejército y justicia propia,
etc.
¡Un verdadero desatino del gobernador! ¡Pero así se maneja la política
sufragista!
COMIENZA A ERIGIRSE LA
MULTINACIONAL DE
LA RELIGIOSIDAD.
C
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on el propósito de organizar
una industria lucrativa, pues lo fue y lo sigue siendo, importaron de Inglaterra mano de obra barata,
aprovechando la miseria espantosa del proletariado inglés, quienes, bajo el
yugo de nobles y obispos anglicanos, aceptaban cualquier oportunidad, aunque
utópica, con tal huir del “paraíso” inglés. El país de la libertad, según nos
enseñan ellos. Dostoievsky describe en
“Notas de invierno sobre impresiones de verano”, escritas en la época que
tratamos, la inmoralidad calamitosa de los habitantes londinenses, sumidos en la
degradación del alcohol y la prostitución. Pues bien, gente de esa calaña moral
fueron los infelices que poblaron Utah con corrupción, violencia y vicios. De
esa estirpe nacieron los que luego se auto titularían pomposamente “santos de los últimos días”,
aunque en realidad deberían nombrarse “la resaca de los primeros días”.
Los capitales los obtuvieron,
en sus comienzos, de los diezmos que le
extraían a los cien mil inmigrantes británicos que llegaron a Utah; para
trabajar para la secta, pudiendo apenas cubrir las necesidades más apremiantes.
Ellos fueron los “blancos-negros” pues al menos durante cinco años debían
trabajar ¡como negros! para pagar a la secta los gastos del pasaje atravesando
el Atlántico y la manutención. Se trataba de leoninos contratos de trabajo
donde nada tenían que ver las ideas religiosas. Se los “bautizaba” en las
heladas aguas del Támesis ¡y a viajar a
Utah!
Ahora bien. ¿Qué es el diezmo
mormón? ¿Tiene importancia económica? Los diezmos tienen importancia capital en
el mormonismo, es como la sangre que vivifica a la multinacional. “La ley del
diezmo ocupa un lugar de mucha importancia, y se han prometido bendiciones
particulares si se observa fielmente”, decía
Talmage en Artículos de Fe, 480. En 1831 se establecieron los diezmos ,
pero 7 años antes el ‘Señor’ había
hablado sobre el tema de la consagración
o dedicación de toda la propiedad que uno posee, junto con su tiempo y sus
talentos, al servicio de Dios, para emplearse según las circunstancias lo
exigen” .(id. 481; D.yC. 42/71; P.de G. P.; Moisés, 7, 16/18; Hechos 4 32/35;
etc.).
Todos los miembros están
obligado a donar a la secta el 10%, al menos, de todos sus bienes y de
sus
ganancias anuales, inclusive el ahorro de sus ayunos mensuales; en el
caso de no
tener dinero suficiente pagarán
trabajando gratis para la secta. Los mormones dicen que el pago del
diezmo es voluntario, pero esto es una falsedad, pues leemos en los
libros “sagrados”: “Los que no paguen los diezmos no serán dignos de
permanecer
entre vosotros” (D.yC. secc. 119). “Los
que no paguen los diezmos será quemado a la venida del Hijo de Dios”
(D.yC. 64/23); En 3 Nefi 24/8 leemos: “¿Robará el hombre a Dios? Más
vosotros me
habéis robado. Pero decís ¿en qué os hemos robado? En los diezmos y en
la
ofrendas… Malditos sois con maldición, porque vosotros, toda esta nación
me
habéis robado”… ¡el que paga se salva, el que no, está condenado!.
No es libre, entonces, el pago
de los diezmos, más bien es indispensable para obtener la bendición del Jehová
judeo-calvinista-mormón. En realidad la secta obliga imperiosamente el pago del
diezmo pues son el fundamente económico y financiero del Reino mormón de Sión.
Tanto en Salt Lake City como en cada Colonia que fundaban los mormones una de
las prioridades era establecer la Oficina del Diezmo, luego
estas Oficinas se transformaban en Bancos y en Bolsas de Compensación; siendo
además los más importantes establecimientos de venta de artículos minorista y
mayorista, regulando los precios, etc. Así es como la
secta se fue transformando en una teocracia calvinista, semejante a la de
Ginebra, controlando enteramente la vida social y económica de los mormones.
Los diezmos eran y son la mayor
fuente de capitales que manejan los mormones, representando en la década de 1960 las
¾ partes de todos los ingresos de la secta. (datos del libro: “Los Mormones
Ayer y Hoy”, del escritor mormón Robert Mullen, ed. Sopena). El magnífico
negocio comenzó con la llegada de los miles de inmigrantes ingleses, los hombres
para pagar el diezmo, las mujeres para surtir los lujosos harenes de los
potentados.
Durante el primer siglo de su
fundación, el pago de los diezmos estaba
circunscripto a los EEUU, y no nos afectaba a los argentinos, pero a principios
del siglo XX, careciendo ya de tierras para vender se detuvo la
inmigración y cambió drásticamente el
plan mormón para recaudar más y más diezmos ¡Se lanzaron a conquistar diezmos
por el mundo entero! Además se decretó la necesidad imperiosa de tener familias
numerosas, para que con el tiempo más familias
paguen el diezmo, justificando
así la poligamia, que satisface la
lujuria y la economía mormona. Hacia 1900 el 90 % de los mormones vivían en
Utah, pero llegando a la década de 1960 los que vivían en Utah eran menos de la
mitad de la población total, debido al gran trabajo misional realizado en el
exterior. Desde todos los rincones del mundo, entonces, comenzaron a llover
dólares de los diezmos, para consolidar y engrandecer el capitalismo mormón.
Fortaleciendo económicamente la Corporación mormona de la religiosidad.
¿En qué utilizan el dinero los
mormones? En la segunda década del siglo XX, luego de la Gran Guerra, a la par
del engrandecimiento del imperialismo
yanqui, los mormones se “santificaban” consolidando, fortaleciendo y ampliando
su economía y sus finanzas mediante la adquisición de bienes muebles,
construcciones e inversiones en Wall Street. En el año 1960, según el Sr.
Mullen los mormones eran propietarios de empresas de radio y de TV; hoteles y
restaurantes; fábricas de ropa; fábricas para la elaboración de sustancias
alimenticias; de azúcar, de sal, de productos lácteos y de la carne y
subproductos; cereales, frutales y hortalizas. Adquirieron también 300 mil Has.
de estancias con 100 mil cabezas de ganado fino; 868 edificios en construcción;
500 empresas diseminadas en el territorio de los EEUU; sin contar con la enorme
cantidad de propiedades en el extranjero; etc. etc. Resulta imposible, entonces,
calcular la riqueza de los bienes rentables que la empresa mormona posee en el
mundo. Toda esta riqueza se obtiene
principalmente con los diezmos que pagan religiosamente los necios del mundo
entero. Y aunque parezca imposible, las
ganancias que obtiene este inmenso pulpo internacional con sus empresas, son
menores al dinero que la secta obtiene gracias a los diezmos recaudados
principalmente en el exterior de los EEUU. ¡Viven a costillas nuestras!
