LA DAMA DE AZUL
El
siguiente vídeo es útil para que el lector se haga cargo de la magnitud
de los hechos de los que fue protagonista la Venerable. También de su
proyección en América del Norte. En su tiempo estos hechos maravillosos
de sus bilocaciones al Nuevo Mundo fueron investigados en España por la
Santa Inquisición. La Venerable sin negarlos dejó abierta una puerta a
que fueran interpretados de manera que no afectará a su profunda
humildad.
Los escritos de Sor María son todavía más maravillosos sobre todo por
su doctrina ascética (la que se da al final de cada capítulo de “La
Mística..” con el epígrafe “Doctrina que me dio la Reina del Cielo). Por
otra parte la proyección de la figura de la Venerable en
acontecimientos políticos y sociales de su tiempo es enorme.
Dejo el vídeo (aunque el comentarista “Santoral ..” nos avisa
justificadamente sobre la poca confiabilidad del autor de “La dama azul
” en el plano católico y religioso) para que conozcamos los hechos
portentosos de esta vida admirable y su encuadramiento en la España del
XVII así como su influencia en siglos posteriores. Pero como es lógico
no respaldamos su ideología y creo que los lectores sabrán distinguir lo
poco confiable del autor de los hechos que narra.
La Dama de Azul
Sor María de Jesús, tenía un gran celo por “salvar almas para el Señor”;
desde su más tierna edad, Dios le concedió tener una visión del alma en
gracia santificante y del alma en pecado mortal que marcó totalmente su
vida, desde ese momento María Coronel Arana ya no sería la misma. A
partir de allí, su espíritu se encumbraría a buscar sólo a satisfacer a
su Amado, a entregarse por entera a Él.
El
Señor le favoreció con fenómenos exteriores, pero todos estos fenómenos
místicos extraordinarios cesaron, para dar paso a una concentración de
lo sobrenatural en su interior, el cual se manifestó con el fenómeno
único de la bilocación que le hacía actuar a distancia de miles de
kilómetros en las tierras americanas de Nuevo México. Era el año 1622.
Sor María tenía sólo 20 años.
La
bilocación que trasladó a Sor María desde su retiro de Ágreda sobre el
Atlántico hasta América fue en su tiempo algo que causó el más grande
estupor, no sólo en España sino en las mismas Indias, donde ha perdurado
hasta nuestros días la fama de la dama azul del Oeste que evangelizara
vasta zonas de Nuevo México.
Los
obstáculos a la acción de los misioneros eran duros. Ante todo la
hostilidad de las tribus indígenas, luego la dificultad de las lenguas
autóctonas- diferentes y extrañas en su estructura-, las grandes
distancias, etc. Es cuando se inician las inexplicables actuaciones de
la legendaria “dama de azul” que prepara a los indios a la recepción del
bautismo.
De estos sucesos dejó ella misma una narración: “Paréceme
que un día, después de haber recibido a nuestro Señor, me mostró Su
Majestad todo el mundo, y conocí la variedad de cosas criadas; cuán
admirable es el Señor en la universidad de la tierra; mostrábame con
mucha claridad la multitud de criaturas y almas que había, y entre ellas
cúan pocas que profesasen lo puro de la fe, y que entrasen por la
puerta del bautismo a ser hijos de la santa Iglesia. Dividíase el
corazón de ver que la copiosa redención no cayese sino sobre tan pocos.
Conocía cumplido lo del Evangelio, que son muchos los llamados y pocos
los escogidos…
Entre
tanta variedad de los que no profesaban y confesaban la fe, me declaró
que la parte de criaturas que tenían mejor disposición para convertirse,
y a que más su misericordia se inclinaba, eran los del Nuevo México y
otros reinos remotos de hacia aquella parte. Él manifestarme el Altísimo
su voluntad en esto, fue mover mi ánimo con nuevos afectos de amor de
Dios y del prójimo, y a clamar de lo íntimo de mi alma por aquellas
almas.”
