Relativismo: conversación entre alumna y profesor
Alumna–––Buen día, Juan Carlos. Estuve leyendo y deseo hacerte
esta pregunta, en base a lo visto en clase: ¿Por
qué afirmarla finitud del conocimiento humano no implica adoptar la postura del
relativismo?
RESPUESTA: Primero que nada,
hay que definir qué es el relativismo.
El relativismo
es una postura filosófica que sostiene que no es posible llegar a la verdad
objetiva, absoluta; no es posible arribar a lo que las cosas son en sí; ¿Por
qué? Porque (según esta postura) la mente humana no puede superar ni colocarse
por encima de sí misma e ir al objeto tal como es en sí. Siempre que la mente
vaya al objeto, dice el relativismo, lo hace determinada por el modo de ser del sujeto
observador. Por poner un ejemplo, vos, Magdalena, no podés jamás saber lo que
es la verdad en sí de nada porque siempre vas a estar viendo lo que es
"para vos", "en relación a vos", lo que es "relativo a
vos" pero nunca lo que es en sí mismo, lo que la cosa substancialmente es.
El relativismo
es una vieja postura que ya estaba presente en los sofistas de la Antigüedad; Protágoras
y Gorgias, por ejemplo. Y fue parejamente combatida por los más grandes
filósofos de la Grecia
Clásica: Sócrates,
Platón y Aristóteles. Obvio
que podemos ver esos argumentos en detalle más adelante, si te interesa.
Tras una
apariencia de astucia y de prudencia, el relativismo implica clausurar toda
ética y toda moral. Porque toda moral se fundamenta en el ser: de acuerdo a lo
que las cosas son, según lo que las cosas son, es como yo debo actuar. Pero si no puedo conocer cómo son las cosas,
¿cómo debo actuar? ¿Qué es lo correcto y lo incorrecto si estoy atrapado en una
cárcel donde todo está oscuro y no puedo palpar nada? Asimismo, si no hay una
verdad objetiva y un bien objetivo, ¿qué es la belleza? ¿Existe algo que no sea
bello y algo que lo sea?
Hay una suerte
de triple unidad entre verdad-bien-belleza. Si afirmás la posibilidad de
conocer la verdad, la lógica te lleva a aceptar un bien y una belleza. Pero si
negás que la verdad sea cognoscible, entonces tampoco podés hablar de un obrar
correcto o incorrecto. También se volvería resbaladizo el terreno del arte y de
la belleza.
Si hasta acá se
entiende, avisame y seguimos.
Alumna–Sí, entendí muy bien lo del relativismo. ¡Podemos seguir!
RESPUESTA: Bien, volviendo al
punto: ¿Por qué afirmar la finitud del conocimiento humano no implica adoptarla
postura del relativismo? Porque afirmar el
carácter 'finito' (o limitado) del conocimiento humano no es negar que el hombre alcanza verdades.
El hombre puede alcanzar verdades. Sí, puede. Pero no puede agotar
completamente todas las verdades posibles del universo, no puede comprenderlo
todo. Puede llegar a verdades absolutas pero no puede conocer todo lo que
existe, no puede acabar ni esfumar ni hacer desaparecer el misterio de la
realidad aunque sí puede beber algo de esa fuente... Dice bellamente San
Agustín:
‘Es la Verdad
sin cambio ninguno. La Verdad
es Pan; da sustento a lasalmas, sin menguarse; renueva al que lo come; ella no
sufre transformación’.
Alumna–Muchas gracias. Sólo me queda esta duda; si no es posible
(según el relativismo) alcanzar la verdad absoluta, la verdad absoluta para un
relativista no debería existir. No tiene sentido mantener que existe la verdad
en sí pero que no se puede conocer, dado que cada uno tiene su propia versión
de ella. ¿No?
RESPUESTA: Exacto. No tiene
sentido mantener que la verdad “existe” pero “no se puede conocer”. De hecho
hay algunos que dan un paso más allá y dicen eso mismo. Uno de los sofistas
antiguos, Gorgias de Leontino, decía "la verdad no existe. Si existe, no
se puede conocer. Si se puede conocer, no se puede comunicar".
Existen relativistas
absolutos: "Nada existe". Y existen relativistas moderados:
"Algo existe, existe la verdad, pero no se puede conocer". En la
práctica, relativistas 'absolutos' y 'moderados' acaban en lo mismo.
El tema es que el relativista
moderado tiene una fuerte contradicción, que si te interesa la charlamos. ¡El
otro está en contradicción las 24 hs. del día!
Alumna– Perfecto, entendido. Y una última duda –así ya no
molesto más–; entiendo que se necesite el diálogo para que la verdad humana
progrese, pero “la colaboración”, ¿qué función tiene en todo esto? Es que en la
última parte del texto se habla del “diálogo y colaboración”. Y dice: “sin
diálogo y sin colaboración no podrá crecer ni progresar la verdad humana”. Yo
no logro entender mucho qué tiene que ver la colaboración en esto, ni de qué ni
quién.
RESPUESTA: Por la misma razón
que es fructífero el diálogo entre dos personas, poniendo en común las verdades
que ambos conozcan, es fructífera también la colaboración que se da como
consecuencia del diálogo. Es decir, en la conversación entre dos o más seres
humanos se busca un fin común (la verdad de las cosas), meta a la que no se
puede llegar en soledad.
Se entiende
“colaboración” en sentido amplio: cuando vos tomás un libro de un autor al que
ni siquiera conocés y lo lees, él está colaborando
con tu mente, justamente, para que vos descubras la verdad. Es decir, el
diálogo NO ES un fin en sí mismo sino que es UN MEDIO para llegar a la verdad
de las cosas. El diálogo es en sí mismo una colaboración.
“Diálogo” tiene dentro
el término logos, un
término muy importante en la
Filosofía. No hay diálogo sin logos. Hoy en día, muchos se llenan la
boca de la palabra “diálogo” pero en realidad traicionan ese término, dado que
no se ejercitan en la búsqueda de la verdad (del logos) y por lo tanto su acción
oculta –y no revela– esas verdades.
Espero haberte ayudado.
Saludo atento.