75º ANIVERSARIO DEL ATAQUE DE PEARL HARBOR
[Hace
años sostuve una agria discusión con un conocido mío comunista que
defendía que el ataque japonés a la armada americana en Pearl Harbor fue
un ataque de falsa bandera. Debido en parte a mi aversión a las ideas
comunistas que aquél conocido representaba adopté casi con ira la
defensa americana. Pero su opinión sobre aquél incidente que determinó
la entrada en la guerra de los USA, es ahora la mía. Cuando la edad es
avanzada, continuamente surgen los recuerdos de nuestros yerros, algo
que nos mortifica. Desearíamos que algunas acciones no hubieran sucedido
(algo que él católico debe sentir en una contrición perfecta) y
comprende la necesidad de la reparación. Esto es lo que hago publicando
el siguiente magnífico artículo.
Por otra parte, nos ayuda a comprender
cómo en los hechos de la historia quedan ocultos los motivos y los
fautores que mueven los hilos. Al fondo de todos ellos está la adorable
Voluntad de Dios que permite y da licencia, por nuestros pecados, que
estos rectores del mal sigan adelante con sus odiosos propósitos. Las
guerras son un castigo de Dios por nuestros pecados (Fátima). La Segunda
Guerra Mundial que terminó afectando a USA (Su sociedad terminó
asumiendo en gran parte las ideas disolventes de los epígonos comunistas
de la Escuela de. Irán, como Marcusse y From) , causó dolores
inimaginables y sus consecuencias fueron terribles destruyendo mucho de
lo que el cristianismo había conseguido. La Iglesia Católica no fue
ajena a estas consecuencias que la llevarían a su total destrucción (en
la institución romana) con el Concilio Vaticano II, cuyos efectos más
aparentes estamos viviendo en el grotesco “pontificado” del “papa”
Bergoglio que pareciera un pre-anuncio de la total consumación antes del
Juicio (de las Naciones o de los vivos).
Pues éstas reflexiones me ha suscitado el siguiente artículo magistral que tomo del sitio que se indica al final.]
Ataque de Falsa Bandera de Pearl Harbor: tiempo de admitir la decepción – Makia Freeman
Waking Times, 05/12/2016
La
operación de bandera falsa de Pearl Harbor del 7 de diciembre de 1941,
que sirvió como excusa a los EE.UU. para entrar en la 2ª Guerra Mundial
está a punto de celebrarse una vez más… Este hecho atroz fue otro en la
larga lista de operaciones de bandera falsa que han sido llevadas a cabo
en los últimos años por inescrupulosos criminales (nuestros falsos
líderes). Al igual que con el ataque de falsa bandera del 9/11,
alrededor de 3000 vidas estadounidenses se sacrificaron para que el
Gobierno de Estados Unidos tenga el pretexto que necesitaban para ir a
la guerra. Cuando se acerca el 75 aniversario, es necesario realizar una
mirada atrás en el tiempo y poner las cosas claras sobre la operación
de Falsa Bandera de Pearl Harbor con la esperanza de que esta
información se extienda ampliamente, y prevenir que los futuros líderes
utilicen esta táctica trillada de engañar a la gente sumisa y alcanzar
sus oscuros objetivos políticos y geopolíticos.
El
motivo de la operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor: Proporcionar
un “legítimo titular” para la historia de la largamente planifica
entrada de los EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial.
Para
empezar, hay que decir que el ataque a Pearl Harbor no es una operación
de falsa bandera en el sentido de los EE.UU. atacando sus propios
barcos y aviones. Sino que es una bandera falsa en el sentido de que
Roosevelt, por lo menos, permitió que suceda, y la evidencia demostró,
que él hizo que esto sea posible. La mayor parte de la flota de aviones y
barcos del Pacífico de Estados Unidos fueron dejados intencionalmente
allí como blancos fáciles sin la protección del aire, un blanco fácil
para los torpedos de los aviones japoneses. Los japoneses lograron
destruir cerca de 20 buques de guerra estadounidenses, entre ellos 8
acorazados y más de 300 aviones.
