EL DESEQUILIBRIO HORMONAL: LOS PELIGROSOS XENOESTRÓGENOS
Son sustancias externas al cuerpo con un efecto estrogénico y que incluyen:
pesticidas, plásticos, compuestos industriales y drogas farmacéuticas. Estos
químicos tienen la estructura molecular muy parecida a los estrógenos y pueden
cumplir diferentes funciones: unirse a los receptores hormonales de las células
obstruyendo la respuesta hormonal natural; bloquear los receptores hormonales;
y destruir los mensajes hormonales. El resultado, en todos los casos, es, por
un lado, exceso de estrógenos y, por contrapartida, una deficiencia de
progesterona.
Los Xenoestrógenos suelen ser productos provenientes del petróleo y
solubles en grasa. Así pues, una vez estos químicos entran en nuestro organismo
a través de la ingesta de vegetales que han sido rociados con ellos, o bien a
través del consumo de animales alimentados con granos rociados con pesticidas,
éstos quedan depositados en nuestra grasa, convirtiéndonos en candidatos a
sufrir serios desequilibrios hormonales. Por otro lado, un gran número de
mujeres usa hormonas sintéticas como medio anticonceptivo, para tratar los
síntomas de la menopausia o, supuestamente, para equilibrar ciertos desarreglos
hormonales. Están compuestas, principalmente, de estrógenos y progestógenos.
Las hormonas sintéticas no son destruidas por el organismo con la misma
facilidad que las naturales, acumulándose y produciendo síntomas de exceso de
estrógenos, y, además, como ya hemos visto, los progestógenos inhiben la
producción de progesterona natural. Los Xenoestrógenos son
"anti-adaptógenos", es decir, interfieren con nuestra habilidad
innata de adaptarnos al medio ambiente. Afectan negativamente a la red que
conecta nuestra parte neurológica-endocrino-inmunitaria que se encarga de que
adaptemos nuestros sistemas para mantenernos sanos. Por otra parte, una dieta
pobre en "adaptógenos", o sea, vitaminas, minerales, ácidos grasos
esenciales y fitonutrientes (los cuales nos ayudan a desintoxicar el organismo,
equilibrar las hormonas y aumentar nuestro potencial de adaptación), nos
predispone a sufrir serios problemas de salud. El exceso de estrógenos produce:
Síndrome premenstrual. Depresión. Falta de deseo sexual. Desequilibrios de la
glucosa. Necesidad de comer carbohidratos y dulces. Menstruaciones fuertes o
irregulares. Pechos fibroquísticos. Hinchazón de pechos. Fibromas. Cáncer de
pecho. Cáncer de endometrio. Vaginitis. Retención de agua. Aumento de peso.
Hipotiroidismo. Osteoporosis.
DEFICIENCIA DE NUTRIENTES: La degradación de estrógenos, y también
progesterona, al igual que otras sustancias, ocurre en el hígado. Este proceso
se divide en dos fases: 1. La fase 1, llevada a cabo por una serie
de enzimas conocidas como P-450, en realidad no elimina toxinas sino que las
prepara para ser degradadas y eliminadas. Para que esta fase se lleve a cabo
son de vital importancia los minerales cinc, selenio, cobre y magnesio,
además de las vitaminas B2, B6, B12 y ácido fólico. A menudo, en esta fase
de preparación, las propias sustancias que han de degradarse y eliminarse se
convierten temporalmente en sustancias muy tóxicas. 2. La
fase 2, es en donde estas sustancias altamente tóxicas son unidas a ciertos
nutrientes, como glutation, sulfuro o glicina, para ser desintoxicadas. En el
caso de la degradación de estrógenos, el sulfuro es el nutriente que se encarga
de escoltar a estas hormonas en su proceso de eliminación. Este mineral abunda
en las cebollas, ajo, huevos, col, brócoli, alfalfa, nabos, berros, coliflor,
rabanitos, coles de Bruselas y semillas de mostaza. Existen otros nutrientes
necesarios para combatir algunos de los efectos de un exceso de estrógenos. Por
ejemplo, la vitamina E ayuda a combatir los dolores de pechos antes de
la menstruación, al igual que los coágulos durante ésta; los niveles de
vitamina A suelen disminuir considerablemente después de dejar la píldora
anticonceptiva, lo cual puede causar menstruaciones muy fuertes; la
vitamina C, junto con los bioflavonoides, ayuda a fortalecer los capilares y
previene las menstruaciones abundantes; los ácidos grasos
esenciales (Omega 6 y Omega 3) ayudan a regular las hormonas sexuales y
previenen la inflamación y el dolor antes y durante la menstruación, al igual
que los casos de endometriosis; el magnesio ayuda a combatir los espasmos
durante la menstruación. DESEQUILIBRIO INTESTINAL: Una vez el hígado
ha degradado los estrógenos y los ha convertido en productos de desecho, éstos
son llevados, principalmente, a través de la bilis hasta el intestino, donde
serán evacuados (el resto será eliminado a través de la orina). Sin embargo, si
el colon aloja un exceso de bacteria "mala", se produce un aumento de
enzima beta-glucuronidasa, la cual favorece la reabsorción de los estrógenos de
nuevo a la sangre. Este tipo de desequilibrio intestinal es debido a una dieta
alta en grasa saturada y baja en fibra. Es importante en estos casos reducir
el consumo de productos lácteos, y aumentar el consumo de vegetales,
frutas, legumbres, cereales, frutos secos y semillas. La fibra alimenta la
buena bacteria intestinal y produce ácido butírico, que acidifican el colon.
