POSICIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA
FRENTE A LA MASONERÍA
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1. - ORIGEN:
La palabra "Masón" viene de la lengua francesa, de la palabra "Maçon" proveniente del término latino "Machio" o "Matio",
que significa albañil o cantero. La palabra Francmasón empezó
significando albañil de superior habilidad, y posteriormente albañil que
gozaba de libertad y de los privilegios de los gremios. Esta acepción
puede considerarse derivada de la frase inglesa "feestone masón"
en oposición al cantero de piedras ordinarias. En el nuevo
diccionario inglés de la Sociedad Filológica de Oxford, la palabra "Francmasón" significa artesano emancipado "Estos
francmasones formaban un gremio independiente que usaba todo un
sistema de signos y contraseñas, merced de los cuales cada artesano
admitido en el gremio, después de haber demostrado su competencia, podía
ser admitido y reconocido por sus compañeros.
"Es por ello, que
se puede ver como estas acepciones son anteriores a la fundación real
de la Masonería, y se encuentran a partir del 1375. Estas personas no
eran masones activos ni arquitectos, los llamados masones geománticos,
se unieron con los masones activos en sus logias, pero no en una
masonería moderna.
La Masonería, tal y como se conoce hoy, entró
en la Historia cuando se estableció la Gran Logia de Inglaterra en
1717. Evidentemente la masonería antigua (1347) de la moderna (a
partir de 1717) se diferencian en su organización y sus fines.
Para conocer la masonería actual, hemos
preferido hilar en los siguientes apartados, declaraciones y
testimonios de Papas, de refutados autores, y de fuentes masónicas
(los grandes maestros) sin comentario alguno, ya que ellos por si
solos lo explican todo de una forma más exacta.
2. - QUE ES LA MASONERÍA:
"Bastante claro aparece qué sean y por
dónde va la secta de los masones. Sus principales dogmas discrepan
tanto y tan claramente de la razón, que nada puede ser más perverso.
Querer acabar con la Religión y la Iglesia fundada y conservada
perennemente por el mismo Dios, y resucitar después de 18 siglos las
costumbres y doctrinas gentílicas, es necedad insigne y audacísima
impiedad" (León XIII, Encíclica "Humanun Genus").
"Secta satánica que tiene por única ley la
mentira, por su dios al demonio, y por culto y religión lo que hay de
más vergonzoso y depravado sobre la faz de la tierra" (Pío VIII, Encíclica "Tradite").
"Todo lo que ha habido en las sectas y
herejías más criminales de sacrílego, vergonzoso y blasfemo, ha pasado
a las sectas secretas y por ende, a la francmasonería". (Gregorio XVI, Encíclica "Mirari vos").
"La Francmasonería, en consecuencia,
pugna no sólo por el Catolicismo y el Cristianismo, sino con todo
sistema religioso de carácter sobrenatural" (Enciclopedia americana).
3. - FINES DE LA MASONERÍA:
"La base granítica de la futura política
(en la masonería) debe ser la guerra contra el Catolicismo sobre toda
la superficie del globo" (H. Petrucelli de la Gatina).
"Tenemos un cadáver en el mundo, de
cuerpo presente. Este cadáver es el Catolicismo. Tal es el cadáver que
hay que echar a la fosa, uniendo al efecto en un sólo esfuerzo todas
nuestras energías, para que se haga cuanto antes" (P. Van Humbech, Soberano Gran Comendador masónico del rito escocés en Bélgica).
"La Masonería, por la plenitud de su
organización, ritos, símbolos y ceremonias, se halla en capacidad de
rivalizar con su grande enemigo, la Iglesia Romana. Sí, queremos la
guerra y guerra a muerte contra la Iglesia". (Globet D’Aviella, Gran Maestro Nacional masónico de Bélgica).
"La batalla empeñada entre el Catolicismo
y la Masonería es batalla a muerte, sin tregua ni cuartel. Es
menester que allí donde se presente el hombre negro, acuda el
Francmasón. Es menester que allí donde en primero levante la Cruz en
señal de dominio, despliegue el otro el estandarte masónico. Los dos
campos están perfectamente deslindados. El campo de dios y el campo de
Satanás, según dice el Papa León XIII. Ya no hay vacilación posible;
contra la Iglesia o contra nosotros". (H. G. Desmons, Miembro del Supremo Consejo Masón de Francia).