El
“ataque sorpresa” resultó ser una excusa fácil para que Roosevelt
convenza al pueblo estadounidense y al Congreso de entrar en la Segunda
Guerra Mundial. (Sí, esos eran los días en que el presidente de Estados
Unidos seguía realmente la Constitución [aunque Roosevelt seguía siendo
un criminal, por sus acciones aquí], a diferencia de lo que Obama ha
hecho a lo largo de su mandato de 8 años yendo a la guerra sin la
aprobación del Congreso) después de todo, ¿quién dudaría de la
declaración de guerra a otra nación, después de que la primera había
sido atacada sin razón aparente? La mentalidad colectiva hace 75 años
era muy diferente de la que existe hoy. La gente confiaba más en sus
líderes; la gente era más patriótica y nacionalista; y no había internet
o una forma fácil para que la gente revise los hechos para saber si sus
líderes estaban mintiendo o no.
Pearl Harbor bandera falsa: el USS Arizona es atacado por bombarderos japoneses.
Crédito: Wikimedia Commons
Las guerras de los banqueros
Antes
de examinar la evidencia de que Roosevelt sabía muy bien que Pearl
Harbor iba a pasar, tenemos que considerar cómo suceden realmente las
guerras. Las guerras se producen aparentemente entre naciones, pero en
realidad, es la fuerza oscura de la cábala bancaria internacional la que
mueve los hilos detrás de la escena para instigar la tensión y fomentar
el conflicto. A continuación, se financia a ambos lados para asegurarse
de que haya una guerra, y usualmente se decide el resultado de la
guerra eligiendo al lado al que se financia en mayor medida.
Mark
Twain observó que si bien la historia no puede repetirse, sin embargo
hace rima. Un tipo similar de operación de falsa bandera también ocurrió
durante la Primera Guerra Mundial cuando Alemania hundió al barco
británico Lusitania (que transportaba municiones) en su viaje desde
Nueva York a Inglaterra. Se conocía anticipadamente que la embajada
alemana en los EE.UU. había realizado un anuncio en el periódico para
advertir a las personas que navegar en el Lusitania podría ser
peligroso. Incluso hasta la controlada Wikipedia admite:
“El
hundimiento provocó una ola de protestas en los Estados Unidos, sin
embargo, como 128 ciudadanos estadounidenses estaban entre los muertos,
el hundimiento ayudó a cambiar la opinión pública en los Estados Unidos
contra Alemania, y fue un factor en la declaración de guerra de los
Estados Unidos casi dos años más tarde”.
Woodrow
Wilson aseguró a la población que los EE.UU. no entrarían en la Primera
Guerra Mundial, y fue elegido gracias esa promesa electoral, pero
cuándo estadounidenses son asesinados, ¿que se supone que debía hacer?,
¿cierto? Lo mismo ocurrió con Roosevelt. La misma vieja estafa. Rimas de
la Historia.
La Operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor: 3 Conspiraciones
Volviendo
al evento en sí de la Falsa Bandera en Pearl Harbor, algunas de las
mejores informaciones se pueden encontrar en el libro “Day of deceit” (El
día del engaño) del autor Robert Stinnett, que sirvió en la Marina de
los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial. Su investigación incluye
documentos desclasificados que fueron ocultados al público
estadounidense durante más de 60 años. El trabajo de Stinnett muestra
que fueron en realidad 3 conspiraciones las que rodearon el evento: la
primera fue para inducir Japón a atacar a los Estados Unidos y por lo
tanto proporcionar un pretexto inmejorable a los Estados Unidos para
entrar en la 2ª Guerra Mundial; el segundo fue para privar a los
comandantes de Pearl Harbor de la información disponible acerca de las
intenciones de Japón; y el tercero fue para ocultar todas las pruebas
del conocimiento previo al público.
Pearl Harbor false flag op: the McCollum Memo, page 1
Conspiración # 1: Empujando a Japón a atacar.
Stinnett
incluye un memorándum que obtuvo bajo la FOIA por el experto en
cuestiones japonesas, capitán Arthur McCollum, jefe de la Sección de
Extremo Oriente de Inteligencia Naval, de fecha 7 de octubre de 1940.
