El 1% lleva 800 años (por lo menos)
Más pruebas de que el 1%
lleva 800 años (por lo menos) dominando el mundo
Por Pijamasurf
Una investigación muestra que un grupo selecto de familias tiene control
de las plazas privilegiadas en la sociedad británica (algo similar sucede en
muchos países).
Hace un par de años el movimiento Occupy popularizó el término 1% en
referencia a la élite que manipula el mercado financiero y controla la mayoría
de los gobiernos. Este grupo que representa un diminuto porcentaje de la
población mundial acapara gran parte de la riqueza.
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En este tenor un estudio de la London School
of Economics revela que las clases sociales británicas tienen casi nula
movilidad (al menos en lo que respecta de escalar las más altas esferas), con
alrededor de 30 familias postradas en lo más alto de la pirámide desde hace 800
años.
“El estatus social se hereda incluso más que la altura”,
escriben Gregory Clark y Neil Cummins. “Esta correlación no ha cambiado
por siglos. La movilidad social en Inglaterra en el 2012 era casi igual que en
tiempos preindustriales”.
Los autores, que analizaron la reiteración de los apellidos de ciertas
familias en las universidades de Oxbridge (Oxford y Cambridge) y otras
instituciones privilegiadas, hablan de una “inmunidad a la intervención
gubernamental”: pese a la educación universal, el surgimiento de políticas
social-democráticas y demás movimientos y retóricas que aseguraban potenciar el
sueño de la clase obrera de escalar socialmente, casi nadie logra morir más
arriba de la pirámide y pasar este “gen” de riqueza.
Un estudio anterior muestra una
parálisis de la riqueza similar en Estados Unidos (el sueño americano es sólo
una fantasía colectiva diseñada para mantener el statu quo). Otro estudio
detectó que una red de sólo 147 compañías estrechamente unidas controlan más
del 40% del valor económico del mundo.
Y, sin poder asegurarlo al 100%, es muy probable que en tu país también
suceda lo mismo. Quizás sea momento de arrancar esas plazas vitalicias por
otros medios –medios no diseñados por la misma oligarquía como pantallas de
humo.