"Es preciso hacer trizas a la Iglesia. ¿A
qué fin tolerarla por más tiempo? ¿Que servicios ha prestado a la
humanidad? No reconozcas ya el hombre el poder de la Religión, y deje
de inclinarse ante la soberanía de la Iglesia". (H. Feuri, Del Consejo Supremo Masón de Francia).
4. - ORGANIZACIÓN DE LA MASONERÍA:
"La nota característica de la
organización de la Masonería especulativa es el sistema de la ‘Gran
Logia’ establecido en 1717. Cada Gran Logia o Supremo Consejo en el
rito escocés, o gran Oriente en el sistema mixto, constituye un cuerpo
soberano e independiente con poderes legislativo, ejecutivo y
judicial. Se compone de las logias o cuerpos inferiores de su
jurisdicción o de sus representantes legalmente reunidos, y los grandes
dignatarios a quienes ellos eligen.
Una logia debidamente constituida ejerce
los mismos poderes que la ‘Gran Logia’, pero con menor amplitud. Los
dignatarios indispensables de una logia son: En Venerable Gran
Maestre, los Guardianes antiguo y nuevo y el Portero. El Maestre y los
guardianes son generalmente ayudados por dos Diáconos y dos
Mayordomos en los trabajos ceremoniales y de hospitalidad, y por un
Tesorero y un Secretario. Muchas logias tienen un capellán para las
ceremonias y discursos religiosos. Los mismos dignatarios en gran
número y con títulos pomposos (Adorabilísimo Gran Maestro, Soberano Gran
Comendador, etc.) existen en las grandes logias.
Como los gastos de los miembros son
pesados, sólo las personas acomodadas pueden ingresar en la
institución, siendo además restringido el número de candidatos, por
diferentes condiciones y por normas que requieren unanimidad en la
votación secreta para la admisión.
De este modo, a pesar de la pretendida
universalidad, la Masonería resulta una sociedad exclusivista, tanto
más cuanto que es secreta y enteramente cerrada al mundo profano. En
la práctica, ello es cierto, las prescripciones concernientes a las
calificaciones morales de los pretendientes no se cumplen con mucha
escrupulosidad... Muchos se inscriben para mejorar sus condiciones
económicas,...,para abrirse camino a ciertos círculos sociales, como
si se tratase de un asunto comercial, o que se vieron obligados a
inscribirse, porque todos los de su círculo lo hacían. Hay además el
tipo de los que ingresan movidos por la curiosidad o porque alguien,
de quien dependen, pertenece a la Masonería". ("American Enciclopedia")
"Por lo que toca a la unidad, las
autoridades masonas afirman unánimemente que la Masonería no es más
que ‘una’ en todo el mundo y que todos los masones forman en realidad
una sola logia, ya que la multiplicidad de logias sólo existe en
obsequio a la comodidad, y por lo tanto, cualquier masón en uso de sus
derechos tiene que ser recibido en cualquier logia del mundo como
hermano y el de ser ayudado por sus correligionarios cuando se encuentre
en necesidad.
La buena inteligencia de los masones de
los diferentes países es fomentada por la comunicación personal y por
la correspondencia sostenida especialmente entre la oficina del Gran
Secretario y la oficina internacional permanente establecida en
Neuchâtel (Suiza), por decreto del Congreso Internacional Masónico de
1903". ("Chronicle", 1907, II, 119).
5. - MEDIOS DE LA MASONERÍA:
"Desde el principio hasta el fin, dice
Pike, la Masonería es toda actividad. El así llamado secreto masónico
es la obra ritualista interna y secreta mediante la cual los masones
se forman para el trabajo exterior. Los masones se forman por medio de
tres ceremonias: Iniciación (primer grado), Pasos (segundo grado) y
Elevación (Tercer grado).