Este nefasto memorando McCollum (en la foto) muestra un plan de 8 puntos para inducir Japón “para cometer un acto abierto de guerra”. En una entrevista en 2002, se le preguntó si Stinnett si Roosvelt vio el memorando:
“¿Hay alguna prueba de que Roosvelt vio memorando de McCollum?
Stinnett:
“No hay pruebas de que él realmente viera el memorándum, pero adoptó
los ocho puntos de las provocaciones, incluyendo su firma en órdenes
ejecutivas… Y otra información en los archivos de la Marina ofrecen
pruebas concluyentes de que él vio el memorando”.
Estos
son los 8 puntos por los que McCollum abogó, todos los cuales Roosevelt
realizó o arregló (respecto de las objeciones del comandante en jefe de
la flota estadounidense James Richardson):
A. Hacer un acuerdo con Gran Bretaña para el uso de bases británicas en el Pacífico, en particular en Singapur.
B. Hacer
un acuerdo con Holanda para el uso de sus instalaciones y la
adquisición de suministros en las Indias Orientales Holandesas.
C. Dar toda la ayuda posible al gobierno chino de Chiang-Kai-Shek.
D. Enviar una división de cruceros pesados de largo alcance al Oriente, Filipinas o Singapur.
E. Enviar dos divisiones de submarinos al Oriente.
F. Mantener la principal fuerza de la flota estadounidense en el Pacífico a las proximidades de las islas de Hawái.
G. Insistir
a los holandeses que se niegan a aceptar los pedidos de Japón respecto
de “indebidas” concesiones económicas, en particular respecto al
petróleo.
H. Embargar
completamente todo el comercio de Estados Unidos con Japón, en
colaboración con un embargo semejante impuesto por el Imperio Británico.
El punto F es
muy significativo, ya que permitió a los japoneses destruir una parte
importante de la flota estadounidense, maximizando así la lesión sufrida
para la percepción del público, que era después de todo, el objetivo
final de ese día. Además de propiciar el ataque de muchas maneras, los
EE.UU. también le dieron carta blanca a un espía naval japonés para
espiar la base de Pearl Harbor y transmitir información a Japón en la
preparación del ataque.
Pearl Harbor bandera falsa: se hunde el USS California. Crédito: Wikimedia Commons
Conspiración # 2: Romper del Código japonés, pero mantenerlo en la oscuridad
A
los comandantes de Pearl Harbor, almirante Kimmel (Comandante en Jefe
de la Flota de los EE.UU.) y teniente general Short (jefe de las
defensas del Ejército de Estados Unidos en Pearl Harbor) se les negó la
información crítica que necesitaban para prepararse y defenderse contra
el ataque.
De
acuerdo con Stinnett, criptógrafos estadounidenses habían descifrado el
código diplomático de Japón (conocido como MAGIC). También habían
descifrado algunos de los códigos militares de Japón, lo que significaba
que podían entender los mensajes que estaban interceptando en el
Pacífico. La importante información que recibían desde estas
intercepciones (tales como la elección del área de ensayo de la Fuerza
de Tarea japonesa a último minuto, su destino y orden de ataque) fueron
ocultados deliberadamente a Kimmel y Short.
Alrededor
de 2 semanas antes de que ocurriera el ataque (el 23 de noviembre 1941)
Kimmel había ordenado (sin la aprobación de la Casa Blanca) una
búsqueda de las fuerzas japonesas al norte de Hawái. Él había trasladado
la flota al Pacífico Norte. Sin embargo, una vez que funcionarios de la
Casa Blanca se enteraron de esto, ordenaron a los barcos que regresaran
a Pearl Harbor. Otra prueba es que el 25 de noviembre, la sede de la
Marina en Washington ordenaron a Kimmel dirigir toda la flota
transpacífica hacia el sur dejando el Pacífico norte convenientemente
abierto, permitiendo a Japón atacar sin barcos que se interpongan.
