Sobre la marcha
"Hay un solo penado en estas ideologías: el padre de familia, el hombre. Para estas ideologías todo es malo en él, nunca se considera al que defiende su casa, sus hijos, su hogar y a veces cae en el intento..."
VIOLENCIA DE GÉNERO, FEMICIDIO, ETC.
Juan Pablo Vitali
4-6-2015
Ayer se
desarrolló una gran movilización contra el “femicidio” con el lema: “Ni
una menos”. Estuvieron los liberales y los guevaristas, los troskistas y
los nacionales y populares. Mucha gente. Hacía mucho que no veía salir a
la calle tanta gente.
"Renovadores" en la marcha |
En una sociedad
violenta como la argentina, donde todos los días muere gente, lo
primero extraño es que todos se preocupen por un hecho y un tema y por
ninguno más. Los mismos que justifican que un menor pueda violar y
asesinar y no tiene pena, los mismos que ven normal y previsible que
mueran policías y padres de familia, los mismos que se esconden ante la
ocupación de las calles por la marginalidad , la delincuencia y la
inmigración clandestina, los mismos que protegen a los negros, a los
bolivianos y a las multinacionales y no al comerciante local, los mismos
que disuelven la sociedad en nombre de la posmodernidad progresista,
han salido a la calle para diferenciar un delito de otros. Un delito
penado, y que como todos los delitos suele quedar impune porque no hay
sistema policial ni judicial, pasa como con los abusos de menores, como
con tantos homicidios de ancianos, de niños, de inocentes.
Hay un solo
penado en estas ideologías: el padre de familia, el hombre. Para estas
ideologías todo es malo en él, nunca se considera al que defiende su
casa, sus hijos, su hogar y a veces cae en el intento. No existe el
patricidio. No hay padre ni autoridad paterna. El caballero armado
siempre ha sido el último baluarte de los pueblos. Ya ni es caballero ni
está armado. Todo vale más que él.
Se felicita a
los padres de familia que cambian de sexo (o de preferencias sexuales)
sin preguntarles a sus hijos, cuando los tienen, qué es lo que piensan.
El hombre que pone orden es el enemigo público número uno. Da lo mismo
un chirlo correctivo a un hijo, que una agresión injusta a la mujer.
Ayer salieron a
la calle todos los monstruos de la posmodernidad. Una masa movida por
los medios de comunicación y el pensamiento hegemónico. Sin embargo los
caballeros no pueden trasladar su responsabilidad social. La verdad, la
vez que cuando se ha salido a la calle masivamente pidiendo justicia por
un hijo o por un padre muerto, poco se ha conseguido y se ha hecho con
culpa, con temor a ser señalado como fascistas y esas cosas.
El hombre
occidental no tiene voluntad de lucha. La verdad, uno termina
completamente aislado de todos. Todos ven solamente la superficie de las
cosas por cobardía, torpeza o comodidad. Si fuera un hecho aislado,
sería distinto, pero todas las políticas coinciden en lo mismo.
Cuando vengan
los otros, esos a los que no les entra la posmodernidad, esos que hacen
de la violencia un culto social, ya no habrá marchas contra el
femicidio, entonces buscarán al caballero armado, como último recurso
contra la bestialidad, pero ya no habrá caballeros y mucho menos armas,
entonces sí, nos van a lastimar en serio: a todas y a todos,
masivamente, mucho más de lo que nunca pudimos imaginar.
Fuente: elcadenazo