Estos datos de la inmensa fortuna de la secta corresponden a la década del
’60; hoy día para actualizarlos habría
que multiplicarlos enormemente.
Menciono otro dato confirmando
lo dicho: el ‘hermano’ Brigham Young, muerto en 1877, ya en ese entonces manejaba un dineral que lo
convertía en un “personaje nacional”; pues
como es notorio en EEUU el dinero encumbra socialmente. Dice el mormón R.
Mullen: “sus rentas anuales se calculaban en un millón de dólares aproximadamente, la
mitad proveniente de los diezmos y el resto de otras donaciones y de las
ganancias obtenidas en otras propiedades de la Iglesia, entre ellas los
ferrocarriles”. Quizá no todos esos
dólares llenaban los bolsillos del ‘Profeta’, aunque es seguro que sus ingresos mensuales eran de 40.000 mil
dólares, según se conoció en el juicio que una de sus decenas de ‘esposas
celestiales’ le inició por “descuido, crueldad y abandono”, pidiendo la pobre
mujer un subsidio de 1000 dólares mensuales, que el tacaño calvinista le negó.
LOS BANDIDOS MORMONES INSTALAN UNA ADUANA CLANDESTINA CAMINO A
CALIFORNIA.
Y
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a en las primeras décadas de su
instalación en Utha, en 1842, la mala
ralea moral de los inmigrantes ingleses, desatados en esa tierra salvaje sin
ley ni orden, comienzan sus actividades delictivas. Sólo un año después
tuvieron la fortuna de que se descubriese oro en California. Como Utah quedaba de paso, bajo la
presidencia de Young, en medio de las huellas donde transitaban los convoyes
de los buscadores, los bandidos mormones instalaron una aduana clandestina,
donde todos los que deseaban continuar
viaje y no pagaban eran asaltados y
desmantelados violentamente, inclusive asesinados. Se los acusa, también, de haber acordado un
pacto con las tribus indígenas que asolaban la misma región donde ellos vivían,
para asaltar los convoyes sin interferirse unos con otros, repartiéndose los
territorios al estilo ‘gangster’. Pues, de no existir esa alianza, ¿Cómo es
posible que no hayan guerreado entre ellos?
El famoso Buffalo Bill,
aniquilador de búfalos y de indios, alias del Coronel del Ejército yanqui William
Cody, narra en su autobiografía (ed.Acme Agency) que apenas cumplidos sus doce
añitos, con su característico espíritu aventurero, integró como boyerito un
convoy que se dirigía a Salt Lake, llevando provisiones al general Johnson, quien marchaba hacia el
lago Salado a luchar contra los bandidos mormones, por los estragos que hacían
contra los mineros que viajaban al Pacífico.
Antes de llegar al territorio mormón, cuenta Buffalo Bill, fueron
atacados en dos oportunidades por los indios… Sin embargo, -continúa- nuestro
mayor peligro lo constituían los bandidos mormones que detuvieron y amenazaron
¡al convoy del Ejército!..., obedecimos y vimos que las carretas eran rodeadas
por varios cientos de hombres armados cuyo jefe era un tal Joe Smith (homónimo
del fundador), jefe del grupo de los “danitas” (grupo de los que decían hijos
del judío Daniel, y guardia personal del Smith fundador). No dudamos en que
habíamos caído en manos de los mormones,
que habían perpetrado, ese mismo año, la espantosa matanza de Mountain Meadowa…
donde un convoy de 120 pioneros que se dirigía hacia California fue asaltada por bandas aliadas de
indios y mormones matando a todos los viajeros, sólo salvándose los niños…
Después nos enteramos de que ese mismo grupo había quemado otros dos convoyes
de carretas”. ”Todos los mormones cayeron en profunda ignominia como cómplices
de los salvajes”, escribió Mullen.
Los mormones actuales dan una explicación tan ingenua e inverosímil de
esos ataques a mano armada de su cofrades que hace sonreir. Mullen escribió que
los pioneros entregaban los convoyes repletos de mercaderías a los mormones,
gratuitamente, sin compensación alguna, por su afán de llegar más rápidamente a
California para encontrar oro. Los mormones se lo apropiaban, los desmantelaban
y lo incendiaban, para aprovechar el hierro que necesitaban. ¿Es posible que
nos quieran hacer creer semejante desatino? Una vez que entregaban las
carretas, pensarían los pioneros que llegarían más rápido caminando con los
bultos al hombro los cientos de kilómetros que aun los separaban de California?
Esto es un disparate que el señor Mullen ni siquiera debería haber mencionado.
Si abandonaban las carretas sólo lo hacían para salvar sus vidas, como en la
ocasión que tuvo que entregarlas el
convoy de Búffalo Bill. Considerando los malos antecedentes de los inmigrantes ingleses que poblaban Utah, cae
de maduro que los mormones instalaron esa aduana clandestina para cobrar peaje
y apropiarse de los bienes. Y asi ya esquilmados, los pioneros evitaban el
asalto de los indios aliados a los mormones.
VIOLENCIA BÍBLICA IMPERIALISTA..
L
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a interpretación talmúdica-protestante
del Antiguo Testamento los inspiró para escribir el Libro de Mormón, que no es
más que una parodia plagiada de la
versión inglesa protestante del Rey Jacobo, siglo XVII; donde “se ha llegado a
contar hasta 27.000 palabras o frases tomadas a la letra de la
King James’ Version, que vio la luz tan
sólo en el siglo XVII en Inglaterra” (citado por el padre Bravo); con sus
inacabables luchas entre judíos y pueblos vecinos. Violencia guerrera que el
autor trasplantó a los EEUU, como las guerras entre los “benditos” nefitas (mormones) y los
lamanitas, maldecidos pieles rojas y americanos de Méjico hasta el sur, de piel
oscura (Alma, 3). Es fácil imaginar el peligro internacional que puede
ocasionar un país convencido ‘religiosamente’ de ser dueños y señores, por
mandato de “Jehova”, de las tierras de promisión que deseen. De manera que no existe argumento valedero, por encima de
la voluntad de “Jehová”, para impedir los ataque imperialistas y expandir la nación yanqui por el universo
entero, invocando la “sagrada” misión, en un tiempo religiosa, y hoy día
sacralizada, de implantar la “democracia” y la “libertad”… ante la cual los
países del mundo tiemblan, pues tras sus
incursiones los yanquis traen las
violencias de las guerras del imperialismo.
