Amenaza en el Sur Argentino (1)
(Nacionalismo Católico NGNP)
La cordillera patágonica podría ser el nuevo santuario por parte de las FARC
La situación latinoamericana sufrió al menos cuatro impactos
decisivos en los últimos meses. Para empezar, el pueblo colombiano votó
mayoritariamente en contra del acuerdo de paz con las FARC aunque el
mismo, modificado, terminó firmándose entre el presidente José Manuel
Santos y el comandante Timochenco. En segundo término, la debacle
venezolana se agravó y se hicieron más transparentes las gestiones del
Vaticano para negociar una retirada del poder de Nicolás Maduro. El
tercer efecto lo produjo el tembladeral producido por un outsider de la
política, Donald Trump, que promete cambiar unas cuantas reglas de juego
internacionales.
Por último, la pesada sombra de Fidel Castro se disipó
para siempre y Raúl Castro, algo más reformista, será sin duda más
cauteloso tanto con el régimen de Maduro como con la cúpula de las FARC,
porque sus objetivos centrales pasan por evitar una crisis con la Casa
Blanca, que ya está blandiendo un garrote y reclamando por los escasos
avances de Cuba en materia de derechos humanos.
En este contexto,
hay que prestar especial atención a las modificaciones que sufriera el
texto del acuerdo con las FARC, luego de que el “NO” triunfara en el
plebiscito. Se agregaron algunas líneas que aclaran cómo se decidirá si
el narcotráfico es delito conexo a la rebelión o delito político y
puede, por lo tanto, ser considerado amnistiable: “Se tendrán en cuenta
los criterios manifestados por la jurisprudencia interna colombiana con
aplicación del principio de favorabilidad”. El texto del acuerdo dice
que se considerarán delitos conexos “las conductas dirigidas a
facilitar, apoyar, financiar” la rebelión, lo cual incluye cualquier
conducta ilícita que no haya “derivado enriquecimiento personal de los
rebeldes ni sean consideradas crimen de lesa humanidad, grave crimen de
guerra o genocidio”. Algunos líderes del “No” pedían que el narcotráfico
no fuera amnistiable. Esta modificación no satisface su demanda en
forma clara, porque sólo parece señalar que será así en caso en que haya
habido enriquecimiento personal.
Este empeoramiento relativo de las condiciones jurídicas de los jefes guerrilleros no viene solo.
Planes de mudanza
La
cúpula de las FARC está evaluando que con Trump en la Casa Blanca y
Fidel muerto, la presión de Trump sobre el gobierno de Santos para que
haga una aplicación restrictiva del acuerdo puede ser muy fuerte.
En
otras palabras, muchas de las cabezas de las FARC piensan que están en
peligro y que el acuerdo no es ni tan sólido ni tan favorable como
habían supuesto.
De ahí que en fuentes de inteligencia de Colombia
empezara a circular una versión según la cual una parte de la
conducción de las FARC, en previsión de que las relaciones con el
gobierno marchen hacia un nuevo conflicto, estaría madurando un plan
para refugiarse en otra región de Sudamérica. El territorio elegido
sería la cordillera patagónica, que cuenta con bosques tupidos y una
zona montañosa similar a la colombiana, con el agregado de que del lado
argentino el control de fronteras es escaso, para no entrar en detalles.
Sólo los carabineros chilenos vigilan atentamente la zona. Los inmensos
lagos del sur fueron desde siempre un territorio apropiado para los que
buscaban eludir el seguimiento de la justicia, como ocurrió con muchos
ex jerarcas nazis.
Ahora, la idea de un santuario de las FARC en
torno a algunos lagos patagónicos ya empezó a inquietar a la comunidad
de inteligencia. Sobre todo si esta mudanza viniera acompañada de un
mayor flujo de operadores del terrorismo islámico, que también empiezan a
ver cómo se achican sus espacios en Venezuela y Colombia.