Los símbolos que en esta ceremonia se
usan, explicados de acuerdo con los principios masónicos y con los
indicios ofrecidos en los rituales y discursos de los otros grados,
constituyen el manual de instrucción masónica. La educación así
empezada se completa con toda la vida ordinaria de la logia, en la que
cada masón debe tomar parte activa, asistiendo a las reuniones
ordinarias con regularidad y sacando partido según sus aptitudes.
El simbolismo de la Masonería, dice Pike,
en una carta a Gould, fecha 2 de diciembre de 1888, es el alma de la
institución, y Boyd, el gran orador de Missouri, confirma esta
información diciendo que la Masonería es ‘toda símbolo, símbolo y
símbolo’" ("Chronicle", 1902, I, 67).
"Las ventajas principales de este
simbolismo, que no es por cierto peculiar a la Masonería sino que se
refiere a los misterios y doctrinas de todas las edades y de todos los
factores de la civilización, son entre otras:
1. Adaptándose a todas las opiniones, doctrinas y gustos, atrae al candidato y fascina al iniciado;2. Conserva la unidad neutral de la masonería, a pesar de las profundas diferencias de religión, raza y tendencias individuales;3. Ejercita al masón en considerar las instituciones políticas y sociales como fases transitorias de la humana evolución;4. Permite a la Masonería ocultar sus verdaderos fines a los ojos de los profanos y aun a los de no pocos de los mismos iniciados, que son incapaces de apreciar dichos fines en el sentido en que la secta los persigue.La Masonería, dice Pike, guarda celosamente sus secretos y con toda intención conduce por sendas descarriadas a intérpretes desorientados. Parte de los símbolos son exhibidos al iniciarlos, pero intencionalmente se le desvía de su recta apreciación, por medio de falsas interpretaciones. Los iniciados son pocos, aun cuando a muchos se dirijan las palabras rituales: ‘‘". ("American Enciclopedia).
"Los medios principales para obtener el objetivo de la Masonería son los siguientes:
-
1. Destruir radicalmente, a base de una persecución descarada, a la Iglesia o aniquilar, por un fraudulento e hipócrita sistema de separación entre ella y el Estado, toda la influencia social de la Religión, llamada insidiosamente clericalismo, y hasta donde sea posible, destruir la misma Iglesia y toda religión que sea algo más que un culto vago de la patria y de la humanidad;
-
2. Laicizar o secularizar por un sistema igualmente hipócrita y fraudulento de neutralidad religiosa, toda la vida pública y privada, sobre todo la instrucción y la educación popular. Es de notar que la neutralidad, conforme se la entiende en la circular citada al Gran Oriente de Francia, no es más que un sectarismo anticristiano, anticatólico, ateísta, positivista y agnóstico disfrazado de neutralidad.
-
3. La libertad de pensamiento en los niños debe ser desarrollada sistemáticamente en las escuelas infantiles, protegiéndola en todo lo posible contra la influencia contraria, no sólo de la Iglesia y de los sacerdotes, sino también de los mismos padres de familia, y eso aun por medios compulsorios, morales y físicos, si fuere preciso. El gran Oriente considera esto como indispensable e infalible, para llegar al establecimiento de la república universal y de la tan deseada paz del mundo". (Chaîne d’Union, 1889, 134, 202 ss. Compte Rendu du Congrès International Maçonnique de París, 16-17 Julio 1889. "Revista Masónica" , 1888 y 1910).
6. - LA IGLESIA CONDENA A LA MASONERÍA:
Desde los inicios
de la Masonería moderna (1717) hasta nuestros tiempos, la Iglesia ha
condenado en más de 200 documentos este movimiento. En todos ellos se
condena la Masonería como contraria a la justicia y a la moral
natural, así como supone una esclavitud, una inmoralidad, una traición
y una apostasía.
No interesando nombrar por razones
de espacio los más de 200 documentos emanados de la Santa Sede en los
cuales la Iglesia ha prohibido, reprobado y condenado la Masonería,
nombramos algunos por su importancia:
A.- Documentos:
"IN EMINENTI" del Papa Clemente XII, 28 de abril de 1738.
"PROVIDAS" del Papa Benedicto XIV, 18 de mayo de 1751.
