El plan que medita Cristina para el 7D
La
estrategia a seguir el día después que vence la cautelar de Clarín se
maneja en el gobierno con el máximo hermetismo y bajo la supervisión
directa de la Presidenta. LPO pudo reconstruir a través de tres fuentes
con acceso a la discusión las líneas centrales que se discuten por estas
horas.
Cristina
Kichner ya tiene delineados los principales cursos de acción que podría
tomar su gobierno a partir del 7 de diciembre, para obligar al Grupo
Clarín de los activos que excedan lo que indica el artículo 161 de la
ley de medios, suspendido por una medida cautelar hasta esa fecha.
La Corte Suprema volvió ayer a negarse a ampliar ese plazo que le había concedido al principal grupo de medios del país, girando el tema a la Cámara Civil y reclamándole al juez de primera instancia que resuelva la cuestión de fondo.
La Corte Suprema volvió ayer a negarse a ampliar ese plazo que le había concedido al principal grupo de medios del país, girando el tema a la Cámara Civil y reclamándole al juez de primera instancia que resuelva la cuestión de fondo.
Esta situación plantea interrogantes jurídicos sobre la viabilidad del 7D. Mientras el Gobierno cree que el límite de la cautelar sigue vigente y celebra el fallo de la Corte, Clarín considera que esa fecha se diluyó con el pronunciamiento y sostiene que nada cambiará hasta que no se pronuncie el juez Civil y Comercial Horacio Alfonso.
Según tres fuentes del Gobierno, con acceso a estos temas pero que no tienen la decisión final consultadas por LPO, la presidenta ya tiene delineado el plan para accionar contra Clarín: licitar una buena parte de los sistemas de cable que controla en todo el país.
La ley permite que una empresa tenga 24 licencias de televisión por cable y 10 abiertas. Y el titular del Afsca, Martín Sabbatella, quien el martes pasó la tarde en el despacho de Cristina Kirchner, repite que vencido el 7D, llamará a la licitación de aquellas frecuencias que no se adapten a la norma.
La estrategia excluye de plano un desembarco del secretario de Seguridad, Sergio Berni, con la gendarmería en Cablevisión, como se especuló desde el primer momento en que el Afsca informó que actuaría de oficio.
La escena remitiría a la quita de concesión del canal venezolano Radio Caracas Televisión (RCTV), que marcó a fuego la pésima relación de Hugo Chávez con los medios no afines y grabó en la retina de la opinion pública mundial una escena más propia de gobiernos autoritarios que democráticos.
Tampoco sería la idea del Gobierno avanzar inicialmente contra TN, la señal de noticias líder del Grupo Clarín, que esta semana se renovó y envió a sus cronistas a recorrer al país, casi como un desafío al 7D.
Es importante precisar que se trata de cursos de acción que pudo
reconstruir LPO, pero que todavía no han recibido una aprobación final
por parte de la Presidenta. De manera que si bien por ahora todo indica
que este es el camino que seguirá el Gobierno, podría haber cambios
importantes de última hora.
¿Demasiado grande para caer?
La estrategia que analiza Cristina sería avanzar sobre licencias del interior de Cablevisión, preferiblemente en provincias gobernadas por el kirchnerismo, donde la justicia local esté consustanciada con el poder local.
Se trata de un movimiento de pinzas, de la periferia al centro, que busca ir apagando la extension nacional del grupo para reducirlo al area metropolitana. Por cierto, no se trata de una estrategia novedosa. Ya en el siglo XIX los ingleses acuñaron un dicho para sintetizar la mejor manera de enfrentar un rival demasiado grande: “Para comer un elefante hay que ir bocado por bocado”.
Por eso, en el gobierno analizan por estas horas que el día después del 7D hay que empezar a mostrar cambios reales en la composición del grupo, aunque sean menores. “Lo que no nos puede pasar es quedar otra vez eternamente enredados en peleas judiciales”, advierten.
De allí que se busque avanzar en aquellas localidades donde el kirchnerismo concentre mayor poder politico y judicial.
La estrategia que analiza Cristina sería avanzar sobre licencias del interior de Cablevisión, preferiblemente en provincias gobernadas por el kirchnerismo, donde la justicia local esté consustanciada con el poder local.
Se trata de un movimiento de pinzas, de la periferia al centro, que busca ir apagando la extension nacional del grupo para reducirlo al area metropolitana. Por cierto, no se trata de una estrategia novedosa. Ya en el siglo XIX los ingleses acuñaron un dicho para sintetizar la mejor manera de enfrentar un rival demasiado grande: “Para comer un elefante hay que ir bocado por bocado”.
Por eso, en el gobierno analizan por estas horas que el día después del 7D hay que empezar a mostrar cambios reales en la composición del grupo, aunque sean menores. “Lo que no nos puede pasar es quedar otra vez eternamente enredados en peleas judiciales”, advierten.
De allí que se busque avanzar en aquellas localidades donde el kirchnerismo concentre mayor poder politico y judicial.