Conspiración # 3: Evidencia de Presciencia
Hay una considerable cantidad de conocimiento previo, además de los puntos anteriores. Aquí hay algunos ejemplos más:
– Roosevelt quería “ganar la guerra juntos” con Inglaterra. Como James Perloff escribe:
“Roosevelt
envió a su asesor más cercano, Harry Hopkins a reunirse con el primer
ministro británico Winston Churchill en enero de 1941. Hopkins le dijo a
Churchill: El presidente está determinado a que (los Estados Unidos e
Inglaterra) ganemos la guerra juntos…”
“Las
intenciones de Roosevelt fueron casi expuestas en 1940 cuando Tyler
Kent, un empleado de la embajada de Estados Unidos en Londres, descubrió
despachos secretos entre Roosevelt y Churchill. Estos revelaron que
Roosevelt – a pesar de contradecir sus promesas electorales – estaba
decidido a hacer participar a EE.UU. en la guerra. Kent contrabandeó
algunos de los documentos fuera de la embajada, con la esperanza de
alertar al público americano – pero fue capturado”.
–
El 25 de noviembre de 1941, Roosevelt recibió una “advertencia positiva
de guerra” proveniente de Churchill avisando que los japoneses
atacarían los Estados Unidos al final de la primera semana de diciembre.
Esta advertencia hizo que el presidente realice un giro brusco en las
relaciones comerciales con Japón y dio lugar a que la cabeza de la
Secretaría de Estado, Cordell Hull, realizara un provocativo ultimátum
el 26 de noviembre de 1941, que garantizaba la guerra.
–
El 26 de noviembre de 1941. Washington ordenó que dos portaaviones
norteamericanos, el Enterprise y el Lexington, salieran de Pearl Harbor
“tan pronto como sea posible”. Esta orden incluyó sacar de Pearl Harbor
50 aviones o un 40% de su ya exigua protección para el combate. El mismo
día, Cordell Hull, emitió su ultimátum exigiendo la retirada total de
los japoneses de Indochina y de toda China. El embajador de Estados
Unidos en Japón llamó a esto “el documento que tocó el botón que comenzó la guerra”.
–
El 29 de noviembre de 1941, Hull le dijo al reportero de United Press,
Joe Leib que Pearl Harbor sería atacado el 7 de diciembre. El New York
Times publicó el 8 de diciembre con el título: “El ataque era esperado” (pág 13), que los EE.UU. sabían del ataque una semana antes.
–
El 1 de diciembre de 1941, la Oficina de Inteligencia Naval, ONI,
Distrito Naval 12 en San Francisco encontró la flota japonesa que
faltaba, mediante la correlación de informes de los servicios de
noticias y varias compañías navieras que estaban recibiendo señales al
oeste de Hawái.
– El 5 de diciembre de 1941, Roosevelt escribió al primer ministro de Australia, “Siempre hay que tener en cuenta a los japoneses. Tal vez en los próximos cuatro o cinco días se decidirá la cuestión”.
–
Stinnett señalaba también que se informó de que antes de producirse el
ataque, a los periódicos les fueron entregados detalles del mismo.
Conclusión: difundir la verdad sobre la operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor
Por
lo tanto, cuando se acerca la 75ª aniversario de Pearl Harbor, es
preciso abordarlo desde una perspectiva informada. Esos 3.000
estadounidenses murieron por una mentira. Al igual que con 9/11, miles
de vidas estadounidenses se sacrificaron para que la élite criminal de
los Estados Unidos tuvieran una excusa para ir a la guerra. Los EE.UU.
estaban preocupados por la fuerza industrial y militar de la Alemania
nazi y necesitaban una forma de entrar en la guerra contra Alemania por
la puerta trasera. La organización de una operación de Falsa Bandera en
Pearl Harbor fue la única manera, que los principales funcionarios
pensaron en usar para galvanizar la reacia opinión pública
estadounidense y llevarla a la acción.
Pearl
Harbor fue un complot cuidadosamente orquestado por el presidente
estadounidense Franklin Roosevelt para atraer a Japón a atacar e iniciar
una guerra con los EE.UU. Es hora de que todo el mundo sepa la verdad.
Makia Freeman
Nacionalismo Católico San Juan Bautista