El señor Mullen menciona dos
acontecimientos que dan idea de la importancia de la violencia bélica en la
vida del mormonismo; estos asumen como pactado con ellos la permisión de la violencia en el Antiguo
Testamento. Fruto de la calvinista ·predestinación· de los santos. El
gobernador del Estado de Missouri, L. Boggs, en 1838, dirigió una misiva al general Clark ordenándole atacar a los mormones, que deben ser tratados como enemigos pues “sus desmanes escapan a toda
descripción… habiendo recibido una información aterradora que cambia totalmente la faz de las cosas y
coloca a los mormones en una posición de franco desafío a las leyes, habiendo guerreado
abiertamente contra el pueblo de este
Estado” (Mullen, 346). En 1857, el ‘santo’ apóstol B. Young ordenó la
constitución de la Legión Nauvoo,
de 3000 hombres para atacar a las tropas federales, con la orden de
“hostigarlos de inmediato por todos los medios posibles. Empleen cualquier medio para espantar a los animales e incendiar sus
caravanas; quemen toda la comarca a su frente
y a sus flancos”… etc.
En el libro ‘santo’ Doctrinas y
Convenios, (pag. 98), que es una antología de las ‘revelaciones’ del Señor a
Joe; Jehová entrega los enemigos a los
nefitas para que dispongan de ellos como les plazca. Las escenas de
violencia y odio son interminables y constituyen lo más importante de los relatos. En Mosiah,
14, se ordena la destrucción “por el hambre, por pestilencia y por la
espada” de los pueblos enteros enemigos;… la venganza de Dios contra los que luchan
contra su pueblo nefita ( luego mormón).
En 1 Nefi 22: “la plenitud de la
ira de Dios será derramada sobre los hijos de los hombres; porque no consentirá
que los inicuos destruyan a los justos (mormones)…; la “profecía acerca de una nación poderosa de
los gentiles en la tierra prometida”…; “rápidamente se acerca el tiempo en que
los justos han de ser conducidos como becerros de la manada, y el Santo de
Israel ha de reinar con dominio y fuerza
y con potestad y con gloria” (profetizando el milenio yanqui)…; “y todos los
que combatan contra Sión serán talados”.
EEUU es la nueva tierra de promisión, la nación predestinada y
consagrada por el “dios” mormón para conquistar y dominar el mundo… “Una
tierra escogida sobre todas las demás, la cual Dios, el Señor había preservado
para un pueblo justo… por lo tanto aquel que lo posea servirá a Dios o será
exterminado… libre de la esclavitud… si
tan solo sirve al Dios de la tierra, que es Jesucristo” (Eter, 2). “Si, a
los reyes de los gentiles los tendrán por ayos, y a sus reinas por nodrizas… Y
esta tierra será una tierra de libertad para los gentiles; y no habrá reyes
sobre la tierra que estén sobre los gentiles… y fortificaré esta tierra contra
todas las otras naciones… pues yo, el Señor, el rey de los cielos seré su
rey…”. “Y levanta a la nación justa. Y destruye a las naciones de los inicuos;
y conduce a los justos a tierras preciosas, y destruye a los perversos, y
maldice la tierra por causa de ellos…” etc. etc. (2 Nefi 10; 1 Nefi
13/30/37/38).
LA POLIGAMIA
DE LOS
‘SANTOS’. LOS “POLICUERNOS”.
Entramos ahora en el salón
donde se representa el ‘sainete’
mormónico, el más ridículo, grotesco y desvergonzado, cuya letra la
aporta la pérfida ‘teología’ mormona. La
poligamia es una constante histórica que practican las sectas más
descabelladas. San Agustín, por ejemplo, en el siglo Vº dJC, fustigaba a los
maniqueos cuando proclamaban que, como el mal se encuentra en la materia, sólo ellos, los ‘santos’ maniqueos
santificaban su propio cuerpo y los cuerpos de las mujeres ajenas, comiendo,
bebiendo y al fin fornicando con las que se ponían delante (“De la naturaleza del bien”
cap. XLIV). O sea que los mormones no inventaron nada nuevo respecto al
sexualismo, pero lo actualizaron y envilecieron.
Pera
justificar la poligamia los mormones debieron tergiversar y ensuciar la Biblia entera, pero
principalmente el Evangelio de Jesús. La poligamia, dicen maliciosamente estos
blasfemos, fue practicada, antes y aún hoy día por Dios Padre, pues tiene cuerpo y apetencias humanas, y
por Jesucristo, que esposó a varias mujeres en las Bodas de Caná. La práctica de la poligamia es condición
indispensable para salvarse y llegar a ser “dioses”, que es el fin que se
proponen los mormones. La poligamia es
la norma de Dios para el matrimonio, a menos que él declare lo contrario” (www.mormonthink.com/joseph-smith-polygamy.htm).
Peor aun, B. Young escribió que “las leyes monogámicas son la fuente de
prostitución en el Viejo y Nuevo Mundo”.
Recuerdo que un musulmán contestó
a mi querella contra los harenes que,
con ellos, se trataba de legalizar los
adulterios tan frecuentes en occidente. De extenderse este argumento en
la hora
actual, en nuestro país, sería necesario legalizar la estafa y la
corrupción
tan generalizada luego del gobierno KK. Legalizar la delincuencia, en
definitiva; idea no muy descabellada considerando la degradación
sobornable de ciertos
jueces en Argentina. El ánimo con que fueron escritos estos desatinos
mormónicos con tanta desvergüenza, me recuerda, también, a esos
‘gallitos’ de barrio, atrevidos y
prepotentes porque lo protege el matón de la barra. El insolente
‘gallito’
Young pretende demoler el matrimonio
cristiano porque, de alguna manera, siente que
el poderío yanqui lo respalda. Hoy día, EEUU y las NU asumieron el
mismo propósito, esparciendo por el mundo el fin del matrimonio
cristiano,
dando razón a la semejanza entre el
protestantismo yanqui y el mahometanismo, según enseñaba el P.
Castellani.
