Para ellos, ni justicia
Estimados:
El
día 20/11/2014, ante la noticia que la Sala III de la Cámara de casación penal
de la Nación mayoría de quienes habían sido condenados por la “mega causa
Arsenales II-jefatura II se les otorgaba, por cuestiones de edad y de salud, el
beneficio de la prisión domiciliaria, una persona- Lita Alberstein- escribió la
siguiente carta al diario “El Tribuno” de Salta:
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GENOCIDAS.- 20/11/2014“Ante el fallo que otorga arresto domiciliario a los ex-militares, convocamos a la más amplia unidad para movilizar y exigir junto a familiares de desaparecidos, cárcel común y efectiva a estos genocidas. Estamos junto a familiares de desaparecidos y repudiamos el vergonzoso fallo de la Sala III de la Cámara de Casación Penal de la Nación, que resolvió que 34 de los 37 ex militares y policías condenados por delitos de lesa humanidad en la Megacausa Arsenales II-Jefatura II, vuelvan a prisiones domiciliarias, cesando así la imposición de cárcel común resuelta por el TOF de Tucumán. Convocamos a la más amplia unidad para exigir junto a familiares, organizaciones, sindicatos, partidos y agrupaciones de estudiantes, cárcel común y efectiva a estos genocidas.”
Esta
carta, conforme al espíritu de revancha que estas personas han puesto de
manifiesto siempre, cada vez que se han manifestado: “no
olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos….”, Pretende ejecutar, por desgaste y
abandono de persona a aquellos que combatieron a la subversión.
No
obstante el 24 de noviembre, el Señor Mario Cabanillas del Centro de Estudios
Salta, salió al cruce del dislate pergeñado por Lita Alberstein en una carta
donde ponía en su lugar los acontecimientos históricos por los que habían sido
juzgado aquellos a quienes hoy se “beneficiaba” con prisión domiciliaria y
acotaba el mal uso que, con fines propagandísticos, hacen estas personas del término
“genocidas”, recordando, de paso que en la guerra revolucionaria desatada por
el terrorismo cubano contra la República Argentina, el crimen de María Cristina
Viola- niña de tres años que acompañaba a su padre, también asesinado ese día, el
capitán Viola- fue un hito donde se demostró que para cumplir sus objetivos, el
asesinato de militares, también era “revolucionario” matar a sus hijos. A
continuación la carta de Mario Cabanillas:
GENOCIDAS ¿QUIÉNES?.- 24/11/2014La señora Lita Alberstein convoca a la ciudadanía a movilizarse para exigir "cárcel común y efectiva a estos genocidas" (militares condenados en Tucumán por pelear contra la subversión). Pero en la Argentina y, particularmente, en Tucumán no hubo ningún genocidio. Lo que hubo fue una guerra sucia por ambos mandos. El gobierno constitucional de Isabel Perón fue el que ordenó a los militares aniquilar y/o exterminar al Ejército Revolucionario del Pueblo y al Ejército Montonero que pretendía tomar el poder asesinando policías, empresarios, políticos y militares.El 1 de diciembre se cumplirán 40 años del asesinato del capitán Viola y su hijita, de tres años de edad, María Cristina. Un comando de 16 guerrilleros del ERP disparo un escopetazo al auto en el que se encontraban. Su otra hija, María Fernanda, recibió también un disparo en la cabeza pero sobrevivió. Sin embargo, no he visto a la Secretaría de DDHH de la Nación, a las Madres de Plaza de Mayo o a la señora Alberstein convocar a nadie para pedir justicia con el aberrante crimen de María Cristina Viola. No entiendo este odio y esta venganza que a Ud. y a tantos otros los mueve.Sería mucho más positivo para nuestra sociedad que la justicia se ocupe de tantos hechos de corrupción y narcotráfico que se tapan con estos juicios de lesa humanidad.Mario Cabanillas, Salta capital
Finalmente
hoy, el Diario “El Tribuno”, publicó una carta mía sobre el tema, donde trato
de aclarar cual es el sentimiento que mueve a estaS organizaciones llamadas de “Derechos
humanos” que no son otra cosa que asociaciones ilícitas organizadas con el fin
último de solazarse viendo como como su deseo de venganza es satisfecho cada vez
que un preso político muere- en abandono de persona, sin medicamentos y sin una
mínima ayuda médica- en los penales federales.
CAMARA DE GAS (25/11/2014)La lectora Lita Alberstein ha escrito ayer que es menester exigir: "cárcel común y efectiva a estos genocidas". No me interesa discutir este tema ya que lo que sucedió en Argentina en los setenta fue una guerra y esto fue perfectamente demostrado por los jueces que juzgaron a los comandantes. Que como toda guerra civil fue espantosa, es algo que nadie niega. Hoy, cuarenta años después cabe hacer una reflexión sobre quienes, al igual que Lita Alberstein, persiguen como última razón mantener a militares, gendarmes y policías presos hasta que la muerte termine con cualquier argumento. Es innegable que no hay prisión en Argentina diseñada para albergar a ancianos y que el sistema sanitario de los penales ni siquiera es aceptable para menores de esa edad. Si Lita Alberstein quiere tenerlos allí hasta su muerte sin tener en cuenta lo que han recomendado, sin duda, los médicos forenses está entrando peligrosamente en una zona oscura, la de la venganza. Si esto es lo que ella y aquellos que responderían al llamado vindicativo persiguen, quizás sería mejor, para la economía del país, que el Ministerio de Justicia y DD.HH. instalara cámaras de gas en los penales para acabar con el costo que significa mantener presos a ancianos que apenas pueden valerse por si mismo.Jose Luis Milia
Agradecería
que,
si en cualquier lugar del país vuelven a manifestarse estos personeros
del
odio y de la revancha, nadie se calle la boca y de la condigna
respuesta- como ha hecho la gente de Salta que alertó al país sobre el
dislate de Lita Alberstein- a este
deseo de desquite.
JOSE
LUIS MILIA