Afrenta a la Misa y al cardenal Burke
Le prohíben celebrar en Viena
¿Esta es la paz a la que se refirió Benedicto?
Benedicto XVI, a causa de su edad avanzada o porque quiso hablar
irónicamente, o por vaya a saber qué razones, escribió hace poco algo
que no es totalmente cierto:
Soy muy feliz porque el Usus antiquus vive ahora en plena paz en la Iglesia, incluso entre los jóvenes, apoyado y celebrado por grandes cardenales.
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Pues a uno de esos grandes cardenales, el todavía Prefecto del Supremo
Tribunal de la Signatura Apostólica, Raymond Leo Burke, se le acaba de
prohibir la celebración de la Misa Tradicional.
En efecto, se había anunciado
que el cardenal la celebraría, el próximo 5 de Noviembre, en la
parroquia San Leopoldo de Viena; parroquia que depende, como varias más,
de la importantísima Abadía de Klosterneuburg;
que viene a ser una especie de Escorial vienés, porque además de
guardar las reliquias de San Leopoldo, patrono de Austria, es palacio
imperial.
Pues bien, el abad primado de la misma, Bernhard Backovsky, ha prohibido que la celebración tenga lugar.
Algunos blogs como The Eponymous Flower especulan
conque esta prohibición es una represalia por la actuación del cardenal
en el último Sínodo; lo cual nos parece acertado.
El arzobispo de Viena, cardenal
Schönborn, fue uno de los que apoyó en la pasada Asamblea episcopal el
reconocimiento de los gay (ver Aquí).
Es el mismo ordinario en cuyo museo de
su catedral se expuso sacrílegamente una representación de la Última
Cena (2008), en la cual los apóstoles se entregaban a una orgía
homosexual.
Para
algunos es bien sabido el especial desprecio que los homosacerdotes le
tienen a la Misa Tradicional; porque como dijeron fuentes eclesiásticas,
según publicó alguna vez Michael Voris: "les
evoca y les hace recordar una teología que ellos desprecian,
especialmente la teología moral en lo que respecta a la sexualidad
humana". ¿Será por eso que en Buenos Aires no hubo ni hay tales celebraciones?
No tiene nada de sorprendente pues,
que en la arquidiócesis de un, al menos, filogay, se afrente de este
modo al cardenal Burke que fue el campeón de la resistencia católica
dentro del Sínodo.
Se ve que las "locas", que por tocar con sus manos a Dios y al Diablo alternativamente tienen desquiciada el alma, están
más locas que nunca con el momentáneo fracaso, y van a descargar su ira
contra la tradición sin vergüenzas ni complejos; mientras preparan y
esperan el triunfo en 2015.
A tal punto están desbocadas por el
apoyo que les presta la Silla de Pedro, rodeada hoy de insignes
lobbistas gay, que no se han privado de agraviar también a Benedicto
XVI, pues esta prohibición contra la Misa y contra uno de "los grandes cardenales que la apoyan y celebran", es también un ataque directo a su persona y a lo que él representa.
¡Qué Dios nos dé la gracia de abreviar
este tiempo de castigo que, en su infinita providencia, nos aplica por
nuestras traiciones e infidelidades!
Schönborn celebrando Misa
