viernes, 6 de septiembre de 2019

Carta abierta a Su Santidad

No lamentes la muerte de un prisionero, si no haces algo por su libertad.

Carta abierta a Su Santidad

 
“Por sus frutos los conoceréis” (San Mateo: 7; 16).
Su Santidad: Me dirijo respetuosamente a usted, dada su investidura como ocupante de la silla de San Pedro, para expresar algunos interrogantes que sus actos despiertan en muchos católicos, agregando algunas citas bíblicas, para fundarlas en la doctrina de Cristo. Lo hago públicamente para tener más probabilidades que le llegue.

1ro. ¿Por qué usted, ayuda a los personajes que bajo el lema “cuanto peor mejor”, agravan intencionalmente muchísimo con sus declaraciones irresponsables, la crisis económica y financiera argentina, con lo cual perjudican a quienes usted quiere defender, los más pobres? Ellos quieren producir un estallido de pobreza, sin medir sus trágicas consecuencias.
8vo Mandamiento: “No darás testimonio falso contra tu prójimo”. 5to pecado capital: Ira.
2do. ¿Se prestó usted a generar una alianza entre políticos, que le han robado al pueblo argentino un monto que llega a un presupuesto nacional completo, haciendo más profunda la pobreza y lo más grave la crisis moral, que creímos que usted iba a curar mediante la evangelización?
7mo. Mandamiento de la Ley de Dios: “No robarás”
3ro. ¿Cómo puede sostener y recibir a personajes que han traicionado a la Patria, nombrando espías británicos en el ministerio de defensa, para perseguir a los miembros de nuestras fuerzas armadas, aprisionarlos y destruir nuestra capacidad de disuasión en el Atlántico Sur y la Patagonia?
“Judas Iscariote, uno de los doce se fue a los príncipes de los sacerdotes para entregárselo” (San Marcos: 14; 10)
4to. ¿Cómo sus enviados se juntan y apoyan a los mismos personajes nombrados en el interrogante anterior, pero que también traicionaron a la Patria firmando un acuerdo con el gobierno Iraní, que lo libera a este, de su responsabilidad en el atentado terrorista que asesino a 105 argentinos, incluyendo un sacerdote católico y la destrucción de una Iglesia? “Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que pertenecía al número de los doce; y él fue y discutió con los principales sacerdotes y con los oficiales sobre cómo se lo entregaría (San Lucas: 22; 3, 4)”.
5to. ¿Cómo entendemos su silencio en cuanto al asesinato del Fiscal Nisman, que valientemente denunció la traición citada y a cuyos asesinos defienden vuestros enviados políticos?
5to Mandamiento de la ley de Dios: “No matarás”.
6to. ¿De qué manera puede explicarnos su trato con personeros del narcotráfico, como lo fueron miembros del gobierno anterior, que abrieron las fronteras degenerando la juventud argentina y provocando numerosos crímenes?
“Si tu mano o tu pie te escandaliza, córtatelo y échalo de ti…” (San Mateo: 18; 8).
7mo. ¿Por qué usted se opuso a una legislación que abordara el delito de menores, pero no presentó ninguna medida en su reemplazo? Debido a la ausencia de esa legislación, cientos de vidas han sido sesgadas en estos tres años y muchos jóvenes han caído en el delito, como el niño que hace dos años confesó haber matado y que salió a defenderlo uno de sus enviados políticos, quien dijo que se iba a ocupar de su cuidado, pero resulta que ahora fue arrestado nuevamente cometiendo otro delito.
“Pero al que escandalice a uno de estos pequeños, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar” (San Mateo, 18; 6 ss).
8vo. ¿Cómo puede usted recibir a personajes políticos partidarios del aborto y porque además tienen el apoyo de sus enviados políticos?
“Dejad que los niños vengan sobre mí y no los estorbéis, porque de los tales es el Reino de Dios” (San Marcos: 10; 14).