El
profesor Jordán Bruno Genta en su definitoria conferencia “Libre examen y
comunismo” afirmó que las sectas protestantes, como lo historia lo demuestra,
terminan cayendo, tácita o
explícitamente, en la comunidad de riquezas y de mujeres; disfrutada
principalmente, como es notorio, por la clase dirigente. Considerando la ambición
y la lujuria de Joe y sus sucesores, el
mormonismo no pudo haber caído en otro pozo. Durante 1848, Joe dijo que recibió
una revelación de enormes consecuencias. Leemos en :
http//apologista.blogdiario.com/12000840607/: “Al parecer antes de la canónica
revelación del 12 de julio de 1843, Smith había tenido otras varias relativas a este tema, la
diferencia estaba en que, hasta entonces, fueron privadas y generalmente iban
dirigidas a convencer a la mujer ansiada (que podía ser tanto soltera como
casada) de que Dios deseaba que se entregase al profeta Smith. Si la mujer se
convencía, -cosa, al parecer, no muy difícil de lograr dado el poder de
atracción de Smith- se celebraba un matrimonio secreto y, a partir de entonces
tenían lugar los encuentros sexuales de manera oculta… Pronto el número de
amantes –esposas según Smith- llegó a más de ochenta… A su esposa Emma tanto le
preocupaba el adulterio constante de su marido, que este trató de apaciguar su cólera
organizando casamientos fingidos, entre sus “mujeres” y otros hombres, para
cubrir una realidad más evidente: esas
mujeres eran las amantes adulterinas de Smith… el sistema no deja de
parecer una actitud curiosa si aceptamos la tesis que Smith sólo hacía lo que Dios le ordenaba”.
Cuentan el caso de lo ocurrido
al ‘apóstol’ Heber Kimball, quien casado con una mujer muy hermosa, fue
conminado por Joe a que se la entregue,
para satisfacer sus deseos sexuales. El marido, un celoso poco
‘civilizado’ no se la quiso entregar , entonces platicaron ‘dignamente’ hasta
llegar a un acuerdo: para satisfacer la lujuria de Joe, evitando las graves
represalias por su negativa, no tuvo más remedio de entregarle su hijita a
cambio de su esposa. Pero como solía acontecer frecuentemente, el ‘apóstol’
engañado por el ‘profeta’, desconocía que su esposa, a quien consideraba un
ejemplo de virtudes, ya había pasado secretamente a formar parte del harén de
Joe; quien así disfrutó de la hija y de la madre. ¡Atrocidades que ocurren en
las sectas del libre examen!
Ahora bien, mientras los
jerarcas adinerados disfrutaban del dinero y las mujeres ajenas, inclusive las
casadas ante los ojos complacientes de sus maridos, pues iban a ser
‘santificadas’ por los ‘santos’, como toda la plebe mormona quería participar
del aquelarre, la aplacaron con el cuento de la comunidad generalizada de
bienes y de mujeres que se concretaría más adelante, en la edad utópica,
diciéndoles Talmage: “Los ‘santos’
confiadamente esperan el día en que consagrarán … todo lo que tienen y todo lo
que son al servicio de Dios , un día en que ningún hombre hablará de lo mío y
de lo tuyo, sino que todas las cosas serán del Señor y de ellos”. Si
cambiamos las palabras ‘Señor’ por Estado, y ‘santos’ profetas por jerarcas bolcheviques, estamos
ante una nueva versión comunista,
inventada por el yanqui Talmage. Utopia que nunca se concretó en la URSS ni se concretará en
Disneylandia, por más demagogia que vociferen los mormones. La practicaron, con
resultados desastrosos, algunas sectas, como los anabaptistas, y en los ‘kibuts’ sionistas; pero siempre
degenera, primeramente porque es anti-natural y luego porque forma una nueva
clase privilegiada por el dinero o el poder político, que es la que la usufructúa.
Ahora bien, sólo el ocioso
sufrirá en un sistema como el que se ha
bosquejado; según los libros mormones; “No serás ocioso, porque el
ocioso no comerá el pan, ni vestirá el
vestido del trabajador… No habrá lugar en la iglesia para el ocioso” (DyC,
60/13; 75/3; 75/29; 68/30, etc.), llevando a extremos desfigurantes a San
Pablo. Porque ¿Quiénes son ociosos para los mormones? No sólo los vagos, sino
los contemplativos, los poetas, los filósofos, los artistas, o sea todo aquel
que no produzca cosas, que no genere dólares; los que no se entreguen al activismo y al consumismo; Marta sobre
María, desconociendo las palabras de N. S. Jesucristo. Estamos en pleno
americanismo” condenado por S.S. León XIII.
Desde el comienzo de la
historia mormona, los muchachos que seguían a Joe no estaban dispuestos a
esperar la utópica edad de la comunidad de mujeres, querían santificarse ya, ‘santificando’
a las pocas vírgenes que quedaban, y cuando de estas no quedaba ni una
para el recuerdo, arremetieron contra las casadas, provocando la ira de
ciertos hombres indignos de llamarse mormones, pues no admitían que la
muchachada ‘santifique’ a sus mujeres. Esto ocurría pues Joe, en otra de sus insólitas’
revelaciones’ había decretado que aquellos que entregasen sus dólares (diezmos)
y sus mujeres quedarían ellos y ellas, todos
‘santificados’. Y con esta ‘revelación’ del ‘Señor’ ya tenemos
consagrada la ansiada comunidad de mujeres. Pero como en los pueblos donde se
asentaban los habitantes no aceptaban de buen grado ese modo de ‘santificarse’
provocaron altercados contra los mormones
quienes debieron huir, ocurriendo en uno de ellos la vil muerte de Joe,
baleado mientras trataba de escabullirse
por una ventana de la ira popular; dejando una fortuna mal habida y unas
decenas de ‘viudas’ mal tenidas.
Aprovechando la ignorancia y la
rudeza de los pobres mineros y el anhelo de trascenderse hacia el Dios que los
creó, común a todos los humanos;
insatisfechos con los pastores ambulantes de la Nueva Inglaterra
que vivían de la religión; y enceguecidos con sermones
veterotestamentarios que los
transformaban en ‘santos’, abiertos a
cualquier tentación demagógica, Joe, proclamándose el “Ungido del Señor”, decretó la obligación, para todos sus
seguidores, de ejercer la “prostitución sagrada”, transformando cada grupo familiar en un burdel. ¡Nadie
entrará en el cielo con una sola esposa, enseñaban los ‘elders’! ¡Cuantas más
esposas mantengas, más santo serás! Joe fue el primero en cumplir piadosamente
el mandato de ‘Jehová’, amancebándose con unas cuantas docenas de mujeres y
llenándose de hijos, a la mayoría de los cuales ni siquiera conocía. Su
sucesor, Brigham Young, pretendió
superarlo en santidad, pero no logró mantener –oficialmente- más de 5
decenas. Luego que Calvino había
proclamado que el más adinerado era el más santo, Joe Smith dispuso que el más
santo era también el que tenía más mujeres. Se completó así la comunidad comunista de bienes y de mujeres… Dando
razón a lo expuesto por el profesor Genta en su conferencia “Libre Examen y Comunismo”.
