miércoles, 18 de noviembre de 2015

CRISTINA POST BALOTAJE


CRISTINA POST BALOTAJE


Por Javier Cornejo

Desde los más diversos ámbitos, políticos, económicos, sociales,  médicos; se especula con la conducta de la Señora Presidente Fernández.
Se incursiona en variadas conjeturas de alteraciones que mezclan realidad con ficción, conductas de polaridades complejas, en fin, un sin número de “entendidas recetas” para interpretar los actos y dichos de la Primer Mandataria Argentina que repercuten ostensiblemente en todos los ámbitos nacionales, y en muchos casos trascienden nuestras fronteras incursionando en el peligroso mundo en el que estamos inmersos, del que inexcusablemente  formamos parte.
No debemos confundirnos, la Presidente no está enferma.
La Señora Fernández de  Kirchner no es ninguna “alterada”.


Es la mejor farsanta que desempeña a la perfección la escenificación del mensaje impuesto por las mentes emergidas de los centros de altos estudios de Oxford, Cambridge, que le fueran sintetizados y comunicados por la propia Reina Isabel II el 2 de abril de 2009, oportunidad de la reunión de ambas mujeres en el Palacio de Buckingham. Libreto que fuera monitoreado en forma permanente, hasta estos días por los estudiosos de esta “colonia olvidada”.
El gatopardismo puesto en escena  está dirigido a cumplir acabadamente con la construcción  de las bases sobre las que se acelerará nuestro fraccionamiento geográfico y desintegración nacional, llevadas a la práctica  con minuciosa precisión: desmantelación institucional y de toda infraestructura, drogadicción generalizada, delincuencia atroz, destrucción familiar, indigencia y pobreza en progresión geométrica, conflictividad de sexos con la introducción de una alteración conceptual de “género” en el que todo masculino debe ser eliminado, abortos indiscriminados, una tasa de nacimientos contractiva, aniquilamiento demográfico, irascibilidad creciente, abulia que imposibilita toda mentalidad laboral, abdicación soberana territorial y monetaria que desemboca en un endeudamiento perpetuo que se materializará en el inminente “canje de deuda por territorio”.
El despliegue de Cristina Fernández de actos que potenciaron y orientaron la posibilidad de acceder a la Presidencia de Mauricio Macri no es producto de la casualidad.  Es el “cambio” necesario del accionar del que “todo cambie para que todo siga igual”. Es lo que “ella” necesita para ubicarse como la abanderada de la oposición, la Emperatriz del caos en una abyecta copia de su modelo: Nefertitis.  (Ya el 23 de febrero pasado en esta columna me refería a esta reina egipcia que la Presidente tiene por modelo, en un artículo titulado: Vocación de arquitecta en un país en caída libre).
Es preciso que la Señora Fernández investigue un poco más sobre su modelo egipcio, consulte las fuentes sobre el asesinado Faraón Akenaton y los motivos por los que Nefertitis fuera borrada de la historia del Nilo.
Tal estudio le permitirá evaluar sus actos destinados a unificar en pos de sí la violencia que intenta desatar con posterioridad a la asunción de Macri como nuevo presidente de nuestro país. Sería el cumplimiento de la 2da. Parte del libreto británico que debe llevar a cabo de forma magistral, tal como desarrolló la primera parte del mismo en sus períodos de gobierno. 
Las agrupaciones Tupac Amaru, La Cámpora, Vatayón Militante, Dragones, Kolina, Piqueteros de todo el país, usurpadores, cárteles, mapuches originarios for export, etc. todo lo que signifique violencia e intransigencia, tendrá su voz y accionar virulento con el desempeño post electoral que le cabrá a la actual mandataria, en complacencia y participación (consciente o no) del nuevo presidente.

Pronto lo veremos.


AUTODEFINIDA ARQUITECTA


Por Javier Cornejo

Iniciamos el  2015.

El último año  de la  Presidente Cristina Fernández  en un trono  que seguramente  considera vitalicio, quizá emulando a su heroína y modelo la Egipcia Reina Nefertitis. 
   La curiosidad me lleva a traer al presente a don Benjamín Solari Parravicini quien en su variedad psicográfica dedica una serie de ellas a circunstancias que, bien puede sostenerse, tienen una clara referencia a momentos actuales.
Para el caso tomaré la psicografía denominada: “Egiptóloga en argento” del 2 de julio de 1940:
Si bien  en la misma existen un sin número de mensajes simbólicos, destaco sólo los referidos al tema de la presente: nótese el perfil femenino de la imagen central con su destacado “turbante”, la hoz al frente, el “ojo que todo lo ve” enmarcado triangularmente, la base del “plata río”,  (un análisis pormenorizado excede esta columna). 
Es conocida y publicitada la devoción de la Presidente Argentina hacia  determinados faraones egipcios.
En el escritorio presidencial, en las fotos que oportunamente se publicaron, observamos claramente un busto de Nefertitis, incluso se efectuaron fotografías artísticas de la Presidente con la escultura (busto) de la reina egipcia en sus visitas al museo del Cairo. 
En múltiples oportunidades estableció singulares paralelismos, especialmente en agosto de 2012 cuando presentó el Polo Tecnológico en la isla Demarchi,  ocasión en que se autoproclamó como la “re-encarnación de una gran arquitecta egipcia”. O en diciembre de 2011 en el acto de cierre de Argentina Exporta Audiovisuales: “con esta vocación de arquitecta egipcia que tengo, yo digo que en otra vida debo haber sido una gran arquitecta egipcia”. 
¿Esta vocación presidencial será  una mera  casualidad?
¿La presidente conoce y es parte de estos temas?
De todos modos son muy sugestivas sus palabras del 9-01-13  en Mar del Plata al regreso de la fragata Libertad:
 “…es necesario entender que esta lucha que estamos llevando a cabo los argentinos no sólo es algo que importe a nuestro país, depende también en gran medida la suerte de un Nuevo Orden que debe darse en el mundo”.   
¿A qué nuevo Orden Mundial se refiere?
 ¿Será al que considera como destino “sur” de la humanidad una realidad geográfica con principio en la Antártida  apetecible  por todos? ?

¿Estarán por ocurrir cosas que no vislumbramos?

Los tiempos venideros prontamente nos lo dirán.