lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Qué hará el próximo Gobierno con la desbordada plantilla de militantes kirchneristas en empresas u organismos del Estado?

 ¿Qué hará el próximo Gobierno con la desbordada plantilla de
militantes kirchneristas en empresas u organismos del Estado?
 


Ya son como parte del inventario de los lugares en donde permanecen. ¿Habrá algún candidato que se anime a prometer ordenar esta situación?
Mucho consiguió el kirchnerismo con choripanes, Tetrabrik y paseos gratuitos ...
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Asusta con sólo conocer el dato de que en 2014 ya son 60 los programas de ayuda social, destinados a 18 millones de beneficiarios, con un presupuesto de 120.000 millones de pesos. Es decir, según lo indica esta información, estamos hablando de que casi la mitad de la población argentina recibe planes de ayuda. Pero si a este dato se le suma la impresionante cantidad de empleados “ñoquis” que tiene el Gobierno kirchnerista, distribuidos en las empresas del Estado o en sus distintos organismos, ahí tenemos entonces además, una enorme plataforma de votantes a favor del Gobierno. Y aún no termina esta negra serie de datos: A estos votos se sumarán en gran medida, los de buena parte de los familiares y amigos de los favorecidos.
Beneficiarios a quienes encima no se les pide ningún tipo de contraprestación, en el caso de los titulares de los planes sociales.
Como si lo dicho fuese poco, hay una reciente información dando cuenta de que el Estado incorporará a casi 450 empleados de las empresas del Grupo CIRIGLIANO, con el que el Gobierno mantuvo tan estrechas relaciones que le permitieron engrosar las arcas, no del Estado sino la de los gobernantes, al igual que la de los titulares de dicho Grupo.
Es decir, una maniobra más tendiente a salvar a los amigos del poder, a costa de los auténticos trabajadores argentinos.
Hablamos aquí, aunque no sirva ni para el consuelo, de una política clientelística que no es única en la región. Hay otros países “Boliviarianos” que nos imitan. Sin ir más lejos, Brasil, donde el sector productivo de la población, aquellos que trabajan, se sacrifican y hasta arriesgan aunque sea pequeños capitales, viven hoy lamentando que DILMA ROUSSEFF haya ganado la reelección.
Volviendo a la Argentina, a este país se le plantea algo parecido a lo sucedido en el gigante vecino del Norte en sus todavía recientes elecciones, cuando en Octubre próximo la ciudadanía deba salir aquí a votar por su nuevo Presidente, además de Legisladores y Gobernadores, y también a Intendentes y hasta Consejeros Escolares ...
El caso es que difícilmente alguno de los candidatos que se postulen para ese compromiso electoral, se animen a comprometerse a reducir la obesa plantilla de empleados públicos. Sería un suicidio en este país, tan grave casi como decir que no son peronistas.
Entonces, lo que le espera a la Argentina, es una continuidad en un sistema enfermo, improductivo y carísimo para aquellos que, como se los menciona más arriba, son quienes deben sostenerlo con su esfuerzo y riesgo.
No hay en principio posibilidad alguna de evadir esta situación. Sólo tal vez, si ganase las elecciones algún verdadero Estadista, podría encararse la solución de la misma, aunque sea a mediano plazo.
¿Conoce el lector a algún verdadero Estadista, entre los actuales pre-candidatos …?.

     Carlos Cabana Cal
     Enfoques Positivos