"ECCLESIAM" del Papa Pío VII, 13 de septiembre de 1821.
"QUO GRAVIORA" del Papa León XII, 13 de marzo de 1825.
"APOSTOLICAE SEDIS" del Papa Pío IX, 12 de octubre de 1869.
...Y OTROS
B.- Encíclicas:
"TRADITI" del Papa Pío VIII, 21 de mayo de 1829.
"MIRARI VOS" del Papa Gregorio XVI, 15 de agosto de 1832.
"QUI PLURIBUS" del Papa Pío IX, 9 de noviembre de 1846.
"QUANTA CURA" del Papa Pío IX, 8 de diciembre de 1864.
"ETSI MULTA" del Papa Pío IX, 21 de noviembre de 1873.
"DIUTURNUM ILLUD", del Papa León XIII, 1881
"ETSI NOS" del Papa León XIII, 15 de febrero de 1882.
"HUMANUM GENUS" del Papa León XIII, 20 de abril de 1884.
"AB APOSTOLICI" del Papa León XIII, 15 de octubre de 1890.
"PRAECLARA GRATULATIONIS" del Papa León XIII, 18 de marzo de 1902.
...Y OTRAS
En todos estos doscientos documentos
se hace un estudio serio de la Masonería, de los fines que persigue,
de los medios que emplea, de sus objetivos, y de la postura de
cualquier católico ante este movimiento. Vamos a profundizar en alguno
de ellos extractando partes de ellos.
El Papa Clemente XII, 21 años
después de la aparición de la Gran Logia de Inglaterra indica
cuidadosamente las razones por las que las asociaciones masónicas
deben ser condenadas desde el punto de vista de la moral, la política y
la sociología cristianas y católicas, a saber:
1. "El carácter peculiar aconfesional (anticristiano y anticatólico) y naturalísticode
la secta, per medio del cual teórica y prácticamente mina la fe
cristiana en sus adeptos (los de la Masonería) y por medio de ellos,
en el resto de la sociedad, produciendo la indiferencia religiosa y el
desprecia de la ortodoxia y de la autoridad eclesiástica;
2. El inescrutable secreto y el disfraz insidioso e inmutable de la asociación masónica y de su obra, por medio de la cual los
hombres de su calaña irrumpen como ladrones en casa y como raposas
tratan de arrancar de raíz el viñedo, pervirtiendo los corazones de los
hombres sencillos y arruinando su felicidad espiritual y material;
3. Los Juramentos
de fidelidad a la Masonería y a la obra masónica, que no pueden ser
justificados en su finalidad, en su objeto, ni en su forma; ni pueden
por tanto inducir obligación alguna moral. Dichos juramentos son
condenables porque la finalidad y el objeto de la Masonería son malos y condenables, y el candidato, en la mayoría de los casos, ignora la importancia y extensión de las obligaciones que asume, y el dicho juramento resulta un abuso, por lo inmoral, absolutamente reprensible...
Además, los únicos objetos esenciales del secreto de la secta acerca de los cuales versan los juramentos, no
son otra cosa que las conspiraciones políticas o antirreligiosas que
consta han sido fraguadas en el seno de las logias especialmente en
los países latinos. Tales secretos,... ; hacen el juramento todavía más inmoral y por lo mismo nulo e irrito; de donde se sigue que los juramentos masónicos son no solamente sacrílegos, sino abusivos y contrarios al orden público, que
necesita del juramento solemne y de la obligación sagrada que impone,
como medios para sostener la veracidad, por lo que es inmoral y
antisocial el envilecerlos y caricaturizarlos.
4. El peligro que tales asociaciones envuelven para la seguridad y tranquilidad del Estado y para la salud espiritual de las almas; de donde se sigue una oposición entre dichas sociedades y el derecho eclesiástico y civil".
