Editorial Nro 15 del miércoles 28 de
noviembre
Acción Centrípeta Sobre los Derechos
Constitucionales
El Artículo 14 de la
Constitución Nacional dice, taxativamente que todos los ciudadanos GOZAMOS
el DERECHO de PUBLICAR LAS IDEAS POR LA PRENSA SIN CENSURA PREVIA.
La denominación PRENSA
surgió a partir del invento que, el alemán Johannes Gensflisch zur Laden,
conocido como Gütenberg, orfebre de profesión e hijo del director de la casa de
la moneda de Estraburgo, implementó en el siglo XV para facilitar la impresión
de billetes y que posteriormente, fuera utilizada por periodistas, escritores,
editores, para imprimir ideas con valor de archivo y, por esto, jurídico.
Vale decir que, la
prensa, como representatividad periodísta, hoy no existe con la objetividad de
hace 50 años, puesto que, el desuso del elemento utilizable para la impresión,
fue holgadamente superado por los inventos y tecnologías modernas.
Las publicaciones que
hoy podemos hacer todos los ciudadanos por internet o la misma telefonía
celular, está más allá del virtual concepto de la impresión gráfica de las
ideas de todos los ciudadanos e indudablemente no está controlada por el grupo
Clarín, aunque si es un anhelo insaciable de este gobierno.
Simplificando hasta aquí
la verdadera intención no manifiesta, se trata de CENSURAR LAS IDEAS QUE
PODRÍAN TENER ALGUNOS CIUDADANOS pero accionando cohercitiva y periféricamente
sobre los propietarios de medios que no se alinien objetivamente al mandato gubernamental.
Es decir, han comenzado
la censura en la periferia social, la prensa, para comenzar con la destrucción
de cualquier tipo de oposición que organice o instruya al ciudadano con ideas
no afines o antagónicas. Todos debemos pensar igual. No hay diversidad de ideas
salvo la que un grupo digita. Igualdad sin diversidad.
En 1936, España vivió
una cruenta guerra civil de la que poco sabemos. Dentro del pandemonio que
significa la lucha entre hermanos de un mismo origen, hubo un lugar, un bastión
que se mantuvo incólume al acedio y resistió el embate de las fuerzas no
oficialistas que deseaban conquistar Madrid, la capital de la Nación. Un
pequeño pero decidido grupo de soldados ofreció su pecho y su sangre soportando
el embate de los atacantes, que tenían armas provistas por el enemigo de la
Patria pero no poseían la voluntad de combate que SIEMPRE tenemos los soldados.
La resistencia de El
Alcazar, permitió la llegada de los refuerzos legales y con esto la reconquista
y restauración de la Nación española.
Estos estúpidos imberbes
que operan desde las sombras induciendo acciones periféricas para destruir el
cuerpo social de la Nación Argentina, tiene su Alcazar, y los refuerzos que
llegaran en ayuda son los que veremos en las calles el próximo 6 de diciembre.
El centro de la
conquista ha sido y es el corazón argentino, que comenzó a palpitar el 9 de
julio de 1816 en Tucumán y fuera refrendado en el Congreso de la Nación el 9 de
julio de 1949 por el presidente más votado por el pueblo.
El 6D mostremos al mundo que, todos unidos triunfaremos, que estamos
unidos y organizados, no como facción de este gobierno, sino como voluntad
espiritual en Jesus y María Santísima, porque de ella es el manto con forma de
bandera.