9no. ¿Hacia dónde se dirigían los bolsos con millones de dólares robados, que el personaje que los llevo a un convento católico, dijo que pertenecía Cristina Kirchner? Esperábamos una aclaración de su parte. ¿Porque no lo hizo?
2do pecado capital: Avaricia.
10mo. Usted dijo con emoción en una oportunidad que los combatientes de Malvinas lo habían hecho por nosotros sus compatriotas. ¿Porque entonces se ha olvidado de más de sesenta de ellos que están prisioneros injustamente por haber combatido por la Patria? (Ver 3r. Interrogante). Sin embargo le envió un Rosario a una mafiosa como Milagros Sala, que tiene a sus órdenes a terroristas ateos de Sendero Luminoso, que esta acusada de robarle a los pobres y sospechada de asesinato.
“El Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me envió para predicar… a los cautivos la libertad…” Son más de 2000. ¿No le suena excesivo este número?
11ro ¿Cómo es que usted afirmó que había recibido a Hebe de Bonafini; porque era una madre que había perdido a dos hijos? Pero no le dijeron que uno de ellos desapareció de la lista de desaparecidos de la CONADEP de 2010 y el otro se afirma que esta también vivo. Le recuerdo que pertenecieron a una organización terrorista que mato niños.
“Entonces Herodes viéndose burlado por los Magos, se irritó sobremanera y mando matar a todos los niños que había en Belén…” (San Mateo: 2; 16).
12do. ¿Por qué usted canonizo a un sacerdote que arengaba a terroristas montoneros para que asesinaran a quienes no pensaban como ellos?
El apóstol Pablo nos dijo de estos días: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias. Y apartarán de la verdad el oído” (2 Timoteo 4: 3-4).
La Doctrina evangélica de Cristo
Le aseguro Su Santidad, que solo pretendo que nos acerquemos a la justicia del Evangelio, estoy lejos de los “ismos”, pero usted dijo que la Iglesia debía hacer “alta política” y los interrogantes anteriores son precisamente para despejar cualquier duda, que lo involucren a usted con los integrantes del anterior gobierno kirchnerista, que se caracterizó por su traición reiterada a la patria, su corrupción sin semejanzas históricas anteriores, su permisión del narcotráfico, la delincuencia y hasta con el asesinato político.
Me siento en el deber de recordarle que Nuestro Señor Jesucristo siempre se negó a mezclarse en política, dijo: “Mi Reino no es de este mundo”(San Juan: 18, 36) y también “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (San Mateo, 22, 21). Confirmando su negativa a hacer política, “Jesús conociendo que iban a venir para arrebatarle y hacerle rey, se retiró otra vez al monte, El solo” (San Juan: 6; 15).
El evangelizaba no hacía política, en su lugar predicó el amor y la paz, no como los sacerdotes de la teología de liberación; que han retomado actualidad; que predicaron la violencia, el crimen político y la Guerra revolucionaria. Sería un pecado mortal figurármelo a Jesús con una Kalashnikof, mi propia conciencia me aleja aterrado de una imagen semejante y le pido disculpas a Dios por haber solo mencionado esto como ejemplo.
El fin no justifica los medios
La promesa que hizo usted al asumir, de dar prioridad a la evangelización, me obliga alejar de mi memoria, cualquier similitud política con el pontificado de Alejandro VI y de su hija Lucrecia.
Su Santidad, tengo la esperanza que coincidamos en esto: que una confirmación de los interrogantes planteados, nos llevarían a la doctrina de Maquiavelo, que el fin justifica los medios y entre estas y las de Nuestro Señor Jesucristo, me quedo con la sabiduría divina del Salvador, a la que usted se entregó sanamente, renunciando a los placeres del mundo.
Le escribo esto con lo mejor de mis intenciones, si en algo lo he ofendido le pido mis humildes disculpas.
Esperando su protección Evangélica sobre la República, anhelo que Dios ilumine con su Amor a Su Santidad.
Carlos E. Viana