miércoles, 8 de agosto de 2018

¿Quién persigue a la Iglesia Católica por odio y envidia? -

domingo, 5 de agosto de 2018

¿Quién persigue a la Iglesia Católica por odio y envidia? - Padre Hernán Vergara

Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
  
El presente estudio es utilizado únicamente con FINES INFORMATIVOS.

1.- “Los judíos que en vida de Jesucristo resolvieron arrojar de sus sinagogas a cuantos le tuviesen por Mesías (San Juan IX, 22), y que después con tan bárbara fuerza procuraron su muerte, no se enfurecieron menos contra sus discípulos, y contra la extensión de su Iglesia. Hemos visto la crueldad con que mataron a San esteban, y persiguieron desde entonces a la Iglesia naciente.” Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, cap. 1, página 3; año 1806.
2.- “Y hasta en el siglo tercero atropellaban en las mismas sinagogas con azotes y apedreadas a las mujeres cristianas siempre que podían: las maldecían públicamente en sus sinagogas tres veces al día, los rabinos prohibían hablar con los cristianos, y oír sus exhortaciones, había judíos que preferían la muerte a ser curados milagrosamente por los cristianos”. Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, cap. 1, página 4; año 1806.

 
3.- “No contentos los judíos, como dice San Justino (Dial. N. 17. 138), con perseguir ellos mismos a los cristianos, quisieron hacerse reos de las persecuciones que se les suscitaron por todo el mundo, haciéndolos odiosos con las terribles calumnias, que esparcieron por toda la tierra. De común acuerdo enviaron algunos diputados por todo el orbe con el encargo de publicar en todas partes, que se había levantado una nueva secta, llamada de los cristianos, la que abrazaba el ateísmo y destruía todas las leyes. Que su autor era un tal Jesús de Galilea, quien por sus imposturas había sido condenado a morir en la cruz, y que sin embargo sus discípulos, habiendo de noche robado su cuerpo del sepulcro, alucinaban a las gentes diciendo que había resucitado, y se había subido al cielo. Por último, que la doctrina que se publicaba como de Jesús era impía, detestable, sacrílega. Así procuraron conmover a todo el mundo contra los que reconocían a Jesús por su Señor y por Hijo de Dios. Y añade el mismo Santo que todas las calumnias que se han publicado después contra los cristianos, son dimanadas de estas primeras que esparcieron los judíos.” Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, cap. 1, página 4; año 1806.
4.- “Orígenes asegura  (Orig. In Cel. VI n. 27.), que las ficciones que los judíos inventaron desde el principio de la Iglesia, para hacerla odiosa a todo el mundo, se había arrojado de tal manera que no estaba del todo borradas doscientos años después. También Tertuliano atribuye a los judíos las falsedades con que entonces se procuraba desacreditar nuestra fe y nuestra conducta; y dice que ellos son los autores de la mala idea que los paganos tienen de nuestra religión (Tert. In Marc. III c. 23).” Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, cap. 1, página 5; año 1806.
5.- “Los judíos querían figurarse, que persiguiendo de muerte y procurando difamar a los cristianos, hacían un particular obsequio a Dios, y que obraban por puro celo de conservar su ley y sus ceremonias.” Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, cap. 1, página 5; año 1806.
6.- “Las atroces calumnias que los judíos esparcieron contra los cristianos, fueron causa de que desde el principio el pueblo gentil y sus magistrados los tuvieran por reos de toda maldad. Con esta preocupación, y facilidad con que se creen y extienden los rumores de cosas malas, se suponían comunes a todos los cristianos los particulares delitos de que era acusado alguno de ellos, o de que eran convencidos algunos herejes de los que desde entonces infestaron la Iglesia. Así los gentiles llegaron a figurarse que los dioses afligían al imperio romano porque toleraba a los cristianos, y atribuyeron a estos todas las calamidades públicas. Si el Tiber, dice Tertuliano [Apol. C.4 c.2], sube a los muros, si el Nilo no inunda los campos, si no llueve, si hay terremoto, hambre, peste, luego: cristianos a los leones.”. Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, cap. 2, página 49; año 1806.
