viernes, 2 de enero de 2015

Zamora, violador de los derechos humanos y violencia de género, mandó apretar a la novia de “Chabay” Ruiz


Zamora, violador de los derechos humanos y violencia de género, mandó apretar a la novia de “Chabay” Ruiz

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Anahí Campos, de 24 años, fue detenida el pasado domingo acusada de encubrimiento del ex intendente Eduardo “Chabay” Ruiz. De acuerdo con lo explicado por los abogados defensores, esta figura penal no le correspondería al tener la misma una relación con Ruiz, sobre quien pesa una orden de detención emanada por el juez Santucho y que no se presentó a la Justicia por faltas de garantías. 
  La prueba más clara de que las mismas no existen es lo que le pasó a su novia, quien a la hora de ser llevada por la policía fue brutalmente golpeada por los efectivos para “hacerla declarar”.

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La fiscal de turno, al ver el estado en que se encontraba la joven, le recepcionó la denuncia penal en contra de los efectivos involucrados y ordenó su inmediata excarcelación.
Anahí accedió a ser entrevistada por algunos medios para contar todo lo sucedido.
“Cuando me detienen me llevan a la sede de la vieja terminal y me hacen revisar por un médico. A los 20 minutos entra el comisario inspector Quino Coronel con   el oficial principal Baigorría y dos mujeres robustas, una es cabo y la otra oficial, del D6, y me comienzan a golpear, me tiraron al piso, me ponían bolsas en la cabeza y me tapaban la nariz y la boca”, empezó el relato de terror de lo que le tocó vivir.
Consultada sobre si el personal del lugar de detención es el que la golpea, ella aclara: “No, fue gente del D6, de investigación. Ellos vinieron cuando el subcomisario Bravo se va a allanar la casa de mi mamá, ahí entran y me hacían ver fotos de la casa de Pinamar, de autos, que les dibuje la casa, la avenida por donde se entraba, de Martín Olgado, que es un abogado amigo de Eduardo, mientras tanto me golpeaban y no paraban de decir que hable porque yo sabía dónde él estaba. Además me amenazaban con que me iban a quitar la tenencia de mi hija; que mi papá ya había pasado a la prehistoria, porque él era comisario inspector pero falleció”.
Los golpes en la cara y cuello son visibles, moretones, derrame en uno de los ojos, hinchazón en la cara y cuello, pero además “me pegaron patadas en la espalda, que al otro día cuando fui al baño oriné sangre”.
“Luego de pegarme me querían llevar al Penal de Mujeres o al D6 para seguir golpeándome, pero el subcomisario Bravo de Delitos Complejos, que era donde estaba alojada, no les permitió que me lleven. Cuando él volvió del allanamiento y me encuentra así no estaba de acuerdo, porque él no trabaja así, sabe que tengo 24 años y que estaba cooperando con todo. Nunca se imaginó que él yéndose ese rato al volver me iba a encontrar así”.
Respecto a lo publicado por el diario La Nación y que reprodujeron medios locales sobre que ella habría declarado “yo no tengo nada que ver, me cagó, él está en Brasil”, la joven indicó: “Todo eso que dicen es mentira, lo que dicen La Nación y los demás es mentira. En sede policial lo único que declaro es el momento que me despido, él se va y yo me vuelvo, pero ellos no creían que yo no sé a dónde él está”.
“En casa realizaron dos allanamientos, en el segundo secuestraron los celulares, pendrive, Gps, fotos, mis pertenencias, cualquier tipo dato. Ahora los teléfonos de mi familia están intervenidos”, profundizó.
Anahí contó que la fiscal al verla hoy toda golpeada “me ha filmado, me sacaba fotos, me hizo pasar al baño para que me baje el pantalón y me dijo que iba a quedar en libertad porque no era justo lo que yo estaba pasando”.
Visiblemente quebrada y llorando expresó: “No me imaginaba la magnitud de todo, ni siquiera cuando me detienen me imaginé que me iba a pasar todo esto, yo creía que la policía estaba para otra cosa no para lo que me han hecho. No me lo merecía, no tengo culpa de nada, me han tenido 50 minutos en el piso, con bolsas en la cabeza, sin poder respirar y hasta me desmayé. La golpiza no me la merecía, todo lo que me preguntaban les contestaba, me pisaban, me doblaban los dedos. Me han obligado a decir cosas que no quería, mentiras, para poder asentar ellos en los partes diarios, por ejemplo en uno pusieron que yo había querido saltar la ventana por eso estaba golpeada y eso no es verdad, porque los agentes de menor rango que estaban ahí me compraban antiinflamatorios por cómo me veía”. ”Los abogados se están encargando de las acciones judiciales en contra de la policía, del gobierno y demás”, finalizó. (Código Rojo)
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