Así por ello, Clemente XII, en esta Constitución apostólica expresa con toda rotundidad: "Hemos
resuelto y decretado condenar y prohibir ciertas sociedades,
asambleas, reuniones, convenciones, juntas o sesiones secretas,
llamadas Francmasónicas o conocidas bajo alguna otra denominación. Las
condenamos y las prohibimos por medio de esta Constitución, la cual
será considerada válida para siempre. ‘Recomendamos a los fieles
abstenerse de relacionarse con dichas sociedades... para evitar la
excomunión, que será la sanción impuesta a todos aquellos que
contravinieren ésta Nuestra orden".(Constitución Apostólica "In Eminenti" de Su Santidad el Papa Clemente XII, 28-abril-1738).
Trece años después, el Papa Benedicto XIV, en su documento "Providas",
reafirma la censura de la Masonería y de otras sociedades secretas
hecha por su antecesor, esta censura era pena de Excomunión Latae
sententiae reservada de especialísimo modo al Papa.
El Papa León XII en su Bula "Quo Graviora"
recuerda los anatemas pronunciados contra la francmasonería, desde
Clemente XII, declara a esta institución enemiga abierta de la Iglesia
Católica, diciendo:
"Poneos en guardia contra las
seducciones y los discursos lisonjeros que se emplean para haceros
entrar en estas sociedades. Convenceos que nadie puede enrolarse en
ellas sin cometer un pecado gravísimo"...."Aunque no hay costumbre de
exhibir lo que existe mas digno de censura a la vista de los que no
han llegado a los grados eminentes, está, sin embargo, manifiesto que
la fuerza de estas sociedades, tan peligrosas para la Religión, se
aumenta con el número de los que ingresan".(Bula Quo Graviora, del Papa León XII, 13-marzo-1825).
Su Santidad Pío IX, en una alocución
del 25 de septiembre de 1865, hizo diversas advertencias sobre la
Masonería, y entre otras cosas dijo:
"Desgraciadamente, estas
advertencias no han tenido el éxito deseado, y Nos hemos mirado como
un deber condenar nuevamente esta sociedad, en atención a que, por
ignorancia, podría quizás surgir la falsa opinión de que ella es
inofensiva, que solo tiene por fin la beneficencia y que, por
consecuencia, no podría ser un peligro para la Iglesia de Dios"..."Nos
condenamos esta sociedad masónica -y las demás sociedades del mismo
género que, bajo diferente forma, tienden al mismo fin- con las mismas
penas señaladas en las Constituciones de Nuestros predecesores; y
esto afecta a todos los cristianos de cualquier condición, rango o
dignidad y por toda la tierra".
El Papa León XIII en su Encíclica "Dieturum illud", denunció
especialmente la creciente audacia de las sectas y definió de nuevo
la postura condenatoria de la Iglesia frente a la Masonería. La
justificación doctrinal de esta postura la hace el mismo León XIII en
1884 con su Encíclica "Humanum Genus". El núcleo central de
este documento está constituido por un análisis de la Masonería
considerada en sí misma y por un juicio crítico condenatorio de esta.
Su Santidad el Papa León XIII no hace distinciones: no existe una
Masonería buena y otra mala; toda secta que profese los principios
masónicos y acepte total o parcialmente sus prácticas entra dentro de
la condenación pontificia.
El juicio fundamental sobre la masonería está incluido en la afirmación de que "la masonería es contraria a la justicia y a la moral natural".
La base para justificar este juicio condenatorio reside en las
conexiones totales que unen a la Masonería con los principios del
Naturalismo. La Masonería es la proyección social y política del
Naturalismo filosófico.
Pero ¿Cuáles son estos principios
naturalistas que acepta la Masonería? En primer lugar, el dogma de la
soberanía absoluta de la razón y de sus consecuencias: negación de la
Verdad Revelada e indiferentismo religioso. Este es sin duda un error
teológico de la Masonería. Pero el Papa León XIII no solo considera
esto, sino que además en esa misma Encíclica "Humanum Genus" muestra otra serie de errores masónicos. Por la importancia de esta Encíclica les recomendamos su cuidadosa lectura
Otra de las Encíclicas de León XIII, la "Praeclara gratulationis"
en uno de sus capítulos entra a considerar el peligro masónico, y en
ese documento el Papa califica a la Masonería como una de las
asechanzas a la Fe Católica. En este mismo documento el Papa atribuye a
la Masonería la ambición de lograr el control político de todos y cada
uno de los Estados. Por eso el Papa e esa Encíclica advierte:
"Otro peligro grave para la
Unidad, es la Masonería, potencia temible que oprime desde hace ya
tiempo a las naciones, y sobre todo a las naciones católicas.