Al repudiar los dogmas
católicos, el calvinismo abría las puertas a todas las perversidades morales;
hasta caer en la laxitud poligámica. Cuando esto sucedía Joe ya estaba casado con
Emma. Los celos de esta pobre mujer deben haber sido atroces, teniendo que soportar que decenas de
mujeres retocen con su marido en el tálamo matrimonial, -que a ella sola
pertenecía-, pues allí mismo se consumaban. ¿Habrá aceptado sumisamente este
atropello a su dignidad? Quizá poco podía protestar, pues la desfachatez, el
cinismo y el absolutismo de Joe no tenían
freno. En “Doctrinas y Convenios” (25), Joe llega al colmo de la perversidad en
su afán de amansar los celos de su esposa, proponiéndole, más bien ordenándole: “¡Escucha la voz de Dios mientras te
hablo!. Ocúpate de ser mi escribiente, en recopilar himnos, continúa en el
espíritu y cuídate del orgullo. Deléitese tu alma en tu marido, y en la gloria
que recibirá, y principalmente no murmures a causa de las cosas que has visto”.
¡En su propio lecho! Más adelante, en el mismo libro, perfecciona su teoría
asegurando que puede tomar todas las vírgenes libres de compromiso que desee, sin cometer
adulterio, pues sólo a él pertenecen.
Antes tales procacidades
morales, en 1890, el gobierno de los EEUU los intimó a renunciar oficialmente
al dogma de la poligamia. Entonces se encontraron frente a una encrucijada, o
bajaban la cabeza y renunciaban a la poligamia, pese a que era desde los
tiempos de Joe un mandato ordenado directamente por el ‘Señor’, o desobedecían al gobierno. La
decisión fue fácil, pues ocho años antes el Congreso de los EEUU había
autorizado incautarse de los bienes de los mormones por “cohabitación ilícita”,
y esto hubiera sido inadmisible, intolerable, ¡imposible sacarles un dólar a
los mormones!, así que con la mayor desvergüenza decidieron rechazar el mandato ‘divino’ del ‘Señor’ antes que
entregar sus dólares al gobierno. Y para justificar esta actitud, el astuto
presidente mormón Woodruff, según se aseveró,
ideó la estratagema de anunciar que recibió un mandato inverso del mismo ‘dios’ mormón ordenándoles
que debían derogar, momentáneamente, la poligamia, ¡pues los dólares son más
importantes que las almas que debían encarnarse!
Ahora bien, si los mormones
abandonaron la práctica de la poligamia por estar convencidos de que es
anti-natural y aberrante, sería lógico que repudien a aquellos que la
proclamaron como palabra de dios y la ejercieron fieramente, como Joseph Joe
Smtih, B, Young, y muchísimos más. No se
repudia una doctrina perniciosa exaltando a los que la concibieron, practicaron
y divulgaron. Pero como siguen adorando a esos personajes, confirma mis
sospechas que siguen creyendo en ella, y la abandonaron provisoriamente,
esperando que la legalicen, o al menos no la penen.
Pero ¿quien mejor que Julio
Camba, el gran humorista gallego para
ridiculizar la poligamia, ya que en serio no se puede considerar? En su
genial “Londres”, ed. Vergara, pg. 309, de los mejor que se ha escrito para
entender las incongruencias inglesas, escribió:
“el mormonismo es una religión de zarzuela sicalíptica, y yo no me
explico como es que el señor Lleó no la ha puesto ya en música: ¡Los ,mormones
son unos pirandones!, ¡Ay que mormones!, ¡Ay que mormones!... Sin embargo, los
ingleses no toman el mormonismo tan en broma. En Inglaterra hay ochenta templos
mormónicos. Los agentes de propaganda vienen aquí y se llevan las girls inglesas a orillas del lago
Salado. El Parlamento se ha ocupado ya de la cuestión, y la prensa lo trata muy
a menudo.
“Los mormones son polígamos,
como se sabe, –continúa Camba- según
ellos cada mujer está rodeada de espíritus que quieren nacer a la vida humana.
Por eso cada hombre debe tener varias mujeres, a fin de poder lanzar todos los
años unos cuantos espíritus al mundo. Un mormonista es tanto más santo cuanto
más hijos tiene, y, a fuerza de tener hijos puede llegar a ser dios de los
mormones. Frank Russel, autor de un estudio muy interesante sobre el asunto,
dice: “Esta idea teológica es idéntica al sistema político de los americanos.
En los Estados Unidos cada ciudadano es un posible presidente. Y cada mormón un
posible ‘dios’”. El mismo autor insulta al dios de los mormones llamándole lustful, que quiere decir impúdico.
Indudablemente no es un prodigio de castidad, pero eso no importa. Es un ‘dios’
alegre y prolífico, que les da trabajo a los redactores del Bailly-Baillière
del lago Salado. Si se condecora al padre de seis hijos, no se está lejos de
reconocer ‘dios’ al padre de cincuenta y siete…
“Yo no se si hace falta –dice
Camba. Un poder divino para tener
cincuenta y siete hijos o si bastará simplemente el uso del cinturón eléctrico;
pero si no se es ‘dios’ por el hecho de enviar tantas criaturas al mundo, se
puede serlo, indudablemente, por el de mantenerlas. Hace falta una fe que no
desmerece en nada la de los primeros cristianos. Thomas Malbank cuenta la
historia de un mormón que había llegado
a tener cuarenta y tres hijos.. Su importancia era grandísima entre los
mormones. Estaba ya a dos dedos de la
divinidad. Un día se demostró que ni uno sólo de los cuarenta y tres hijos le
pertenecía, y que todas las mujeres le eran infieles. La fe mormónica sufrió un
gran quebranto”.
Hay además otras cuestiones que
la delicadeza de Camba omitió, pero que la búsqueda de la verdad me obliga a
exponer. Considerando el poderío sexual mítico que manifiestan poseer los
exuberantes anglosajones, presento la
siguiente reflexión matemática. Si
alguien se amanceba con unas diez damas, por no poner muchas ¿Cómo hace para
tenerlas contentas a todas? Yo no soy muy entendido en estos asuntos, pero a
primera vista me parece asombroso que lo logre.
Si se acuesta cada día con una distinta tardaría diez días en terminar
el ciclo, para volver a empezar. Todos los días, interminablemente, hasta que
la muerte los separe. Pero ¿y si abusa de alguna preferida, abandonando a las
otras? ¿Y si las jóvenes huríes
necesitan, lo que sería muy natural,
mayor frecuencia amatoria? Dejo a cada uno resolver estos enigmas, que
me sobrepasan. Eso sí, sin la ayuda
de ‘Jehová’ no podría encarar esta
hazaña sin agotarse, perdiendo lucidez su inteligencia. ¿Sería adecuado llamar a
esta poligamia “policuernos”?
