PUTIN EN LA ENCRUCIJADA
[Enlace enviado por Hernán Federico Buteler Bonaparte, con el siguiente texto]
“PUTIN EN LA ENCRUCIJADA
JUAN MANUEL DE PRADA
SOLZHENITSYN definió así a Putin: «Tiene un espíritu penetrante y
comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que
destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado». No nos
atreveremos a afirmar que Solzhenitsyn fuera infalible como Dios, pero
desde luego su juicio profético nunca falló; y, tras padecer el infierno
del gulag en sus propias carnes, nos descubrió que Occidente sólo
podría salvarse del nihilismo materialista que la conducía al barranco
mediante una restauración moral y religiosa.
No diremos que Putin
encarne tal restauración; pero es el único gobernante capaz de
promoverla o auspiciarla, pues –como él mismo ha afirmado, en un célebre
discurso– «las naciones euroatlánticas están rechazando actualmente sus
raíces, incluyendo los valores cristiana nos que constituyen el
fundamento de la civilización occidental. Están negando los principios
morales y toda identidad tradicional: nacional, cultural, religiosa e
incluso sexual. Están desarrollando políticas que equiparan las familias
numerosas con las parejas del mismo sexo, la fe en Dios con la fe en
Satanás».
El odio azufroso que el Nuevo Orden Mundial profesa a Putin nos
revela, en fin, que, aunque tal vez no sea ningún santo, es al menos el
katejon (y quienes entiendan este término paulino saben a lo que me
refiero) que impide su hegemonía. Que el NOM y sus órganos de
propaganda, siempre afanados en promover la demogresca con su guirigay
de voces encontradas, se hagan voz unánime para execrar a Putin es la
garantía más evidente de que el presidente ruso merece nuestro crédito.
El NOM odia a Putin porque ha devuelto la dignidad a Rusia, entendiendo
–citamos de nuevo sus palabras– que «sin los valores enraizados en el
cristianismo, sin las normas de moralidad que han tomado forma a lo
largo de dos milenios, los pueblos perderán su dignidad humana». Y,
mediante la intoxicación, el NOM trata de inculcar ese odio en un
Occidente apóstata y nauseabundo, convertido en lamedero de ojetes
oferentes y en pasarela de úteros raspados.
Sólo así se entiende que las masas cretinizadas se traguen las burdas
intoxicaciones que se están lanzando estos días. Rusia no está
bombardeado a la «oposición democrática» de Al Assad, por la sencilla
razón de que en Siria jamás existió tal cosa; semejante fantasía es un
trampantojo urdido por el NOM, que no tuvo empacho en armar, financiar y
entrenar orcos mahometanos. Y, no contento con haber provocado en Siria
una innumerable mortandad de inocentes (siempre con la coartada
grotesca de «expandir la democracia»), el NOM trata ahora de
desprestigiar con intoxicaciones burdas (lanzadas, ¡oh sorpresa!, lo
mismo desde Sión que desde Riad, lo mismo desde Langley que desde las
colonias de la Unión Europea) la campaña rusa en Siria, que al fin
planta batalla a las alimañas terroristas que están decapitando
cristianos y vaciando el país, para fomentar la expansión del islam en
el pudridero europeo.
Lanzando un ataque contra esos orcos mahometanos Putin nos vuelve a
probar que Rusia es la única alternativa posible al Nuevo Orden Mundial;
y el único dique contra la invasión mahometana que le resta a una
Europa inane y apóstata, ahogada en su propio vómito terminal. Si Putin
sale victorioso del envite, esa alternativa restauradora cobrará una
envergadura esperanzadora y temible; por eso el NOM procurará con todas
sus fuerzas el fracaso de lla ofensiva rusa en Siria (hoy mediante
burdas intoxicaciones, mañana quién sabe si dotando a las alimañas
mahometanas de misiles antiaéreos). Es verdad que Putin se halla en una
encrucijada; pero todas las encrucijadas tienen forma de cruz. Quiera
Dios que algún día recordemos Siria como un nuevo Lepanto.
Visto en Red Patriótica Argentina
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