Desde
el año 1622 al 1625 se hizo presente, como evangelizadora, lo menos
500 veces -dice en las primeras declaraciones- en las provincias de
Quiviras, Jumanas y otras zonas de Nuevo México (actualmente estas zonas
se encuentran ubicadas en los estados de Nuevo México, Texas y Arizona
de los Estados Unidos de Norteamérica) hasta que la fama que iban
adquiriendo tales hechos le aconsejó pedir a Dios que cesaran estos
dones, cosa que consiguió. Los indígenas le llamaban “la dama de azul”,
por el manto celeste de concepcionista que llevaba. Predicó a muchos el
Evangelio y hasta sufrió una especie de martirio. Por entonces ya había
misioneros franciscanos en aquellas regiones. Y sugirió a los indios
que se presentaran a los misioneros para que, una vez evangelizados,
toda la región pudiera recibir el bautismo. Se asombraron los
misioneros de ver tanta gente dispuesta y comenzaron a indagar dónde
podría vivir aquella “dama de azul” que decían los nativos.
El
año 1630 Alonso Benavides vino a España, se dirigió al ministro general
de los Frailes menores, Bernardino de Sena, y le refirió aquella
historia de la evangelización de Nuevo México. Y como ya la conocía
por otras referencias, le envió al convento de la Purísima Concepción de
Ágreda para que comprobase la veracidad de tales revelaciones.
Benavides atestiguó que la “dama de azul” no era otra que María de
Ágreda y así lo consignó en sus memorias.
De estas bilocaciones se hizo un doble proceso de la Inquisición en los años 1631 y 1650.
Sor
María de Jesús de Ágreda no sólo fue misionera ella, sino que fue
sembradora de inquietudes misionales e inspiradora de vocaciones de
grandes y santos misioneros. Conocemos del Beato Fr. Junípero Serra (1713-1784), el gran evangelizador y colonizador de California (EE.UU.),
que llevaba siempre consigo la Mística Ciudad de Dios y que él
continuaría en California, la obra comenzada por Madre Ágreda en Nuevo
México. El Venerable José de Carabantes,
(Fr. José Velázquez Fresnada, 1628-1694, cuya causa de beatificación se
introdujo en 1910), debe su vocación misionera a María de Ágreda, quien
le orientó e inculcó este gran servicio a Dios, al ir éste a
consultarle sobre la voluntad del Señor en su vida; su misión se
desarrollo en Cumaná (Venezuela). Fray Antonio Margil de Jesús, evangelizador de México, Nicaragua, Guatemala y Costa Rica, solía leer cada noche un capítulo de la Mística Ciudad de Dios.
Hoy
en día María de Ágreda continúa inspirando la labor misionera en la
Iglesia Católica. Hace cincuenta años el P. James Flanagan un sacerdote
de la Arquidiócesis de Boston, al leer la traducción en inglés de la
Mística Ciudad de Dios e influenciado por los Evangelios, fundó junto
con el P. John McHugh, la Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad (SOLT)
el 16 de julio de 1958 en la Arquidiócesis de Santa Fe, en Nuevo
México. Desde el principio hubo muchos seguidores, y en la actualidad
esta sociedad apostólica extienden su labor misionera en parte de
América, Europa, Asia y Oceanía.
El
Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Monseñor
Ángelo Amato, durante una visita no oficial al Monasterio de Sor María
de Jesús, hizo hincapié en esta faceta misionera de la Madre Ágreda y
exhortó a los feligreses a ser misioneros en el estado o vocación en el
que cada uno ha sido llamado por Dios.
La Dama de Azul sigue viva en el corazón de los americanos, quienes le profesan una gran devoción, no por lo “extraordinario o sobrenatural” de sus bilocaciones, sino por el amor con que anunció y sigue anunciando el Evangelio, “las maravillas que Dios hace con los hombres”(Sal 106).
El texto está tomado del sitio consagrado a la Venerable y que recomendamos encarecidamente visitar
María de Agreda
María de Agreda