7.- “Sé tú tribulación, y tu pobreza, más rico eres: y eres blasfemado por aquellos, que dicen que son judíos, y no lo son, más son sinagoga de Satanás. No temas ninguna de estas cosas que has de padecer. He aquí el diablo ha de echar a la cárcel a algunos de vosotros, para que seáis probados.” Apocalipsis II, 9.
8.- “Los discípulos se dividieron por el mundo predicando, como se lo mandó Dios su maestro. Estos padecieron gustosamente muchas persecuciones de los judíos por la fe”. Apología contra los gentiles, página 103, año 1789, de Quinto Septimio Florente Tertuliano, presbítero de Cartago, traducida por el Illmo. Fr. D. Pedro Manero, Obispo de Tarazona, con licencia eclesiástica.
9.- “Los impíos judíos de Jerusalén, viendo los prodigiosos progresos que hacia el Evangelio en tan poco tiempo, enviaron diputados a todas partes donde había gente de su nación para avisarles que había nacido entre ellos una secta nueva, que reconocía a Jesús de Nazaret por el Mesías prometido por los Profetas; que este Jesús era Galileo y un engañador, a quien habían quitado la vida en una cruz; pero que habiendo llegado de noche sus discípulos quitaron su cuerpo del sepulcro donde había sido puesto; que estos engañaban el mundo, diciendo que había resucitado y subido al cielo [Así pinta el Talmud Babilónico y los demás libros de los judíos]...”. Don Juan Joseph Heideck, Defensa de la religión cristiana, año de 1798, tomo IV, página 10.
10.- Las sinagogas son los puntos de donde salen las persecuciones de los cristianos. Tertuliano, Scorpiase y Ad Nationes.
11.- “Las persecuciones contra los cristianos se deben a la instigación de los demonios, que odian la verdad y la virtud.” Segunda apología de San Justino, Patrología, Prof. Johannes Quasten, tomo 1, página 201, Editorial BAC.
12.- La malicia, la ceguedad, y la ignorancia de sus padres había causado que crucificasen al glorioso Redentor del mundo, y derramasen la sangre más preciosa del cordero sin mancha; y estas mismas movieron en varias ocasiones, y mueven todavía, a la perversa y pérfida posteridad de aquellos abominables, sacrílegos e impíos judíos a que matasen a varios de los fieles del Salvador, y derramasen la sangre de los que creen en Jesucristo, creyendo de este modo apagar la llama de la ira que tienen contra el glorioso Fundador del Evangelio que tanto los amaba.” Don Juan Joseph Heideck, Defensa de la religión cristiana, año de 1798, tomo IV, Carta primera, página 176.
13.- “Mientras los apóstoles, siguiendo la voluntad divina, permanecían en Jerusalén, los discípulos de Cristo, ahuyentados por la terrible persecución judía, se esparcieron por varios distritos de Judea y Samaria. Hechos VIII, 1.” Historia de la Iglesia Católica, Llorca, Villoslada, Laboa; Tomo 1, página 72. Editorial BAC.
14.- “Ahora bien, los judíos, después de la ascensión de nuestro Salvador, culminaron su crimen contra él con la concepción de innumerables maquinaciones contra sus apóstoles. El primero fue Esteban, el cual aniquilaron con piedras; luego Jacobo, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, que fue decapitado; y finalmente Jacobo, el que fue escogido en primer lugar para el trono episcopal de Jerusalén, después de la Ascensión de nuestro Salvador, y que murió del modo mencionado. Todos los demás apóstoles fueron amenazados de muerte con innumerables maquinaciones, y fueron expulsados de Judea y se dirigieron a todas las naciones para la enseñanza del mensaje con el poder de Cristo, que les había dicho: Id, y haced discípulos a todas las naciones.”  Eusebio de Cesarea, Historia de la Eclesiástica, L. 3, C.5,2.
