Veinte días en huelga de hambre por la dimisión del Gobierno
Jorge, lleva 20 días en huelga de hambre. FERNANDO SÁNCHEZ
El bilbaíno Jorge Arzuaga, de 25 años, se plantó en Madrid con la
intención de ponerse en huelga de hambre en protesta contra el Ejecutivo
de Mariano Rajoy. “Este Gobierno ha mentido
en su programa electoral, está lleno de corrupción y se está riendo de
nosotros en la cara todos los días”, resume el joven. Y, entre trago y
trago de bebidas isotónicas, Arzuaga ya lleva veinte días en ayuno en la
Puerta del Sol.
No está solo. Junto a él hay otros cuatro jóvenes que se han unido a
la protesta y, el que menos, lleva 13 días sin comer. Uno de ellos vino
desde Valencia y tres son de Madrid. “Me uní a la huelga porque vi a
Jorge en televisión y me sentí totalmente identificado, así que decidí
luchar ya no por mí, sino por todos los ciudadanos que lo están pasando y
por la corrupción que hay en este país”, explica Juan Manuel Gil, uno
de los jóvenes madrileños.
El calor de la gente les ha ayudado a soportar tantos días de ayuno.
Les han llevado mantas, libros, bebidas e incluso un ramo de flores. “La
gente está siendo muy solidaria y eso nos da mucha fuerza, aunque sólo
te den unas palabras de ánimo. Da mucha energía”, asegura Arzuaga, quien
considera además que la experiencia le está cambiando a nivel personal.
“Es muy enriquecedor todo lo que estoy viviendo, la gente a la que
estoy conociendo. Me llevo una experiencia que de alguna forma me ha
cambiado, me ha dado más fuerza en mis convicciones”.
Extensión y repercusión
De momento, no hay indicios de que ninguno vaya a abandonar la huelga
de hambre, ya que no han tenido problemas físicos importantes, algo que
les sorprende. Pese a algunos momentos de dolor de estómago o mareos
puntuales, estos jóvenes aseguran seguir con fuerzas para aguantar
muchos días más. En el caso de que Arzuaga, el pionero, se viera
obligado a abandonar, sus compañeros continuarían. En las redes
sociales, el hashtag #MotivosdeJorge dio pronto paso a #MotivxsdeTodos.
Y parece que la iniciativa, poco a poco, se va extendiendo. Además de los jóvenes de la Puerta del Sol, también se han iniciado huelgas de hambre en Huesca
y Logroño, según explican. Gil lamenta que los medios de comunicación
no se estén haciendo eco de la protesta. “No nos quieren sacar, lo
hicieron al principio y luego ya nos censuraron, por una cuestión de
alarma social, para evitar el efecto llamada”, sostiene. “Otras muchas
personas se están poniendo en huelga de hambre en España y queremos
entrar en contacto con ellos”.
En cuanto a la repercusión social de la protesta más allá de los que
participan activamente en la huelga de hambre, Jorge Arzuaga trata de
sacar la parte positiva: “Quiero pensar que se está contribuyendo un
poco a la conciencia colectiva, aunque no sé hasta qué punto. Siempre
procuro dejar la expectativa a un lado porque lo que da lugar es a
posibles frustraciones. Vine sin expectativas, dejando que todo fluya”.