Orgullosa hasta la insolencia por su fuerza, sus recursos y sus
éxitos, pone por obra todo lo que es menester, favoreciendo las
turbulencias que agitan nuestra época para consolidar y extender por
todas partes su dominación. Desde las ocultas tinieblas en que
conspiraba, irrumpe hoy en los Estados, mostrándose a la luz del día;
y, como lanzando un desafío a Dios, ha establecido su sede en la misma
urbe, capital del mundo católico. Pero la mayor desgracia de todas es
que, dondequiera que la masonería pone su pie, se infiltra en
todas las clases sociales y penetra en todas las instituciones del
Estado para llegar, si fuera posible, a constituirse árbitro soberano
de todas las cosas. La mayor desgracia, decimos,
porque tanto la perversidad de sus principios como la iniquidad de sus
propósitos son cosas evidentes. Con el pretexto de reivindicar los
derechos del hombre y reformar los sacramentos, todas las realidades
augustas, como simples supersticiones; se esfuerza por descristianizar
el matrimonio, la familia, la educación de la juventud, todo el
conjunto de la vida pública y de la privada, así como también por
hacer desaparecer en el alma del pueblo todo respeto a la autoridad
divina y a la autoridad humana. El culto que la masonería prescribe es el culto de la naturaleza humana;
y son también los principios de la naturaleza humana los que propone
como única medida y única norma de la verdad, la bondad y la justicia.
De esta manera, como es evidente, se incita al hombre a tener una
moral y una conducta casi paganas, si no es que el crecimiento y el
refinamiento de las seducciones lo hacen descender más abajo todavía.
Aunque en esta materia Nos hemos
hecho ya en otras ocasiones advertencias muy serias, nuestra
vigilancia apostólica nos obliga a insistir en este punto y a decir y
repetir una y otra vez que, frente a un peligro tan acuciante, toda
medida defensiva será siempre insuficiente. ¡Ojalá la clemencia divina
burle los propósitos de la masonería! Pero es necesario que el pueblo
Cristiano comprenda que hay que sacudir de una vez para siempre el
yugo infamante de la masonería, y que deben poner una mayor energía en
esta labor todos aquellos que son más duramente oprimidos por este
yugo. Nos ya hemos dicho cuáles son las armas que hay que emplear y
cuál es la táctica que hay que seguir en este combate; la victoria no
es dudosa con un jefe como Aquel que pudo decir un día: Yo he vencido al mundo (Jn. 16,23)." (Encíclica "Praeclara Gratulationis" de Su Santidad el Papa León XIII, 18-marzo-1902).
Muy dura también es la condena de la
Masonería, que realiza el Papa Benedicto XV en el Derecho Canónico de
1917, en donde se dice:
"Los que dan su nombre a la
secta masónica o a otras asociaciones del mismo género que maquinan
contra la Iglesia o contra las potestades civiles legítimas, incurren
‘ipso facto’ en excomunión simplemente reservada a la Sede
Apostólica." (Derecho canónico de 1917, canon 2.335).
"& 1. A los clérigos que han
cometido el delito de que se trata en los cánones 2334 y 2335, debe
castigárseles, además de con las penas establecidas en los citados
cánones, con la suspensión o privación del mismo beneficio, oficio,
dignidad, pensión o cargo que puedan tener ven la Iglesia.
& 2. Los clérigos y los
religiosos que den su nombre a la secta masónica o a otras
asociaciones semejantes, deben además ser denunciados a la Sagrada
Congregación del Santo Oficio" (Derecho canónico de 1917, canon 2336).
El mismo derecho canónico de 1917
establece en otros cánones las siguientes penas para los masones: la
prohibición de contraer matrimonio y de ser este presidido por el
párroco (canon 1065); deben ser privados de sepultura eclesiástica
(canon 1240); y otras penas más en el código.