Franco, ejemplo de gobernante católico (José Utrera Molina)
Queremos agradecer públicamente a
D. José Utrera Molina el haber respondido a nuestra solicitud para
escribir estas líneas. Nadie mejor que él, colaborador estrecho del
General Franco, para reflejar el espíritu católico que lo animó y
sostuvo.
Adelante la Fe. Quizás suene a un destiempo
histórico la nominación de un Jefe del Estado con la calificación de
cristiano. Nadie parece tener en cuenta que Europa, vibrante y vibradora
abrazo hace mucho tiempo frente a dogmas la religión católica. Por eso
hoy parece disonante encontrar una titulación que vinculara a un poder
público con la religión católica.
Franco
fue un católico ferviente, nada amanerado, nunca se perdió en ninguna
clase de rutina al uso, mantuvo la dignidad de su imagen vinculada por
esencia y por fe a lo que constituía para él la verdad esencial del
cristianismo.
Su régimen no fue en modo alguno el nacional baluarte de una iglesia
asediada, pero como creyente proyecto su actividad pública en beneficio
de la iglesia. Templos, ciudades, universidades, centros de enseñanza y
todo aquello que era medularmente importante en la vida de España, tuvo
la impronta del catolicismo, que fue siempre quien respaldó todos sus
actos humanos, atento siempre a un fin de misericordia, no a una
voluntad de agresividad, ni a una actitud de hiriente combate.
Nadie en su sano juicio puede negar la inmensa aportación de Franco a
la reconstrucción de una iglesia dañada por el odio. Los signos de
todas las realizaciones del régimen no desecharon nunca la significación
de la cruz en el proyecto de la historia.
Tuve con él por imperativo de las responsabilidades de mi cargo,
conversaciones que han quedado para siempre grabadas en mi alma. Hubo
algunas en las que actuaba más como confesor que como poseedor de
cualquier clase de radical autoritarismo. Franco, sabía siempre
perdonar, nadie debería juzgarle como gobernante frío y desconectado de
los dolores del pueblo. Siempre demostró un interés apasionado por
aquellas personas en situación de deficiencia laboral, por un imperativo
y exigencia de justicia social.
Su obra ha de ser imperecedera, sus frases finales contenidas en su testamento dan asiento de verdad a lo que fue su vida.
José Utrera Molina
Madrid, 22 de noviembre de 2015
José Utrera Molina
Madrid, 22 de noviembre de 2015