Otra cuestión intrigante, irresoluble, por mas que
medite en ella, es la siguiente: si cada ‘apóstol’ mormón posee en su
harén esa manada de diez hembras, cada
una de ellas viene naturalmente con su
respectiva ‘mami’, o sea que el ‘santo’ mormón disfruta con las mencionadas
’esposas celestiales’, y simultáneamente
debe mantener a diez suegritas no tan ‘celestiales’, lo que hace un total de
veinte mujeres cotorreando en su familia –que no es familia- , sin tener en cuenta
la purretada corriendo entre las faldas de las ’mamis’. Estos harenes ¿son un purgatorio o un
infierno anticipado?
Si
pensamos lo difícil que resulta, a veces, soportar a una sola suegra
¿Cómo se
arreglará el mormón con diez de ellas, promoviendo al unísonos la
primacía de
sus respectivas hijas? ¡Los mismos entreveros que suceden habitualmente
en los harenes musulmanes, provocados por celos y envidias
entre ellas! Creo que ni el mismísimo ‘Jehová’ , aún extremando hasta el
límite
sus fuerzas mormónicas, podría ayudar al desventurado “marido”. Y si
las aguanta merece ser un
santazo mormón. Además, si el mormón es mujeriego, aparte de su rodeo,
puede
satisfacerse a sí mismo y al lujurioso ‘Jehová’ ayuntándose con todas
las
vecinas que le permita su potencia sexual.
Y
por último, luego de estas sesudas reflexiones, pregunto: ¿Cómo es posible que
el mormón que cuenta con unas decenas de mujeres tenga aproximadamente la misma
cantidad de hijos que de mujeres? ¿Es que gestó solamente un hijo con cada
mujer? Esto es muy mezquino y de ninguna manera puede satisfacer el mandato
‘divino’ de encarnar almas de la pre-existencia, como es obligación de cada
polígamo. Tendrían que traer al mundo lo menos unas 4 o 5 almitas por cada una
de las ‘chicas’ o sea debería ser padre
de unos 200 o 300 hijos.
Hay
otras extravagancias en la poligamia que cada uno puede divertirse
imaginándolas. Queda por decir como lo
más importante que la poligamia es la destrucción de la familia
cristiana y la
degradación de la mujer. Y actualmente, como he escrito anteriormente,
esta
tarea la realiza el mormonismo conjuntamente con las UN; cada una por su
lado.
Así no se cultiva el amor familiar
cristiano, entre un hombre y una mujer,
reina del hogar en este mundo, sin esperar el más allá para ser
desagraviada; por más que el ‘dios’ mormón sea quien haya decretado la
lascivia
moral de la poligamia. La poligamia, además, es el golpe más destructor
contra el
‘feminismo’, contra la mujer en su más alta dignidad, bien entendido,
sin que
las arpías feministas del resentimiento lesbiánico, que pululan en
nuestro país, se animen a reclamar a los mormones yanquis. Nadie se
anima a desafiar a los dólares.
LA POLIGAMIA
HOY DÍA.
L
|
as
discusiones son interminables. ¿Hoy día la practican o no la practican?
Unos
están por el sí y otros por el no; y
ninguna de las dos partes tienen plena razón. La realidad es que hay
sectas
mormónicas que la practican para no desobedecer el mandato ‘divino’ de
Joe; y otras sectas mormónicas, como la
de Utah, que no la practican para no desobedecer el mandato, mucho más
contundente y real, del gobierno de EEUU…, todos ellos esperando
pacientemente
las condiciones propicias para implantarla nuevamente; y mientras tanto
viven de acuerdo a los pseudos matrimonios hollywoodenses. Porque para
ambas posturas la poligamia es un
dogma que se viene arrastrando por el mundo desde siempre, pues ya la
practicaban
–dicen ellos para justificarla- dioses y diosas; el mismo Dios Padre;
Jesucristo;
Abraham, etc.¡Todos los que hacían la voluntad de Dios, en el Antiguo
Testamento, eran polígamos! Si el mormonismo decretase caduca
definitivamente
la poligamia, que es una institución fundamental de la secta, se vendría
abajo,
con ella, su supuesto origen ‘divino’.
La
mujer mormona no puede ella misma salvar su alma, sin que el varón la someta
sexualmente, embarazándola; por tanto es obligación del hombre, por
‘caridad’, convertir como esposas ¡a todas las que pueda! En el nuevo mundo del
más allá, -dicen-, los mormones prometen que los esposos serán reyes que lo
gobernarán, y ellas, mentalizadas desde niñas para ser esposas polígamas, si
aceptan ese estado, serán reinas en esa vida futura, pero mientras tanto…; por
el contrario, si no admiten formar parte del harén, serán siervas. Método
chantajista muy eficiente y convincente. Feas o lindas, niñas o maduras, todas
deben ser fornicadas. Ninguna se salva y todas
aparentemente contentas. Una de
las consecuencias morales que derivan de esta usanza, es que la virginidad y la castidad asumidas son,
para los mormones aberraciones morales,
y los que las practican son ridiculizados, inclusive desde Hollywood.
Pese
a la prohibición gubernamental, muchos mormones continuaron clandestinamente
con sus harenes, pues es casi imposible desarraigar una costumbre tan
entrañable. Y si algunas sectas mormónicas continuaron y otras la erradicaron,
todas ellas consideran a la poligamia
un mandato ‘divino’ irrevocable.
Pues la estrafalaria ‘teología’
mormona asegura que en el ‘Olimpo’ los dioses fornican con las diosas generando
‘espíritus’, que a su vez esperan que los humanos forniquen para encarnarse. De
ahí el mandato ‘divino’ de embarazar
mujeres para que den vida a esos ‘espíritus.’; la monogamia, entonces, es
desobedecer el mandato del ‘dios’.
Trascribo
un informe que da cierta idea de los que fue la locura poligámica en épocas de
Joe en esa tierra sin ley ni moral, que persiste
en la nuestra. Esta noticia fue transmitida por el mundo entero, mientras que
en Argentina, donde gozamos de ilimitada ’libertad’ de prensa, casi no se
conoció... para no indisponerse con los ‘amos’ del norte.
La
policía de Texas (USA) rescató de un rancho poligamo mormón, a 416 niños,
abusados sexualmente, de los cuales 139 eran niñas madres. El rancho es un espectacular templo con
alojamientos anexos, valuado en unos 10 millones de dólares, que pertenece a la
“Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días”, la que mantiene en
todo su rigor las enseñanzas que recibió de Joe Smith sobre la ‘santidad’ de la
poligamia, como condición indispensable para salvarse.; por lo cual se
escindieron de los de Utah cuando estos traicionaron al fundador del mormonismo
al abolir la poligamia.
