lunes, 26 de noviembre de 2012

PELEADA CON EL MUNDO





No es un secreto para nadie las tensiones y angustias que sufre Cristina Fernández y que en la actualidad se evidencian con toda su crudeza. Ya antes de asumir su primer mandato, en sus discursos, mencionaba que le iba ser muy difícil ejercer la responsabilidad de la gestión presidencial en función del hecho de ser mujer. Lo repitió en varios de sus discursos. Seguramente era un acto fallido de su subconsciente, porque no se sentía en capacidad para ejercer esas altas funciones. Conocía sus grandes limitaciones en su capacidad de gestión, pero no lo podía mencionar abiertamente, porque contradecía el maquiavélico plan de alternancia indefinida del matrimonio Kirchner en el Poder, que había pergeñado su marido. El primer mandato de Cristina, mal que mal se llevó a cabo con múltiples problemas e inconvenientes, que fueron esquivados o solucionados por el apoyo de su difunto marido. No obstante, los graves problemas que Néstor Kirchner había postergado para el futuro, comenzaron a aparecer en el escenario político. Muchos analistas habían pronosticado que en la gestión del ex presidente, los problemas más graves los posponía para más adelante. Era como armar bombas con detonador de retardo, que explotarían en el futuro. No imaginaba que ese futuro iba a llegar tan tempranamente. De pronto, Cristina Fernández se encontró sin el apoyo y sostén, por el sorpresivo y repentino fallecimiento de su marido y las bombas armadas durante la gestión de este, iban a comenzar a explotar. A esta situación francamente difícil y negativa, hay que sumarle su compleja y conflictiva personalidad y sus patologías psíquicas que arrojan como resultante una total incompetencia e incapacidad de la mandataria, que la imposibilitan en el cumplimiento de sus responsabilidades presidenciales. Hasta hace pocos meses atrás, su autismo, soledad y autoritarismo hicieron que estuviese afrentada con muchos sectores de la actividad de nuestro país. Hoy día, está enfrentada prácticamente con todos los sectores del país, con muchos organismos internacionales y con muchos países, entre ellos algunos limítrofes, Paraguay y Uruguay por ejemplo, y otros como España e Italia tradicionales e históricos amigos de la Argentina. Ha perdido torpemente, pero muy torpemente, el apoyo de la clase media y de las organizaciones sindicales. Son estos dos sectores que fueron los que le dieron el triunfo electoral, un poco menos de un año atrás. Estos dos sectores constituían los cimientos del kirchnerismo. No caben dudas que la mandataria está profundamente alterada y desequilibrada. Cada vez más aislada y solitaria rodeada de funcionarios inútiles o improvisados y con aplaudidores rentados o interesados, y vive en una burbuja cada vez más alejada de la realidad. El generalizado reclamo de aspectos básicos de la convivencia social del 8N y el pedido del cumplimiento de la Constitución Nacional fue prácticamente ignorado por la presidente. Pero doce días después una nueva protesta social, esta vez una masiva movilización en todo el país de los trabajadores, sacó a Cristina de su silencio. Pero la reacción de la presidente fue casi más negativa que su silencio en su reclusión en su burbuja de la fantasía. Enojada, en un febril, ofuscado y largo discurso, desencajada y muy nerviosa, contestó a los trabajadores. En el mismo, siempre fuertemente ideologizada y también siempre con la mención del maligno y perverso fantasma (siempre presente) dijo entre otras barbaridades: “…A mí no me corre nadie y muchos menos con amenazas, patoteadas o matones..”, “…no se puede someter a la extorsión, no se puede someter a la amenaza o lo que es peor aún…”, “...tomemos conciencia cabal de este mundo que se derrumba…” ¿¿??. ¿Se dará cuenta la presidente que está despreciando, agraviando, prácticamente insultando, a todos aquellos que participaron en la movilización? ¿Cuál es el mundo que se derrumba? ¿Es el mundo o es la Argentina? Las contradicciones en los discursos de la mandataria son tan groseras y evidentes, que si no fuera tan patético, causarían verdadera hilaridad. En uno de sus tantos discursos recientes expresó que nos “… pidió a los ricos más amor y no tanto odio…”. Justamente ella que odia a todo el mundo. En otro dijo “…que había que dialogar más y ser más tolerante…”. Justamente ella que en su autismo y soberbia no dialoga con nadie. Y así la sucesión y graves disparates y errores se suceden a diario. El episodio de la fragata “Libertad” es absolutamente imperdonable. Según algunos trascendidos, el gobierno sabía que el buque iba a ser retenido por la acción de los fondos buitres antes de entrar en el puerto de Ghana. El tema de estos fondos, con la reciente la resolución del Juez Griesa origina otro tremendo papelón internacional y un enorme perjuicio económico al país. Esto último por su adicción enfermiza a hablar sin pensar. Y hoy se conoció que nuestro país es el peor de la región en inflación y desarrollo. Quien puede tener dudas que es el resultado más palpable del pomposamente llamado “modelo” por la mandataria. Ya hasta los mismos aplaudidores y bufones de la reina se están sintiendo incómodos en su papel de genuflexos rentados. Todo indica que el oficialismo está en la recta final. La presidente debería pensar, que llegado ese momento que nadie quiere, pero que parece inexorable, no habrá helicóptero para salir de la Casa de Gobierno. Los helicópteros de las FF.AA están desguazados o radiados por falta de repuestos, presupuesto y adiestramiento de los pilotos, los de las Fuerzas de Seguridad y Policiales, precisamente ese día, seguramente estarán fuera de servicio, descompuestos o en mantenimiento y el hijo de Yabrán no tendrá ninguno para alquilar. El panorama es terriblemente negro para el país a causa de Cristina. Pero también es negro para ella ya que, a su debido tiempo, tendrá que rendir cuentas de sus torpezas y desgobierno. 25-11-12 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL alfredo@weinstabl.com.ar