Publicado Por Revista Cabildo Nº 119
Mes de Noviembre de 2016-3era.Época
E. G GARCÍA
Los políticos y el
"fly f ishing"
ACARREO desde muy joven la frustración de ser un mal pescador, a pesar de contar con la principal condición que caracteriza a estos deportistas: la paciencia.
Puedo estar (y he estado) pesadas horas con la caña en la mano en un muelle, embarcado o en la playa y solo conseguí (como se dice en el medio) "bañar lombrices" (que ningún pez se dignó comer).
Leí todo lo que se puede leer sobre carnadas, cañas, riles, fases de la luna, mareas y un montón de cosas más, sin resultado alguno: sólo pesqué resfríos.
A fuerza de leer artículos sobre el tema, descubrí lo que se denomina "fly fishing" ("pesca con mosca" en criollo). Es una actividad muy interesante y en cierta manera algo extraña, pues el pescador con "mosca" lleva por lo general más tiempo preparando su equipo que pescando efectivamente.
Puedo estar (y he estado) pesadas horas con la caña en la mano en un muelle, embarcado o en la playa y solo conseguí (como se dice en el medio) "bañar lombrices" (que ningún pez se dignó comer).
Leí todo lo que se puede leer sobre carnadas, cañas, riles, fases de la luna, mareas y un montón de cosas más, sin resultado alguno: sólo pesqué resfríos.
A fuerza de leer artículos sobre el tema, descubrí lo que se denomina "fly fishing" ("pesca con mosca" en criollo). Es una actividad muy interesante y en cierta manera algo extraña, pues el pescador con "mosca" lleva por lo general más tiempo preparando su equipo que pescando efectivamente.
Permítanme compartir
unas consideraciones. Antes de adentrarnos al mundo de la "mosca",
debemos aclarar que en la "pesca tradicional", lo que atrae al pez
(futuro pescado) al anzuelo, es el alimento que se le propone al mismo (p.e.
lombrices, camarones, mojarras, filet de dientudo, morenas e infinidad de cebos
extraídos de la naturaleza). Es comida lo que se le ofrece (de la que el pez se
alimenta de ordinario) y este habitante de las aguas, en su afán de comer,
termina enganchado en el anzuelo.
A diferencia de esto,
en la "pesca con mosca", básicamente se pretende atraer al pez con un
señuelo artificial que imita, a ninfas, pupas o insectos, de una manera muy
natural y delicada.
Según Wikipedia,
"Esta modalidad de pesca requiere gran habilidad y conocimiento, por lo
que la pesca con mosca se considera por sus fanáticos como un «arte» o pesca
«intelectual». Este tipo de pesca es una de las más puras y desafiantes en que
pez y hombre se enfrentan".
¿Ahora bien: que es
una "mosca?
Como dijimos, es un
señuelo con la forma de aquellos insectos de los que se alimenta el pez.
Como no es posible
"atar" al anzuelo un "verdadero insecto" (p.e., mosca,
larvas, etc.). El hombre de la caña se dispuso a fabricar ("atar")
sus propios insectos con hilo, cerda de animales, plumas de aves y materiales
sintéticos.
La "mosca"
es el producto de un delicado trabajo que consiste en elaborar un insecto que
resulte una copia fiel del insecto real que encuentra el pez en su habitat.
Para ello se necesita estudiar el lugar donde se lanzará la caña y descubrir
qué tipo de "bichos" hay en la zona y cuáles integran su menú.
Hecho esto, se elegirá
la mosca a emplear para cumplir con el objetivo de hacerle creer al pez que
está frente a un alimento cuando en realidad es solamente un artificio (aunque
elaborado con mucho esfuerzo).
Cuando se le ofrece al
pez como carnada, un verdadero alimento (p.e., las nunca bien valoradas lombrices),
estamos ante un duelo entre el pescador y su presa, en el que las reglas son
parecidas para ambos: se tienta al pez con un alimento real y éste lo acepta o
lo rechaza.
En cambio, podría
decirse que la fly fishing es una suerte de "fraude" contra la
naturaleza, ya que el éxito de la pesca dependerá de lo bien que se hayan atado
las moscas y la precisión de las mismas para imitar el insecto que el pez
quiere comer y que definitivamente engulle clavándose el anzuelo.
