FABULAS DEL P.CASTELLANI: EL BIEN QUE NOS HACEN
— Yo los voy a arreglar, bichos de la gran flauta -dijo el Hombre descolgando la escopeta.
— Déjalos, pobrecitos, quién sabe no tengan nido -dijo la Mujer-. Todos los años vienen y la cosecha no falla.
— Comen muchas matitas tiernas de maíz -dijo el Hombre-. ¿Vos sabés lo que sería la cosecha sin esos bichos dañinos?
Desde la casa se veían las gaviotas sobre
el maizal, como un remolino de papelitos blancos. El Hombre se situó
atrás de la parva y comenzó a abatirlos a tiro seguro. Diez días sonaron
los estampidos fragorosos y cayeron los pájaros aleteando. Y después se
fueron las Gaviotas para no volver.
Y sucedió que ese año se perdió la mitad
de la cosecha, porque salió una plaga de gusanos peludos y asquerosos
que comían los choclos hasta el marlo. Y al año siguiente la cosecha se
perdió entera, porque parece que las gaviotas eran las que comían esos
gusanos pestíferos que antes nadie había visto.
— ¡El bien que me hacían las gaviotas y
yo no supe! -dijo el Hombre-. El bien que nos hacen no lo vemos, y el
mal que nos hacen, aunque sea pequeño, enseguida lo notamos.
— Así es el Hombre -dijo una Gaviota.