Al
arribar la policía al lugar se estaban celebrando “matrimonios espirituales”
dentro del mismo templo entre hombres maduros
y virgencitas de 15 y 16 años. Una vea finalizada la ceremonia, las
jovencitas eran llevadas a habitaciones anexas
especialmente preparadas para consumar sexualmente el “matrimonio”.
Estas jovencitas , desde pequeñas, vivían realmente encarceladas, violadas y
golpeadas, obligadas a vestir y vivir como en la época de Joe, con vestidos
largos hasta los tobillos, cabello recogido, zapatones roscos para dificultar
la huída. La hostilidad de los ‘elders’,
proclamándoles machaconamente la corrupción del mundo exterior al rancho, y la
cruza con la raza negra, les crea a las niñas
un estado mental de inseguridad, traumas aterrorizantes, y así,
paradojalmente se refugian buscando la protección del mismo ‘elder’ agresor,
representante del poder y del control absoluto… se someten así, para recibir la
aprobación y hasta el mismo ‘afecto’ del abusador.
En
este “paraíso” mormónico de ‘Sión’, el máximo profeta, Warren Jeff, les repetía
hasta el cansancio que fornicar y procrear es bueno, y cuanto antes
comenzaran mejor… A los 12 o 15 años ya tenían que tener hijos,
enlazando un embarazo con otro… para renacer en sus hijos. Los hombres debían
tomar todas las mujercitas que pudieran… Jeff, como un nuevo Joe Smith, era la
voz de dios.. Y el dios mormón sólo pide una cosa: obediencia ciega y absoluta
a su ley poligámica. En mayo del 2006 el
FBI lo colocó entre los criminales más buscados, en lo más alto del elenco
internacional de terroristas y narcotraficantes. Sentenciado a muchos años de
prisión por abuso de menores, algunas quizá, sus propias hijas. Muchos niños
aseguraban que no sabían quienes eran sus padres, ni siquiera sus apellidos…
tal como acontece a los niños criados en
los orfelinatos del Estado soviético y en los ‘kibuts’ sionistas en Israel,
donde crecen sin el amor de sus padres, y sin familias, verdaderos parias de
algo de amor.
SI SE RECHAZAN LOS
DOGMAS MORALES DE LA IGLESIA CATÓLICA
SE CAE INEVITABLEMENTE EN LA BARBARIE DEL SEXO SATANIZADO.
La
poligamia arrea el satánico vicio de la pedofilia. Actualmente existen en EEUU
y otros países del ‘primer’ mundo ,
organizaciones que defienden los derechos de los pedófilos; de forma que
cualquier pervertido podría tener un
harén de varoncitos. Es sabido que estos pobres niños, son reclutados por los
corruptos sexuales adinerados, entre los
niños que viven en la indigencia; inclusive buscan sus víctimas entre los niños de nuestro país. Sólo la pena
de muerte sería justa para acabar con los degenerados que practican sexo
satánico con los inocentes. Además, si un pedófilo cuarentón logra demostrar
que ‘ama’ a una niña o varoncito, nada impedirá que se casen
legalmente, entrando a formar parte del harén. Peligro inminente considerando
la degradación, propensa al soborno, de
la ‘justicia’ en el mundo.
“Hoy
día son peores que nunca” (http:/helpthechildrbtides.com). Los fundamentalistas
mormones crían a las niñas para ‘ casarlas’ lo antes posible; para lo cual los ‘ancianos’
eligen hombres maduros para ellas, que ni siquiera saben que las van a ‘casar’.
Las mentalizan que el mundo es de Satanás y que son normales los matrimonios
forzosos con hombres mayores… destruyendo
la autoestima de las niñas. Inclusive en ‘exmormón.org’ leemos que practican
incestos: “los patriarcas creen que es su deber dar a las niñas las primeras
lecciones matrimoniales”.
Estas
sectas mormónicas son endogámicas: partidarios de la supremacía de la raza blanca practican la “cría
selectiva de rasgos idealizados, como el pelo rubio, ojos azules y estatura
alta… el día del superhombre podría venir, y con él vendrá también la redención y el mejoramiento de la raza”;
“ellos dicen ser el pueblo elegido, los pocos elegidos (Ben Bistline) y su pretensión
es que se casen estrechamente para preservar la línea de sangre, por así
decirlo”. De ¼
a ½
porcentaje de niños nacidos de padre-hija o hermano-hermana tienen
deficiencias mentales. Pero generalmente
no aceptan consejos médicos. En “http//human-nature-com/science-as-culture/walker.html”,
leemos que esto trae como consecuencia
la “catástrofe genética”, pues en la descendencia de los polígamos aparecen
enfermedades; “las pruebas genéticas confirman que existen una alta `prevalencia
de defectos de nacimiento de poblaciones polígamas” que se incrementarán en las
futuras generaciones; llamada “deficiencia fumarasa” produce retardo mental, epilepsia, ceguera, Down, etc…
LA
ABOLICIÓN DEL
MATRIMONIO CRISTIANO.
E
|
n www.catapulta.com.ar leemos: “hay una
idea que enlaza el “matrimonio “ del mismo sexo, el retorno de la poligamia a
los países occidentales y el vacío del sentido del matrimonio… Si el matrimonio
es “cualquier cosa”, entonces el matrimonio, realmente, no es nada. Si el
“matrimonio” es el nombre que se le da tanto a la unión disoluble como a la
indisoluble, tanto a dos hombres como a un hombre y una mujer, o a un hombre
con cuatro mujeres… ¿en qué queda?”.
“Hay
37.000 polígamos en Utah… ¿Perseguir a un polígamo por ser polígamo? Eso no va
a suceder”, declaró la candidata a fiscal general de Utah… Por su parte el
Fiscal general M. Shurtleff, en
declaraciones a Associated Press dijo
que las poligamia tiene posibilidades de ser legalizada de nuevo si los
polígamos acuden a un tribunal que defienda el matrimonio homosexual…”. De hecho, continúa el artículo, en varios
países protestantes del 1º mundo comienzan a
reconocer la poligamia a través de las ayudas sociales o familiares a
las diversas esposas de un mismo emigrante musulmán… “Un estudio del 2006 del
gobierno canadiense ya habla de
legalizar la poligamia, puesto que, como decía su autora, Martha Bailey, “no
criminalizamos el adulterio”. “Puesto que es un hecho que tenemos una sociedad
bastante permisiva ¿porqué condenaríamos esa particular forma de comportamiento
a ser criminalizado? Recientemente una abogada de Utah anunció que se legalizará la poligamia en ese Estado….
