DE SANTUARIO REVOLUCIONARIO A PARAÍSO FISCAL
Reventó en los medios y redes sociales. EEUU y Cuba arreglan sus
entuertos, levantan bloqueo y se intercambian embajadores. No es mas que
blanquear la realidad. El castrismo no cae por que a los
norteamericanos no les conviene el caos a las puerta de Miami. No
quieren ser mas la excusa del castrismo mientras media población vive de
las remesas que mandan del exilio. Que mueran los Castro tranquilos,
después Cuba será la playa de estacionamiento de Florida ¿ Pero cómo
Fidel, su hermanito y demás gerontes y aparatchiks no son delincuentes
de lesa humanidad? No claro si tenemos en cuenta que la única humanidad
lesionable son judíos, zurdos y yankys, estos pibes son unos santos.
." Por ahora Cuba se mantenía
como un santuario turístico revolucionario de la guerra fría. Ese mundo
ya no existe. Y Cuba se convirtió en un museo exótico de las
revoluciones armadas setentistas con merchandising propio. Un paraíso
turístico caribeño financiado con tarjeta Visa. Y con el Che convertido
en remeras y en latas de cerveza para la juventud alienada de la
sociedad de consumo capitalista. La revolución fracasada convertida
en un producto marketinero de distracción democrática del "mundo
libre". Cambió el orden mundial. Ya no hay guerra entre un sistema
socialista y un sistema capitalista occidental. Desapareció la URSS, y
las relaciones de poder del sistema capitalista se rigen por los
parámetros de la guerra fría intercapitalista entre Rusia y el eje
EEUU-Unión Europea. Y Cuba ya no tiene ninguna referencia estratégica
revolucionaria en el patio trasero del Imperio yanqui. Es solo una isla
de referencia para tomar sol y disfrutar de los recuerdos de un mundo
que ya no existe. Y que Obama, un gerente yanqui, con su ciclo
terminado, manipulador, quemado, y marketinero electoral, haya decidido
mandar un embajador a la isla, es estadisticamente lógico y cierra con
la realidad funcional. Cuando se mueran Fidel y Raúl, Cuba ya no será el
prostíbulo de Batista. Será el nuevo paraíso fiscal caribeño de Wall
Street. The End."
Por MANUEL FREYTAS
Por MANUEL FREYTAS