jueves, 13 de noviembre de 2014

Acerca del discurso de Francisco en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares

PEQUEÑO APUNTE DEL DÍA (de pluma ajena)

12 de noviembre de 2014
EncuentroMundialdeMovimientosPopularesenelVaticano
CORRESPONDENCIA CATAPÚLTICA
Acerca del discurso de Francisco en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, comentado en el “Pequeño apunte” del pasado jueves 6 “FRANCISCO PROMUEVE LA SUBVERSIÓN A ESCALA MUNDIAL” escribe un lector amigo:
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Estimado Artillero:
Hace unos días el Papa recibió con la Academia de Ciencias Sociales y el Consejo Pontificio de Justicia y Paz, a representantes de “Movimientos Populares” muchos de ellos con orientación comunista y socialista.
Lejos de marcar el balance de estos sistemas intrínsecamente perversos, que dejaron en el siglo pasado un resultado atroz de 100 millones de muertos y la violación de los derechos humanos en la forma más brutal, el Papa manifestó su aliento al cambio del sistema económico que provoca el grave problema social de la “desigualdad y la exclusión”, mediante la lucha y la movilización.
¿Los científicos de la Academia de Ciencias le habrán explicado al Papa que muchas de sus afirmaciones son contradictorias con la realidad de la economía globalizada que vivimos hoy?
Por ejemplo la huída del mundo rural a las ciudades es un fenómeno cada vez más acentuado, por la mejora en la calidad de vida que implica. Los campesinos pobres van a las ciudades buscando educación, salud, seguridad, transporte e infraestructura que no disponen en las zonas rurales. Aún las condiciones espantosas de las villas miserias que permiten un acceso sencillo a estos servicios, son preferidos por los pobres.
La incidencia del costo de la tierra en las zonas céntricas más los problemas de transporte y la inflación, son las limitantes que impiden la oportunidad de un techo, en valores accesibles a los pobres. Ninguna de las tres cuestiones resulta del sistema económico sino de la ausencia de una acción inteligente del Estado.
Con respecto al trabajo en negro, basta conversar con una pequeña empresa para entender las razones de esta situación inhumana. Los riesgos laborales, los impuestos y cargas sociales hacen inviables la operación de muchas actividades cumpliendo lo establecido por el Estado. En todo el mundo los problemas laborales se intentan resolver, no a través de la lucha como propugna el Papa, sino por la capacitación de las personas y su mayor capital humano y por la mejora de las condiciones para el funcionamiento de las empresas. Los “derechos sagrados” de tierra, techo y trabajo requieren una economía que produzca para resolverlos. No es sólo un problema de distribución sino de producción.
En el tema del trabajo la capacitación es básica y fundamental. La exaltación de los “valores villeros” parece contradictoria con esto. La villa es por definición un espacio intrusado, está fuera de la ley. Parece contradictorio vivir fuera de la ley y criticar el trabajo en negro.
Otro tema importante es el hambre. Esta situación se sufre en casos limitados y por problemas de organización, y fundamentalmente de destrucción familiar, porque las víctimas son niños pequeños en situación de abandono. El sistema económico no tiene nada que ver con esto. Más aún, la producción de alimentos permite alimentar holgadamente a la población mundial. Hoy el mayor problema generalizado es el de la obesidad. En nuestro país alcanza al 35% de la población básicamente de gente de bajos ingresos, incluidos los villeros.
Otro capítulo delicado es el del cuidado del ambiente. Se hacen varias afirmaciones no demostradas y cuestionables, donde el Santo Padre tiene muy poco para decir. En temas ambientales, la distancia entre la chatarra científica y lo verdadero es muy fina. Además la ideología ecologista quiere responsabilizar al hombre del daño ambiental y justificar con ello el control de los nacimientos, el aborto y la eutanasia.
Sería muy deseable que la Academia de Ciencias Pontificia pueda aclararle al Pontífice, algunos de los gruesos errores expuestos.
La sensación que deja la lectura del documento es el regreso a los 60 y los planteos de la teología de la liberación. Habría que informarle al Papa que el muro de Berlín se cayó en 1989 y que Cuba y Venezuela son los modelos alternativos que se ofrecen en Latinoamérica, duramente criticados por sus respectivas Conferencias Episcopales.
En algún sentido este regreso a los 60 hace recordar a Herbert Marcuse, que unía su desprecio por el sistema económico de mercado a la exaltación de la promiscuidad sexual, en particular la sodomía, como herramienta revolucionaria”.
¿Pedirá Francisco la opinión de gente competente antes de hablar sobre estos temas?
Atentamente,
Academicus Australis
Notas catapúlticas
1) Dudo de que Francisco se rodee de gente competente. El siempre preferirá a personajes lamentables como el vulgarísimo “Tucho” Fernández, rector -nada magnífico por cierto- de la ex Universidad Católica Argentina.
2) Sobre el Encuentro ver también “COMUNISMO, POPULISMO Y POBREZA” en http://www.tradicionyaccion.org.pe/spip.php?article313