Una ves abolido el matrimonio cristiano cualquier tipo de rejuntada podrá ser
legal.
Desde
que el gobierno de los EEUU prohibió la poligamia en 1890 mucho agua corrió bajo el puente. Ya no
es posible prohibir nada por “cohabitación ilícita”, luego de haber abolido la
única relación que debería reconocer la ley, actualmente repudiada, la
dispuesta por Dios entre un hombre y una mujer por siempre jamás. Es
interesante observar, al respecto, que cuando la detención de los mormones en
el rancho de Texas se arguyó abuso de menores, sin mencionar la violación del
matrimonio cristiano, pues ya no es el único legal.
La
periodista Bárbara Kay, en un artículo en el National Post, del 2005, elaboraba
la teoría matrimonial de “las ventanas rotas”.Después de aprobarse el
matrimonio homosexual ¿Porqué los polígamos
no han pedido seriamente la legalización
del matrimonio… todavía? La razón, según Kay, es simple cuestión de tiempo;
igual que la gente respeta un coche abandonado
una temporada… hasta que alguien es el primero en romper el cristal, y
entonces ya cualquiera se atreve a sacarle la tapicería, el retrovisor, los
tapacubos… Los activistas del matrimonio gay han roto los cristales, y
enseguida los polígamos vendrán a robar las ruedas, hasta desmantelar la institución
matrimonial. Si el sexo de los contrayentes es irrelevante para le matrimonio…
¿Porqué no el número? Y cita al director de asuntos legales de Utah de la muy
laicista y progresista asociación ACLU; hablar de polígamos en Utah es como
hablar de gay y lesbianas que realmente tienen el deseo de vivir sus vidas”.
Hoy
día, lenta e irresistiblemente, se legalizarán relaciones aberrantes, sin
limitaciones morales. Con el pretexto de
“educación sexual” liberalizada se pretende que la niñez y la juventud se
formen rechazando esas “obsolescencias” cristianas llamadas castidad, pudor, pecado,
responsabilidad, auténtica sexualidad, cultura de la vida, etc… preparando
mental y sexualmente a la inmensa masa de niños en edad escolar para arrojarlos
indefensos en el libertinaje; el gran negocio de ciertas corporaciones.
EPÍLOGO.
Finalizo
estos comentarios mormónicos asqueado de leer tantos desatinos interminables.
El mormonismo es una secta que profesa en grado extremo la brutal teología
calvinista; otra no puede haber sido la mentalidad de quienes escribieron sus
libros.
Algunas
personas desprevenidas o ignorantes, se enredan en esa maraña de embustes
contradictorios, que los mormones
expresan con la mayor cautela, pues ladinamente nunca exponen el
principal motivo por el que vienen a América hispánica: el odio a la Iglesia verdadera; a
nuestra moral cristiana, a nuestra gente ‘morocha por sus pecados’, a la patria
argentina, en definitiva, según se evidencia en sus libros y en la voz de sus
profetas; aquel a quien estas palabras le parezcan exageradas debería leer la Carta Pastoral del
Episcopado Argentino sobre el protestantismo; que publiqué en este blog. Una
vez logrados estos objetivos, que está a punto de lograr plenamente, el dominio político acontece fácilmente.
Muchos
incautos se confunden al ver a esos
elders recorriendo las calles como vendedores ambulantes, limpios y
atildados, pues
suponen que eso es una garantía de que van a recibir una doctrina
igualmente moderna e inmaculada. ¡Pobres ignorantes, encandilados por el
‘americanismo’, condenado por León XIII!. No perciben que los mormones
no
venden nada real, sólo aire emponzoñado y envasado lujosamente, sólo una
ficción de religiosidad al precio de los diezmos que buscan como lobos
hambrientos.
Además, la confiabilidad que le otorga esa gente sin fundamentos
religiosos, o
cristianos confundidos por las
ambigüedades neo-modernistas del Vaticano II, aspirantes a burgueses
mundanos, aumenta
porque, al intuir que los jóvenes vienen
respaldados por el país exitoso del 1º mundo, los pobres ilusos tratan
de parecérseles, de
imitarles, de ostentar en sus testas coronas aureolas doradas y
triunfales de
seres del primer mundo.¡Cuanto más alejados están del ideal
‘americanista’ más
lo desean! Han descubierto una religioncita
liviana, más bien una “Liga pro Comportamiento Humano”, que sólo exige
evitar el vino y las infusiones calientes, y no mirar los tobillos
de las chicas bajo las faldas largas; porque estos mormones, como es
sabido,
son muy continentes; tienen en verdad cierta propensión a la poligamia,
pero
¡por favor! nadie es perfecto… Según hábito protestante, le dan
prioridad a la templanza sobre las otras
virtudes, ¡y de aquí deviene la
catástrofe moral! No comprenden que tras
esa doctrina pseudo-religiosa, típicamente burguesa, cómodamente
asimilable y
permisiva, se esconde una doctrina falsa
y perversa.
Esta
intención imperialista de transformarse en una quinta columna de la política
exterior yanqui no es descabellada. La ‘predestinación’ de los santos
calvinistas, de hacer políticamente de
EEUU, por el mandato del ‘Señor’ mormón, una nueva Ginebra, con jurisdicción
mundial, se lee en sus libros ‘sagrados’. Y la podemos corroborar observando la
política exterior yanqui desde su independencia hasta nuestros días, cada vez
más descarada, prepotente y globalizadora. Escribió el padre Bravo: “el Libro de Mormón es el libro más
norteamericano que hay… con afán de volcar sobre Norteamérica todas las
excelencias… Los ideales que allí se pregonan son los ideales
norteamericanos, porque será “tierra de
libertad” (2Nefi 1/7) . Y no menos los ideales
de democracia y de libertad de conciencia…No cabe duda que los ideales
de la revolución francesa y de la democracia yanqui han pasado ya por esas
páginas del Antiguo Testamento de José Smith” (pg. 37).
En
DyC, 84, se lee que el ‘Señor’ señaló
con su dedo la frontera occidental del
estado de Misurí para edificar allí la ciudad
de la Nueva Jerusalén”;
en DyC, 101 y 109, y en muchos sitios más, se
ensalza la constitución y la política yanqui, una autocracia disfrazada de
‘democracia’
En
definitiva, los mormones sustentan ‘teológicamente’ la política imperialista
yanqui, con el agravante que pueden realizar tareas de espionaje, como denunció
el padre Gatcía Vieyra, teniendo presente que la CIA recluta sus miembros en el exterior
preferentemente entre mormones importantes.+
HORACIO
BONFIGLIOLI