Pero a no confundirse.
Este arte de atar moscas con éxito, es una tarea para iniciados, para
especialistas en el enmascaramiento que consigue engañar al pez y concretar el
fraude aludido.
¿Cómo se logra una
"mosca" que cumpla con el objetivo de engañar al pez y hacerlo clavar
en el anzuelo?
El pescador, antes de
"atar" una mosca, debe agudizar el ingenio e imaginar qué insecto
estaría dispuesto a engullir el futuro pescado y estar dispuesto a fabricarlo
idéntico al bicho que nos brinda la madre naturaleza. Todo un engaño, en el que
cae el pez al aceptar, sin saberlo, la mentira del pescador.
Para cumplir ese fin,
se debe recurrir a los elementos más extraños: plumas de gallina y gallo; colas
de ciervo; fibras de pavo real; fibra de la cola de faisán; fibra de perdiz teñida
de marrón; pelo de ciervo natural; pelo de alce; pluma de gallo marrón; plumas
rígidas de gallo marrón; pelo de mascarilla de liebre; pavo moteado marrón;
fibra de cola de faisán de collar; perdiz húngara; pelo de ternero blanco; pelo
de cola de zorro ártico púrpura; pelo de cola de zorro ártico negro; fibras de
pavo real de la pluma que lleva cerca del ojo; etc. Esta enumeración no tiene
fin.
El secreto consiste en
averiguar que le gustaría comer al pez y (mediante la mentira) hacerle creer
que se le está dando aquello que desea. Cuando el ahora pescado se da cuenta
del engaño, ¡ya es tarde! El pescador ha vencido.
Existe numerosa
bibliografía y tradición oral sobre este interesante y deportivo modo de
pescar. Existen escuelas y tradición oral en la que abrevan quienes gustan de
esta actividad (que es muy atractiva) y lo que se aprende desde el primer momento
de abordar esta práctica, es que el éxito de la pesca estará en relación
directa con la habilidad de embaucar al pobre pez.
No existen entre estos
pescadores enfrentamientos por la calidad de las moscas que cada uno confecciona.
Eso no interesa. En cambio se jactan de los éxitos en sus excursiones
pesqueras, atribuyendo el mismo a su habilidad para engañar peces.
El mejor pescador es
aquel que logra ser exitoso en el timo; aquel al que más peces creen en sus
artilugios tan bellos como mentirosos.
Dicho todo esto, uno
debe preguntarse: ¿existen similitudes entre un buen pescador de "fly
fishing" y un político profesional? Veamos.
¿Acaso los políticos
no cuentan con asesores de imagen que les aconsejan desde cambiar su peinado
hasta ponerse nueva dentadura y sonreír permanentemente para brindar una figura
agradable y aceptable; alzar niños, tomar mate con vecinos y otros gestos
espontáneos destinados a demostrar su humana sensibilidad?
¿Acaso las
encuestadoras no se encargan de informarle a los candidatos qué espera la gente
de ellos, para así hacer precisas promesas?
¿No es cierto que para
ganar la voluntad del pueblo dicen mentiras, con el impostado convencimiento de
quien pone en juego su honor para respaldar sus promesas?
¿No fue lo bastante
sincera la confesión de un Presidente argentino que dijo: "si hubieran
sabido que haría ¡o que estoy haciendo, no me habrían votado"?
¿Acaso los políticos
no cambian los perfiles de sus discursos y promesas a medida que van conociendo
lo que quieren o temen los votantes?
Circula el comentario
de que, en su momento, Kennedy aventajó a Nixon en el debate televisivo presidencial
por haberse presentado con su rostro descansado (producto del reposo en las
vísperas), frente a un contrincante con signos de cansancio.
Estos ejemplos (y
muchos más que todos conocemos) nos permiten responder la pregunta. ¿Existen parecidos
entre un pescador con mosca y un político? Entre un buen pescador con mosca y
un buen político no existe diferencia alguna. Pero una cosa es practicar un
apasionante deporte y otra muy distinta es "pescar" seres humanos
(aunque muchos estén encantados de cambiar "moscas" por verdades). •