Este tipo de ácidos estimula el crecimiento de los acidófilus (bacteria
"buena). Adicionalmente, la celulosa, fibra insoluble, se une a los
estrógenos intestinales, inhibiendo su reabsorción. Es a través del aparato
digestivo por donde absorbemos todos los nutrientes necesarios para la salud de
nuestras células, producción de hormonas y enzimas metabólicas. Por ello, para
equilibrar el sistema hormonal, es muy importante resolver cualquier
desequilibrio intestinal o digestivo. Los problemas más comunes son candidiasis
crónica, infección parasitaria, falta de ácido clorhídrico y/o enzimas
digestivas.
Cómo prevenir unos niveles altos de
estrógenos:1. Bebe agua mineral embotellada en recipientes de vidrio. Si sólo
puedes obtener agua embotellada en plástico, una vez en casa, cámbiala a una
jarra de cristal. Nunca expongas al calor botella de agua de plástico.2.
Elimina las grasas saturadas, productos lácteos, azúcares y estimulantes, como el
café, té, chocolate y refrescos. Estas sustancias, además de robarle nutrientes
al cuerpo, saturan el hígado y bloquean las fases 1 y 2 de desintoxicación.3.
Asegúrate de que comes, como mínimo, 5 vegetales y 2 piezas de fruta al día.
Además de fibra, estos alimentos te proporcionan anti-oxidantes y otros
nutrientes para activar el hígado, limpiar las células y ayudar a desintoxicarte
de químicos y de estrógenos.4. Aumenta el consumo de cebollas, ajo, huevos,
col, brócoli, alfalfa, nabos, berros, coliflor rabanitos, coles de Bruselas y
semillas de mostaza, por su alto contenido en sulfuro. Incrementa, también, los
productos de soja (miso, tofu, leche, yogures, tempeh, tamari), lentejas,
centeno, maíz, manzanas, almendras, avena, cacahuetes, frutas cítricas, hinojo,
apio y algas. Estos alimentos son altos en fitoestrógenos, los cuales poseen
actividad estrógena, aunque muy débil. Estos nutrientes compiten con los
xenoestrógenos para entrar en los receptores hormonales, pero al ser sustancias
naturales tienen ventaja sobre sus rivales. Una vez en los receptores, bloquean
la acción de los xenoestrógenos y, a la vez, protegen al organismo del efecto
negativo de los estrógenos naturales, estrona y estradiol. 5. Consume productos
biológicos siempre que puedas. Evitarás un exceso de acción estrogénica en tu
organismo y una sobrecarga de químicos para el hígado. 6. Minimiza el uso
de plásticos para conservar alimentos grasos y evita comprar alimentos
envueltos en ellos. Algunos químicos usados para que el plástico sea flexible
se disuelven fácilmente en la grasa. Estos incluyen patatas fritas, quesos,
mantequilla y chocolates, entre otros. Evita también los envases de tetrabrik
de zumos y sopas, y las latas, ya que pueden contener plástico en su interior.
7. Nunca calientes comida envuelta en plástico. Por ejemplo, evita el film para
envolver alimentos que van a ser calentados o cocinados en el microondas. 8.
Evita, siempre que puedas, tomar medicamentos. Busca otras alternativas a la
píldora anticonceptiva o a la terapia hormonal para tratar la menopausia.9. Es
aconsejable tomar suplementos nutricionales a diario para asegurarse de que todos
los nutrientes requeridos por el hígado se encuentren presentes. Ya hemos visto
que el cinc, cobre y magnesio, juntos con las vitaminas Bs, son esenciales para
la degradación y desintoxicación de los estrógenos. Cada persona necesita unas
dosis y unos nutrientes específicos en función de sus necesidades bioquímicas.
Busca el consejo de un terapeuta. Un programa básico de suplementos incluiría:
un complejo de multivitaminas y minerales (que incluya dosis aproximadas de 50
a 100 mg de las vitaminas Bs, 15 mg de cinc, 1 mg de cobre), magnesio (250 mg),
un compuesto de Omega 3 y Omega 6 (ácidos grasos esenciales), 2 g de vitamina C
con bioflavonoides, y un compuesto de bacteria “buena” (varios millones por
pastillas de Lactobacillus acidofilus y Bifidobacterium bifidum). Cualquier
disfunción intestinal que sufras debe ser tratada prioritariamente. Recuerda
que vivimos en un mar de estrógenos. Los producimos, comemos, bebemos y tomamos
en forma de medicamentos. Cuidándonos y equilibrando nuestras hormonas sexuales
podemos disfrutar de ser mujer cada día del mes.
Cala H. Cervera, especialista en nutrición ortomolecular, diplomada por el
Institute for Optimum Nutrition, de Londres (Inglaterra) http://www.calacervera.com