15.- “La frecuencia con que se veían cristianos en juicio público, comúnmente acusados solo de su fe, y que, si tal vez se les culpaba de otros delitos, nunca quedaban probados, a pesar del odio de jueces, testigos y pueblo, era para los fieles un argumento muy eficaz para desvanecer las calumnias con que los judíos y gentiles procuraban infamarlos.” Don Félix Amat, Tratado de la Iglesia de Jesucristo o Historia Eclesiástica, tomo III, página 255; año 1806.
16.- San Agustín: “se hallan igualmente escritas en los libros que nos conservan los judíos, enemigos de los cristianos… De suerte, que si los judíos son nuestros enemigos en el corazón, con sus escritos nos favorecen, y siempre nos servirán de testigos irrecusables.” Pbro. De Tricalet, Biblioteca portátil de los padres y doctores de la Iglesia, tomo VII, página 221, año 1791.
17.- El judaísmo desfiguró la imagen histórica de Cristo, diciendo que era hijo de una mujer adúltera, que era un sector y que fundó una secta impía; pero jamás puso en duda el carácter histórico de su existencia. Talmud Bab. Sanedrín, f.43 a. F67, a.
18.- “En estos últimos siglos sus rabinos publicaron varias obras contra la Religión Cristiana: en estas combatían las verdades del Evangelio (la cuales también contienen su Talmud y sus libros antiguos) no por medio de la razón, sino por medio de ficciones y falsedades, inventando hechos del todo nuevos contrarios a sus propios libros antiguos, opuestos a la razón natural, y aun contra la misma Sagrada Escritura del viejo Testamento: de suerte que cada una de estas obras llevan consigo su propia confutación, y desde luego manifiestan el espíritu de la mentira, y de la abominación e impiedad que contienen.” Don Juan Joseph Heideck, Defensa de la religión cristiana, año de 1798, tomo IV, Carta primera, página 181.
19.- “El cristianismo tuvo que defenderse contra dos enemigos exteriores: el judaísmo y el paganismo.” Patrología, Prof. Johannes Quasten, tomo 1, página 251, Editorial BAC.
20.- “Los judíos no cristianos odiarán más y más a los cristianos a quienes tendrán por renegados de su Dios y de su Patria. En todo el imperio las sinagogas serán centros de odio y de persecución.” Historia de la Iglesia Católica, Daniel Olmedo, SJ, Editorial Porrúa.
21.- “Más los judíos tenaces en sus odios y rápidos en sus decisiones, no se dieron por satisfechos. Como habían hecho diversas veces en Jerusalén, soliviantaron a multitud de señoras y caballeros de distinción y organizaron una verdadera persecución contra los predicadores de Cristo, a quienes lograron al fin arrojar fuera de la ciudad.” Historia de la Iglesia Católica, Llorca, Villoslada, Laboa; Tomo 1, página 86. Editorial BAC.
22.- “Pero, sobre todo, hallaban los cristianos oposición decidida en el judaísmo ortodoxo de la Palestina de entonces, oposición que se fundaba en el más profundo odio a los renegados que se había desligado del sábado y seguían predicando como Mesías al que había sido clavado en cruz por los judíos –Historia de la Iglesia, Eusebio, 3, 27, 5-. Según testimonio de Justino –Dial. 133, 6-, no sólo se nutría a conciencia este odio en las sinagogas de Palestina, sino que inspiraba también una fuerte contracción misional; de Palestina enviaban por su parte los judíos ‘hombres escogidos’ que se opusieran a la expresión de la fe cristiana por dondequiera, pero señaladamente sin duda en los centros de gravedad de la diáspora judía. De sectores palestinenses hostiles al cristianismo salió también la denuncia contra el obispo Simeón, que fue acusado ante el procónsul Ático como descendiente de David y cristiano y, después de firme confesión de su fe, fue crucificado el año 107 según la jurisprudencia del edicto de Trajano –Historia de la Iglesia, Eusebio, 3, 32, 3.  Manual de Historia de la Iglesia, Hubert Jedín, editorial Herder, tomo 1, página 312.
23.- “En Damasco los judíos incendiaron dos iglesias, la iglesia de Berito (Bairut) fue destruida.” Manual de Historia de la Iglesia, Hubert Jedín, editorial Herder, tomo 2, página 265
  
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

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