EL
EJÉRCITO DEL CIELO
Por Antonio
Caponnetto
“Anunciando el Nacimiento, un ángel del Señor se les apareció a
los pastores, y la gloria del Señor los envolvió de luz[...]. De repente vino a
unirse al ángel una multitud del ejército del cielo que se puso a alabar a Dios”
Ls. II, 9-13.
Semejaban la
Orden de los Viejos
Ostiarios,
llegaron avanzando en columnas
marciales,
custodios de los hombres, de los pórticos
sacros,
su emblema es la constancia: son ángeles
boreales.
En hileras fluían, manteniendo los
flancos,
flameaban la divisa de la
perseverancia,
las patrias eran suyas, las ballestas sus
armas,
arcángeles guardianes:noche,fuego y
fragancia.
Ingresan en escuadras, las saetas
dispuestas
al borde del carcaj enfilando al
Maligno,
son Virtudes curtidas
en exorcismos férreos,
un confalón de cruces es su honor y su
signo.
Arriban las centurias y a la par
monacillos
llevando vinajeras y luminosos
cirios,
las Potestades nunca
faltaron a la lucha
y esta Noche es el triunfo de la rosa y los
lirios.
Al rítmico sonido de tambores
batientes,
a grupas de alazanes, galope y
diaconía,
ingresan Principados,
un Caliz para el Niño,
al Varón llevan
panes, una estrella a María.
A intervalos que miden el filo de la
espada
-como una cinta de oro que enarbola el
poniente-
acampan señoriales Dominaciones
regias
el Evangelio entonces se vuelve
combatiente.
Escuadras con pendones o lábaros
llameando,
igual que ondea el cóndor en los altos
macizos
le rinden homenaje a la humildad
divina,
son los Tronos que
asientan renovados bautizos.
Rodelas y brazales bien ceñidos al
puño
acantonan sus huestes
los sabios Querubines,
van en tercios, desfilan admirando a los
Magos,
suspenden,para verlos, los hombres sus
trajines.
Al fin a la
vanguardia, dónde sólo los héroes
encabezan las gestas
volviéndolas clamor,
llegan los Serafines
del Ejército etéreo,
a su paso las sombras son incendios de
amor
Ahora ya todos juntos, acompañando al
Angel,
quebrando soledades, destierros o
espesuras,
concordes los latidos, en unánime
coro,
entonaban el ¡Gloria!, a Dios en las
Alturas.