Bolsos con plata y una mudanza urgente de Carlos Sancho de dinero y papeles comprometedores
03/08 - Los emergentes del poder K ya no tienen la mínima vergüenza. Todo se hace sin reparos, sin disimulo, sin necesidad de ocultamiento. La protección política y judicial es tan grande, que la impunidad es un hecho para cualquier actividad investigativa que toque al poder y si ese procedimiento es en Santa Cruz, la cobertura es mayor aún. Lo descrito en Periodismo Para Todos, sobre el allanamiento a la Inmobiliaria Sancho San Felicce, nos recuerda al allanamiento de las bóvedas de Lázaro Báez. ¿Coincidencia?, no. La misma ciudad, la misma jueza Federal.
Anoche Jorge Lanata, con un informe de Luciana Geuna, mostró un
documento imperdible. Durante el allanamiento a la inmobiliaria de
Máximo, por el caso Hotesur, la Metropolitana esperó tres horas hasta
que la jueza Askenazi Vera de Río Gallegos, emitiera la orden judicial
respectiva.
Alertados de lo que podía ocurrir, se ubicaron en proximidad de la
Inmobiliaria Sancho San Felicce, el bunker de Máximo y allí
fotografiaron cómo llegaban autos y camionetas de allegados a la familia
Kirchner, incluyendo los del propio Carlos Sancho y Osvaldo San Felicce, llevándose valijas y bolsos del interior del negocio
inmobiliario en calle Roca al 900 de esta capital.
Más tarde, cuando lograron tener la orden judicial, ingresaron al
edificio y ante la negativa de uno de los empleados, de franquear el
ingreso a la documentación, hicieron efectivo el allanamiento y
encontraron una decena de cajas para la guarda de papeles, abiertas, con
faltante de documentación y dos grandes cajas fuertes, dentro de una
bóveda con puerta de seguridad, en cuyo interior había más de 600 mil
pesos en bolsos, presumiendo que mucho más ya habían sido quitados de
allí.
Cuando se procedió a separar al juez Bonadío, en uno de nuestros
últimos informes, dijimos que el personal de la Matropolitana había
llegado al hotel Comercio de Río Gallegos, con dos fotocopiadoras y que
hasta altas horas de la noche se la pasaron fotocopiando documentación,
más la información digital que había en discos duros. Esto significa que
la información ha sido duplicada por alguien, con el fin de que la
misma no se pierda. Lo que se conoció ayer por PPT, es una parte de este
resguardo. Seguramente en poco tiempo más, iremos conociendo otra parte
del material, Nuestras fuentes aseguran que aquellas copias seguramente
se harán pública, en caso de que la justicia, intente ocultar lo
hallado.
El accionar de la jueza federal Asquenazi Vera, vuelve a dejar en el
ojo de la tormenta el comportamiento de la justicia en una clara acción
dilatoria, tardando 3 horas para entregar una orden de allanamiento,
mientras tanto los que iban a ser allanados, alertados por vaya a saber
quién, procedían a evacuar bolsos de plata y documentación del lugar
donde Máximo maneja sus asuntos familiares y los negocios que heredó de
sus padres. Días después, Bonadió fue echado.
Todos recordamos la lentísima reacción de la justicia en el caso de
la bóvedas de Lázaro Baéz y no podemos menos que remitirnos al año 2013,
donde luego de 45 días, cuando el empresario había restaurado las
instalaciones en su chacra y construido una lujosa cava de vinos, con
olor a pintura nueva, llegó la jueza federal a corroborar que allí no
había una bóveda para la guarda de bolsos con plata, como se había
denunciado desde PPT, con fotografías por medio, tomadas por el empleado
de Austral Construcciones Sergio Triviño. (Agencia OPI Santa Cruz)